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Soy profesor universitario. Trabajo por el desarrollo de Cabañas, un departamento de El Salvador, muy bello, pero también donde hay mucha pobreza, especialmente en lo educativo y cultural. Soy planificador educativo y trabajé por muchos años como director y coordinador de proyectos sociales. Me considero una persona con una visión amplia que trata de valorar lo positivo de cada quien.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

CUANDO LLEGA DICIEMBRE

Vida en nuestros cafetales

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Nacimiento en Iglesia de Panchimalco




UN DICIEMBRE SIN NAVIDAD

Comienzo estas líneas hoy veinticinco de diciembre y pregunto a mis amigos lectores: ¿Quién de ustedes, ha pensado en un diciembre sin navidad, sin una reunión o cena familiar? Pues pareciera que no lo concebimos, dentro de nuestra cultura occidental.
En 1980, unos días antes de la ofensiva final, siendo estudiante en París, me tocó pasar mi primera navidad fuera del ambiente de mi familia, (mi esposa y mis dos primeros hijos, Ramiro y Joanna). Aprovechando la vacación de diciembre, viajé a Roma. En aquella ciudad, pasé la “noche buena” junto a mi acompañante. Aunado a los efectos del vino, en algún momento lloré, al sentirme a miles de kilómetros de mi hogar, a pesar de encontrarme en un ambiente bello, pero al fin un poco extraño.
Más tarde, en 1985, me tocó pasar la navidad en Guinea Ecuatorial, África. En Malabo, capital de aquel país centroafricano, todo era tan diferente, en los días previos a la navidad. No había nada que sugiriera un ambiente de fiesta al estilo occidental. Nada de luces en las calles, nada de adornos, de música de la época y menos de los estridentes cuetes que acá tanto ruido hacen y tanto destrozo causan. Sin embargo, los expertos extranjeros de Naciones Unidas y sus familias, hicimos todo por vivir la amistad y fraternidad, llegada la “noche buena”. Los argentinos, asaron la carne en la fogata. Los chilenos prepararon sus tortas. Los peruanos, el ceviche. Los europeos aportaron los vinos y los postres. Yo preparé la música tropical, a cuyo ritmo bailamos. El solar, un predio cerrado de unas 5 manzanas de extensión, donde habían casas muy cómodas para los miembros de aquella comunidad, era pequeño para tanto regocijo y cariño. Sin embargo, para mí, faltaba mi familia y me faltaba mucho de lo que a los salvadoreños para estas fechas nos provoca “sacar un poco el ángel”.
Estas celebraciones de fin de año, están muy dentro de nosotros, quizás por la raíz tan fuerte que impregna la religión cristiana, que en verdad nos ata en buena medida, a la tradición y a las costumbres. Aunque el consumismo las ha deformado tanto, que todo parece hoy, moverse alrededor del comercio y de los negocios. Pero a pesar de ello, la alegría se siente por todas partes, y eso es bueno; pues renace un poco el optimismo, frente a la agobiante situación que vivimos los salvadoreños, gracias a las políticas públicas que dictan y administran el partido de gobierno y algunos de sus adláteres.
Sin embargo, la navidad y el año nuevo, para muchas personas de nuestro país, no es como pensamos los que contamos con una familia normalmente constituida y con un empleo o una fuente de ingresos estable. Un buen número de personas, viven estas fiestas como todos los días: en pobreza extrema. Pendientes de si tendrán unos dólares para el día siguiente. Muchas de esas personas, no tienen la familia para compartir una cena digna y carecen de un techo con las condiciones mínimas. ¿Cómo entonces les deseamos una feliz navidad y año nuevo?
En El Salvador, lo sabemos muy bien, la navidad nos es de alegría para todos. Para muchos es de tristeza y de desilusión, frente a una realidad que es tremenda, especialmente debido al alto costo de la vida y la falta de oportunidades. Sabemos que un grupo de poder no tan numeroso tiene mayor responsabilidad de esto. Sin embargo, de alguna manera, también muchos somos responsables, pues somos poco solidarios o no hacemos casi nada de lo que pudiéramos, para ayudar a cambiar la situación imperante.Por eso creo que es necesaria la navidad. Para que el Jesús salvador y liberador que nació en una cueva, nazca de nuevo en los corazones de todos, y nos recuerde que debemos contribuir en la medida de nuestras posibilidades, a que nuestro país sea más humano. Y que la paz “que es el desarrollo” según la doctrina social de la Iglesia Católica, reine de verdad en nuestros ambientes. Lo demás, no deja de ser costumbrismo o un festejo más.



DE APODOS, NOMBRES Y APELLIDOS

Una manera de poder identificar mejor a una persona es utilizando un mote o apodo. Esa costumbre se remonta a la civilización de la Roma Antigua.
En la edad media, se colocaba en las escrituras notariales, el término a quien llaman, señalando la forma en que los demás identificaban mejor a esa persona.
Al expandirse el Cristianismo, se adoptaron nombres bíblicos para llamar a las personas. Y con la llegada de los pueblos Bárbaros, apareció en Europa, una gran cantidad de nombres de origen germánico. Así como ahora en El Salvador, se ponen a los niños, nombres de artistas o de personas de otras nacionalidades que son muy conocidas o tal vez famosas.
El Concilio de Trento en el siglo XVI, obligó a los católicos a que se adoptara un nombre de santo para cada persona. Y más tarde en España al aparecer la Ley de Registro Civil, se obligó a colocar después del nombre, el apellido del padre y de la madre. En aquella época, debido al bajo nivel educativo de los escribanos, se dieron anotaciones incorrectas por ejemplo, para el apellido Jiménez, se comenzó a usar Giménez, o para el apellido Velasco, Velazco o tal vez Velásquez, etc., lo que dio lugar a una gama de nuevos apellidos, algunos muy parecidos.
Pero volviendo a los apodos, éstos se usaban como una manera efectiva de identificar a alguien y fueron pasando de generación en generación como apellidos. Así pues, muchos apellidos que hoy nos parecen comunes, más bien destacaban características de los primeros grupos familiares que fueron llamados con ellos.
Por ejemplo los apellidos: Negro, Blanco, Prieto, Colorado, Negroles, Rojas, Rubio, Moreno, Castaño, seguramente fueron dados a personas que tenían ese color de piel o de cabello.
El apellido Morales, se dio probablemente al que sembraba moras; Manzano al que cultivaba manzanas; Rey al que realizaba una hazaña o ganaba una competencia; Regalado, al regateador o al que quería todo a bajo costo; Valiente, al que sobresalía por no dejarse vencer fácilmente; Peña, al muy testarudo; Hurtado, a quien le robaron; Grande, a quien se destacaba por su estatura o corpulencia; Ramos a quien hacía arreglos florales; Guevara al que vendía huevos; y Choto o Cabrera, a quien criaba cabras.
Por otras características especiales, surgieron tal vez, los apellidos: Quijada, para identificar al de mandíbula abultada; Cabezas, a quien tenía muy grande ese órgano; Calvo, al de poco cabello; Mejía a quien se destacaba por sus cachetes; Ronquillo, al de voz un poco gruesa; Cano, a quien tenía el pelo blanco; y Barrigas o Panza, aquel con estómago abultado.
También resulta fácil entender que se dieran algunos apellidos a quienes prestaban determinados servicios o vendían cierto tipo de productos. Por ejemplo: Herrador, Zapatero, Molina, Pintor, Zapata, Cantarero, Mercado, Vaquero, Flores, Lima y Pintor. Ciertos constructores, tuvieron seguramente apellidos como; Baños, Iglesias, Torres, Casagrande, Catedral, Villa, Villafuerte, Fuentes y Tapia.
A personas adineradas y petulantes se le dio apellidos como los siguientes: Rico, Dueñas, Doñán y Donaires.
Y a quienes tenían un gran parecido con algunos animales se les llamó con apellidos como: Toro, Vaca, Cordero, Lovo, Lobato, Carballo, García, Cornejo, Chinchilla, Cabrales, Alas o Palomo.
Menos mal que por ahora la lista de apellidos pareciera estar completa. Si no, según la ocupación oiríamos en nuestro país, apellidos como: Guineo, Maicillo, Taxista, Busero, Voceador, Gasolinero, Arenero, Pecenista, Demócratacristiano, Efemelenista, Adeco, etc. Y con base a los apodos, podrían escucharse algunos apellidos, como: Tecolote, Cabezón, Loreto, Gusano, Caballo, Pájaro, Cuzuco, Chonchipollo, Chelona, Mágico, Curro, Maricón, etc.
Si alguien no está muy satisfecho con el nombre que le dieron al nacer, tal vez pueda hacer algo para cambiarlo, mediante un juicio de identidad.
En mi caso, estoy contento con el mio.
























































































































































































martes, 13 de noviembre de 2007

UNA PINCELADA DE NUESTRA HISTORIA Y TRADICIONES












Parajes de Sensuntepeque

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A PROPÓSITO DE NUESTROS DIFUNTOS

