Vistas del Volcán de San Salvador (Quezaltepec) |
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BALANCE
POLÍTICO SALVADOREÑO EN EL 2010 Y PERSPECTIVAS PARA EL AÑO 2011
El año que termina ha sido histórico,
pues significó el cierre del ciclo en que la derecha hegemonizó el ambiente
político y económico nacional.
El anterior partido de gobierno, ARENA,
quedó dividido en dos y en términos políticos se puede decir que fue herido
letalmente, a tal grado que no se le ve una real recuperación en el escenario
político salvadoreño.
A pesar de los intentos de reunificación
interna, ARENA no ha podido jugar un papel importante como partido de
oposición, especialmente en la Asamblea Legislativa que es la caja de
resonancia principal para medir las actuaciones partidarias.
Sin embargo, como se menciona más
adelante, si algo sabe hacer ARENA es su labor electoral en la que seguramente
echará mano de todos sus recursos, incluyendo el apoyo económico y político del
sector privado, para tener una importante presencia en la política nacional.
En enero del 2010, GANA, nacido de las
mismas entrañas areneras, presentó su acta constitutiva ante el Tribunal
Supremo Electoral y en mayo, fue reconocido como partido político. Durante todo
el año, el nuevo partido se hizo sentir en la Asamblea Legislativa votando
junto a ARENA en temas como las reformas
a la Ley Penal, que luego fue vetada por el Presidente Funes; y en el decreto
para eliminar la declaración de patrimonio arriba de los 75,000 dólares,
alejándose de la postura del Ejecutivo.
GANA en la Asamblea Legislativa, se
inclinó más del lado del FMLN al acompañar a este partido en el 2009 y aprobar
el presupuesto del 2010 y la reforma fiscal; y en el año 2010, votando en temas como: las reformas a la Ley Orgánica
del RNPN; el Convenio de Cooperación con Cuba; el Presupuesto del 2011; nuevos
créditos internacionales; y la eliminación del incentivo del 6% a las
exportaciones (Drawback).
Se puede afirmar que GANA junto con el PCN, se han convertido en los
aliados coyunturales del Ejecutivo para hacer mayoría calificada junto al FMLN
y aprobar decretos que le han permitido al Gobierno superar la situación de
ingobernabilidad que se temía en el 2009, en un ambiente electoral y
postelectoral fuertemente polarizado. Dicho de otra manera, GANA se ha
convertido en el brazo derecho del Presidente Mauricio Funes y el FMLN en su
brazo izquierdo, ya que juntos hacen mayoría simple y han logrado la aprobación
de leyes importantes para la gestión
gubernamental.
En cuanto al FMLN, sólo hasta el final
del 2010, pudo superar aquella posición de envalentonamiento que en nuestra
página de febrero del 2010, calificamos de manera caricaturizada como
“arranques de buey tusero”. El Frente no tuvo más remedio que retractarse de
sus amenazas de distanciamiento del Presidente
Funes, en temas como: la adopción del Socialismo del Siglo XXI, la
Integración al ALBA, algunas políticas educativas y de salud al estilo
cubano, el reconocimiento al nuevo
Gobierno de Honduras y la prioridad otorgada por el Presidente a la relación
con los gobiernos de Inácio Lula y de Barack Obama. En otras palabras, el
partido en el gobierno tuvo que soportar el trago amargo de seguir una política
de moderación impulsada por el Presidente Funes, acallando a los militantes del
voto duro con puestos en el gobierno, pero dejándoles el sinsabor de no poder
hacer los cambios más radicales prometidos.
Por otra parte, el partido llevó a cabo
sus elecciones internas que mostraron más de lo mismo en su dirigencia a nivel
nacional, con el hecho oscuro de eliminar de los listados de votación a muchos
militantes que no pudieron participar en las elecciones de directivas y
coordinaciones locales.
En síntesis, los logros del Frente a
nivel nacional serían bastante limitados, de no ser por las acciones
emprendidas desde el Ejecutivo al formar
parte del gobierno.
Esta percepción es corroborada por la
elevada calificación de las encuestas que posicionan al Presidente con puntajes
históricos nunca antes vistos, tanto a nivel nacional como internacional, a
pesar de la crisis económica y de la vorágine delincuencial que sufre el país.
