CAMPAÑA
POLÍTICA Y REMEDOS DE REFORMA ELECTORAL
Aunque
faltan unos seis meses para el 11 de marzo del 2012, fecha de las próximas
elecciones de diputados y alcaldes, la campaña partidaria no se detiene; con el
pretexto de realizar tareas de reorganización y de selección de candidatos, los
políticos vuelcan su energía en lo que son expertos: hacer proselitismo, fomentar
el clientelismo electoral y hacer una campaña velada, especialmente en el
interior del país.
Lo
anterior, en contravención al mandato constitucional que establece en el Art.
81, que “La propaganda electoral sólo se
permitirá, aun sin previa convocatoria, cuatro meses antes de la fecha
establecida por la ley para la elección de Presidente y Vicepresidente de la
República; dos meses antes, cuando se trate de Diputados, y un mes antes en el
caso de los Concejos Municipales”.
El
hecho más contundente se dio la semana recién pasada, con ocasión de inaugurar la pavimentación de una
calle en Soyapango. Las autoridades municipales, entre ellos el Alcalde Don
Carlos Ruiz llenaron el ambiente de globos rojos, de sillas rojas, de canopis
rojos y de vestimenta roja por parte de los militantes, como en los días más
encendidos de la campaña. Menos mal que
el Ministro de Obras Públicas, Licenciado Gerson Martínez, siguiendo la línea del Ejecutivo, se negó a
asistir a dicho acto, a pesar de
pertenecer al Partido Rojo.
Es
justamente en este período de campaña no oficial que los concejos municipales y
las dirigencias partidarias tratan de mostrarle a la población, que las
pequeñas obras que hacen con los fondos del Estado, son la muestra del trabajo que
el partido hace por el pueblo y aprovechan para solicitar el “apoyo” en las
próximas elecciones.
Ese
es el jueguito que se viene haciendo por décadas y que tan buenos resultados ha
dado a la clase política que vive de la política y de cuyo comportamiento el
pueblo ya está cansado.
Migajas de reforma electoral
Bastante
agua ha pasado bajo el puente de nuestro tinglado político, después de las famosas
sentencias de la Sala de lo Constitucional que fueran emitidas en el 2010 y principios
del 2011 y que proyectaran a los cuatro
magistrados ante los ciudadanos progresistas, como los “cuatro magníficos” o
los “cuatro fantásticos”.
Los
magistrados dictaron audaces sentencias de inconstitucionalidad sobre: las
candidaturas no partidarias, las listas cerradas de candidatos a
diputados, la inadecuada proporcionalidad del número de diputados según la población
en las circunscripciones electorales, el Decreto 586 que dejó vivos a los
partidos PCN y PDC en el 2005; y posteriormente, la inaplicabilidad del tan llevado y traído
Decreto 743 emitido el 2 de junio pasado por la Asamblea legislativa para reformar
la Ley Orgánica Judicial con el fin de obligar a la Sala de lo Constitucional a
emitir los fallos por unanimidad.
Hasta
antes del decreto 743, todo parecía indicar que por fin llegarían a El Salvador las ansiadas reformas que corrigieran el rumbo
de la política criolla, que cayó víctima
de los partidos desde 1983, cuando se incorporó a la Constitución de la
República el Art. 85, que señala “a los
partidos políticos como el único instrumento para el ejercicio de la representación
del pueblo”.
Como
hacer una reforma a fondo de la Constitución era casi imposible en el corto
plazo, al menos se esperaba una nueva ley de partidos políticos y la corrección
al Código Electoral que adolecía de varios artículos con visos de inconstitucionalidad.
Por ejemplo, en el caso de los diputados, el Art. 215, que imponía incorrectamente
el requisito de estar afiliado a un partido para ser candidato y cuya inconstitucionalidad
demandó en su oportunidad el Dr. Félix Ulloa, mediante un recurso de amparo presentado
ante la Sala de lo Constitucional.
En
respuesta a tal amparo, el fallo de la Sala de lo Constitucional declaró inconstitucional
tal artículo del Código e incisos de
otros artículos, como el 239, el 250 y el 262; y abrió la posibilidad para que en las próximas
elecciones se puedan elegir candidatos no partidarios; se desbloquee las listas cerradas de los candidatos a diputados,
mediante papeletas que permitan al elector elegir de manera directa y no por
banderas de partido como ha sido la costumbre hasta ahora.
Hasta
ese momento bien por las actuaciones de la Sala de lo Constitucional.
Sin
embargo, después de algunas semanas de asedio
a los “cuatro fantásticos” y de impasse creado por la Asamblea Legislativa al
querer destituirlos y aprobar el lesivo Decreto 743 con la complicidad directa
del Ejecutivo, las reformas a la ley electoral se vieron estancadas.
Fue
hasta el 27 de julio pasado que la misma Asamblea, con los votos del FMLN,
ARENA, PDC y un independiente, derogó el decreto 743 superando la confrontación
entre los órganos del Estado, en una estira y encoje por parte de ARENA y el
FMLN y el total rechazo del PCN y GANA a cualquier reforma a la ley electoral
actual.