El día 2 de noviembre, se rinde homenaje a quienes se nos adelantaron en ese viaje sin retorno al que todos seremos llamados algún día.
Para la gente que vive del trabajo ocasional en El Salvador, todo parece comenzar con la manufactura, arreglos y venta de flores, especialmente en los mercados y calles de nuestros pueblos. Pero también con la limpieza y pintura de las tumbas en el cementerio.
El día llegado, los cementerios parecen lugar de feria, con ventas de comida y bebida a las entradas, y música o gran desfile de personas de toda edad alrededor de las tumbas.
Como casi todos los años, esta vez estuve en Chalchuapa y en Sensuntepeque para recordar a nuestros seres queridos. De paso aproveché para mirar con más detalle, las tumbas que en estos cementerios recogen parte de la historia; pues allí aparecen nombradas personas importantes de otros tiempos.
Chalchuapa y Sensuntepeque, pareciera que tienen mucho en común por sus antiguas casas al estilo español. Sin embargo, al contrastar sus monumentos históricos de tipo arqueológico, iglesias, cementerios, tradición, etc., no hay duda que en Chalchuapa los vestigios atestiguan una mayor antigüedad y desarrollo cultural.
Veamos algunos datos:
En Chalchuapa, existen al menos dos sitios arqueológicos prehispánicos importantes: Tazumal y Casa Blanca.
Además, la Iglesia colonial dedicada a Santiago Apóstol y a San Roque, situada en el centro de la ciudad, es una de las más antiguas de El Salvador. Fue restaurada hace algunos años, con apoyo gubernamental, de la cooperación externa y sobre todo de la feligresía. En ese esfuerzo participó activamente el sacerdote Lucas España compañero mío de otros tiempos (QDDG) y que fungió como párroco y director de las obras. Lamentablemente murió en este octubre pasado, a una edad relativamente temprana, dejando una estela de bien y de gratos recuerdos.
En el cementerio, de aquella ciudad occidental, algunas tumbas antiguas constituyen verdaderos monumentos. Unas están totalmente derruidas, pero existen otras en buen estado, con capillas de mármol y de cemento armado que muestran la pujanza económica de la época cafetalera de fines del siglo XIX y principios del XX.
Algunas de las tumbas más destacadas por su construcción y belleza en la actualidad, son las dedicadas a las personas siguientes: Carlos Luna (1812), Ramón Flores (1874), Telésforo Lara (1881), Familia Maestre (1902), Gregorio Morán (1904), Griselda de Hurtado (1932), Familia Mancía Rodríguez.
Por otra parte, en Sensuntepeque las cosas son un poco diferentes. En los lugares históricos indígenas de la zona como son el Cerro Grande, Guacotecti y La Puebla de Titihauapa (hoy Ciudad Dolores), no existen vestigios indígenas a la vista. Lo que siempre me ha llamado la atención, pues o bien nuestros antepasados lencas fueron muy atrasados en su desarrollo, o aniquilados totalmente por la cultura hispánica. (Hace falta investigar a profundidad este fenómeno).
La Iglesia actual Santa Bárbara de Sensuntepeque fue construida apenas a fines del siglo XIX.
En el cementerio de esta ciudad, después de una rápida inspección, las tumbas que destacan por su antigüedad y tipo de construcción no van más allá del siglo XX. Aparecen entre éstas, las siguientes: Familia Velasco: Ana, Luis, Jesús, Alberto, Lucila, Adela (1922, 1923,1931, 1932, 1957, 1973), Antonia Mayorga (1928), Hortencia Velasco (1948), Bruno Velasco (1957), Jeremías Quintero (1969). Aunque debo mencionar con cariño, la de mi compañero de primeros grados, Moris Ponce (1964), en la que aparece colocado un pequeño avión, pues era piloto de aviación.
La simple constatación de datos sobre estos monumentos, nos puede llevar a formular algunas posibles hipótesis:
a) Chalchuapa centro importante indígena y posteriormente de la colonia española, se remonta en sus orígenes a la época tardía de la civilización maya, entra posteriormente a la civilización pipil y vive después la llegada de los españoles.
Aunque su importancia fue muy grande en la época precolombina y colonial, posteriormente toma mayor auge al ser establecido como sede de distrito del Departamento de Santa Ana en 1880 y constituir a partir de allí, una de las principales zonas cafetaleras del país.
Sensuntepeque, en cambio, que aunque fue levantado como pueblo a mediados del 1500, sólo recibió impulso como centro importante de la zona, hasta en 1876, cuando se creó como distrito del recién constituido Departamento de Cabañas. Sin embargo, con la caída del añil como producto importante de exportación, a fines del siglo XIX, su economía desmejoró y pasó a la producción agrícola y agropecuaria de consumo básico y artesanal. Lo anterior indica que probablemente las personas destacadas del siglo XIX, fueron enterradas en Sensuntepeque de manera muy modesta, debido a una situación económica menos bonancible.
b) En cuanto a casas de habitación, Chalchuapa tiene en su centro histórico, casas muy elegantes que se conservan en muy buen estado a pesar de los terremotos y temblores en la zona.
Mientras que en Sensuntepeque con un suelo rocoso y menos expuesto a los desastres naturales, las casas fueron más humildes en su estructura arquitectónica original. Y para colmo de la tradición histórica, en los últimos 30 años varias han sido derribadas para dar lugar a nuevas construcciones, ignorando la belleza y tradición españolas, quedando ya muy pocas de aquel estilo.
Por otra parte, la Iglesia Santa Bárbara, fue casi reconstruida en los años setenta, perdiendo muchos lienzos de pintura religiosa, columnas, coro, cielo de madera y piso, para dar lugar a una construcción de cemento armado en la nave central sin mayor esmero arquitectónico, aunque tal vez más segura para la gente.
Por suerte perdura en el centro histórico, la mayor parte de los portales frente al parque, que nos hacen recordar la arquitectura sencilla pero peculiar de tiempos pasados.


MI ENREDO CON UNA PEPERECHA
Siempre he sido cauto al contar mis pequeñas historias un tanto íntimas. Sin embargo, esta vez, me voy a permitir narrar uno de esos encuentros que se dan al azar, pues la vida siempre está llena de imprevistos.
Aquel era un día de febrero, y para mí los febreros siempre significaron el inicio de un año escolar, de una aventura o de un encuentro no esperado…
Había llegado desde mi querido pueblo Sensuntepeque donde todo se hacía de manera muy artesanal, a una urbe más grande y desarrollada en todo aspecto, la ciudad de Santa Ana.
Yo era un jovencito inquieto por saber de esas cosas ocultas de la vida, más por reacción a lo cerrado del ambiente tradicional de nuestra familia, en la que nunca se habló de cosas como: diversiones, amores, sexo, etc. A tal grado que preguntar cómo y por donde llegamos a este mundo, era un verdadero tabú.
Mi inocencia era tal que cuando llegué a Santa Ana, ni siquiera había oído hablar de las peperechas. Sin embargo, desde que las ví, me parecieron tan atractivas, tal vez por su liviandad y sus excesos de pintura roja o de carmín, como llamarían otros.
Aquel día estaba de suerte, a falta de una, llegaron varias de un solo golpe. Su talla era muy similar, tanto que parecían de la misma familia. Pero lo que no puedo negar era que todas significaban una verdadera tentación para mi natural apetito poco desarrollado.
En aquellos tiempos todo era más barato y uno no se quedaba pobre por probarlas. Así que me hice el propósito de dar ese paso, aunque estaba pendiente de lo que hacían mis compañeros de internado, pues era la hora del recreo largo de la tarde.
Al dar un vistazo a mis nuevas amigas peperechas, para hacer una selección, comprobé que algunas eran más morenitas y otras eran más pálidas. Al preguntar por el nombre de una acompañante más esbelta que las peperechas, me dijeron que se llamaba María Luisa, nombre un poco extraño para mí, pues no era muy común en mi pueblo.
Por fin me decidí por dos de las más chapudas y opté disimuladamente por llevarlas al dormitorio, tratando de no llamar la atención y de no provocar a mis demás compañeros.
Solos en el dormitorio y pendiente de que no me observaran mis compañeros, comencé con mis labios a probar, aquel destellante color rojo de una, hasta saber que era tan dulce como la miel y como el azúcar. Mi satisfacción era tan grande que hubiera querido saborear las dos al mismo tiempo, a riesgo de quedar un poco reseco.
Sin embargo, cuando todo parecía consumado, oí que trataban de abrir la puerta, que siempre debía estar sin llave.
Me sobresalté y no tuve tiempo de esconder a mis rojizas amigas, una de las cuales, yo hasta había mordido como parte de aquel emotivo encuentro. Era Carlos, uno de mis compañeros santanecos, como siempre de curioso.
Al verlas aquel intruso, me pidió que le diera una. A lo que no pude negarme.
Fue así como nos sentamos a platicar con más detalle sobre aquel tipo de pan que era tan popular en Santa Ana.
Me contó que les llamaban “peperechas” por su exceso de color rojo, como las prostitutas. Además me explicó que existían las “honradas”, las “viejitas” y las “polveadas”. Y que a él le gustaban más las “marías luisas”, por tener un mejor relleno.
Al día siguiente la vendedora, me mostró los diferentes tipos de pan dulce, cómo eran y cuanto valían. Yo opté de allí en adelante por las “viejitas”, que aunque menos ostentosas y un poco arrugadas, me parecieron muy delicadas y sabrosas.


DON JULIO CÉSAR VELASCO, UN CIUDADANO EJEMPLAR
Publicado en Periódico La Macana, Sección La Selvita, Nov. de 2007

Escribo esta página con todo el respeto y valoración, en recuerdo de una de las personas más honorables de Sensuntepeque.
Don Julio era de los Velasco de Sensuntepeque, que tenían recursos económicos y buen nivel educativo. Era hijo de Don Dionisio Velasco y de Doña Julia Valladares. Nació en 1896; hizo sus estudios en el Colegio “Santo Tomás” de San Vicente y desempeñó varios cargos públicos en Sensuntepeque, como el de Administrador de Rentas.
Éramos niños de los primeros grados y nuestro camino diario para la Escuela Parroquial Emiliani, lo hacíamos pasando frente a la Farmacia “El Angel” que era atendida por su propietario, Don Julio. Aquel era un hombre de porte elegante, de gran corazón y cuya presencia infundía respeto, pero al mismo tiempo mucha confianza. En más de alguna ocasión nos preguntó por nuestro padre, Gerardo. Y nos hizo ver que aunque el abuelo Fernando y su hijo Gerardo eran originarios del Cantón Chunte, situado a unos 7 kilómetros de Sensuntepeque, eran de la misma mata de los Velasco.
Algunos miembros de esta distinguida familia Velasco de Sensuntepeque, habían logrado una formación universitaria o profesional destacada, como los doctores: Jesús, Fermín, Luis, Benjamín y Alonso, para citar algunos. Pero debe señalarse en el caso de algunas mujeres, a las señoritas Adela y Lucila que aunque no tuvieron un elevado nivel profesional, sobresalieron por su gran trabajo y aporte económico a la comunidad, especialmente en labores cristianas.
Don Julio era farmacéutico de profesión. Su farmacia era uno de los lugares preferidos especialmente por la gente del campo, para comprar las medicinas y recibir alguna indicación de cómo tratar a los pacientes que padecían enfermedades comunes.
Don Julio tenía su propio laboratorio para preparar algunos medicamentos. En los estantes de la farmacia se podían ver botes de color café de diversos tamaños que contenían líquidos o polvos que una vez mezclados, se convertían en medicamentos muy efectivos.
Un respetable médico de Santa Tecla, me narraba hace poco, que en la Universidad de El Salvador, los médicos y farmacéuticos de otros tiempos conocían del trabajo serio de Don Julio en el campo farmacéutico. Para ellos, era común hablar por ejemplo de la “Pómada jcv” efectiva para el tratamiento de la piel. Esta había sido inventada y patentada por Don Julio. Como puede deducirse, la jcv eran la misma sigla de Julio César Velasco.
En una ocasión, siendo muy pequeño, mi padre me contó, que cuando sintió que su vista comenzaba a necesitar lentes, platicó de esto con Don Julio; y que el Farmacéutico le había recomendado hacer lo que él mismo ponía en práctica: Subir al Parque de Cabañas antes de las seis de la mañana y recibir los débiles rayos del sol naciente en sus pupilas. Él sostenía que de esa manera, se fortificaba la vista y se evitaba su deterioro o su pérdida.
Hace relativamente poco tiempo visité la antigua farmacia de Don Julio y me satisfizo mucho, ver que la antigua casa se mantiene en su estructura original; y que aún se conserva más de alguna pieza histórica como la caja registradora que juntos a otros enseres antiguos, debiera ser parte de un pequeño museo, que ojalá la familia instalara y pusiera al alcance de la población de Sensuntepeque, especialmente de los niños y jóvenes.
Que yo recuerde no ha existido un reconocimiento a personalidades como ésta en Sensuntepeque, lo que dice mucho de nuestra poca gratitud por personas que hicieron tanto por nuestro pueblo. En parte, esta falta de valoración se explica, porque desde la escuela y la familia no nos han inculcado conocer de aquellos ciudadanos destacados. En otros casos, los que parecieran ser llamados a dar tales reconocimientos y que han ocupado los puestos de dirigencia pública, como la Alcaldía y diputaciones, desconocen lo propio de nuestro municipio y se han preocupado más en responder a sus intereses personales inmediatos.
José Ramiro Velasco Barrera

viernes, 12 de octubre de 2007

OTRA PÁGINA DE ANTAÑO Y DE AHORA

Vista desde el Parque de Cabañas, Sensuntepeque
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OCTUBRE

De los meses del año,
octubre me encanta sobremanera,
porque con su llegada,
siento que crece la esperanza
y el optimismo.
Y porque vienen a mi mente
los recuerdos de otros tiempos,
cuando con él, llegaban los vientos
a veces intensos,
pero siempre agradables;
y que siendo muy jóvenes
guardábamos bien los libros
para sentirnos de vacaciones.

