Datos personales

Mi foto
Soy profesor universitario. Trabajo por el desarrollo de Cabañas, un departamento de El Salvador, muy bello, pero también donde hay mucha pobreza, especialmente en lo educativo y cultural. Soy planificador educativo y trabajé por muchos años como director y coordinador de proyectos sociales. Me considero una persona con una visión amplia que trata de valorar lo positivo de cada quien.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

ACTUALIDAD SALVADOREÑA


VOLCANES AL OCCIDENTE DE EL SALVADOR



 


NUESTRAS CELEBRACIONES NAVIDEÑAS

En la tradición de la cultura occidental capitalista, las fiestas de navidad y de año nuevo son especiales; pues junto al despliegue comercial, son los ambientes religiosos y las celebraciones en familia los que más contribuyen a generar un sentimiento y una actitud de alegría en la gente.
Sabemos que estas fiestas no son nuevas, pues se remontan a las antiguas  tradiciones europeas cuando se celebraba el  solsticio de invierno como comienzo del año. De allá nos llegaron tradiciones como: San Nicolás, los villancicos y el famoso arbolito de navidad.
En nuestro caso, las fiestas navideñas son un alivio respecto a la onerosa carga que significa para la mayoría de salvadoreños,  el arduo trabajo desarrollado en el año, la situación de violencia generalizada y la agobiante escalada en término de precios de los servicios básicos y de la canasta familiar.
Sin embargo, elementos propios de la época, como las vacaciones, el pequeño aguinaldo, los viajes a la playa, los reencuentros familiares, etc.,  contribuyen a que afloren alrededor de esas fechas, muchas esperanzas, buenos deseos y gestos de paz y hermandad.
Algo que en nuestro ambiente refuerza la idea de la navidad es la música popular. Desde principios de noviembre en las emisoras locales comienzan a sonar las canciones de la época, algunas de tinte romántico y la mayoría salsosas o pachangueras.
Como se describe en muchas canciones populares, en la navidad surgen recuerdos agradables, pero también tristes. En las fechas del veinticuatro y del treinta y uno de diciembre, no escapan a la memoria: los seres que se fueron para siempre, los amores perdidos,  los ausentes de la casa, el hogar de antaño, etc.
Para aumentar el sentido romántico, hay varias canciones que no faltan en esta época, en las programaciones de las radios. A muchas personas mayores, por ejemplo, nos gusta escuchar aquella canción del Trío Los Hermanos Mendoza, llamada Navidad (Campanitas) que hace recuerdos del hogar bendito y de la anciana madre. Esta canción la oí cantar por primera vez y la aprendí de mi hermano Alfredo Velasco, junto al Conjunto Los Madrugadores, del que él era el cantante titular. 
Les dejo con la canción en el siguiente sitio:
Otras canciones que suenan bastante en esta época, en el ambiente salvadoreño, son por ejemplo: “Amarga navidad” de José Alfredo Jiménez, “Navidad sin ti” de Marco Antonio Solís. Y en el ambiente campesino, suena mucho una relativamente reciente, titulada “La navidad de los pobres” del grupo mexicanos Los Tigres del Norte.     Acá el sitio de esa canción:  http://www.youtube.com/watch?v=mcOjUdsrtEY
Pero el que dijo “quitá de ay”  para mi gusto, es José Luis Perales con sus canciones con un mensaje hogareño y muy humano. Les dejo con dos de sus canciones propias de la época:
En el ámbito religioso, creo que sin la música, no tendría mucho sentido la celebración de la navidad. Así en la tradición europea, la canción “Noche de paz” y todos los denominados villancicos, son cánticos muy bellos que nos retratan el hecho histórico del nacimiento de Jesús.
En nuestro ambiente latinoamericano y especialmente en el contexto de la teología de la liberación y de la música revolucionaria, es representativa la pieza musical llamada “El Cristo de Palacagüina”  del nicaragüense Carlos Mejía Godoy.  Les dejo la dirección de esta canción:
Termino con una descripción del ambiente popular navideño en El Salvador, hecha por los  Hermanos Flores, en el siguiente Mix:
  
Para todos y todas, y en todas partes del mundo: ¡Felices fiestas de navidad y un venturoso año nuevo, 2011!

