LA
MODERNIDAD NOS ATRAPA Y MASIFICA
Vivimos
en un mundo mecanizado o si queremos, robotizado, a pesar de que el nuestro, es
un país relativamente atrasado. En buena medida, la mayoría de personas ha
perdido el contacto con la naturaleza y la capacidad de asombrarse ante las
cosas bellas.
Lejos
parecen haber quedado, aquellos sentimientos de los poetas costumbristas ante las
primeras luces de un amanecer, en un día soleado o frente a los celajes del
crepúsculo; ante los diversos cantos de los pájaros; ante un cielo tachonado de
estrellas; ante el rugir del viento y el vaivén de las hojas y de las ramas, en
el bosque; ante el paso incesante y bullicioso de las aguas cristalinas de un
manantial; ante la magnificencia de los
volcanes; ante la inmensidad del mar y sus inquietas olas, etc.
Es
cierto que el avance de la modernidad y el desarrollo de la técnica han contribuido
a la solución de muchos problemas, al confort y a veces a la vida fácil; pero
también ha ocasionado nuevos problemas como la contaminación ambiental y la
destrucción de la naturaleza. Sobre esto último, es entendible la reacción, por
parte de gente muy sensata, que protesta y se rebela ante un mundo cada vez más
artificial; que pierde cada día la humanidad y la solidaridad; y que no valora la
paz y la tranquilidad.
Muchos
niños y jóvenes ignoran por completo y no pueden comprender, las penurias de
otros tiempos y el ingenio de nuestros ancestros para hacerle frente a las necesidades de la
vida, al contar entonces con tan escasos recursos técnicos. Sólo pensemos en
sus herramientas de labranza, en sus medios de transporte, en sus enseres
domésticos y en su manera de comunicarse.
Las
nuevas generaciones se han encontrado con una serie de artefactos que forman
parte de la vida diaria y que no existían hace apenas treinta años. Sin
embargo, ellas dan por supuesto que todos esos medios han existido siempre,
como parte natural de la vida.
Por
contar con tantas facilidades, un buen porcentaje de los jóvenes de hoy, se han
vuelto muy cómodos y haraganes. Esto lo he escuchado a varios padres de familia
y yo mismo lo he constatado.
En
el ámbito universitario se siente la mediocridad y el bajo impulso para
investigar, para leer, para profundizar más sobre los temas de estudio, a pesar
de contar ahora con tantas facilidades como internet y la informática.
Hoy
no falta hasta en el hogar más humilde, no uno sino varios teléfonos móviles o
celulares que ya no cumplen como antes, la función del mensaje urgente y
necesario, sino como decimos los salvadoreños, sirven para el chambre y el
güiri, güiri.
La
televisión por cable se encuentra hasta en el más recóndito cantón y es el
medio usual para ver programas enlatados de todo tipo y de toda procedencia.
Una
computadora está al alcance de casi todos los hogares de clase media baja y los
ciber-café están disponibles a bajo
costo, hasta en los pueblos más remotos.
La
posibilidad de oír todo tipo de música y de ver la última película en c d
(disco compacto) al costo de un dólar, gracias a la piratería, es una realidad
hasta en el área rural.
Todo
ese cambio tecnológico y la incidencia del desarrollo de los medios de
comunicación, especialmente de la televisión y de la telefonía celular, hacen
que nuestros niños y jóvenes pasen largas horas disfrutando de manifestaciones tan
extrañas para la mayoría de los adultos como la música de rock, el reggaeton y
diversidad de mensajes frívolos y cursis.
En
nuestras ciudades y pueblos, con el acceso a sitios en internet, como Facebook,
Twiter, You Tube y otros, los niños y jóvenes viven en un mundo totalmente
novedoso y a la vez, irreal y ficticio.
Pero
la fiebre no sólo ha tocado a niños y jóvenes. Sé de profesionales y hasta de renombrados
religiosos que pasan largas horas chateando y visitando diversidad de sitios en
el ciberespacio, algunos hasta de dudosa reputación.
Pero
no todo es negativo, continuamente se difunden en la red, cantidad de mensajes
positivos en el orden de la justicia, de la cultura, de las ciencias, del medio
ambiente y de las ideas por un mundo mejor.
El
mismo Vaticano ha contratado los servicios de You Tube, para trasladar sus
mensajes. Ver sitio http://www.youtube.com/user/vaticanes
Las
denominadas redes sociales son un fenómeno reciente que está transformando el
mundo también en el campo político. Gracias a estos medios, en años recientes
hubo manifestaciones multitudinarias en Europa, en protesta por: decisiones
políticas desacertadas, atentados terroristas, leyes y acciones anti
emigrantes, visitas o reuniones de gobernantes no gratos, etc. Y últimamente, son
utilizados en el Medio Oriente y en otros países asiáticos y africanos, para
posibilitar la caída de gobiernos autoritarios y la demanda de cambios
políticos, económicos y sociales de fondo.
Los
avances tecnológicos no son negativos per se, todo depende del uso que se haga
de ellos. Para el caso, si en la máquina del tiempo pudiéramos regresar treinta
años atrás, no pudiéramos intercambiar opiniones como lo estamos haciendo hoy a
través de este blog.
CON UN DÍA DE SOL
Con un día de sol
nos vuelve la esperanza
tras las noches de
insomnio,
de raras pesadillas,
de sombras y de dudas.
Con un día de sol
se deshacen las nieblas;
se despeja el sendero;
y asoman las huellas
de los viejos caminos.
Con un día de sol
aparecen de nuevo,
la energía perdida
y el ánimo resuelto
para vivir la vida.