En aquellos octubres,
subíamos los chiquillos del pueblo,
a nuestro Parque de Cabañas
a encumbrar las palometas,
esas mismas que en otros sitios
llaman pizcuchas.
No importaba que faltara el hilo,
tal vez por el miedo a perderlas;
pero sobraba la ilusión y la fantasía
de verlas llegar muy alto,
y sentirlas tan lejos y a la vez tan cerca,
pues formaban parte de nuestras vidas.

Los octubres de hoy son diferentes.
A veces me llenan de nostalgia
y un poco de tristeza.
No entiendo como mi mes preferido,
aparece ahora, con tantas lluvias,
y no con los celajes
de aquellos crepúsculos pintados
de rojo, de gris y de naranja.
Muchos echan la culpa
de tanto destrozo
causado por temporales y huracanes,
al bendito cambio climático,
al “niño” o a la “niña”.
Cuando se sabe que son otros,
(los productores del norte
y los grandes consumistas),
los que maltratan mayormente
con gases y con desechos,
las aguas, la tierra, el aire
y esa llamada capa de ozono.

A pesar de todo,
la llegada de octubre, para mí
sigue siendo importante;
pues aunque sea por unos días,
podemos ver la luna llena
y el cielo colmado de estrellas,
cuyos destellos
se desparraman por la veredas
de nuestros campos;
mientras nos trazan el derrotero
de nuevos días, o tal vez
de otros destinos…
Y nos indican con sus señales,
que se aproximan tiempos mejores
.
José Ramiro Velasco Barrera, Oct de 2007

EL PROGRAMA EDUCO EN EL SALVADOR Y CABAÑAS
Publicado en Periódico La Macana, Octubre de 2007. Sección La Macana Magisterial

Como saben los estimados lectores, EDUCO, es un programa educativo que significa Educación con Participación de la Comunidad.
Se inició en 1991, en pleno conflicto armado, para atender a comunidades remotas, en donde no existían escuelas o en las que los maestros amenazados, habían pedido su traslado.
El programa ha sido calificado como la estrategia más innovadora en América Latina, para aumentar la cobertura educativa, es decir, para aumentar la atención de niños en la zona rural.
El programa se inició en 1991, con 263 docentes escogidos de entre unos 12,000 maestros desempleados.
La cantidad de niños atendidos en aquel año por EDUCO, fue de 8,416.
Me tocó dirigir el proceso administrativo en el Ministerio de Educación, para apoyar a las asociaciones comunales educativas (ACE) a nivel nacional y participar en el diseño, control y pago a las asociaciones. Se tuvo que utilizar fondos de un préstamo del Banco Mundial para abrir las secciones nuevas; y cada año, el Gobierno por medio del Ministerio de Educación (MINED), se comprometía a absorber en su presupuesto, el pago de los nuevos maestros contratados y los pequeños gastos administrativos para cada sección.
Recuerdo haber estado presente en las primeas capacitaciones de maestros de EDUCO en Cabañas; y comprobar en aquellos días, los esfuerzos del Padre Juan Mendoza para que se abrieran en el Cantón Nombre de Dios, nuevas aulas en casas de líderes, con la convicción de que poco a poco el FIS, les construiría escuelas formales; lo que hoy es una realidad.
En 1995, los niños atendidos por EDUCO, en todo el país, eran 113,728. Y los docentes contratados, 3,554. Para el 2005, el número de maestros ascendió a 8, 020, lo que representaba un 20% de todo el magisterio nacional. Para el mismo año, en Cabañas, el numero de niños atendidos por EDUCO, ascendía a un 25% del total de niños matriculados en el Departamento.
Según el MINED, en el 2005, los resultados de niños de EDUCO, en las pruebas de matemática y lenguaje, aplicadas en 3º, 6º y 9º grados de las áreas más pobres de El Salvador, eran mayores que los de niños atendidos en el sistema tradicional. Entre las razones que explican los mejores resultados de los niños atendidos con EDUCO, se señala: que se ha disminuido la entrada en edad tardía de los niños; que existe una mayor participación de los padres de familia en la administración educativa; y que se hace un mejor manejo de los fondos de la escuela.
En el 2006, todos los docentes de EDUCO, fueron escalafonados. El número de escuelas con tal programa, en todo el país era de 2,126, con un total de 10,000 maestros. En el Departamento de Cabañas el número de escuelas era de 106.
En la actualidad, EDUCO se financia en un 100% con fondos propios del Estado.
Un sacerdote, nacido en Nombre de Dios, comentaba hace unos días: “Ahora da gusto ver que en el cantón existen buenas escuelas en los diferentes caseríos, a diferencia de lo que había hace 10 años”.
Y yo considero que eso ha sido posible, gracias al programa EDUCO, y a los líderes de la zona que unificaron esfuerzos, en pro de más educación en aquellas remotas comunidades. No sé si los docentes y las personas que trabajan y viven en las comunidades de Cabañas, están de acuerdo con esta apreciación. Si no, esperamos que expongan su punto de vista.
José Ramiro Velasco Barrera


SENSUNTEPEQUE DEL PASADO Y SU ACTUAL DEPREDACIÓN

Publicado en Periódico La Macana, Octubre de 2007. Sección “La Selvita” Recuerdos del Ayer
En los procesos de avance de los pueblos, se opera un crecimiento natural conforme aumenta la población, pero que debe conciliarse con el medio ambiente.
De acuerdo a los historiadores, Sensuntepeque fue fundado por tribus indígenas en el Cerro Grande, que se encuentra al noreste de la ciudad actual. Con la llegada de los españoles, se funda el poblado, en la pequeña hondonada donde hoy se encuentra la Iglesia y el parque central. Para 1550, Sensuntepeque tenía 1,100 habitantes. En 1,609, como lo narra Fray Antonio de Remesal, los Padres Dominicos, colocaron como patrona a la Virgen Santa Bárbara. Conforme a los "autos de visita" de monseñor Pedro Cortés y Larraz, Arzobispo de Guatemala, en 1770, Sensuntepeque era un pueblo que pertenecía al Curato de la Puebla de Titihuapa. Al crearse la Intendencia de San Salvador en 1,786 y dividirse su territorio en partidos o distritos, La Puebla fue designada cabecera del Partido de Sensuntepeque, como cabecera que era de curato; pero el primer teniente Subdelegado don José María Muñoz (1799), dispuso fijar su sede gubernamental no en la Puebla, sino en Sensuntepeque. En 1807, según el corregidor intendente don Antonio Gutiérrez y Ulloa, en Sensuntepeque habitaban 50 españoles, 360 ladinos o mulatos y 390 indios, lo que arrojaba una población total de 800 habitantes. Después de la Independencia, el 12 de junio de 1824, el Partido de Sensuntepeque obtiene el título de Villa y quedó incorporado al Departamento de San Vicente. Posteriormente por la Ley de 27 de enero de 1865, se tituló la villa mencionada, como ciudad. Para 1890, “Sensuntepeque tenía una población de 9,450 habitantes y era una ciudad muy pintoresca, dividida en cuatro barrios, llamados El Calvario, San Antonio, Santa Bárbara y Remedios”.
Sensuntepeque de finales del siglo XIX, fue el pueblo que nuestros abuelos conocieron, y el mismo que conocimos nosotros de niños, construido con casas amplias y bonitos portales en el centro histórico, donde se ubicaban las familias más reconocidas de la época.
Aquel Sensuntepeque estaba rodeado de nacimientos de agua y pequeños bosques, como “la selvita” en donde hoy se encuentra el hospital y la Escuela Fermín Velasco; y contaba con tantos otros espacios verdes, hoy ocupados por colonias o lotificaciones, creadas sin ninguna planificación y ordenamiento, que han invadido los cerros cercanos y hasta las zonas de abastecimiento acuífero.
¿Cómo se sentirían nuestros abuelos, si vieran esas enormes cargas de ladrillo y cemento en los alrededores de lo que fuera aquella ciudad tranquila y amurallada por cerros con abundante vegetación?
¿Qué diría Don Beto Velasco (de los Velasco venidos de San Juan Opico), al ver ahora su finca al norte de la ciudad, que está siendo arrasada por la sierra incontenible y por los tractores que emparejan los barrancos, otrora albergue de animales y aves silvestres?.
Allí en aquella pila debajo de los árboles de zunza, recogimos agua limpia cuando éramos niños; y a unos veinte metros, nos bañábamos en la poza de agua zarca, en medio de aquel ambiente casi oscuro por la cerrada vegetación.
Ojalá que se planifique bien, la próxima conexión con la Longitudinal del Norte pensando en el pueblo, y no sólo en el bolsillo de los que dirigen la política local. Que Dios guarde a Sensuntepeque, de la insaciable búsqueda del dinero con tanta lotificación desordenada y la destrucción de nuestro patrimonio natural.
José Ramiro Velasco Barrera


domingo, 16 de septiembre de 2007

DEL MUNDILLO POLÍTICO

UN CANDIDATO DE TÍA CONEJA
Nunca supe por qué nuestras abuelas, utilizaban el epíteto despectivo “de tía coneja”, para referirse a una persona no muy versada, un tanto improvisada en su oficio, o sin mayor éxito en un rol determinado. Por ejemplo, ellas decían: “Ese es un panadero de tía coneja” para alguien que no lograba hacer buen pan; o “Ese es un abogado de tía coneja”, para referirse a un abogado que nunca ganaba los casos, en los juzgados.

Pues aquel señor, convertido de pronto en político al que me refiero, hizo todo lo que estuvo a su alcance y no logró ganar suficientes votos para ser elegido diputado.

Las razones para no ser exitoso en su corta carrera política, pudieron ser varias. Pero la principal, es que seguramente aquel candidato, se metió a un campo que tal vez conocía poco; pues aún cuando a nivel teórico, se había preparado con un diplomado en ciencias políticas, desconocía lo que sucede de verdad en la realidad salvadoreña, donde se utiliza toda clase de trampas, y en la que no siempre los resultados son obtenidos en buena lid.

El, trató de utilizar las reglas de la buena fe y de la ética. En un ambiente en donde para ganar se utilizan gran cantidad de recursos económicos, y si es necesario con tal de ganar, hasta se debe vender el “alma al diablo”, como se dice frecuentemente.

Ese es el mundillo de la política partidaria que ha estado vigente en El Salvador desde siempre. Primero en épocas en las que se imponía de dedo a los funcionarios de elección popular, en elecciones casi monopartidistas; y más tarde, cuando las elecciones han sido multipartidistas. En ambos casos, parece que lo normal ha sido que para ganar se utilice toda clase de “marufias”, como se dice en buen salvadoreño.

Un ejemplo claro de tal situación, fueron las famosas elecciones de 1971 y 1972, sobre las que la Universidad José Simeón Cañas (UCA) publicó el importante libro “Año Político 1971- 1972”. Allí se detallan las maniobras del Partido de Conciliación Nacional (PCN) que ganó las elecciones con un fraude descarado, en detrimento de la Unión Nacional Opositora (UNO).