Con
la derogación del decreto se volvió a la situación anterior y los magistrados
de la Sala pueden de nuevo tomar decisiones por mayoría y no por unanimidad.
El
vacío jurídico vivido durante casi dos meses, que en el calendario electoral es
mucho, parece haber sido una táctica de los partidos en general para no
realizar las reformas al Código Electoral citadas anteriormente o irlas
realizando de manera lenta y parcial.
Un
ejemplo ilustra nuestra afirmación anterior: En diciembre pasado, se dictaminó con
los votos del FMLN y ARENA, la autorización de las candidaturas no partidarias
para diputados, pero con unos requisitos tremendamente onerosos para los
participantes. Por ejemplo a los
candidatos independientes se les exigía una cantidad de firmas de respaldo
similar al menor residuo logrado en la elección anterior en cada
circunscripción electoral y una fianza en efectivo equivalente al 50% de lo que
el candidato estimase invertir en la campaña.
Pero
después, con otra “gran enmienda” hecha por ARENA y el FMLN en un nuevo decreto,
este 7 de septiembre y contando con la oposición de GANA, PCN y PDC a cualquier
reforma electoral, los aspirantes no partidarios, deberán presentar como mínimo
6,000 y hasta 12,000 firmas, dependiendo de la población del departamento por
el que compitan; y sólo deberán presentar el 25% y no el 50%, en concepto de
fianza, de la cantidad de dinero que tienen previsto invertir durante la
campaña proselitista.
Si
se comparan los requisitos para la participación en la campaña de los
candidatos independientes, con la de los candidatos que pertenecen a los
partidos, existe un abismo de desigualdad. Por ejemplo, los candidatos
partidarios vienen trabajando desde hace un año en su proselitismo partidario local
con el disfraz de organización. A ellos
no se les exige ninguna firma de la ciudadanía para competir y como miembros de
un partido, gozarán del apoyo financiero del gobierno mediante la deuda
política.
Como
se puede comprobar por el dato anterior, las reformas se están dando a cuenta
gotas y como si la Partidocracia fuera la dueña de los cargos de elección
popular de la Asamblea Legislativa.
Lo
mismo se pudiera decir de lo ordenado por la Sala de lo Constitucional en
cuanto a las papeletas de votación que deben permitir la elección por personas
y no por partidos, que ha sido desobedecida por los partidos representados en
la Asamblea. Ellos han aprobado por decreto, contra lo ordenado por la Sala,
que aparezca la bandera del partido junto a la fotografía y nombre de los
candidatos.
Ante
una situación como la presente, sólo queda de nuevo la mano salvadora de los “cuatro
magníficos” para dictaminar con base a un nuevo recurso de amparo presentado ya
por miembros de la sociedad civil, sobre los remedos de reforma electoral hechos
por los diputados que tratan de burlar el mandato constitucional.
Queda
por ver, si la partidocracia le dobla el brazo a la Sala de lo Constitucional o
si por el contrario, como la Selecta de Playa, los cuatro magistrados son
declarados “héroes” de la patria por su valentía al dictaminar contra los
chuecos decretos de ley fabricados por la Asamblea. Si no, será el pueblo llano
el que tendrá la última palabra.
SI VOLVIERA
A NACER
Si volviera a nacer
me gustaría que la cigüeña,
o más bien la garza blanca
de nuestros campos,
me llevara en su vuelo
siempre por la misma ruta,
entre los cerros de Cabañas.
Y ser entregado a mi madre
por Teresa Alfaro
la comadrona de la familia,
sin luces artificiales,
sin ruidos de aparatos médicos
y sin los gritos de otros
infantes
clamando por su biberón
en sus cunitas de hospital.
Y en aquella casa de adobe
metida entre los árboles,
sentir el calor natural
del día y de la noche,
de unos brazos afables
y de unos pechos grandes
colmados de alimento.
Y al abrir los ojos,
sentir los primeros rayos de sol
y de la luna llena,
a través de las rendijas estrechas
de las tejas de barro.
Y en vez del ruido estruendoso
de los motores citadinos
y los gritos de los transeúntes,
escuchar el canto de los pájaros,
las gotas de la lluvia
y el susurro de las hojas
del aceituno y del candelillo.
Y a los pocos días de nacido,
salir al corredor,
con los ojos aún achinados,
y mirar los rostros expresivos
de mis padres, de mis tías
de mis hermanos…
y sentirme de verdad, bienvenido.
Ramiro Velasco, septiembre de 2011
Ramiro Velasco, septiembre de 2011
LOS SECRETOS DE UN
INODORO
Si
Ud. se considera una persona muy decente, no lea este escrito.
