ARTEFACTOS DE LA GENERACIÓN DE AYER EN EL SALVADOR
Nuestro Mundillo Político
LAS CAMPAÑAS POLÍTICAS Y LOS CASTILLOS EN EL AIRE
En el
ambiente salvadoreño, los partidos y algunos movimientos políticos, parece que
entienden la política como el arte de estar en campaña continuamente y de
ganar puestos en la Administración Pública
para ejercer el poder y otro tipo de influencias que redunden en beneficio
personal y de grupo.
La máxima
expresión de tal filosofía política, es la realización de las campañas
adelantadas que a las dirigencias partidarias, les parece lo más normal del
mundo.
Se sabe que
los responsables de que siempre se esté en campaña electoral en El Salvador, son
los mismos partidos políticos que son juez y parte en la Asamblea Legislativa,
donde se hacen las leyes a la medida de sus intereses y en el Tribunal Supremo
Electoral que es quien las ejecuta.
Recuérdese que
todo el año 2011 fue de campaña para elegir a los gobiernos municipales y
diputados; del 2012 hasta principios del
2014, la población debe soportar la campaña presidencial, y del 2014 al 2015,
de nuevo se llevará a cabo la campaña para Concejos Municipales y Diputados.
En este
momento, los dos partidos tradicionales, ARENA y el FMLN y el relativamente
nuevo Movimiento de Unidad, tratan de convencer a la población que cada uno de
ellos es la alternativa que más conviene ser apoyada (votada) en las próximas
elecciones.
Llama la
atención el método de proponer soluciones a los problemas por parte de los
políticos, especialmente en el caso de los candidatos a la Presidencia de la
República. Ellos hablan de llevar a cabo proyectos costosos, sin que se hayan
propuesto, como establece la metodología
de formulación de proyectos, alternativas
para atacar las causas que originan los problemas y sus efectos y establecer de
donde saldrán los recursos necesarios para desarrollar tales intervenciones. Bien
dicen, que por prometer nadie se queda pobre.
A uno de
los candidatos a la Presidencia se le ocurrió de pronto decir, que eliminará el
paquete escolar y la tregua entre pandillas que desarrolla el gobierno actual y las
iglesias; y unas semanas más tarde, rectifica diciendo que los llevará a cabo,
pero mejorados.
El otro de
los candidatos ha mencionado que elevará las pensiones de los desmovilizados y
mantendrá y ampliará los programas sociales ejecutados por el actual gobierno.
Cuando lo técnicamente recomendable sería hacer una evaluación a fondo de los
mismos, para determinar su continuidad.
Y al
tercero, se le ocurre decir, que ampliará el programa de Ciudad Mujer, sin considerar
que tal proyecto sólo para cubrir unas cuantas sedes, se ha llevado a cabo con
un préstamo millonario que debiera también ser sometido a evaluación y que una
vez liquidado de seguir funcionando y ser extendido, demandará recursos del
presupuesto de funcionamiento del gobierno o recursos externos adicionales a
ser negociados. También ha dicho este último candidato, que mantendrá todos los
subsidios, como los aplicados a la energía eléctrica, a la luz, al agua, al gas
licuado, al transporte público, y que además, revivirá el Plan Veinte Veintiuno
de educación.
Estas y
otras promesas de campaña se propalan a los cuatro vientos, como si el erario
nacional estuviera en los mejores tiempos, y como si los niveles de
endeudamiento, que es el instrumento más fácil para obtener recursos
financieros, no estuviese alcanzando índices realmente peligrosos. ¿Serán
conscientes de esto los señores candidatos?
Además, da
la impresión que los candidatos, están pensando implementar más de lo mismo; lo
que al menos en el terreno de la reactivación económica, se ha mostrado totalmente
ineficaz.
No hay duda
que tales ofertas no sólo son producto de la ligereza, sino de la irresponsabilidad
con los contribuyentes que son al final de cuentas, los que en un momento dado,
pagarán la factura de llegarse a concretizar promesas tan populistas.