 -
-

RECUERDOS DE DICIEMBRE

Diciembre llega tarde,
como siempre.
Espera el final del año
para aparecer,
si no cargado de regalos,
muy lleno de recuerdos.

Desde hace mucho
perdí la cuenta de las
navidades vividas.
Las primeras, de infante,
me encontraron
fuera del hogar paterno,
en casa de mis abuelos.

Más tarde, de niño,
en el viejo Sensuntepeque,
recuerdo en las casas con portales,
los nacimientos en grande;
y en el resto del pueblo,
la pólvora interminable.
Fue entonces cuando descubrí
que el tizón y la candela
eran el mejor aliado de los niños
para reventar los cohetillos.

De mi primer internado
recuerdo una noche buena,
con posadas, villancicos,
panderetas, cacahuetes
y  aquel concurso de disfraces
ganado por “tecolote”,
es decir, Carlos Hernández.
De adolescente,
de vacaciones en el cantón,
recuerdo el coro de niñas
que aprendieron de nosotros
muchos villancicos
y nos ofrecieron a cambio,
sus pastorelas.

De los hogares campesinos,
no podré olvidar:
los altares  colgados de las vigas
tapizados de hojas verdes,
con palancas llenas de frutas;
y en el suelo de tierra
o de ladrillo de barro,
los llamados “nacidos” de chan,
de maíz o de maicillo;
así como diversidad de muñecos,
entre ellos: la siguanaba,
el cipitío, la guardia, las ovejas,
los músicos de la banda
y el niño en el pesebre.

Aún percibo el ruido
de  los tamales hirviendo,
en aquellas ollas grandes
de barro negro;
y el olor a quesadillas,
a semitas y a marquesotes
recién salidos
del horno de leña.

De mi juventud en Sensuntepeque,
recuerdo los ensayos  con el coro
formado por muchachas bonitas;
y en la vieja iglesia,
el viejo armonio
y el guitarreo de músicos humildes
en la misa del gallo.

Para mí la navidad
vuelve a ser:  música de cuerdas,
gente del común
que luce sus estrenos,
noches de luceros y de estrellas,
villancicos, tradiciones sencillas…
y un rincón escondido
para recrear mis vivencias.