Además debo señalar, que el candidato “de tía coneja” se metió a ese berenjenal, en medio de las dificultades más adversas. Primero, con un partido muy nuevo llamado “Acción Popular (AP); segundo, en el departamento más conservador del país, Cabañas; tercero, sin más recursos económicos que sus pobres ahorros y el esfuerzo voluntario de sus familiares y amigos; y cuarto, bajo el ingenuo supuesto, de que le apoyarían con su voto, cientos de familiares y la gente de algunos cantones para los que había trabajado por su mejoramiento en forma gratuita y desinteresada, durante unos 15 años.

Aquel candidato, comenzó su labor, ocho meses antes de las elecciones. Asumió la responsabilidad de organizar el partido en todo el departamento. Su primera idea fue, desarrollar un programa de radio semanal que él mismo dirigía y financiaba, con la recta intención de contribuir a la educación ciudadana de la población de su departamento; pero a la vez, con el obvio propósito de ser más conocido por la gente. Su idea fuerza era: “ganar la mente y el corazón de la gente”.

Hubo una serie de actividades muy agotadoras que tuvo que desarrollar, como las visitas a comunidades urbanas y rurales, llevando su mensaje, y formando las directivas municipales. Estas tareas las realizó en los primeros meses, de viernes por la tarde a domingo por la noche.

Organizó un concurso que tuvo mucho éxito, promovido entre grupos musicales de la zona, aprovechando las fiestas patronales de su pueblo, con premios en efectivo, a los conjuntos que mejor interpretaran una canción dedicada a su Departamento, que él mismo había escrito varios meses antes, cuando ni siquiera pensaba en meterse en esas honduras.

Como era empleado de gobierno, pidió permiso sin goce de sueldo, en los últimos 2 meses previos al evento electoral, para dedicarse a tiempo completo a la tarea organizativa y a la campaña proselitista. Este hecho debe resaltarse, pues muchos empleados públicos (diputados y miembros de los Concejos Municipales) mantienen sus puestos aún en tiempos de campaña, y siguen devengando sus salarios.

Aquel candidato, hizo visitas casa por casa, a unas 100 familias de su departamento; y le motivaba el hecho de que todos, le prometían su apoyo seguro con el voto.

Los 3 días anteriores a las elecciones, el trabajo fue tan duro que comenzaba a las 5 de la mañana y terminaba muy entrada la noche. Había que completar listados de candidatos a concejos municipales, de participantes a las mesas electorales; seguir el formalismo de su inscripción y prever todos los detalles de la logística del “Día D”. Todo esto, dentro de las limitaciones de personal de apoyo.

Por otra parte, debía animar a los candidatos a ser miembros del Concejo Municipal y a sus poblaciones con mítines constantes, con énfasis en 3 municipios: Sensuntepeque, Guacotecti e Ilobasco.

En los días previos al evento electoral, aquel candidato había perdido más de 20 libras de peso; pero contó siempre con el apoyo incondicional de algunos de sus hermanos, familiares cercanos y por su puesto, de todos los miembros de su hogar.

Lamentablemente todo el esfuerzo fue en vano. En la cancha política real, las reglas eran otras. Algunos de los partidos contendientes estaban muy fuertes, pues contaban con abundantes recursos de sus patrocinadores y con el espacio casi total, en los medios escritos, televisivos y radiales, con propaganda hecha muchas veces con recursos del Estado o de fuentes de ingresos poco confiables. A muchos votantes se les había entregado su documento para votar, de manera fraudulenta, aún cuando no pertenecían a los municipios de Cabañas; y por supuesto, habían sido objeto de la tradicional entrega de regalitos (comidas, gorras, camisetas, llaveros, etc).

El propio día de las elecciones, la gente era llevada y traída desde sus comunidades en transporte gratis hasta muy cerca de las urnas, por parte de los partidos contendientes con mayor poder económico; y lo que es peor, hubo una descarada compra de votos a la gente humilde de los cantones.

Pero no todo fue negativo para el candidato, la noche anterior a las elecciones, recibió una emotiva carta de su hija mayor que para entonces tenía 24 años y estudiaba en la universidad. La carta decía así:

CARTA A UN CANDIDATO A DIPUTADO
15 de Marzo, 2003

En todas las culturas, en todas las épocas han existido héroes, algunos míticos, otros como personajes que han cobrado vida desde la imaginación de grandes escritores. También han existido prodigiosos hombres y mujeres excepcionales, científicos, filósofos, artistas, políticos, guías espirituales, etc. que a lo largo de la historia y en todas las áreas, han inspirado a miles de personas.

Se acercan las elecciones de diputados y alcaldes, en medio de la percepción en una gran porción de votantes, del engaño y ansia de poder por parte de los políticos; y de la percepción (o información) de pocos, sobre la existencia de un pequeño grupo de idealistas, profesionales que decidieron participar en política para dejar de ser simples espectadores de la difícil realidad salvadoreña y tomar un papel protagónico en los cambios y grandes decisiones que necesita el país.

Dentro de ese grupo, sobresale ante mis ojos, y los de muchos, un hombre inteligente, capaz, noble, altruista que nunca olvidó que es originario de un humilde cantón: San Marcos, Departamento de Cabañas; que a pesar de haber tenido que dejarlo, buscando oportunidades, recorriendo su destino… cuando fue posible volvió a él, y encontró siempre necesidad entre sus habitantes; sin quedarse de brazos cruzados y con el aliciente de recibir de Mons. Benjamín Barrera y Reyes Q.D.D.G, el báculo de la responsabilidad con el fin de ayudar a mejorar la calidad de vida de su gente, gestionó con la ayuda de familiares y amigos, la realización de muchas obras para dicho cantón y de otras comunidades vecinas.

El tiempo pasó y la visión creció. Ahora el destino de sus esfuerzos sería todo Cabañas, departamento con los mayores índices de analfabetismo, desempleo, atraso en salud, vivienda, etc. Eso, conjugado con el viejo sueño de participar en política (entendida en el mejor de sus conceptos) lo llevó a lanzarse en la búsqueda de ser elegido Diputado de Cabañas, por un nuevo partido no extremista, sino de centro, denominado Acción Popular.

Él, JOSÉ RAMIRO VELASCO BARRERA, por su incalculable esfuerzo, su enorme creatividad de darse a conocer y trabajar con escasos recursos económicos y materiales, pero ilimitado ingenio, además de sus buenos propósitos, merecería desde ya y sin discusión, un lugar en el salón azul de la Asamblea Legislativa. “Cuando un Ser Humano desea con todo su ser realizar algo, y tiene el valor de seguir su sueño, el Universo Entero conspira para que lo logre “(Paulo Cohelo).

Sea cual sea el resultado de las elecciones, Don Ramiro ya triunfó; logró tocar la mente de muchos que ya no serán comprados y pensarán dos veces lo que conviene a su gente; demostró que “dar no sólo es dar del propio patrimonio (¿quién pudiera revisar las cuentas, los saldos rojos!!?). Cuando se da desde el interior del ser (conocimiento, esperanza, amor, fe, ayuda), es cuando realmente se da. Don Ramiro ha logrado inspirar a muchos que llevamos adormecidos nuestros sueños, para que caminemos hacia ellos, sólo así tendrá sentido la vida …

Para bien o para mal, no basta con querer ayudar a la gente, la gente debe estar dispuesta a dejarse ayudar. Don Ramiro cumplió con su parte, ahora es cuestión de los demás. Una cosa es segura, si no es de esta forma, será de otra, Roma no se construyó en un día. El salpicar del agua sobre la piedra, con paciencia, termina por dura que ésta parezca, transformándola.

Tal vez sea difícil rastrear el impacto de sus enseñanzas en la radio, o de sus discursos en los mítines, pero su liderazgo y su lucha siempre estarán en la mente, el corazón y sobre todo en el propio vivir, de quienes lo conocemos realmente y lo amamos tal cual es, sus amigos y su familia.

Vienen a mi mente de la mitología griega, el príncipe Teseo luchando contra el Minotauro (el sistema); de la pintura impresionista, Vincent Van Gogh, que nunca abandonó su necesidad y vocación de reflejar en su arte, las variaciones de luz y la intensidad del sol; de la Biblia, David contra Goliat (el sistema); y de la literatura de Cervantes Saavedra, el idealista Don Quijote.

Don Ramiro, Quijote de Cabañas, pase lo que pase, tiene nuestro apoyo, orgullo, nuestro cariño y nuestra más profunda admiración.
Sinceramente,
Su hija
Joanna Velasco Hurtado


Nota: Esta carta me la entregó mi hija, en sobre cerrado, la noche anterior a las elecciones de diputados del 2003. 

lunes, 3 de septiembre de 2007

A SENSUNTEPEQUE EN EL MES DE LA PATRIA
















Fotografías de Ramiro Velasco


SENSUNTEPEQUE DE AYER Y DE HOY


INTRODUCCIÓN
Del Sensuntepeque de los tiempos precolombinos, no tenemos muchos vestigios. Pues por mucho tiempo, nos hicieron creer que lo indígena era similar a atraso, a pobreza, a vicios y a haraganería. Actitud imperdonable y resabio del malinchismo que nos han inculcado desde la escuela y la familia y que tenemos que erradicar para siempre.
El vestigio más contundente de lo que fue Sensuntepeque antes de la conquista realizada por los españoles, es el Cerro Grande, donde es casi seguro vivió la primera comunidad indígena. (Ver primera fotografía).
Urgando entre libros y ahora en Internet, me he encontrado con un valioso trozo de historia sobre Sensuntepeque, que pongo a disposición de todos los amigos y amigas lectoras.
De lo descrito, me llama la atención el espíritu tan combativo de los sensuntepecanos en el pasado, que contrasta con la conformidad y el sometimiento en buena parte de la población actual, a pequeños grupos conservadores de poder y a extranjeros que buscan a toda costa llevarse lo nuestro.
Como se deduce del texto histórico, el Sensuntepeque de otros tiempos comprendía también los municipios de Dolores, Victoria, Guacotecti y San Isidro.
Sensuntepeque a pesar de todo, es para mi siempre bello y de él guardo los más gratos recuerdos de mi infancia.