Quisiera
recordarles de nuevo a los candidatos, que la clase media que es el estrato
poblacional que definirá las próximas elecciones y especialmente los dueños de
vehículos, ya no soportan la carga impositiva aplicada a los precios de los
combustibles y los pagos elevados de las licencias y tarjetas de circulación. No
es justo que sólo a un sector se cargue la mano de los impuestos, habiendo
otros sectores con grandes utilidades a las que pareciera darse un tratamiento especial.
Pero los
candidatos tienen un argumento para quienes puedan criticar sus soluciones sacadas
de la manga de la camisa, señalan que
están recorriendo el país y se reúnen con la población para escuchar sus
demandas. Lo que no dicen, es que tales reuniones son en la práctica, verdaderos
mítines con grupos de militantes, para tratar de realzar la imagen del
candidato y tratar de contagiar de entusiasmo a la población que está fuera de
la palestra politiquera y que sabe que si no trabaja día a día, no come.
Se olvidan
los candidatos, que antes de hablar de programas o proyectos específicos, es
necesario que establezcan las apuestas estratégicas que demanda El Salvador de
hoy y las propuestas viables de solución a los grandes problemas nacionales
como la inseguridad, la delincuencia, el estancamiento de la economía, la falta
de inversión y empleo, la baja recaudación fiscal, etc.
Otro
aspecto impresionante de las extensas campañas presidenciales en El Salvador es
el costo que implican, sin que se pueda saber quiénes las patrocinan, ya que nunca
hubo una ley que obligara a los partidos políticos a demostrar los montos de
financiamiento recibido y las fuentes de las que provienen; pues para colmo de
males, la última ley aprobada en febrero pasado, a pesar de algunos avances, dejó
de lado este y otros aspectos tan necesarios para el avance democrático.
Otra
característica de las campañas en El Salvador, son los ataques a veces velados
y otras veces directos de los contendientes entre sí. Esto sería más aceptable
si los períodos que dura la campaña fueran relativamente cortos.
Menos mal
que al menos por el momento, parecen haber disminuido las campañas negras de
otros tiempos, llenas de insultos y de sacadas de trapos al sol; aunque sobre
esto, es muy temprano aún para hacer un juicio de valor, pues falta que ver lo
que sucederá en los días más cercanos a los comicios.
Que los
candidatos dediquen tiempo a sus actividades proselitistas y llenen de ofertas
los espacios en los medios de comunicación masiva, sería al fin y al cabo algo aceptable, con tal que
ello no signifique un aprovechamiento de los cargos públicos que desempeñan y
de los recursos del estado, tanto de la administración presente como de la
pasada.
A
UNOS OJOS BONITOS
Ellos, son el reflejo
de los ancestros
queridos.
pobladores de
Cabañas,
pero también de la
frontera
entre Guatemala y Chalchuapa.
Su historia ya
cuenta un siglo
y cuatro
generaciones;
son la herencia de
los Alfaro
de los Reyes, de
los Velasco,
de los Bonilla y
de los Hurtado.
Aquellos ojos de
antaño
azules como las montañas
lejanas
se fundieron con el tiempo,
con el verde del
limonero
y el amarillo del
arrozal maduro.
Cuando el día está
muy brillante
ellos se tornan
más claros;
y cuando llega la
tarde,
parecen recobrar
el verde
tan alegre de
nuestros campos.
Si se les mira pequeños,
es porque están
escondidos.
Son como luceros vivaces
que irradian desde
el nutrido bosque
de abundantes
cejas y pestañas.
Así son los ojos bonitos
de mis queridas Joanna y Carolina.
Son como un claro
reflejo del sol
que se cuela por la
arboleda,
para alegrar la
mañana.
Ramiro Velasco, mayo, 2013
LAS SECRETARIAS DE AYER Y DE HOY
El
veintiséis de abril de cada año, se celebra en El Salvador, el día de la
secretaria.