Ramiro Velasco, diciembre de 2010
-
-


NUESTRO MUNDILLO POLÍTICO 

LA SOCIEDAD CIVIL SIGUE SECUESTRADA POR LOS PARTIDOS POLÍTICOS

Como se ha dicho muchas veces, el pueblo salvadoreño, está secuestrado por los partidos políticos. Ellos son los que deciden el destino político de la sociedad. Y aunque existiera una ley de partidos políticos, que es una deuda pendiente, ésta estaría hecha a la medida de los intereses de sus dirigencias.
De acuerdo a la filosofía política o mejor dicho al derecho como norma constitutiva del Estado, en una república, el poder reside en el pueblo. El pueblo es el soberano. Todas las instituciones públicas y todos los funcionarios públicos se deben al pueblo.
De manera general, el pueblo, lo conforman las personas, los individuos de carne y hueso; es decir,  la población de un estado en su conjunto. Sin embargo, según la Constitución de las repúblicas, el pueblo también se interpreta de una manera más restringida, pues incluye en verdad a las personas mayores de 18 años que pueden ser elegidas y votar, o dicho de otra manera, que son sujetos de derechos y obligaciones.
Pero como el pueblo no puede estar reunido siempre para gobernar y tomar decisiones, delega en sus elegidos que pasan a ser sus representantes.
Los partidos políticos son solamente un mecanismo que utiliza la democracia representativa. Son sólo intermediarios entre la sociedad civil y el estado.
Visto de manera ideal, si los partidos políticos fueran pluralistas de verdad, evitarían que los intereses particulares se impusieran sobre los intereses nacionales y se podrían convertir en garantes de la democracia. Pero como sabemos, los partidos son representativos de grupos de interés y luchan a favor de sus patrocinadores, convirtiéndose en la práctica, en pequeños o grandes feudos que no responden a los verdaderos intereses de la colectividad.
La experiencia en El Salvador por parte de las dirigencias partidarias que se han venido sirviendo con la mejor cuchara, en cuanto a la aprobación de leyes y el manejo de la cosa pública, ha sido bastante triste desde siempre.
Debido a esa condición negativa, más de la mitad de la población salvadoreña, no cree en los partidos políticos y califica sus actuaciones de deshonestas, de parciales y anti éticas.
En ese contexto, ¿qué solvencia moral tienen los partidos políticos salvadoreños para considerarse representativos de la población y ser los únicos canales para llevar candidatos a los cargos de elección popular?. Siendo sinceros, ninguna solvencia.
Ya hemos expuesto en este blog, la tesis de la incongruencia del Art. 85 de la Carta Magna  que establece que  los partidos políticos son el único instrumento para el ejercicio de la representación del pueblo dentro del Gobierno. (Ver página del 4 de febrero de 2009),  en la que se comentó cómo la incorporación de ese artículo en la Constitución de 1983, tuvo por motivación, evitar que el FMLN entonces una fuerza guerrillera, pudiera llegar al poder (dirigir el Poder Ejecutivo); y una manera de evitarlo, fue colocando como candado, la figura exclusiva de los partidos políticos. Ver:
La Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de manera sabia y valiente, emitió el 29 de julio pasado, una sentencia histórica que habilita las candidaturas no partidarias para las elecciones de diputados de 2012. En su fallo, la Corte declaró inconstitucional el artículo 215 del Código Electoral, que exigía que los candidatos a diputados, debieran estar inscritos en un partido político, para poder participar en los comicios.
En la misma madrugada de aquel día, antes de que los magistrados firmaran la sentencia, la Asamblea Legislativa salió al paso del veredicto. Con 68 votos, los diputados reformaron el artículo de la Constitución, para bloquear las candidaturas independientes o no partidarias. Sin embargo, esta reforma, necesitará ser ratificada con mayoría calificada en el año 2012, para poder entrar en vigor.
El máximo tribunal de justicia también declaró inconstitucionales algunos incisos de los artículos 239, 250 y 262 del citado Código, para dar paso a que los electores puedan votar marcando sobre la foto de los candidatos y ya no sobre la bandera de un partido.
Después de varios “papelones” por parte de los diputados, para boicotear el mandato de la Corte Suprema, el treinta de noviembre pasado, el Partido FMLN que se dice defensor del pueblo, aparece presentando dieciséis reformas al Código Electoral para regular las inscripciones de candidatos no partidarios.
La noticia periodística de la Prensa Gráfica, destacaba lo siguiente de la actuación del Frente: La exigencia de presentar –en el caso de candidatos a diputados– una cantidad de firmas equivalente a los votos obtenidos por el último diputado por residuo en el departamento donde el independiente busca participar. Esto equivale a obtener el respaldo de entre 8,703 y 20,172 rúbricas, que fueron los residuos más pequeños en San Vicente y Santa Ana, respectivamente.
“Este es uno de los requisitos, tener esa certificación del Tribunal (es decir), estar en condiciones de ser considerado candidato cuando llegue el proceso de inscripción de candidaturas”, explicó Norma Guevara, jefa de fracción del FMLN.
La iniciativa establece que los interesados en participar en la contienda sin ir incorporados en la planilla de un partido deberán acudir al Tribunal Supremo Electoral (TSE) a “solicitar y presentar los libros para recoger un mínimo (de firmas) equivalente a la cantidad de votos con el cual un diputado fue electo con el residuo menor en el departamento correspondiente”.
Y sigue la noticia: Las bancadas vieron atinadas aquellas medidas que busquen endurecer los requisitos para los aspirantes no partidarios y evitar con ello que el crimen organizado se filtre en este órgano de Estado.
Resulta paradójico y a la vez chocante, que el FMLN que recibió la inscripción de partido político, de manera automática como parte de los Acuerdos de Paz y que nunca ha vivido el calvario de presentar libros de firmas, venga ahora a imponer una cantidad exorbitante de firmas y de otras condiciones onerosas, a personas independientes.
El argumento de que se hace para evitar que entren candidatos vinculados al crimen organizado, es un argumento flojo, pues ha sido del seno de los partidos políticos constituidos, de donde se ha comprobado la pertenencia de diputados y alcaldes a tales organizaciones.
La fuerza de un candidato independiente se debe mostrar con los votos obtenidos, no con firmas y otros condicionamientos anteriores a la elección, que lo único que buscan, a toda costa, es limitar la participación de la sociedad civil.
Como se ha dicho hasta la saciedad, son los diputados de colmillo retorcido y otros miembros de los partidos enquistados en los cargos públicos, los que se oponen a que participen en la elección, líderes independientes y que se elija a los candidatos mediante la fotografía.
Pero la reacción de los partidos ha sido de un total boicot, aún cuando el fallo de la Corte, sólo se refiere a los diputados y no incluye a los cargos de Presidente de la República y a miembros de los Concejos Municipales.
Que una persona independiente sea comparada con un nuevo partido político para ir a buscar firmas es algo  desproporcionado. Además,  imponer tales condiciones en el período electoral, como será el año 2011, es dejar a los candidatos no partidarios en gran desventaja, frente al proceso de organización y de precampaña electoral en el que ya que se encuentran los partidos políticos.
Por otra parte, ¿Por qué gravar con fianza a los líderes locales, cuando esto no se aplica a los partidos políticos grandes que han llegado a ser verdaderas empresas que compran votos, en el sentido estricto de la palabra, o en otros casos, que poseen negocios tan rentables como los combustibles?
Y pensar que muchos creían que los líderes del Frente apoyaban a las organizaciones de la sociedad civil.  Se ve, que una vez enquistados en entidades del gobierno, se han vuelto defensores de su status de vida y se comportan como los partidos tradicionales. Con amigos como éstos, la sociedad civil salvadoreña no necesita enemigos.