HISTORIA DE SENSUNTEPEQUE

Según Santiago Barberena, el vocablo Sensuntepeque significa “Cerro Grande” ya que su más antigua ubicación fue la cima del Cerro Grande que está situado al noreste de la ciudad actual. (Primera fotografía).
En 1550 Sensuntepeque tenía una población de unos 1,100 habitantes, y a fines del siglo XVI fue entregado, como pueblo de doctrina o evangelización, a los frailes dominicos del convento de San Salvador, pues como tal figura en la nómina hecha por el cronista fray Antonio de Remesal en 1609. Dichos monjes pusieron la iglesia de este pueblo bajo la advocación de Santa Bárbara, patrona nominal de Sensuntepeque. En 1740, según el alcalde mayor de San Salvador don Manuel de Gálvez Corral, su población era de 31 familias indígenas, o sea alrededor de 155 habitantes.
Conforme a los "autos de visita" de monseñor Pedro Cortés y Larraz, arzobispo de Guatemala, en 1770 Sensuntepeque era un pueblo anejo del curato de Titihuapa, con 229 habitantes repartidos en 63 familias; pero el cura párroco presbítero Pablo José Sánchez de Guzmán, residía indistintamente en la Puebla de Titihuapa y en Sensuntepeque.
Escuetamente, monseñor Pedro Cortés y Larraz informa que en la Parroquia de Titihuapa "No hay más escuela que la de un indio de Sensuntepeque, el cual enseña doctrina cristiana", lo que revela el, estado de, ignorancia a que la Colonia sometió a los pueblos del actual territorio salvadoreño. Al crearse la Intendencia de San Salvador en 1786 y dividirse su territorio en partidos o distritos, Titihuapa fue designada cabecera del partido de Sensuntepeque, como cabecera que era de curato; pero el primer teniente subdelegado don José María Muñoz, nombrado con fecha 29 de noviembre de 1799, dispuso fijar su sede gubernamental no en la Puebla de Titihuapa, sino en el pueblo de Sensuntepeque. Siguiendo su ejemplo, el cura párroco presbítero José Miguel Vasconcelos fijó en Sensuntepeque la cabecera de la antigua parroquia de Titihuapa.
En 1807, según el corregidor intendente don Antonio Gutiérrez y Ulloa, en Sensuntepeque habitaban 50 españoles, 360 ladinos o mulatos y 390 indios, lo que arroja una población total de 800 habitantes. Agrega el señor intendente, que en la jurisdicción del Partido de Sensuntepeque "se hallan otros dos pueblos, 14 aldeas y 25 haciendas", siendo la población total del mismo de 270 españoles, 4,388 mulatos o ladinos y 533 indígenas. "Sus habitantes -apunta finalmente-, que son los únicos industriosos del partido, se dedican a la labranza de añiles, cultivo de maíces, semillas y raíces y oficios mecánicos".
En esta época, Sensuntepeque era ya "cabecera del curato que lleva el antiguo (nombre) de Titihuapa" y en todo el partido reinaba "un temperamento tan vario y desigual como su suelo, aunque predominante es cálido y seco en extremo, a excepción del pueblo de Sensuntepeque, cabecera actual en donde se goza de atmósfera más suave y fresca, en la mayor parte del año".

Proceso de la IndependenciaEn los fastos de esta población se reseña un hecho que merece especial mención: El 20 de diciembre de 1811, los hijos de Sensuntepeque secundaron briosamente el primer Grito de Independencia de los próceres sansalvadoreños. Los comisarios Juan Morales, Antonio Reyes e Isidro Cibrián y las señoras María Feliciana de los Angeles y Manuela Miranda, se levantaron en armas con gente que reunieron en la "Piedra Bruja", procedentes de las aldeas o caseríos de San Lorenzo, El Volcán, San Matías, La Bermuda y Santa María. Héroes y Heroínas asaltaron la población, se tomaron el cuartel o plaza de armas después de duro combate y depusieron a las autoridades españolas, que presidía el teniente subdelegado don José María Muñoz. A consecuencia de que los amotinados no recibieron los auxilios requeridos por los demás conjurados de Sensuntepeque y de Guacotecti, se vieron forzados a dispersase, Los rebeldes fueron perseguidos, capturados y procesados: los comisarios Morales, Reyes y Cibrián deportados a las ergástulas del Castillo de Omoa, en donde guardaron prisión hasta 1818, y las señoras de los Angeles y Miranda sufrieron la condena de 25 azotes en la picota pública y prisión en casa del cura vicario de San Vicente, presbítero doctor Manuel Antonio de Molina, a quien sirvieron durante el término de la condena.

Título de Villa
Conforme a disposici6n de la Asamblea Nacional Constituyente, contenida en la Carta Magna de 12 de junio de 1824, el partido de Sensuntepeque quedó incorporado en el departamento de San Vicente. Su capital, el pueblo de igual nombre, se elevó a la categoría de villa en plena época federal y, aun cuando no ha llegado hasta nosotros el Decreto Legislativo correspondiente, en el Libro de Bautismo llevado en la Iglesia Parroquial de Sensuntepeque, el año de 1831, las partidas registradas dicen: "'En el pueblo de Sensuntepeque, yo el Cura...etc".; pero desde el día 31 de Julio de 1831, en adelante; se lee: "En la villa de Sensuntepeque, yo el Cura..., etc". y, en el margen, aparece la siguiente nota: "Seguiremos llamando villa a Sensuntepeque, puesto que así lo ha acordado la Superioridad". Por dichas referencias, y tomando en consideración que no es posible que el Decreto Legislativo correspondiente haya llegado a Sensuntepeque el mismo día 31 de julio, se colige que la fecha de titulación debe oscilar entre el 28 y el 30 de dichos mes y año. Ni el presbítero Isidro Menéndez, ni don Guillermo Dawson, ni el doctor Santiago Ignacio Barberena, ni ninguno de los autores anteriores, hacen la menor alusión a la fecha en que Sensuntepeque fue honrado con el rango de villa, suceso que ocurrió durante la administración del Jefe Supremo don José María Cornejo.

Sucesos posteriores
A fines del mes de febrero de 1839, en plena descomposición de la República Federal de Centro América, fuerzas de Honduras, a las órdenes de los generales Francisco Ferrera y Manuel Quijano, y de Nicaragua, a las órdenes del general Bernardo Méndez, apellidado "el OParvieon"t,e. por presumido, invadieron el territorio salvadoreño por el gobierno federal, a cargo del prócer don Diego Vijil, y el gobierno del Estado de El Salvador, presidido por el Vicejefe don Timoteo Menéndez, nombraron de común acuerdo al general Francisco Morazán para que repeliera aquella injusta invasión. Con 600 hombres salió de San Salvador el general Morazán y se situó en la hacienda San Francisco, cerca del río Lempa, en jurisdicción de Sensuntepeque, y el 27 de marzo siguiente, en el paraje denominado "El Jícaro", de la misma hacienda, el invasor general Quijano infligió una peligrosa derrota al coronel Narciso Benítez, segundo Jefe del ejército morazanista.
El 29 de marzo, mientras el gobierno del Estado se trasladaba de Cojutepeque a Opico, como consecuencia de aquella derrota, el general Morazán ocupaba la villa de Sensuntepeque, fusilaba a varios desertores y se hospedaba en casa de la familia Baudriz. La calle empedrada de Sensuntepeque, en forma de hamaca, por donde paso el Héroe, ha sido bautizada con el nombre de "Avenida Morazán". El general Quijano no se halló en valor de atacar al general Morazán, sino que avanzó hacia San Salvador; pero a la altura de las "lomas de Jiboa", el coronel Benítez vengó la derrota de El Jícaro.
El 5 de diciembre de 1844 se produjo en Sensuntepeque un movimiento revolucionario contra la administración del Vice-Presidente general don Joaquín Eufracio Guzmán; pero fue fácilmente sofocada por el gobierno.
Los vecinos de la villa de Sensuntepequeno fueron muy simpatizadores del gobierno liberal del capitán general Gerardo Barrios, pues en el año de 1863 desconocieron su autoridad en tres ocasiones:  l 17 de febrero, pronunciamiento que fue sofocado inmediatamente, encarcelándose y confiscándose los bienes a los insurrectos; el 27 de febrero, fecha en que su vecindario proclam6 como Presidente Provisorio al licenciado Francisco Dueñas, pero sin éxito alguno; y el 18 de julio, en que hicieron análoga proclamación.

Título de ciudad
Durante la administración conservadora del licenciado don Francisco Dueñas e indudablemente como una concesión graciosa del señor Presidente por los importantes servicios prestados a su causa por el vecindario de Sensuntepeque, se emitió la Ley de 27 de enero de 1865, en virtud de la cual se tituló ciudad la villa mencionada.
Desde el pueblo de Erandique y apoyados por el gobierno de Honduras invadieron el territorio salvadoreño, el 17 de marzo de 1871, a las ordenes del general Juan López, emigrados salvadoreños que no contemporizaban con la administración cachureca del licenciado Dueñas. Los revolucionarios proclamaron en Sensuntepeque Presidente Provisorio al mariscal de campo don Santiago González, quien tomó el mando del ejército liberal, secundado por una pléyade de ilustres soldados y por el mismo pueblo cansado de las violaciones a la Carta Magna y del despotismo del mandatario señor Dueñas.
Rotas las relaciones entre los gobiernos hondureño y salvadoreño, el mariscal González depositó el mando en el Vicepresidente licenciado don Manuel Méndez, en mayo de 1872, con el objeto de ponerse al frente del Ejército del Centro, destinado a atacar la plaza de Gracias a Dios, en donde se encontraba fortificado el Presidente de Honduras, general José María Medina. El mariscal González, en su tránsito hacia Gracias, pasó por la hacienda Copinolapa y almorzó en casa del señor Eugenio Velasco. De regreso, victorioso, pasó por el paraje denominado "Paso de Don Juan", en el río Guamulepa.

Cabecera Departamental
La Asamblea Nacional Constituyente de la República de El Salvador, con fecha 10 de febrero de 1873, queriendo honrar la memoria del Bayardo o Cid Campeador de Centroamérica, general José Trinidad Cabañas, decretó la erección del departamento de Cabañas, integrado por los distritos de Sensuntepeque e Ilobasco, fijando al mismo tiempo la cabecera departamental en la ciudad de Sensuntepeque. El distrito de Sensuntepeque quedó integrado por los municipios de Sensuntepeque, como cabecera, San Isidro, Guacotecti, Dolores y Victoria; y el distrito de Ilobasco por los municipios de Ilobasco, como cabecera, Jutiapa y Tejutepeque, más el de Cinquera, que por dicha Ley se segregó del distrito de Suchitoto.
Otros sucesos
En 1890 Sensuntepeque tenía una población de 9,450 habitantes y era una ciudad muy pintoresca, dividida en cuatro barrios, llamados El Calvario, San Antonio, Santa Bárbara y Remedios. "Tiene -dice don Guillermo Dawson- un amplio y elegante cabildo, dos iglesias, buenos edificios para escuelas, la cárcel más segura de la República, un bonito parque, deliciosos baños y magnífico clima".
En enero de 1890, la plaza de Sensuntepeque fue atacada y tomada a viva fuerza por el general José María Rivas, quien en Cojutepeque se había rebelado contra el gobierno constitucional del general Francisco Menéndez. El éxito inicial alcanzado por el militar revolucionarlo contra el doctor Eugenio Amaya, que defendió a Sensuntepeque en su doble concepto de Comandante y Gobernador Departamental, se trocó en una completa derrota el día siguiente, pues fue -atacado y vencido por tropas gobiernistas al mando del general Parrilla. El general Rivas huyó a Honduras perseguido por la caballería del general Horacio Villavicencio y dejó un cañón abandonado en la esquina formada por las actuales Calle Minerva y Avenida de El Porvenir. En el mismo año de 1890, a raíz de la felonía del general Carlos Ezeta y derrocamiento y muerte prematura del general Francisco Menéndez, el general Indalecio Miranda tomó la plaza de Sensuntepeque y proclamó Presidente Provisional de la República al Primer Designado, doctor Rafael Ayala, proclamación que secundaron el Gobernador Departamental don Obdulio Espínola y demás vecinos. Una columna de soldados ezetistas a las órdenes del general ecuatoriano Leonidas Plaza Gutiérrez, más tarde Presidente del Ecuador, desalojó de Sensuntepeque al general Miranda y correligionarios, quienes encontraron asilo en territorio hondureño. A causa de estos hechos, Sensuntepeque estuvo expuesto al saqueo y soportó durante cuatro años los onerosos impuestos decretados por la administración Ezeta.
En noviembre de 1898 se rompió de hecho el pacto de unión que constituía la República Mayor o Estados Unidos de Centro América, a raíz del movimiento revolucionario acaudillado en San Salvador por el general Tomás Regalado, que echó en tierra la administración del general Rafael Antonio Gutiérrez.
El 18 de dicho mes y año, en un intento por sostener la legalidad y el pacto federativo, los patriotas doctor Prudencio Alfaro y doctor y general Luis Alonso Barahona, ocuparon la plaza de Sensuntepeque. El día siguiente, como a las ocho de la mañana, las fuerzas regaladistas comandadas por el general Ladislao Salazar y coronel Ángel Castillo, atacaron a las fuerzas unionistas en la hacienda de San Francisco. Los unionistas se apoderaron del Cerro Moidán y el teniente coronel José E. Recinos, de orden superior, subió a la cúspide de esta eminencia e izó, en un árbol de laurel, la enseña de la República Mayor. El capitán regaladista Fabián M. Trigueros consiguió, no sin peligros, arriar la gloriosa bandera, y como a las cinco de la tarde de ese día, el ejército unionista, falto de provisiones de guerra, evacuó la ciudad de Sensuntepeque y marchó rumbo a Honduras.
En febrero de 1907, como a las dos de la mañana, penetró en Sensuntepeque el coronel hondureño don Gregorio Durón, con una pequeña escolta, trayendo prisioneros al doctor y general Luis Alonso Barahona, enemigo acérrimo del gobierno salvadoreño que presidía el general Fernando Figueroa, quien había sido derrotado en el paraje " denominado "Las Aradillas", de la jurisdicción de Villa Victoria. Como suceso luctuoso se recuerda el 8 de diciembre de 1918, fecha en que las fuerzas armadas del Regimiento de Sensuntepeque, por cuestiones eleccionarias, hicieron fuego contra el pueblo, de cuyo hecho resultaron varias personas muertas y heridas.