Como
nos narran los entendidos, la palabra secretaria deriva de “secretum” y se
remonta a la Europa medieval en la que se denominaba secretarium al hombre que
guardaba información confidencial.
La
etimología del término no puede ser mejor para referirse a aquellas personas,
que asisten a un jefe o funcionario público
o de una empresa privada, en una oficina grande o pequeña, por las que
pasa información muy importante y a veces dependiendo de la ética del jefe, hasta
comprometedora.
En
nuestra cultura, el rol de secretaria lo desempeña generalmente una mujer, pero
en otras partes como ciertos países de África, tal rol lo desempeñan normalmente
los hombres.
La
secretaria moderna en nuestro ambiente, es una persona polifacética. Ella
contesta o llama por teléfono, recibe a
los clientes o usuarios de toda índole; elabora documentos de toda naturaleza, casi siempre de manera urgente; hace fotocopias, envía faxes, toma notas en
una reunión de ejecutivos, ejecuta las órdenes del jefe de manera inmediata;
convoca a reuniones, etc. etc.
Muchas
veces, la secretaria es la primera en llegar a la oficina y la última que se
retira. Y en los negocios pequeños además de las tareas secretariales, ella se
encarga hasta del aseo de la oficina, de recibir pagos, de hacer remesas y de
llevar la contabilidad diaria.
Se
dice que la secretaria y su manera de atender a los clientes es la primera
carta de presentación de una oficina o empresa. De allí que los ejecutivos
exijan secretarias competentes y de ser posible atractivas y con las mejores
relaciones humanas.
La
canción “Secretaria” interpretada por el Grupo Mocedades, es tal vez la que me
mejor refleja el rol tradicional de la persona que asiste al jefe hombre en
todo momento. Ella, estando a diario cerca de él, por tantas horas, llega a
conocer no sólo de los aspectos propios del trabajo técnico del jefe, sino sus
fortalezas y debilidades, su ámbito familiar, sus diversas amistades y hasta sus
aventuras amorosas.
Tuve
la dicha de conocer y de tener asignadas secretarias de diverso estilo, calidad
y personalidad, pero también de particular belleza. De cada una guardo la mayor
estimación y con todas, por suerte, mantuve el respeto necesario y el trato amable.
Puedo decir que a pesar de situaciones extremas en algunos casos, por la
presión del trabajo y de las responsabilidades, salimos adelante y cuando las circunstancias
se dieron, cambiamos de destino, pero
cada una siguió siendo una amiga muy especial para mí.
Ahora
después de tantos años, y a riesgo de
olvidar a alguna, recuerdo con cariño y
aprecio a: Arely, Nidia, Xiomara, Lorena, Lissette, Estela, Mariela. Pero también recuerdo a muchas
otras de tantas oficinas por las que pasé y en la que todavía me mantengo
activo, y que aunque no me fueron asignadas a mí directamente, me brindaron y me
brindan su apoyo técnico y su amistad.
Debo
decir, que tuve la suerte de conocer excelentes secretarias en los tiempos más
remotos, cuando no existía la computación y que por lo tanto, trabajaban con
máquinas de escribir manuales, con
contómetros y con mimeógrafos. Más tarde,
llegada la computación, les vi
utilizando diversos paquetes informáticos, fotocopiadoras modernas y además
teléfonos fijos y celulares de todo
tipo.
Con
el auge de la tecnología los colaboradores técnicos de las oficinas de hoy día,
dependen menos de las secretarias para elaborar sus documentos, para hacer sus
fotocopias y realizar sus llamadas telefónicas.
Y
con el auge de las redes sociales y los avances de internet, es probable que
las secres tengan menos acceso a las amistades y a los secretos de los jefes,
pues éstos entran en contacto directo con sus amistades; pero no por eso dejan de ser el brazo derecho de los
ejecutivos y de todo el personal de oficina.
Aunque
un poco tarde, les envío por este medio, un saludo especial a esas mujeres por
las que siempre tuve y tengo especial admiración.
.