Así está nuestro mundillo político.

CONTESTE POR FAVOR, LA PREGUNTA QUE SE FORMULA A CONTINUACIÓN. SU OPINIÓN ES MUY VALIOSA. GRACIAS 

2 comentarios:

  1. Lic. que bonito esta recuerdos de Diciembre hasta da nostalgia recordar cuando una era bichito sin preocupaciones de nada mas que de divertirse y de reventar los cuetillos. Le deseo que pase una super navidad, que el niño Jesus derrame mil bendiciones sobre Ud y su familia y que este año 2011 que esta a unos dias de llegar le traiga muchisimos triunfos mas y muchas bendiciones. Que Papá Chus lo bendiga siempre. Su alumna Jeammy

    ResponderEliminar
  2. Estimada Jeammy:
    La navidad puede ser una época en la que brote la esperanza, la paz y la solidaridad, todo depende con que ánimo se viva. Para algunos no deja de ser algo muy vinculado al sistema. Pero para la gran mayoría de salvadoreños, la conmemoración de Jesús que nace, tiene todavía un fuerte asidero frente a los procesos de transculturación, positivismo o materialismo moderno.
    Gracias por sus buenos deseos y que estas fiestas y el nuevo año vengan colmados de felicidad para Usted y su familia.
    Ramiro Velasco

    ResponderEliminar