En cuanto al PCN, ahora situado más como cuarta fuerza
política, tal como lo preveíamos en el transcurso del
2010, no hizo más que plegarse al
Ejecutivo en las votaciones de la Asamblea Legislativa para tratar de conservar
su coto de caza, que es la Corte de Cuentas de la República, su
magistratura en el Tribunal Supremo
Electoral y otros cargos en entidades gubernamentales.
Respecto al PDC, el hecho más importante
en el 2009, fue su desintegración casi total en cuanto a diputados, tras la
expulsión de Wilfredo Salgado, Alcalde de San Miguel y la consecuente renuncia
al partido de tres diputados propietarios y dos suplentes. Con tal escisión,
este partido perdió toda capacidad de incidencia en la Asamblea Legislativa.
En cuanto al Partido Cambio Democrático
que a pesar de ser muy pequeño, había logrado un enorme peso al ser tomado en
cuenta en la conformación del gabinete del Ejecutivo, se vio seriamente
afectado, primero por la destitución de Juan Pablo Durán como Presidente de la
Lotería Nacional y después por las actuaciones de su Secretario General, Oscar Kattán, actual Director del Instituto
Salvadoreño del Seguro Social (ISSS). Ambos funcionarios fueron acusados de
actos de corrupción y se enfrascaron en una disputa que se hizo pública y que
ha afectado seriamente la credibilidad del partido.
Con esos antecedentes, da inicio el
2011, que será un año pre electoral y en el que las aguas partidarias entrarán
en una enconada lucha.
En cuanto a ARENA, seguramente que hará
todo lo posible por seguir mostrando que es el verdadero partido de oposición y
que lucha a favor del pueblo, oponiéndose a la aprobación de leyes tributarias,
a la eliminación de subsidios, a la aprobación de créditos internacionales y
seguramente a las reformas políticas pendientes. Por otra parte, hará todo lo
posible porque la Administración del Presidente Funes y del FMLN fracase en su gestión, atacando
los planes y proyectos de reactivación económica.
De parte del PCN, como es usual, seguirá
con su conocida táctica de cabeza gacha, dando énfasis sin embargo, al trabajo
partidario local y a la búsqueda de residuos electorales que le han mantenido
con vida política durante tantos años. Y a nivel legislativo, seguramente
seguirá apoyando al Ejecutivo y votando con el FMLN, pues sabe perfectamente
que el que a buen árbol se arrima, buena
sombre le cobija.
El Partido GANA pudiera ser el partido que
tenga tal vez mayor incidencia en el año 2011. Por un lado, seguirá
comportándose como la tercera fuerza en la Asamblea Legislativa, acompañando al FMLN en lo que signifique apoyar al Presidente Funes; y por
otro, tratará de unirse a la derecha en temas secundarios, dando una imagen de
independencia y presentándose como un partido de corte centrista.
El otro factor importante, que marcará
mucho el ambiente político nacional será la actuación de la Presidencia de la
República que se verá afectada por el trabajo electoral del FMLN. Las
reacciones del Frente contra el Presidente, que desde el pasado diciembre ha
dicho claramente que no desea participar en la lucha partidaria del 2012, y que
no permitirá trabajo electoral por parte de los miembros de su gabinete, traerá
nuevas desavenencias en la cohabitación. La posición del Presidente que para la
ciudadanía puede interpretarse como un gran logro, dadas las experiencias
de administraciones pasadas, puede
llegar a ser otro punto de conflicto que tensará la relación Presidente y
Partido, al menos en lo inmediato.
Por otra parte, el Frente tratará de
desmarcarse de algunas acciones del Ejecutivo especialmente en el campo
económico, donde más le aprieta el zapato a la población, aprovechando que no
tiene en esa área, funcionarios de alto nivel que sean sus militantes. Esto
para mostrar que como partido no se pliega al Presidente y dar así respuesta a sus miembros de la línea
dura que deberán seguir esperando “para más adelante”, las acciones
revolucionarias que se les ofreció por décadas.
Así nuestra apreciación sobre el
mundillo político salvadoreño.
