En estas fechas que para los salvadoreños tienen
un enorme significado y que son la oportunidad para que nos reunamos en familia
y celebremos por un año que termina y
otro que viene lleno de sorpresas, les dejo la fotografía de nuestro sencillo y tradicional nacimiento, hecho con muñecos de Ilobasco y un poema que escribí y
publiqué en mi blog, en enero del año 2011 y que creo tiene plena vigencia hoy en
día.
DESEO PARA
TODOS Y EN TODAS PARTES, MUCHAS FELICIDADES EN ESTAS FIESTAS Y UN AÑO NUEVO,
REPLETO DE SATISFACCIONES Y REALIZACIONES PERSONALES.
BRINDIS POR UN AÑO MEJOR
Desde el amplio y duro sofá
hecho por la naturaleza
con ceniza cristalizada
y piedra volcánica,
levanto mi guacal de shuco
y a los cuatro vientos,
brindo por un Año Nuevo:
sin pólvora prohibida
y sin niños quemados;
sin maras irracionales
y sin traficantes de ilícitos;
sin hospitales faltos
de equipos, de medicinas
y con enfermos graves
desatendidos.
Sin escuelas destartaladas
y maestros irresponsables;
sin niños y niñas de la calle
que limpian vidrios,
que piden una cora
o que trabajan como adultos;
sin mendigos mayores
que imploran un limosna,
y sin muchachos huele pega
hechos una piltrafa;
sin jóvenes frustrados
por no tener un trabajo digno
y posibilidades de más estudio.
Sin hombres y mujeres
excluidos por el sistema,
cuya única alternativa
es salir mojados hacia el norte.
Sin chicas lanzadas a los
burdeles y a la vida loca
que han perdido la esperanza;
sin empresarios prepotentes,
corroídos por la ideología
y que no invierten su capital
en función social;
sin pastores engreídos
mercaderes de la palabra
y sin curas hipócritas
abusadores de menores;
sin líderes “revolucionarios”
que se adueñaron del poder
y no lo soltarán jamás
mientras exista la partidocracia.
Sin políticos reaccionarios
que viven de la cosa pública
a costa de la ignorancia del pueblo.
Sin jueces vendidos al mejor postor
y sin cárceles abarrotadas
de angelitos perversos;
sin gente acostumbrada
a la cifra diaria de homicidios
y a la miseria de tantas familias;
sin un ambiente al que le falta
amor, compasión y justicia.
Brindo, señoras y señores,
por un año nuevo distinto,
y porque la sociedad salvadoreña
pueda ser algún día,
transformada de verdad.
Ramiro
Velasco. Enero 2011.
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