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Nuestro Mundillo Político
COYUNTURA POLÍTICA PRE ELECTORAL
DE LOS DOS GRANDES PARTIDOS, EN EL SALVADOR
Pasadas las elecciones del
4 de marzo del 2018, el ambiente político electoral salvadoreño gira ya en
torno a las próximas elecciones presidenciales. Y aunque los resultados electorales de alcaldes y concejos municipales,
cayeron como un balde de agua fría sobre
los seguidores del Frente (FMLN) ante el gane de los partidos de derecha,
conforme caliente de nuevo el ambiente electoral, todo parece entrar en una
nueva dinámica.
La pérdida del partido de
gobierno, parece haber modificado la tendencia de elecciones anteriores en las
que lo que saltaba a la vista era un empate entre los dos partidos mayoritarios;
lo que propiciaba un ambiente más polarizado
entre el FMLN y ARENA a nivel nacional. Ahora por el contrario, el FMLN aparece
como un partido muy disminuido y lo peor, casi como un partido perdedor, ante
la inmediatez de las próximas elecciones presidenciales que tendrán lugar el 3
de febrero de 2019. Pero hasta que no lleguen aquellos comicios, nada está
escrito en piedra y la realidad puede cambiar.
En ese ambiente de
relativa bonanza electoral para la derecha, han arrancado las elecciones
internas de los diferentes partidos, gracias a una reforma implantada por una
sentencia de la Sala de lo Constitucional emitida en el 2014, que declaró
inconstitucional la Ley de partidos políticos y obligó a que la Asamblea
Legislativa introdujera cambios en ella, para que los partidos aplicaran reglas
de democracia participativa en la elección de sus dirigentes y candidatos.
Dicha normativa que se
volvió obligatoria a partir de las elecciones de 2015, ha servido de base para elegir a los candidatos a
la Presidencia de la República, comenzando con ARENA, partido en el cual de tres candidatos competidores,
ha resultado ganador el empresario Carlos Calleja, quedando fuera Javier Simán, que para muchos parecía
el más experimentado.
Las elecciones internas
en los partidos, le ha impregnado novedad al proceso electoral de las próximas
elecciones presidenciales, pues en anteriores casos, el ungido como candidato
de todos los partidos era designado “a
dedo” por la cúpula, lo que representa un paso importante en el desarrollo
de la democracia salvadoreña.
Frente al nuevo proceso
electoral recién iniciado y que culminará el 2019, conviene analizar las
características principales de la nueva coyuntura, tanto para ARENA como para
el FMLN, a raíz de las elecciones internas
de cada partido.
PARA ARENA
Como a estas alturas ya
se realizaron las elecciones internas en este partido para designar al
candidato presidencial, es poco lo que se puede decir. Desde mi punto de vista,
dicho proceso fue bastante bien manejado y el partido aparece ahora como
capitaneando lo que puede ser una mayor credibilidad en la todavía frágil
democracia salvadoreña. Aunque no es fácil borrar de la mente de los electores,
algunas de los comportamientos de funcionarios areneros de otros tiempos, pues aún
en estos días han estado en la palestra pública con procesos legales abiertos, en
los que se les ha acusado de enriquecimiento ilícito, malversación de fondos y
lavado de dinero, todo en el manejo de fondos públicos.
Una de las ventajas de
los tres pre candidatos de ARENA y del candidato electo para Presidente de la
República, Carlos Calleja pudiera ser, sin embargo, que se trata de personas
que no estuvieron antes en el ajo de la política; y esto en buena medida, puede
hacer click a los votantes cansados de las formas tradicionales tan nefastas de
hacer política y de funcionarios que prometieron el oro y el moro cuando eran
candidatos, pero que han sido ejemplo no sólo de malversación de fondos del
estado, sino de compadrazgos y manejos turbios de la cosa pública.
Desde otro punto de
vista, una desventaja del candidato electo, pudiera ser el desconocimiento de
la función pública, corriéndose el peligro de que una vez convertido en Presidente,
quiera gobernar como cuando se administra la finca o el negocio propio. Lo que
deberá compensarse de salir electo, conformando su equipo de gobierno con
personas calificadas y con la mejor experiencia en el área de que se trate.
Pero como la personalidad
de los candidatos cuenta mucho para el gusto de los electores, considero que el
candidato electo, Carlos Calleja que es una persona joven con formación
adecuada y dominio de otros idiomas, que promete ser incluyente y alejado de
las viejas prácticas de hacer política, puede atraer a muchos foráneos al partido. Además, si en su momento está listo para debatir
con los contrincantes, cuando lo requieren las circunstancias, será una muy
buena carta para ARENA.
Sin embargo, la tarea más
grande a superar de inmediato, parece ser la unificación del partido y la
adhesión de nuevas fuerzas vivas que den un plus a lo tradicional,
especialmente por el lado de una mayor concertación frente a temas de nación
que debe comenzar a demostrar él y su partido, antes de las elecciones del
2019.
De esto último, se debe
dar muestras a partir del 1 de mayo próximo, cuando ARENA entra en una nueva
etapa, al verse favorecido con una mayor correlación de votos en la Asamblea
Legislativa y un mayor liderazgo como parte de la oposición al Gobiernno del
FMLN. Lo que se haga bien en ese contexto, será también de beneficio para una
posible victoria en las próximas elecciones.
