Para mis amigas y amigos extranjeros el término “chuco” o “chuca” o también “shuco o shuca” en salvadoreño, se refiere a algo sucio, pestilente o deshonesto.
Por ejemplo, se le dice “chuco” a alguien que no se ha bañado. A alguien que se le siente “la patada” o la “estocada”, es decir que huele mal.
Aunque debe aclarase que también se le llama chuco o “shuco” a un atole delicioso hecho de maíz, adornado con una cucharada de frijoles salcochados (sancochados) y cubierto con una capa de alguaiste, que es un líquido viscoso elaborado también en forma artesanal con la semilla molida del ayote o calabaza.
Estamos a dos días de las elecciones para Alcaldes y Diputados en El Salvador y al menos en mi caso, me siento hastiado de tanta propaganda chuca, que raya en la ofensa, la desinformación, la intimidación y la descarada compra de voluntades.
La cantidad exagerada de propaganda creo que está relacionada con la inseguridad en el partido de gobierno, frente a los resultados en el día de las elecciones.
Cito algunos hechos que demuestran parte de lo que digo:
PINTA Y PEGA
Hace unos nueve meses amanecieron pintados todos los postes de mi ciudad al Sur de San Salvador con los colores del Partido ARENA. Siempre he pensado que en muchas municipalidades al menos la pintura se carga de alguna manera al presupuesto municipal, aprovechando la tradicional compra de estos productos que en parte sirven también para pintar edificios públicos, puentes, etc.
Siete meses después, este mismo partido cuando tenía todo pintado, ofreció trabajar porque se eliminara la pinta y pega en los postes y otros lugares. En algunos lugares mandaron a pintar los postes de blanco, pero colgaron en forma impresionante posters con la figura de sus candidatos.
Hay tres cosas que oculta esta estrategia de pinta y pega: primero el posible uso de recursos de las alcaldías en esta tarea; segundo, la demarcación de la zona con los colores de la bandera del partido como para indicar que en la zona hay un partido dominante; tercero, optar más tarde, por una propaganda al parecer más limpia, pero que deja fuera de competencia a los partidos pobres por el elevado costo de los posters y banderas a todo color.
ANUNCIOS EN LOS MEDIOS MASIVOS
Hemos sido testigos de la tremenda cantidad de propaganda en todos los canales comerciales de televisión, llevada a cabo por el Partido de gobierno y en buena medida, aunque en forma más racional por parte del FMLN.
Sin embargo, contrario tal vez a la opinión de los publicistas, soy de la idea que a la larga ver las mismas caras, oír tanto slogan trillado y el ofrecimiento de cosas tan irreales, como el metrobús, la construcción de bóvedas sobre las quebradas de San Salvador, etc… a la larga ha producido el efecto contrario de cierto rechazo, al menos por parte de la población más instruida.
La ley electoral define que están autorizados para hacer propaganda 2 meses antes del evento electoral, los candidatos a diputados y 1 mes antes, los candidatos a alcalde. Sin embargo, la ley en este país no se cumple en lo mínimo y hemos tenido que soportar una propaganda permanente por parte de los partidos políticos más grandes, desde el término de las últimas elecciones, con la anuencia del Tribunal Supremo Electoral.
Lo malo de todo esto es que por andar haciendo política partidaria los funcionarios públicos que una vez electos debieran dedicarse exclusivamente a sus labores públicas, no responden a las urgentes necesidades de la población.
Mientras tengamos un TSE que respira por la nariz de los partidos políticos la situación seguirá igual, independientemente de quienes lleguen al Gobierno Central, a las Municipalidades y a
REGALOS
Al candidato a alcalde por ARENA, no le ha bastado colgar grandes posters son su figura en todos los postes del alumbrado y de la telefonía de San Salvador. Ha regalado todo tipo de cosas como: alimentos, útiles escolares y deportivos, pintura de casas, camisas, gorras, etc. Lo que demuestra que se ha hecho hasta lo último por ganar la alcaldía de San Salvador, denominada por el partido como “emblemática”. Es decir que si no se gana significa una pérdida de las elecciones.
Algunos creen que este candidato ha dispuesto de más fondos que el mismo candidato presidencial. Lo que da idea de las diversas fuentes de financiamiento que van más allá de las arcas del partido y que nunca se sabrá cuáles son.