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BRINDIS POR UN AÑO MEJOR
Desde el amplio y duro sofá
hecho por la naturaleza
con ceniza cristalizada
y piedra volcánica,
levanto mi guacal de shuco
y a los cuatro vientos,
brindo por un Año Nuevo:
Sin pólvora prohibida
y sin niños quemados;
Sin maras irracionales
y sin traficantes de ilícitos;
Sin hospitales faltos
de equipos, de medicinas
y con enfermos graves
desatendidos.
Sin escuelas destartaladas
y maestros irresponsables;
Sin niños y niñas de la calle
que limpian vidrios,
que piden una cora
o que trabajan como adultos;
Sin mendigos mayores
que imploran un limosna,
y sin muchachos
huele pega
hechos una piltrafa;
Sin jóvenes frustrados
por no tener un trabajo digno
y posibilidades de más estudio.
Sin hombres y mujeres
excluidos por el sistema,
cuya única
alternativa
es salir
mojados hacia el norte.
Sin chicas lanzadas a los
burdeles y a la
vida loca
que han perdido la
esperanza;
Sin empresarios prepotentes,
corroídos por la ideología
y que no invierten su capital
en función social;
Sin pastores engreídos
mercaderes de la palabra
y sin curas hipócritas
abusadores de menores;
Sin líderes
“revolucionarios”
que se adueñaron del poder
y no lo soltarán jamás
mientras exista la partidocracia.
Sin políticos reaccionarios
que viven de la cosa pública
a costa de la ignorancia del pueblo.
Sin jueces vendidos al mejor postor
y sin cárceles abarrotadas
de angelitos perversos;
Sin gente acostumbrada
a la cifra diaria de homicidios
y a la miseria de tantas familias;
Sin un ambiente al que le falta
amor, compasión y justicia.
Brindo, señoras y señores,
por un año nuevo distinto,
y porque la sociedad salvadoreña
pueda ser algún día,
transformada de verdad.
Ramiro Velasco. Enero 2011.
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EL CÍRCULO
VICIOSO DE LA POBREZA EN EL SALVADOR
Desde los umbrales de la historia
siempre han existido sociedades prósperas y sociedades más atrasadas. Y los
pobres, como lo dijo el Maestro
Jesús, siempre existirán.
Si decimos que hay pobres es porque a la vez hay personas que tienen mucho y que
se relacionan directamente con los pobres que ofrecen su fuerza de trabajo en
el proceso productivo, y eso también es un hecho histórico.
Dentro de la gama de personas pobres,
existen las que viven en pobreza extrema que no pueden satisfacer ni las
necesidades más básicas y que viven para dar una idea, con un dólar por día. Se
habla también de aquellos que apenas pueden comprar la canasta alimenticia,
pero que no pueden satisfacer plenamente otras necesidades básicas, de vestido,
vivienda, etc. de éstos se dice que viven en pobreza relativa.
Los niveles de pobreza en El Salvador,
de acuerdo a estadísticas oficiales, han venido en aumento en los últimos
años. Para el 2008, la pobreza extrema
en el país se estimó en un 12.4 % y la relativa en un 27.6 %. Es decir, que de
100 salvadoreños 40, son pobres.
Por otra parte, para el año 2010, en
Centro América, según la CEPAL, El Salvador aparece con uno de los más bajos
niveles de crecimiento económico.
Debe decirse que el principal indicador de
pobreza es la ausencia de recursos económicos.
Pero la pobreza no sólo es carencia de recursos económicos, pues existen
personas que teniendo algunos medios viven con una inadecuada calidad de vida,
generalmente por falta de educación. A
más pobreza, por lógica, se tiene menos calidad de vida.
Pero existe una pobreza educativa o
cultural que el mismo sistema propicia
para que las personas gasten su dinero no en necesidades básicas, sino en
artículos innecesarios como el uso desmedido de celulares, el gasto en
artículos destructivos como pólvora y por supuesto en vicios, a los que se
destina el “dinero maldito” del que hablaba Alberto Masferrer.
De paso, debo decir, que el uso de la
pólvora peligrosa debiera ser prohibida de una vez por todas por la Asamblea
Legislativa, no sólo por tantas personas heridas o quemadas, sino también, por el dinero de los contribuyentes que se
tira al aire por parte de todas las municipalidades del país en la celebración
de sus fiestas patronales y otras festividades.