Hombres ilustres de antaño

Entre sus hombres famosos figuran el licenciado don Manuel Méndez, distinguido hombre público que gobernó como Vicepresidente de mayo a julio de 1872; doctor y general Luciano Hernández, poeta y orador de fama centroamericana; don Daniel Hernández, uno de los más grandes maestros salvadoreños a quien el pueblo de Santa Tecla ha erigido un monumento consagratorio en el parque que lleva su nombre.

(Bibliografía: Tomado de ttp://www.fisdl.gob.sv/index2.)


JUEGO DE BLOGUEROSMi amigo Carlos Abrego, me invita a seguir en este bonito juego, al que le invitó otro amigo.
Se trata, primero de publicar las reglas del juego, que consisten en decir ocho cosas que le conciernen a uno, e invitar a ocho nuevos participantes. (No es fácil encontrar muchos blogueros amigos)
Estas son las reglas:
1.Cada jugador(a) comienza con un listado de 8 cosas sobre sí mismo.
2. Tiene que escribir en su blog esas ocho cosas, junto con las reglas del juego.
3. Tiene que seleccionar a 8 personas más para invitar a jugar, y anotar sus blogs/nombres.
4. No olvidar dejarles un comentario en sus blogs respectivos de que han sido invitados a participar, haciendo referencia al envío del “El Juego” en tu blog.
Las ocho cosas que puedo decir de mi (Ramiro), son:
1. Soy de Cabañas, el Departamento más bonito de El Salvador;
2. Me gusta la docencia y por eso trabajo dando clases en la UES;
3. No me gusta la gente que miente, miente y miente;
4. Tomo lo suficiente... pero las cosas a pecho;
5. Antes jugaba varios deportes, ahora sólo juego capirucho.
6. Prefiero inventarme un chiste que repetir alguno ajeno.
7. Oigo música de tríos, porque me gusta cantarle al amor. (Aunque ahora salen caras las serenatas).
8. No me gusta ser aficionado de los equipos deportivos, pues me pueden decir que “soy del otro equipo”.
Las personas a las que voy a invitar a seguir este juego, son las siguientes: Carolina Velasco (Mi hija bloguera, con su blog http://elcantodelalma.blogspot.com/), Cilia Hernández (amiga macanuda de La Macana, http://blogextremo.com/lamacanasv/), Alex Rivas (del mero http://www.sensunte.com/, Fernando Velasco (el fraile) con su blog http://opinioncomentario.blogspot.com/), Ramón Cornejo (el proyectista, del que he olvidado el nombre de su blog), Víctor Portillo (el austríaco, que creo que tiene el blog en alemán), Efraín Jovel que creo lo tiene en hebreo; y devuelvo la pelota a mi amigo Carlos Abrego, con su blog http://cosastanpasajeras.blogspot.com/.








sábado, 4 de agosto de 2007

OTRA PÁGINA DE MIS ESCRITOS ALDEANOS

Volcán de San Vicente, El Salvador



LAS PASADAS DE DON NICHO SÁNCHEZ

Publicado en el Periódico La Macana, Sección La Selvita, julio de 2007

En nuestros cantones de Cabañas, algunas personas mayores, son expertas en narrar cuentos o “pasadas”. Estas últimas, son relatos de tipo anecdótico, la mayoría de veces llenos de mucha fantasía.
Nuestro encuentro con Don Nicho, sucedía cada año, en la molienda de mi padre, situada a medio kilómetro del Río Lempa, en el Cantón San Marcos, muy cerca de la “Cuevita” que es como una casa de pura roca, situada a la orilla del mismo río.
Frente a la molienda y al otro lado del río, en la parte hondureña, se encontraba el Cerro El Limón, un sitio escarpado a donde casi nadie se atrevía a subir. En aquel cerro, por las noches se escuchaban los ruidos más raros, no sólo de aves nocturnas. A veces parecía como si alguien arrastraba pedazos de lámina sobre las rocas.
En la molienda, el trapiche de madera era movido por una yunta de bueyes. Hacía un ruido similar a los gemidos de un gigante, capaz de ser oído desde varios kilómetros.
El horno era de barro y de cal; pero tan firme, como si fuese de cemento armado. La champa principal nos servía por las noches de dormitorio.
Don Nicho, hombre moreno, de unos 75 años, era el hornero que mi padre contrataba todos los veranos, para cocer y darle punto a la miel, de la que saldrían los atados de dulce para el consumo familiar y para la venta.
Después de la cena era cuando Don Nicho, comenzaba a contar sus historias a todo el grupo. Según nos narraba, él se había encontrado infinidad de veces al Cipitío, que llegaba a recoger por las noches, la ceniza de las moliendas. Y al preguntarle si le daba miedo, contestaba de inmediato, que no. Que los seres extraños les salen a las personas valientes, que pueden soportar un susto sin enfermarse o enloquecer.
Una de las historias que más me impactó escucharle, fue el caso de un hombre tunante que vivía en Providencia, que se iba en busca de novias al Cantón San Marcos. Un día al viajero le agarró la noche, y tenía que regresar y recorrer el estrecho y empinado camino que conduce de San Marcos a Providencia. Subió los “filos” que son terrenos escarpados y pasó como siempre, a una cuadra del cementerio, hasta llegar debajo de dos grandes amates, donde se encontraba una puerta de golpe. El no sentía miedo, pues llevaba su pistola, su corvo y dentro del estómago, una buena dosis de chicha. Además llevaba su puro, que es el mejor compañero, para alejar los malos espíritus.
Al tratar de abrir la puerta de golpe, su caballo se levantaba en dos patas y no daba un paso adelante, a pesar de los espolazos y latigazos que recibía. No pudo menos el hombre que bajarse y halarlo, dejando abierta la puerta para luego pasar. Sin embargo, al subirse de nuevo al caballo, sintió que alguien se le había montado en ancas. Al darse vuelta, pudo ver con ayuda de la luz de la luna, una muchacha muy bonita. Al principio creyó que era efecto de su imaginación, y esperó un momento antes de mirarla bien y platicar con ella. Pero al sentirse agarrado del estómago y de la espalda, se volteó para verla de nuevo. Con la desagradable sorpresa de que se había convertido en una mujer horrible, dientuda, con el pelo largo y desaliñado y con unas chiches grandísimas. Al hombre se le fue la “bolencia” y entró en un proceso febril debido al intenso miedo, llegando a punto de morir. Pero gracias a su caballo que conocía el camino, llegó a su destino y pudo ser auxiliado. Aquella mujer según don Nicho, no era otra, más que la propia Cigüanaba. Sin embargo, a raíz de la terrible experiencia, aquel Don Juan no volvió más a sus andadas.
José Ramiro Velasco Barrera


DESCRIPTOLOGÍA DE MI PAÍS

Es tan pequeño
que apenas cabe
en el mapa del mundo.
Su gente es estoica hasta límites
insospechados.
Pero cuando se rebela,
no le importa que lleguen
y vuelvan a pasar las estaciones secas
y las tormentosas,
hasta conseguir pequeños avances,
en sus todavía arcaicas estructuras;
y de ser necesario, lo hace
a costa de sangre y fuego.

Sus habitantes se distinguen
por ser personas laboriosas
que no se avergüenzan de entrarle
a la rebusca,
aunque se violenten
algunos acuerdos inventados
para separar con fronteras,
el mundo y la tierra
que son de todos.

De mayo a septiembre,
pueden en él, caer los chaparrones
más fuertes;
pero en el mismo día o al amanecer,
alumbra de nuevo el sol,
con tanta brillantez,
como si nada hubiese pasado.
Y en su franjita de mar
en junio como en diciembre,
el agua está siempre tan tibia
y atemperada por un clima
a veces cálido y húmedo,
pero siempre benigno,
por el arrullo constante
de los vientos alisios.

Cuando su gente cree,
lo hace de verdad.
Y así como cree en Dios,
también cree en el cipitío
y en la cigüanaba,
como respetando la herencia
de nuestros antepasados cheles;
pero también,
de nuestros sabios indígenas.

Los propios, se identifican fácilmente.
Al hablar, no pronuncian la letra ese que va
al final de algunas palabras;
o si la pronuncian,
le dan un sonido de ge ó de jota.
Así como cuando con orgullo
dicen “yo joy jalvadoreño”,
que viene a ser lo mismo
que ser aguacatero, como yo.

Conozco a muchos extraños
que llegaron a él,
para pasar unos meses
y se quedaron toda la vida.
No sé que tienen
algunas de sus mujeres,
pero también de sus hombres,
en esas cosas del amor.
Creo que desde pequeños
aprenden a usar el “venga, venga”
o el trapo del “no me olvides”.
Y como la Juana Torres,
si se les antoja,
en vez de usar el teléfono,
llaman a sus seres queridos,
soplando, si no el antiguo cántaro,
o el tecomate,
la boca de una botella.

Allí ha estado él, desde siempre.
En época remota le llamaron
Cuzcatlán.
En momentos de su historia,
se le han visto algunos avances
en campos delicados
como la política
y los derechos humanos;
pero en casi todos los tiempos,
se encuentra tan atrasado,
como los pueblos bárbaros
de antaño.
Pero esa es la patria,
a la que queremos tanto,
y por la que siempre luchamos.

A veces pienso
que de existir una vuelta a la vida,
me gustaría volver
en forma de gavilán,
para volar por sus tierras bajas,
o mejor por sus cerros y volcanes,
y ver desde las alturas,
aquella gama de verdes
que lo pintan todo el año.

Así es mi pequeña tierra.
Así es El Salvador.
El lugar que siempre
debiera ser nuestro
y no de gentes extrañas.
Aunque haya quienes quisieran
venderlo como al Maestro,
tal vez por unas monedas.

José Ramiro Velasco Barrera, Agosto de 2007

domingo, 22 de julio de 2007

¿¿¿FUTUROS DESASTRES ECOLÓGICOS O MALOS SUEÑOS???