Me pareció simpático un anuncio en el que se delataba la campaña chuca por parte del principal partido de derecha; aunque también no se puede negar el uso de otros spots y anuncios publicitarios bastante chuquitos por el principal partido de izquierda, con el posible argumento a su favor, de que ha sido necesario recurrir a ellos en defensa propia.
Las entidades medio fantasmas de apoyo extranjeras que se han responsabilizado de campos pagados ofensivos por parte de ARENA, han hecho lo que han querido y lo siguen haciendo estos días cuando está cerrado el período de campaña oficial, con la permisión absoluta del TSE que mejor debiera llamarse Tribunal Supremo Ineficaz.
DEPURACIÓN DEL PADRÓN ELECTORAL
Como lo expuse en este blog el 20 de junio pasado, en un amplio artículo titulado “Resultados electorales en El Salvador, algunas implicaciones” tengo mis serias dudas de la transparencia en el sistema electoral salvadoreño, especialmente porque del padrón electoral no se han sacado a miles de difuntos que pueden estar vivos a la hora de votar; y a miles de ciudadanos sin un domicilio reconocido, etc. etc.
Muchos electores fraudulentos, como lo señalamos en el artículo citado, probablemente fueron incorporados al padrón antes de las elecciones del 2004. Y se trata de posibles votantes para las próximas elecciones que no son salvadoreños, pero a quienes en algunas alcaldías se les ha extendido partidas de nacimiento de manera ilegal. Y debo aclarar que en este caso, no son los DUICENTROS los responsables por extender un DUI, sino quienes les emiten en las alcaldías los respectivos documentos de identidad para obtener el DUI. Se trata de hondureños, nicaragüenses y guatemaltecos pobres, muchos de los cuales vienen a la recolección de cosechas cada año y otros que son traídos de manera expresa en los días cercanos a las elecciones. Estos votantes ilegales, son ayudados por miembros de partidos de derecha de los países vecinos y por supuesto por dirigentes del Partido de Gobierno en El Salvador, quienes les han ayudado a obtener su partida de nacimiento y el DUI; y en los días inmediatos a las elecciones, les pagan el transporte, la alimentación y por supuesto el voto.
Lo peor es que de esto el FMLN ha tenido conocimiento y no ha hecho algo eficaz para que se corrijan las anomalías, tal vez porque en río revuelto ganan todos los pescadores.
De nada sirve a estas alturas la pantomima que ha hecho pública el FMLN el día de ayer, de querer fiscalizar si los DUIs son auténticos mediante aparatos lectores de luz ultravioleta, cuando tuvo muchos meses para no aceptar la base de datos del padrón electoral actual hasta que no fuera confiable. Pero prefirieron seguir en el juego “chuco” de la derecha que ojalá no conduzca a una catástrofe mayor.
REFLEXIÓN FINAL
A pesar de tanta duda sobre la transparencia en los resultados electorales, debemos ir a votar todos: jóvenes, adultos y personas mayores.
Sólo con una votación fuertemente masiva, será posible derrotar las diferentes maniobras electorales chucas.
Nos vemos el domingo, en las urnas.
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MI AMIGA LETY
La conocí desde pequeña.
La vi crecer y desarrollarse
poco a poco,
hasta alcanzar su figura
y su porte tan distinguidos.
Lo que más me impresionaba
en ella,
eran sus ojos,
tan azules como el cielo
y la gracia de su penetrante mirada.
Era tan blanca
como la luz del mediodía
y tan educada
como una princesa.
Cuando alcanzó cierta edad
era tan codiciada
por esos novios atrevidos
del vecindario,
de cuya impertinencia
yo siempre la protegía.
Un día domingo
aprovechando mi ausencia,
salió de casa
y se perdió para siempre
por los senderos de la lascivia
y de la vida licenciosa.
No la volví a ver,
ni a tenerla tan cerca
como antes; y
mis caricias se esfumaron
como cenizas
llevadas por el viento.
Hoy me consuelo
mirando su retrato
y el balcón vacío
donde pasaba largos ratos;
soñando tal vez con cazar algún día
al más pequeño ratón.
Desde su salida,
aborrezco a todos esos felinos;
pues fueron ellos,
los que me privaron con saña
y alevosía
de mi querida Lety.
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EL CHELE
Para las personas extranjeras, les cuento que “chele”, es un salvadoreñismo o probablemente un término utilizado en varios países de Mesoamérica. De manera genérica, es por lo general un adjetivo calificativo contrario al negro, es decir que se refiere a una persona, animal o cosa de color blanco.