PARA EL FMLN
En primer lugar debe
decirse, que los resultados negativos de las últimas elecciones de diputados y
concejos municipales, le han restado cierto poder de maniobra a la cúpula de este partido. Por una parte, debido a que varios candidatos a diputados de la cúpula y cercanos
a ella, no fueron electos; y al disgusto que desde antes de las elecciones ya mostraban algunos miembros del partido, pero sobre todo,
simpatizantes que anteriormente le habían acompañado con sus votos y que en
esta ocasión se abstuvieron de votar. Lo
anterior, de alguna manera ha obligado a que la dirigencia del partido trate de
actuar en una forma menos vertical, evitando la designación de un pre candidato
preferente a la Presidencia de la República, como se había tratado de hacer, antes
de las pasadas elecciones.
En otras palabras,
pareciera que la línea más dura del partido ha perdido cierta hegemonía y que
la línea un tanto renovadora capitaneada por el Vicepresidente Oscar Ortiz y
vinculada a uno de los precandidatos, Hugo Martínez, ha logrado algún nivel de
maniobra. Lo cual está por confirmarse,
pero que le puede dar cierta oxigenación al partido, si se muestra ante los electores como un instituto
que hace correcciones después del fracaso electoral y que es más abierto e
incluyente.
Otro factor que causó
enorme daño y que se reflejó también en los resultados electorales negativos
del 4 de marzo para el Frente, fue la figura de Nayib Bukele, actual alcalde de
San Salvador, que tras ser expulsado por la dirigencia de dicho partido, llamó
a los votantes a que en vez de apoyar a los candidatos de aquel partido, más bien anularan su
voto. Sin embargo, la figura de Bukele
que es hoy por hoy una amenaza latente contra el Frente, podría convertirse en
una oportunidad para este mismo partido, si este emblemático político se logra
inscribir como candidato en las elecciones presidenciales y logra una tercera
posición en los resultados electorales, pudiendo hacer una alianza con el FMLN
en la segunda vuelta.
De paso debe decirse, que
Bukele dada toda la tramitología requerida según la ley electoral, no podrá ser
inscrito y electo como candidato presidencial en el Movimiento Nuevas Ideas una
vez convertido en partido político. Pero eso no obsta para que pueda
inscribirse en otro partido y compita como candidato, que es lo que viene aspirando
desde hace mucho tiempo.
Por otra parte, sólo hace
unos pocos días, ha comenzado a tomar fuerza el proceso de elecciones internas en
el FMLN, con la inscripción de los candidatos Gerson Martínez y Hugo Martínez,
ambos ministros del actual gobierno. Y hasta el momento, será de entre ambos,
que saldrá el candidato oficial del FMLN.
Pareciera ser que el
resultdo futuro en las elecciones presidenciales para el FMLN dependerá en
buena medida, de la manera en que se maneje el proceso de las elecciones
internas. Por un lado, permitiendo que el proceso sea limpio y sin
manipulaciones de la dirigencia; pero también logrando la mejor selección del
candidato presidencial, capaz de atraer a los electores que se han alejado y a posibles votantes indecisos.
En la opinión más
generalizada, se espera que los afiliados, elijan como candidato a Gerson Martínez quien mejor
representa a las estructuras del nivel nacional y territorial, pero sobre todo,
a la cúpula dirigencial. Sin embargo, esta decisión
puede limitar la adhesión de posibles votantes de fuera del partido.
Hay quienes también, en
un intento por establecer las potencialidades y limitaciones de los dos
pre candidatos frente a la elección interna, para definir el candidato del
partido, señalan que en términos de edad Gerson es mayor que su contrincante y estuvo en el frente de batalla durante el
conflicto armado; y que es de corte más ortodoxo que Hugo; Además Gerson, tiene
la ventaja que se ha presentado desde que ocupó el cargo de Ministro de Obras
Públicas en la Administración Funes y en la Administración actual de gobierno, como
un hombre honesto y responsable en el desempeño de sus funciones públicas.
Mientras que Hugo
Martínez aparece como una persona más joven que no participó como dirigente
guerrillero, aunque fue miembro de la
militancia urbana de las Fuerzas
Populares de Liberación en el conflicto armado, que tal vez tiene una mayor
preparación académica que su
contrincante, que domina idiomas extranjeros y que tuvo un buen desempeño en el
cargo de Ministro de Relaciones Exteriores en los dos últimos gobiernos del
Frente.
A nivel ideológico a Gerson
Martínez se le identifica más, como más cercano a las ideas socialistas y del
marxismo leninismo. Mientras que a Hugo, se le asocia como más afín a las ideas
liberales, como más conciliador y por decirlo así, cercano a la línea renovadora del FMLN.
De todas maneras, en la
pelea por la elección presidencial, será más importante cómo la población
votante perciba al candidato del Frente respecto a los candidatos de los otros
partidos, a la capacidad que demuestre y a la posibilidad de remozar un poco la
imagen del partido, después de dos períodos presidenciales que significan un
desgaste natural en el ámbito político.
Y respecto a las elecciones
presidenciales, todo parece que estará por definirse en la segunda vuelta; y en
ese momento, las alianzas tomarán una dimenskón tal vez poco vista en la
historia electoral salvadoreña.
En ese sentido, todo
cuenta para los partidos contendientes y especialmente para sus candidatos a
partir de la coyuntura actual.
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