Sin entrar a mencionar en este escrito,
algunas causas estructurales de la pobreza, podemos considerarla como un
fenómeno que pudiera paliarse con algunas medidas por parte del nivel
gubernamental.
Sin embargo, las políticas implementadas
desde 1989, con el fin de reducir la pobreza no han dado los frutos que se
esperaba. Puede afirmarse una vez más, que las medidas neoliberales que se
aplicaron en los últimos veinte años, lejos de aliviar el problema, lo
agravaron. Pues muchos que no eran pobres lamentablemente pasaron a serlo por
la falta de oportunidades, el encarecimiento de los servicios y el alto costo
de los productos básicos.
Los últimos gobiernos se dejaron llevar
por el espejismo de las mediciones macroeconómicas centradas en el peso de la
riqueza, sin tomar en cuenta su injusta distribución en El Salvador, en espera
de que se daría el famoso rebalse que nunca llegó.
Como lo hemos sostenido acá, las
carencias de la gente han sido atendidas en gran parte, por la misma población
pobre en gran medida, debido a las remesas familiares que son como el maná
caído del cielo, obra de los hermanos lejanos.
Todos sabemos que la solución al
problema de la pobreza, es una tarea de largo plazo que en el ámbito económico
y social comienza por establecer fuentes de trabajo que generen más ingresos en
la gente, medidas que contribuyan a desarrollar las capacidades de las personas
y otras, que ayuden a la participación activa de los pobres en la búsqueda de
mejores condiciones de vida. Y en el campo político, reformas de tipo fiscal,
impositivo y de justicia distributiva.
De ahí que centrarse en acciones como
regalar uniformes y útiles escolares y algunos alimentos son válidas en
situaciones de emergencia; pero a la larga, contribuyen a desarrollar una
actitud paternalista del estado y mayor dependencia por parte de los
beneficiarios. En todo caso, esas medidas deben ser transitorias y focalizadas,
mientras se pueda lograr la tan esperada reactivación económica especialmente
en el área rural.
Por
otra parte, en una sociedad capitalista en la que los productores
invierten, crean fuentes de empleo y obtienen ganancias, deben aplicarse
medidas impositivas de justicia distributiva para que los que ganan más,
contribuyan más con el fisco; y deben cerrarse las válvulas de escape a la
recaudación tributaria, como la elusión, el contrabando y la corrupción; tal
como se prometió en la campaña electoral.
Sin embargo, en la actualidad, un buen
número de empresarios salvadoreños dicen que no invierten por falta de seguridad
y de confianza en el sistema político y porque no ven medidas de austeridad en
el gasto público; y los políticos se quejan de no recibir suficientes
contribuciones para el erario público y que existe un desmesurado crecimiento
del sector informal que no paga impuestos.
Así llegamos a un círculo vicioso que pareciera insoluble.
Es frente a ese panorama, que surge la
necesidad de diseñar y ejecutar planes de corto, mediano y largo plazo, con
medidas apropiadas para el problema. Pero estos términos han venido siendo malas
palabras en el contexto general del país, pues se sabe que debe darse un pacto
de nación que marque la ruta de desarrollo nacional y las medidas y acciones
pertinentes.
Sin embargo, hablar de este tema es
volver a darle vueltas al círculo vicioso en que tanto los gobernantes como los
sectores políticos, económicos y sociales se han enfrascado por largo tiempo y
que nunca ha tenido viabilidad en El Salvador.
Entonces, parece que no queda otro
camino que la resignación y el sálvese quien pueda, cuando la mitad del barco
nacional (la población) se hunde cada vez más, por el peso de la pobreza.
Es triste comenzar un año nuevo con una
visión tan pesimista, pero qué le vamos a hacer, si la realidad de la gente nos golpea tan
fuerte; pues en vez de mejorar, tiende a complicarse cada día.
Menos mal que ya viene la campaña
electoral, en la que de nuevo abundarán los cantos de sirena con los que se
acostumbra darle garabato al pueblo.
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NOTA: Conteste por favor la pregunta
que se formula a continuación. Su opinión es muy valiosa. Gracias.