A veces se vuelve sustantivo, cuando a la persona o cosa se le denomina “chele” como si fuera su nombre. Por ejemplo, yo tengo un pick up blanco que desde los primeros días de adquirido, lo bauticé con el nombre de el “chele”.
En la práctica, los salvadoreños lo usamos para designar sobre todo a las personas de piel muy blanca y de cabello rubio, especialmente a los estadounidenses, canadienses y europeos en general.
Decirle “chele” a alguien, tiene en el fondo, la reacción natural de las personas morenas frente a la concepción tergiversada y racista de nuestros abuelos que hacían o hacen creer todavía, que tener piel blanca era equivalente a ser más bonito o más guapo.
Creo que la explicación sociológica e histórica de esta última acepción, se remonta a la campaña de desprestigio de los más pudientes contra los “indios” en los años 1,830. Aquel año, se armó un levantamiento en
Y un siglo después, en 1932, cuando se produjo otra insurrección, esta vez en el occidente del país, dirigida por Feliciano Ama, Farabundo Martí, Alfonso Luna y Mario Zapata que terminó con una de las mayores masacres y delitos de lesa humanidad contra los campesinos pobres salvadoreños.
Y aquí hago un paréntesis histórico para decir, que el principal responsable de aquel asesinato masivo fue el General Maximiliano Hernández Martínez, quien también maquinó un golpe de Estado junto a un Directorio Militar que depuso al distinguido Presidente, Ingeniero Arturo Araujo electo en forma democrática en 1931. Con Araujo, un civil muy ilustrado, termina la injerencia en El Salvador del Imperialismo inglés y comienza la incidencia del imperialismo norteamericano con el apoyo de gobiernos militares.
A partir del Gobierno de Hernández Martínez primero como Vice Presidente y después como Presidente (1935- 1944) hasta el Gobierno de Romero en 1979, la administración del Estado fue ejercida directamente por los militares, aunque el poder real lo detentaba la oligarquía salvadoreña.
Desde la época de Martínez “ya no existen indígenas en El Salvador”, pues ser “indio” equivalía hasta principios de los años cincuenta, ser revolucionario o comunista y por lo mismo, motivo suficiente para ser perseguido.
Se dice que el General Martínez incluso envió un decreto a
Ahora la población en El Salvador según cifras oficiales, es indígena en un 2.5%, siendo el grueso de la población “mestiza” (86%), aunque las facciones y el color de la piel nos delate a la mayoría como indígenas.
(Hasta acá el paréntesis histórico)
Desde un punto de vista antropológico, se habla también de los “indios cheles” salvadoreños ubicados en la zona norte salvadoreña en los Departamentos de Chalatenango, Cabañas, San Miguel y Morazán. Se trata de campesinos de piel blanca y ojos negros, claros o azules, que desde
“Chele” también es utilizado en los pueblos de El Salvador, con gran tradición de apodos. Y pongo como número uno, a mi pueblo Sensuntepeque. Allí a nivel urbano, muy poca gente se escapa de ser bautizado con un sobrenombre, cosa que a todas luces es de mal gusto.
El término “chele” además de blanco, puede dar idea de otras posibles características en el mundillo de los apodos. Por ejemplo, en los casos siguientes: “Chele Lora”, se refiere a una persona de color blanco que habla mucho; “Chele Panza”, alguien blanco con mucha barriga; “Chele Chalateco”, alguien de Chalatenango donde abundan las personas blancas; “Chele Cabeza de Zunza”, alguien que además de ser blanco tiene el pelo rubio; “Chele cabeza de Fóforo” alguien blanco cuyo color de cabello es rojizo. “Chele yuca pelada” alguien exageradamente blanco.
El “chele papaya” fue muy conocido hace algunos años, por su mención en los medios informativos y su condena por actos delictivos.
El “chele” es tan usual en El Salvador que hay situaciones que ya no es ofensivo. Este es el caso de cuando se usa entre amigos y personas de confianza o entre personas famosas. Por ejemplo, hace unas décadas fue famoso en el mundo artístico el “Chele Ávila” compañero del cómico Aniceto Porsisoca; y en la actualidad, todo mundo, conoce a un gran jugador de fútbol a quien por su color de piel blanca y seguramente por guapo, se le conoce como “
No sería remoto que si Rodrigo Ávila ganara las elecciones se gane un apodo acompañado del epíteto “chele” por su color blanco de la piel.