Inodoro, qué palabra más bonita para ese sitio que en algunas
casas o lugares públicos no es tan limpio que digamos. O qué decir del término servicio sanitario que es también un buen calificativo, mientras
muchos lo dejan todo sucio al no echar el agua o por la falta de puntería (en
el caso de los hombres), convirtiéndolo en inmundo y pestilente.
En
cuanto al término letrina a mí me suena
a fosa séptica rural, cavada en la tierra y con asientos de madera; sin
embargo, me he informado que en sus inicios en la antigua Roma las letrinas eran
construidas con una especie de hormigón con cal; tenía un sistema de drenaje
que corría por debajo de los asientos y se usaba en forma colectiva.
La
palabra baño no me parece tan apropiada, cuando se trata de cubrir
las normales necesidades corporales; aunque sí lo es, el término sala de baño que da idea también de un
sitio para el aseo personal en general.
La
palabra tocador, es utilizada por
las damas más fufurufas, aunque la verdad es que en nuestro país ellas se
retocan en cualquier parte.
El
nombre Escusado me suena a algo arreglado,
tal vez por la homofonía con la palabra excusado, al menos en la pronunciación
latinoamericana. Aunque en la actualidad ambas formas de escribir el término,
son correctas.
Y
en cuanto a la denominación de retrete,
poco usada entre nosotros, se remonta al siglo XIX, y se refería al sitio de
retiro o íntimo de la casa, destinado al
descanso.
Los
más viajados le llamarán rest room o wc
(water closet) al estilo inglés, váter
como dicen los españoles o toilette, al estilo francés.
A
mí me gustaba el término cheso que
se usaba antiguamente en San José de la Montaña, quizá parodiando a la palabra italiana
chiuso que quiere decir cerrado; o la de trono,
que se usó en nuestros tiempos de estudiante, para indicar en forma burlona, “la
majestuosidad” de alguien sentado en esa silla tan especial.
Pero
más me gusta la palabra cien, que
usaban con cierta sorna nuestros adultos mayores. O la de chele bocón, que usábamos antes, también con cierta ironía, cuando
las tazas por lo general eran de color
blanco.
En
cuanto a la utilidad del inodoro, dejando a un lado su uso tan real y común y siguiendo
tal vez la tradición del antiguo retrete, es indudable que puede convertirse en
un pequeño santuario de retiro que posibilita la inspiración y la
inventiva. No sabemos la cantidad de
inventos que se habrán producido en la sesión diaria dedicada a rasurarse o a sentarse
en ese frío asiento de porcelana. No sería remoto que Albert Einstein diera sus
últimos toques a su Teoría de la Relatividad sentado en esa silla de pensar.
De
allí que para muchos, ese sitio no sea necesariamente de suplicio o incomodidad;
sino que puede convertirse en una pequeña sala de retiro para la meditación.
La
primera vez que vi una sala de baño y un servicio sanitario casi enmarcado en
libros y revistas fue antes del conflicto armado, en la casa de los Padres de
Markynol de la Colonia Miramonte, en San Salvador. Me tocó entrar allí varias
veces, mientras trabajé por un tiempo como voluntario en las cosas de la
Iglesia y en trabajo comunitario en la zona marginal, donde hoy se encuentra el
Hospital La Divina Providencia. Recuerdo que en aquella sala de baño, daban
ganas de quedarse más tiempo, pues había revistas muy interesantes y un libro
de poemas de Neruda.
Esa
costumbre la tienen también mis hijas, pues les he visto en tal sitio, algunos
libritos de la mitología griega, del mundo egipcio y de chiquilladas.
Después
de Quevedo, cuántas cosas se habrán escrito sobre el hecho de tener que ir al inodoro,
que de paso no es ninguna indecencia, pues es parte de la vida de los mortales.
Ir
al baño como dicen nuestros jóvenes de hoy, suena un poco trivial. Nuestros
viejos antepasados tenían más creatividad en ese sentido. Así, a más de alguno
escuché decir frases como éstas: “voy a cortar flores”; “voy al cien”. Y en el
campo: “voy a amarrar un conejo”. Y si alguien amanecía mal del estómago,
decían: “tiene la vara del alcalde”, o tiene “corré que te alcanzo”.
Debo
confesar que los ratos que he pasado metido en esa pequeña sala, me han servido
muchísimo, no sólo para reflexionar en la inmortalidad del cangrejo, sino para
buscar soluciones creativas a los problemas cotidianos y hasta para pensar
sobre qué voy a escribir en este blog.
NOTA: POR FAVOR, CONTESTE LA
PREGUNTA QUE SE FORMULA A CONTINUACIÓN. SU OPINIÓN ES MUY IMPORTANTE. GRACIAS.
que bonito ponema licenciado velasco vuelva a poner el de los perros aguacateros
ResponderEliminarMe alegra que le haya gustado el poema y el ambiente campesino narrado en el mismo.
ResponderEliminarEn cuanto a los chuchos aguacateros, lo encuentra en las páginas de archivo que se mencionan en la parte final de esta página.
Muchas gracias por entrar al blog.
Ramiro