Con un día de sol
son más claros también,
el verde en la pradera
y el blanco de la ermita
perdida entre los cerros.
Con un día de sol
se ve más nítido el río
cuando se pinta de plata,
mientras bordea los montes
y se pierde en las
barrancas.
Con un día de sol
son más lindas las flores
y más agudas las notas
de los negros pijuyos
y de los clarineros.
Con un día de sol
afloran los recuerdos
de los tiempos pasados
y nos brota con fuerza
el amor en el alma.
Ramiro Velasco, marzo de 2011
Ramiro Velasco, marzo de 2011
LAS
HABILIDADES Y DESTREZAS DE NUESTROS CAMPESINOS
En
los años cincuenta y sesenta del siglo recién pasado, los campesinos salvadoreños
eran tratados con mucho desprecio
por los citadinos.
Los
niños y los jóvenes de la ciudad, siguiendo el patrón de conducta de sus
padres, hablaban muy despectivamente de la
gente del campo y la ridiculizaban en forma hasta grosera. Y es que los hombres
y mujeres de la campiña para aquella época, eran bastante distintos a los de la
ciudad por sus costumbres, su vestido y por su manera de hablar. Debido a tal
segregación, muchas personas de origen campesino, negaban por lo general su
procedencia.
Sin
embargo, conforme los avances de la modernidad, especialmente las escuelas y
otros medios fueron llegando al campo, aquella gente fue rápidamente copiando los
estilos de vida de la ciudad y las diferencias se han venido achicando, al
grado que como lo señalé en un escrito anterior, en pueblos medianos del
interior del país muchas familias campesinas radicadas allí, han llegado a dar
gran impulso económico y cultural a
tales pueblos.
En
mi experiencia personal y en la de muchas otras personas, puedo asegurar, que
he conocido a muchos niños y niñas campesinos que tuvieron que trasladarse a la
ciudad por diversas circunstancias y al estar en la escuela urbana, mostraron niveles
de inteligencia superiores a los de la ciudad.
Mi
argumento es que los campesinos tienen más habilidades, especialmente motoras que la gente de la ciudad. Ellos han
desarrollado desde pequeños, sus capacidades mediante el método de ver, oír,
imitar, ensayar y hacer. Sus mejores referentes, contrario a lo que sucede en
la ciudad, son los padres, los hermanos
y los amigos. En la ciudad por el contrario, los referentes del aprendizaje son
los maestros o los entrenadores.
Un
campesino o campesina nunca dice no puedo, al contrario con humildad dice: “yo
creo que lo puedo hacer”. La persona de la ciudad, por el contrario ante un
reto nuevo por lo general, dice, “no lo puedo hacer”, “creo que no necesito
hacerlo”, “voy a pensar si lo hago”.
Una
persona del campo tiene mayor capacidad para vencer obstáculos, debido
justamente a que no posee equipos ni materiales técnicos, sino su propia
inventiva y sus escasas y rudimentarias herramientas.
Por
ejemplo, una campesina puede llevar en la cabeza por largo tiempo, un canasto u
otro enser doméstico con un peso de varias arrobas y al mismo tiempo llevar a
su bebé en los brazos; puede montar a caballo largas distancias, sentada de
lado en la montura. Camina, corre y
salta por veredas y sube las alturas, como algo tan natural que es capaz de
ganar una carrera a cualquiera de las atletas de la ciudad. Grita y silba de
una manera enérgica y siguiendo una técnica muy especial.
Y
un hombre campesino puede labrar la madera en forma delicada utilizando un machete o un corvo, sin haber recibido clases
de carpintería. Sube a los árboles elevados con tanta presteza como los
primates, sin haber recibido clases. Sabe nadar, sin haber asistido a cursos de
natación y se lanza desde pequeño al
río, al lago o al mar, bien por necesidad o por su propio impulso. Levanta
cosas pesadas, poniendo en práctica esa técnica natural que permite no doblarse
la columna. Monta a caballo con presteza, como se observa en las famosas carreras
de cinta. Laza vacas y terneros, utilizando la técnica del campista y tiene una
habilidad innata para montar los toros, como se demuestra en los rodeos. Caza
con facilidad e ingenio todo tipo de animales, como garrobos y cusucos. Mantiene
una puntería excepcional con la hondilla
y con las armas de fuego, como lo
demuestran los cazadores furtivos y la mayoría de soldados que proceden del
campo. Canta y toca instrumentos de cuerda,
imitando a los amigos o familiares. Juega al fútbol, tan fresco, después de
realizar la fuerte tarea diaria y de caminar largas distancias.
Muchas
de las actividades anteriores, pueden ser desarrolladas por las personas de la
ciudad, sometiéndose a cursos o prácticas especiales y otras definitivamente,
nunca las podrán llevar a cabo.
Los
niños y niñas del campo trabajan de sol
a sol junto a los adultos. Ese factor, más la pobre alimentación, la distancia
a las escuelas, la falta de infraestructura escolar y la menor permanencia de
los maestros en el aula, les coloca en desventaja en su rendimiento escolar.
Pero el día en que la escuela integral, los avances científicos y las mejores
condiciones de vida lleguen al campo, los niveles educativos y de otros logros,
serán tan buenos o quizás mejores que los urbanos. Entonces la población rural
demostrará plenamente sus capacidades.
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NOTA: POR FAVOR, CONTESTE LA
PREGUNTA QUE SE FORMULA A CONTINUACIÓN. SU OPINIÓN ES MUY IMPORTANTE. GRACIAS.
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