Extracción minera


POEMA NEGRO

Narro este sueño, cargado de malos presagios
y envuelto aún, en la penumbra
de un tremendo realismo
que me corta la respiración,
y de un solo tajo,
me trunca el ánimo.

Me resisto a creerlo, con todas mis fuerzas.
No quisiera ni pensar en ello, otra vez.
Pero es más fuerte el ambiente deprimente,
que encuentro, en este año dos mil diecisiete,
en mi empobrecido y saqueado
Departamento de Cabañas…

Voy por las calles de mi Sensunte,
hoy convertidas en gran mercado,
llenas de carpas y de maltrechos toldos.
Distingo apenas, el otrora Parque Luciano Hernández,
en cuyo kiosco se venden drogas y otros alijos.
Paso entre ruidos tan estridentes;
siento el hedor de negocios furtivos;
y luego encuentro a la antigua iglesia,
que luce sucia y medio derruida.
Y a pocos metros, en vez de aquellos viejos portales,
veo salones de todo tipo,
y hasta casetas de mala fama.

Salgo a los campos buscando el aire
y cualesquiera vida silvestre.
Llego a los ríos, que están deshechos,
y en vez de agua, más pareciera
que llevan lodo y toda clase de suciedades.
En esas charcas nadie se baña, porque sus aguas
son venenosas y pestilentes.

Busco algún árbol de los de antaño,
y en mi camino, no hallo siquiera
los aceitunos, ni los almendros y conacastes…

Y del ganado, apenas cuento unos vacunos
que están enfermos y desnutridos.
Como si el pasto los enfermara,
o si sufrieran de alguna peste desconocida,
que poco a poco los aniquila.

Constato ahora, las condiciones de los vecinos.
Están muy tristes, sin esperanza y desconsolados.
Están más pobres y más enfermos;
y otros murieron por los efectos de las mineras,
que han inundado todo el ambiente,
con el arsénico, con el cianuro y otros venenos.

La gente calla, pero no olvida.
Al preguntarles por los desastres,
dicen ser culpa de unos alcaldes, de concejales,
de diputados y de los de arriba,
que en otros tiempos,
se comportaron indiferentes o tal vez sordos,
a los clamores de mucha gente.
Cuentan que los compraron
los mercaderes de unas mineras
que hoy gozan fuera de nuestra patria,
con la riqueza de nuestro pueblo.

Ramiro Velasco

martes, 10 de julio de 2007

EN DEFENSA DEL MEDIO AMBIENTE EN CABAÑAS

ENTREVISTA SOBRE LA PRIMERA CAMINATA VERDE POR LA VIDA

La entrevista fue concedida por Ramiro Velasco, al Corresponsal Angel Guerra del Periódico Virtual “El Cometa”. 1 de julio de 2007.

ANTE LA EXTRACCIÓN MINERA QUE PRETENDEN LAS EMPRESAS MINERAS EN EL SALVADOR, UNAS DOCE ASOCIACIONES AUTODENOMINADAS PROGRESISTAS, REALIZARON EL 24 DE JUNIO DE 2007, UNA MARCHA EN SENSUNTEPEQUE, QUE REUNIÓ A UNAS 4,000 PERSONAS.
EL EVENTO NO TENDRÍA MAYOR SIGNIFICADO, SI NO FUERA PORQUE EN CABAÑAS CONGREGAR PERSONAS EN TAL MAGNITUD SEGÚN ALGUNOS RESIDENTES, SÓLO SE HABÍA VISTO ANTES EN LAS PROCESIONES RELIGIOSAS O EN LOS DESFILES ESCOLARES.
EL EVENTO HA SIDO CONSIDERADO POR ALGUNAS PERSONAS, COMO EXITOSO PUES LO INTERPRETAN COMO UNA MANIFESTACIÓN IMPORTANTE POR PARTE DE LA POBLACIÓN, QUE TEME QUE LOS VENENOS COMO EL CIANURO Y ARSÉNICO, UTILIZADOS EN LA EXPLOTACIÓN MINERA, CONTAMINEN EL MEDIO AMBIENTE DE LA REGIÓN NORTE DEL PAÍS.
CABAÑAS ESTÁ RODEADO DE RÍOS Y ES CONSIDERADO ZONA DE RECARGA DE AGUA PARA EL SALVADOR, QUE CUENTA APENAS CON UNOS 20, 000 KILÓMETROS DE SUPERFICIE.
EL RÍO LEMPA BORDEA EL DEPARTAMENTO DE CABAÑAS, TANTO AL OCCIDENTE COMO AL NORTE Y AL ORIENTE. ALLÍ SE ENCUENTRAN, LA PRESA DEL CERRÓN GRANDE Y LA “PRESA CINCO DE NOVIEMBRE”; LO MISMO QUE PARTE DEL EMBALSE DE LA PRESA “QUINCE DE SEPTIEMBRE”. POR EL LADO SUR DEL DEPARTAMENTO, SE UBICA EL RÍO TITIHUAPA QUE DESEMBOCA EN EL RÍO LEMPA Y QUE SEGÚN LÍDERES SOCIALES, RECIBIRÍA DIRECTAMENTE LAS AGUAS CONTAMINADAS DE LA MINA EL DORADO, UBICADA ENTRE SAN ISIDRO Y SENSUNTEPEQUE.

Señor Velasco, Ud. formó parte del Grupo que participó en la preparación y ejecución de la “Primera Caminata Verde por la vida”, realizada en Sensuntepeque. ¿Por qué le denominaron así a la caminata?.
En primer lugar, muchas gracias a Ud. y a su periódico por la oportunidad de permitirme hablar de mi Departamento de Cabañas y de esta actividad en concreto. En cuanto a su pregunta, le puedo decir que las organizaciones sociales que participamos en esta actividad, después de considerar varias alternativas, consideramos que el nombre de la Caminata, debía indicar el por qué de esta lucha. Se trata de que nos convenzamos nosotros mismos y convenzamos a los demás, que con la exploración y explotación minera está en peligro la vida de todos los seres de nuestras comunidades, incluyendo las personas, los animales y la vegetación. Nuestro departamento es eminentemente agrícola y agropecuario. Para bien o para mal no se han instalado empresas industriales en Cabañas, lo que ha permitido que gocemos todavía de aire bastante limpio. Y aunque existe alguna contaminación en el suelo por el uso de pesticidas o plaguicidas utilizados en la agricultura, la contaminación es baja. Y en cuanto al agua, a pesar del mal tratamiento a los desechos sólidos y aguas negras de las ciudades y pueblos, los niveles de contaminación no son tan alarmantes, como serían si se establece un proceso de extracción minera por parte de las mineras, especialmente por parte de la Empresa Pacific Rim.

¿Podría explicar cuál era el objetivo principal para llevar a cabo esta Caminata?
Debo decirle, que en una reunión de dirigentes de asociaciones, coincidimos que era el momento de enviar un mensaje más categórico a toda la población salvadoreña y a nuestros coterráneos, que no hemos tomado verdadera conciencia del daño actual y futuro que causaría la exploración y explotación de la minería metálica en Cabañas y en toda la zona norte del país. Pero también un mensaje a las autoridades locales y nacionales, especialmente a los alcaldes, diputados, al Presidente de la República, y a todas las autoridades que tienen que ver con el tema del medio ambiente.
Si no nos manifestábamos y les enviábamos un mensaje muy claro con la participación directa de la población, ellos podrían seguir apoyando a las empresas, creyendo que el pueblo está de acuerdo con tal proceder.

Por qué menciona el término “mensaje categórico”, significa que ya se había hablado de este problema en su Departamento de Cabañas?
La Asociación Nuevo Cabañas (ANC) de la que soy Presidente, fue la primera en pronunciarse públicamente sobre este problema, desde el año 2003. Y a nivel personal lo he venido haciendo en programas locales de radio. Desde hace unos 2 años, otras asociaciones y comunidades se han venido expresando y enfrentándose con los alcaldes de San Isidro y Sensuntepeque y por supuesto, con la empresa minera. Si embargo, la reacción de los alcaldes ha sido de aparente complicidad con la empresa minera, a la que han aceptado pequeñas dádivas como: pago de pólvora para fiestas patronales, reparto de útiles escolares a los niños rurales, arreglo de algunos tramos de calles vecinales, repartos de medicamentos dirigidos por los alcaldes con el apoyo de personal médico local, de la Policía Nacional Civil y de soldados de la Fuerza Armada. Me enteré recientemente que la Minera ha ofrecido públicamente una donación en dinero, para construir unas casas en el Cantón Cunchique, de Sensuntepeque, lugar que forma parte del sitio donde se pretende explotar los recursos de oro y plata.

¿Cuáles son los puntos principales que se demandaban con la Caminata, sobre la minería en Cabañas?
Yo resumiría las demandas en cuatro puntos:
a) Derogación de la actual ley de minería; b) Cese de permisos de exploración a las empresas mineras; c) No permitir la explotación minera en la zona; y d) Cese del apoyo de los Concejos municipales de Cabañas a la Empresa Pacific Rim.
Y le explico las razones de nuestras demandas:
Derogatoria inmediata a la Ley de minería. La ley vigente es un instrumento jurídico obsoleto que permite concesiones a las empresas mineras, sin casi ningún beneficio para la población. De las ganancias de las empresas, éstas sólo entregarán al Estado un 2% (1% para el Gobierno Municipal y 1% para el Gobierno central) y el 98% restante será totalmente para ellas. Es decir que se llevarán toda la riqueza, a cambio de unos cuantos empleos mal pagados. En otras palabras, lo que el Gobierno reciba en concepto de regalías no alcanzará ni para asegurar algún tratamiento mínimo a las personas que resulten enfermas, y menos algún tratamiento a los suelos contaminados y a las aguas que dejen almacenadas con venenos mortíferos en una laguna que van a construir. Es decir, que desde el punto de vista económico, en una relación costo-beneficio, para las empresas este es un gran negocio; pero para el dueño de los recursos mineros que es todo el pueblo salvadoreño, es una verdadera estafa.
Cese de permisos de exploración y explotación minera. Desde el punto de vista social, los beneficios para la gente son mínimos. Apenas consisten como le he mencionado, en algunos empleos temporales, que no compensan los posibles efectos dañinos para la salud y el bienestar de la gente de aquellas comunidades de hecho muy pobres. En términos medioambientales, no se ha dado un verdadero cumplimiento a la Ley de Medio Ambiente, pues se han otorgado permisos sin un verdadero estudio de impacto ambiental. La contaminación llegará a los mantos acuíferos y a los ríos de la zona que se encuentran a pocos kilómetros, y por lo tanto, acabará con la actual ganadería sana de la zona y con la agricultura cuyo sector se orienta mayormente a la producción de alimentos básicos. Por otra parte, dejarán las tierras revueltas, expuestas a la erosión y con grandes cavernas que podrán caer fácilmente con tanto temblor en una zona tan sísmica como es El Salvador. En un país tan densamente poblado, en donde la explotación minera estará a corta distancia de las casas de los pobladores, no es viable ni sustentable una industria minera, pues los efectos serán directos contra la población que no tiene acceso a servicios adecuados de salud.
Cese del apoyo por parte de las autoridades locales a las empresas mineras. Los alcaldes y funcionarios locales del gobierno, deben dejar de recibir dádivas de las mineras, como condición para que les brindes protección en sus operaciones mercantiles. Pues esa acción de parte de las mineras, constituye una especie de soborno para comprar voluntades y conseguir el apoyo frente a la población de toda la zona, que en buena parte se opone a este tipo de industria destructora del medio ambiente.

