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Soy profesor universitario. Trabajo por el desarrollo de Cabañas, un departamento de El Salvador, muy bello, pero también donde hay mucha pobreza, especialmente en lo educativo y cultural. Soy planificador educativo y trabajé por muchos años como director y coordinador de proyectos sociales. Me considero una persona con una visión amplia que trata de valorar lo positivo de cada quien.

martes, 24 de diciembre de 2019

FELICES FIESTAS DE NAVIDAD Y AÑO NUEVO 2020






En estas fechas que para los salvadoreños tienen un enorme significado y que son la oportunidad para que nos reunamos en familia y celebremos por un año que  termina y otro que viene lleno de sorpresas, les dejo la fotografía de nuestro sencillo y tradicional nacimiento, hecho con muñecos de Ilobasco y un  poema que escribí y publiqué en mi blog, en enero del año 2011 y que creo tiene plena vigencia hoy en día.
DESEO PARA TODOS Y EN TODAS PARTES, MUCHAS FELICIDADES EN ESTAS FIESTAS Y UN AÑO NUEVO, REPLETO DE SATISFACCIONES Y REALIZACIONES PERSONALES.














BRINDIS POR UN AÑO MEJOR

Desde el amplio y duro sofá
hecho por la naturaleza
con ceniza cristalizada
y piedra volcánica,
levanto mi guacal de shuco
y a los cuatro vientos,
brindo por un Año Nuevo:
sin pólvora prohibida
y sin niños quemados;
sin maras irracionales
y sin traficantes de ilícitos;
sin hospitales faltos
de equipos, de medicinas
y con enfermos graves
desatendidos.
Sin escuelas destartaladas
y maestros irresponsables;
sin niños y niñas de la calle
que limpian vidrios,
que piden una cora
o que trabajan como adultos;
sin mendigos mayores
que imploran un limosna,
y sin muchachos  huele pega
hechos una piltrafa;
sin jóvenes frustrados
por no tener un trabajo digno
y posibilidades de más estudio.
Sin hombres y mujeres
excluidos por el sistema,
cuya  única alternativa
es  salir mojados hacia el norte.
Sin chicas lanzadas a los
burdeles y  a la vida loca
que han perdido la  esperanza;
sin empresarios prepotentes,
corroídos por la ideología
y que no invierten su capital
en función social;
sin pastores engreídos
mercaderes de la palabra
y sin curas hipócritas
abusadores de menores;
sin líderes  “revolucionarios”
que se adueñaron del poder
y no lo soltarán jamás
mientras exista la partidocracia.
Sin políticos reaccionarios
que viven de la cosa pública
a costa de la ignorancia del pueblo.
Sin jueces vendidos al mejor postor
y sin cárceles abarrotadas
de angelitos perversos;
sin gente acostumbrada
a la cifra diaria de homicidios
y a la miseria de tantas familias;
sin un ambiente al que le falta
amor, compasión y justicia.
Brindo, señoras y señores,
por un año nuevo distinto,
y porque la sociedad salvadoreña
pueda ser algún día,
transformada de verdad.

Ramiro Velasco. Enero 2011.