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MAURICIO GANA LAS ELECCIONES Y PROMETE UN NUEVO RÉGIMEN
Pocos líderes han motivado tanto a los electores en los últimos 20 años, como el ahora Presidente electo de El Salvador, Mauricio Funes.
Mauricio, como le dice cariñosamente el pueblo, es un líder carismático forjado en la lucha periodística que desde el conflicto armado mantuvo siempre su independencia y su valentía, encarando a los poderes establecidos.
Veinte años de gobiernos de ARENA representaban demasiado peso en un país donde gran parte de las decisiones en materia económica y política favorecieron primordialmente a la élite económica dominante y a los grupos allegados a los partidos tradicionales de derecha.
Buena parte de la población, había llegado al hastío frente a gobiernos del mismo signo, responsables de: un retroceso en las condiciones de sectores como la agricultura, la pequeña y la mediana empresa; la falta de oportunidades que alienta la migración de salvadoreños al exterior; el desmantelamiento del estado, mediante la privatización de los bienes públicos; la elevación de los niveles de corrupción e impunidad; y la falta de seguridad ciudadana.
Frente a ese estado de crisis interno y la llegada de la crisis internacional, las condiciones objetivas estaban dadas para emprender un verdadero cambio en el aparato del estado.
Ganarle a la derecha, sostenida por el gran capital salvadoreño y acostumbrada a todas las mañas para ganar, parecía una misión casi imposible.
Los mismos empresarios conservadores emplearon las formas más variadas para comprar la voluntad de los salvadoreños pobres y medios, entre ellas, la amenaza de quitarles los empleos a quienes votaran por Mauricio. Y el Partido ARENA amplió la denigrante compra de votos y el traslado de votantes de países vecinos el día de las elecciones.
La campaña electoral fue tremendamente negativa y en ella, los principales medios de comunicación en su gran mayoría a favor del partido ARENA, destilaron mentiras y mucho veneno, tratando de desacreditar al Candidato Funes y a Salvador Sánchez Cerén, ahora Vicepresidente electo.
Los viejos líderes políticos de la derecha, entre ellos las cúpulas del PCN y del PDC, dejaron inconclusa la segunda vuelta, para unirse al Partido tricolor del que por 20 años han recibido todo tipo de prebendas a costa del erario nacional.
Pero también por el lado de la izquierda hechos inéditos marcaron un nuevo escenario político. Por un lado, la dirigencia del FMLN mostró gran apertura al incluir en la fórmula a Mauricio, un candidato limpio y no manchado con los estigmas de la guerra o de malos manejos públicos.
Junto a Mauricio surgió también un amplio movimiento, denominado “Los amigos de Mauricio” conformado por profesionales distinguidos, empresarios de distinto nivel económico y miembros de partidos de centro e izquierda.
En la primera etapa de campaña, Mauricio fue presentado como miembro y representante no de un partido político, sino como miembro de
La campaña sucia se ensañó en la figura de Sánchez Cerén, un líder histórico del conflicto salvadoreño y que representa la cuota del FMLN en el nuevo gobierno.
Todas las encuestas realizadas durante la campaña presagiaban la posible victoria de Mauricio. Sin embargo, los datos previos a las elecciones mostraban una cerrada lucha electoral, como en realidad sucedió.
El mapa electoral del 15 de marzo, muestra 6 departamentos de
ARENA ganó los departamentos de
Los resultados cuando se han escrutado el 92 % de las actas, dan casi dos puntos y medio de diferencia entre los dos partidos contendientes, que en término de votos significa unos 62, 500 votos, a favor del FMLN.
El FMLN obtuvo en total 1 millón 250 mil 521votos, equivalentes al 51.3% de la elección. Lo que indica un aumento de casi medio millón de votos más para el Frente que cuando compitió el Candidato Shafik Handal en las anteriores elecciones presidenciales.
ARENA por su parte obtuvo 1 millón 188 mil 168 votos, es decir, el 48.7% de la elección. Para este partido, el resultado significa haber perdido casi 120 mil votos con respecto a la elección presidencial anterior.
La victoria del FMLN y de Mauricio en particular, se presenta como la esperanza para el pueblo y se constituye en un hecho realmente histórico para el país, al dar paso al primer gobierno de izquierda en El Salvador, desde su independencia política en 1,821.
El nuevo gobierno rompe la línea ideológica conservadora que ha predominado a nivel económico y la visión anticomunista de la guerra fría del Partido ARENA y de la derecha salvadoreña.
Las primeras palabras de Mauricio como ganador de la contienda electoral, dan señales claras de un futuro gobierno moderado, comprometido con las mayorías pobres, con la justicia social y con la democracia.
Mauricio logró convencer a la ciudadanía de los indecisos y del centro político que esta vez optaron por el cambio y cuya participación en las urnas fue decisiva en el resultado electoral.
La victoria es del pueblo salvadoreño, que aspira a que El Salvador avance por la modernidad, la justicia social y la convivencia.
¡Esta vez fue diferente y Mauricio es Presidente!
Ramiro Velasco, 16 de marzo de 2009.
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