Y en cuanto a la respuesta de la población a la caminata, alguien señalaba que marcharon pocas personas de la ciudad de Sensuntepeque, ¿considera que faltó apoyo de los residentes del Departamento y de ser así, cómo explica la poca participación de la gente local, será por razones políticas?
Le puedo asegurar que el domingo 24, ví a mucha gente que yo conozco, caminando y me consta que son del Departamento. En una consulta seria con personas de las organizaciones responsables del evento, se llegó a la conclusión que es cierto que hubo algunas personas de San Ildefonso y un cantón cercano a Santa Clara que pertenecen a San Vicente, pero eso es explicable pues por esos municipios vecinos a Cabañas, pasa el Río Titihuapa; y fue voluntad de ellos participar, pues saben que ese río, será uno de los más afectados con la explotación minera.
Sin embargo, también le puedo comentar, que en Sensuntepeque y en todo el Departamento de Cabañas, la población por tradición, apoya al partido de turno que dirige al Ejecutivo. En las últimas elecciones municipales y de diputados, de 9 municipalidades, seis que son las más grandes, son gobernadas por el Partido ARENA; dos fueron ganadas por el FMLN y una por el PCN. De este dato Ud, puede concluir que la gente es muy conservadora.
ARENA, tiene su base sobre todo en el campo, es decir en los cantones y caseríos. En cada comunidad, varias de las asociaciones comunales (ADESCO), son conformadas por los líderes que en algunos casos reciben pago por trabajar por el partido, especialmente en tiempo de campaña política. Pero como la modalidad del partido es estar siempre en campaña, mantienen a esas bases activas y las motivan con repartos de pequeñas cosas con fondos del presupuesto nacional, como reparto de sacos de abono, de semillas mejoradas, medicamentos, etc. Además les inculcan ideas propias de la guerra fría, como: la necesidad de atacar a los “comunistas” que ubican en el principal partido de izquierda y en organizaciones sociales que demuestran mayor solidaridad con algunas comunidades.
En las ciudades la gente de por sí es muy apática y por tradición, prefieren no “meterse en problemas” pues eso puede traerles dificultades para encontrar un empleo en el gobierno, si son maestros, enfermeras o secretarias. Se han visto casos de personas despedidas o amenazadas al despido, si militan en partidos contrarios. Por otra parte, los comerciantes, temen no vender sus productos si se “meten en política”, es decir en un partido de verdadera oposición.
Por otra parte, instituciones como las Iglesias, han mantenido una posición espiritualista y en la que se alimenta el fervor religioso con procesiones, misas solemnes con pólvora, y sobre todo, con predicaciones con una base teológica muy desconectada de la realidad social. Recientemente, ha habido destituciones de sacerdotes católicos que fueron denunciados por las autoridades locales ante el Obispo, de predicar contra la línea tradicional de la diócesis y han sido destituidos y tienen prohibido ejercer su ministerio. Estos sacerdotes, ahora o dan algunas clases o venden algunas cositas para subsistir. La gente de Cabañas, sabe a quienes me refiero.
En cuanto al papel de la escuela, los maestros son controlados por los directores escolares y supervisores que son gente del partido de gobierno. Y aquellos maestros que inculquen una enseñanza crítica a los estudiantes, son segregados, aislados o se les crean situaciones conflictivas con los padres de familia. Y en el caso de las familias, al formar parte los padres de una estructura tan cerrada a nivel ideológico, los niños y adolescentes, generalmente siguen su misma línea de comportamiento.

Por qué cree que el Alcalde y el Concejo Municipal les negó el permiso para utilizar el parque central, para el acto de cierre de la caminata?
Considero que las autoridades no han logrado una madurez democrática y por lo tanto, consideran a las organizaciones locales que no están con ARENA, como sus enemigos políticos. En este caso, creyeron que sólo iba a desfilar la gente que ellos asocian directamente con el FMLN. Sin embargo, se equivocaron porque muchas personas no identificadas y que no militan en ese partido político estuvieron presentes, es más, hasta personas del partido ARENA participaron en la caminata. El no haber dispuesto del kiosco del parque para el acto de cierre puso en dificultades a los organizadores, que tuvieron que improvisar un estrado desde un camión. Además implicó no contar con energía eléctrica para el sonido. En el fondo la intención del Concejo y del Partido, era tal vez, sentar precedentes para que la gente no proteste y más bien minimizar un esfuerzo de tal magnitud como esta caminata. Sin embargo, ante la población ellos quedaron muy mal, pues más que apoyar su actitud han recibido un claro repudio de gran parte de la población.

Y en cuanto a su participación, lo ví un poco eufórico cuando se dirigió al público al cierre de la caminata, ¿es esa su manera normal de hablar?
Las personas que me conocen saben que soy bastante tranquilo y respetuoso con las personas que ocupan cargos públicos, pues son representantes del pueblo. Sin embargo, siento que reaccioné de manera un poco fuerte, con el ánimo de que las autoridades tomen en serio este problema. Mi trayectoria ha sido de una entrega personal de lucha por la mejoría de las condiciones de nuestra gente en Cabañas. No me dedico a la política partidaria. Sin embargo, cuando con el correr de los años y los meses, compruebo que las autoridades en vez de actuar en beneficio del conglomerado, se inclinan por responder a intereses particulares lesivos, no puedo menos que indignarme y expresar lo que siento. Así que puede interpretar mis palabras y mi tono de voz, como cuando se está en una situación de emergencia y se hace necesario hacerse oír de manera un poco fuerte. Prefiero hablar y gritar ahora si es necesario, planteando los problemas que se avecinan, antes que sea demasiado tarde y que se puedan dar confrontaciones mayores entre la minera y el gobierno local y nacional por un lado, y la población afectada por el otro lado.

¿Considera que existe un ambiente de confrontación a nivel local?
Totalmente. La actitud del gobierno central, como son el Ministerio de Medio Ambiente y Economía y el apoyo de los gobiernos municipales a las empresas extranjeras, demuestra un menosprecio por la gente humilde del campo de la que sólo les interesa los votos en tiempos de campaña. La minería, está creando mucha división a nivel de las propias comunidades y aún entre familias, cosa que antes no existía. Imagínese Ud. como se pueda sentir un campesino cuando entra la empresa con prepotencia, a meter barrenos o aparatos de perforación en su propiedad, como “Juan por su casa”. Y peor aún, si le acompañan autoridades como un alcalde, o miembros de la policía nacional o soldados armados. Yo considero que esto de paso, es un irrespeto al derecho de propiedad de la que tanto alardean los miembros del partido de gobierno. Por eso ha habido enfrentamientos de dueños de propiedades con los trabajadores de la empresa minera y con autoridades que privilegian apoyar al poder económico en detrimento de los intereses de los propietarios, que en su mayoría son gente humilde y campesina. Es más le puedo contar, que está preso un joven de una comunidad que opuso resistencia, por defender su propiedad. Y yo me pongo de parte de la gente humilde, que se siente agredida y que sabe que le envenenarán su tierra, su agua, sus animales y toda la flora circundante.

¿Entonces considera Ud. que la caminata o marcha verde, va a contribuir a que la gente se vaya comportando casi en forma contraria a lo que hacen y dicen las autoridades locales?
Pues vea, la gente está abriendo los ojos, los oídos y la mente. Es la gente afectada y los ciudadanos conscientes los que podemos convencer a los mineros que en El Salvador no existen las condiciones para la explotación minera, por nuestra estrechez territorial. Pero eso no basta, las autoridades también tienen que hacerlo. La Empresa Pacif Rim tiene anuncios permanentes de radio a nivel nacional y en una radio local, y continuamente paga carros anunciadores en los pueblos de Cabañas, hablando de lo positivo de la minería.
Yo considero que lo importante es que acciones como la caminata verde y toda la etapa previa de concientización, han contribuido a que la gente de Cabañas comience a cambiar su manera de pensar. Le puedo decir que gente que fueron directivos del partido ARENA en la pasada administración, se unieron a la caminata. Y vimos caminar a personas de la tercera edad, que sólo habían participado en procesiones, pero nunca en una marcha cívica.
Un colega encontró a un médico que fue miembro del Concejo Municipal anterior de ARENA, que llegó al punto de reunión para iniciar la caminata y le pregunto: ¿Y Ud. por qué viene a participar en esta actividad, si antes no ha andado en este tipo de acciones? Y el médico le contestó: Vengo a participar, porque no pienso irme de Sensuntepeque y aquí quiero vivir toda mi vida, junto a mi familia. En otras palabras, estaba diciendo que no quiere morir, él y su grupo familiar por efectos de la contaminación que genera la extracción minera.

¿Se puede afirmar que el trabajo de las asociaciones progresistas ha concluido con esa Caminata? Y si no ese el caso, ¿con qué tipo de acciones piensan continuar?

Yo esperaría que la manifestación que fue bien ordenada y pacífica haga de verdad reaccionar al gobierno local y nacional y también a la empresa minera. Que se escuche la voz del pueblo y se hagan los cambios que se solicitan. Pertenezco a una asociación en la que no somos dados a organizar protestas en las calles y quisiéramos ocupar más nuestro tiempo en apoyar a la gente, implementando proyectos de desarrollo en Cabañas.
No puedo hablar por otras asociaciones, que tienen su propia agenda de trabajo.

Qué espera de los partidos políticos, respecto a la minería, especialmente del FMLN?

Debo manifestarle que el tema de “No a la minería metálica” pareciera que no está en la agenda de los partidos políticos, incluyendo al Frente. Pero nuestro mensaje también se ha dirigido a ellos, cuando solicitamos que se cambie la ley de minería vigente. Ojalá que se deje a un lado la confrontación política y se legisle en función de lo que la gente de la zona norte considera de importancia vital, como es la contaminación que deja la extracción minera. Ya los Obispos de El Salvador, lo ha expresado con toda claridad y yo hago mío lo que en tal comunicado se expresa y cito una frase: … “al estar en peligro la vida del ser humano, aunque se pueden obtener algunos beneficios económicos, no debe permitirse la explotación minera de metales precios en El Salvador”… Entonces hago un llamado a los diputados, alcaldes de todas las fracciones políticas y al Órgano Ejecutivo, para que actúen en consecuencia.

Por último, ¿cuál es su llamado a la población de Cabañas y de El Salvador, sobre la extracción minera?

Desde mi posición de luchador social independiente y como ciudadano consciente que quiere lo mejor para el Departamento de Cabañas, llamo de nuevo a toda la población a que nos unamos en el ideal de seguir construyendo una mayor democracia y participación, por los procesos de cambio de manera cívica y nunca violenta. Y sobre el tema de la minería, que continuemos presionando a las autoridades para que se tomen las decisiones sobre la minería, primero en beneficio del pueblo y de las comunidades; y no sólo a favor de las grandes corporaciones que vienen a llevarse nuestra riqueza a cambio de nimiedades que no compensan la destrucción ecológica y el deterioro irreversible de nuestros recursos naturales.
Para terminar, quiero agradecer a tanta gente que vive en El Salvador y en el extranjero, que nos ayudó para que la “caminata verde” fuera un éxito; y mi reconocimiento especial a todas aquellas personas que marcharon con la frente en alto, dando muestras de una verdadera participación ciudadana y de un ejemplar comportamiento cívico y solidario.