IGLESIAS DE SANTA ANA, EL SALVADOR
NUESTRO
MUNDILLO POLÍTICO
LA CAMPAÑA ELECTORAL ARRECIA EN EL SALVADOR
Aunque las elecciones presidenciales se
llevarán a cabo el 2 de febrero de 2014, la campaña electoral por la
Presidencia se inició desde hace muchos meses, sin la autorización del Tribunal
Supremo Electoral, como ha sido la práctica en los últimos decenios, mediante declaraciones
y actos previos sobre las candidaturas por parte de los partidos mayoritarios.
El 30 de septiembre de 2012, el Partido
ARENA fue el primero en salir a la palestra para proclamar como candidato oficial
a la Presidencia al Dr. Norman Quijano, actual Alcalde de San Salvador.
El 11 de noviembre de 2012, el FMLN hizo la
proclamación formal de su candidato Salvador Sánchez Cerén quien es
Vicepresidente de la República.
El Ex Presidente Elías Antonio Saca, se
proclamó candidato el pasado 25 de febrero
de 2013, con representantes de lo que él denomina Movimiento de Unidad y
la coalición de los partidos GANA, CN y PES.
El recién constituido Partido Progresista
Salvadoreño, dirigido por ex militares, también ha expresado que participará en
las elecciones con su candidato, el Teniente Coronel en retiro René Rodríguez
Hurtado.
El común denominador de las declaraciones
de los candidatos, tanto de ARENA como del FMLN, así como de sus cúpulas
partidarias, ha sido de ataques recíprocos, reviviendo la vieja polarización
existente entre ellos.
Sin embargo, al aparecer en el escenario
político la figura de Antonio Saca, las críticas de ARENA también se han
dirigido a éste, pues seguramente en la pesca de votos, este reconocido
político obtendrá apoyo importante de muchos ex militantes del partido
tricolor. Por parte del FMLN, también se han hecho críticas aunque menores contra
el Ex Presidente, pues no deja de representar una amenaza en la competencia
electoral.
Con la llegada de Saca, es indudable que
la tradicional polarización FMLN-ARENA
tendrá que atenuarse, poniendo menos tensión, especialmente en el
electorado conformado por los llamados “votantes indecisos” mayormente
vinculados a la clase media y a un nuevo estrato electoral constituido por jóvenes
menores de treinta años, que tienen una expectativa diferente a la tradición
electoral que se vivió de los años 1980 a 2010.
A nivel de las preferencias electorales,
según datos de las casas encuestadoras, al mes de febrero pasado, el FMLN presentaba una ventaja de 10 puntos
sobre ARENA, probablemente debido a la reciente inclusión del Señor Oscar
Ortíz, actual Alcalde de Santa Tecla, como candidato a la Vice Presidencia por
parte de aquel partido.
Habrá que esperar los resultados de
próximas encuestas, después de que ARENA ha incluido en su fórmula, como
candidato a la Vicepresidencia al Dr. René Portillo Cuadra y ha aparecido en la
competencia, el Señor Antonio Saca.
En cuanto a los recursos para la campaña,
los partidos FMLN y ARENA dan muestras de contar con abundante dinero, para
continuar intensificando la campaña por un año más. Y a tal derroche de fondos,
se une ahora el Señor Antonio Saca que está dispuesto también a echar la casa
por la ventana, con tal de obtener un triunfo, si no en la primera, en la
segunda vuelta.
Con el aparecimiento de Saca, ha surgido
el tema del debate presidencial que ha sido apoyado de manera especial por un
magistrado del Tribunal Supremo Electoral y que pudiera aparecer como
obligatorio y coordinado por el ente rector de los procesos electorales. Este
tema, probablemente forma parte de la estrategia de campaña de Antonio Saca que
se siente con mayores fortalezas frente al resto de candidatos para hacer un
mejor papel frente a los medios de comunicación.
En resumen, se puede decir que el
escenario electoral salvadoreño al menos da visos de una mayor diversificación
entre los representantes de las distintas fuerzas en campaña y de una
competencia más cerrada entre los contendientes.
Lo que sí parece estar claro, es que el
presente ambiente electoral es bastante distinto al de otros eventos
electorales, especialmente porque cuenta con una ciudadanía más informada y
exigente que reclama una campaña civilizada, libre de insultos y de atropellos
entre los partidarios de cada instituto político.
UNA ESTRELLA SE
OCULTA EN EL FIRMAMENTO DE LA IGLESIA CATÓLICA
La renuncia al papado por parte de Benedicto XVI ha
causado conmoción en el mundo entero, no sólo entre los católicos, sino entre
aquellas personas que reconocen los valores como la honestidad, la humildad y
la decencia.
En nuestro mundillo social y político salvadoreño
muchas veces se ha tratado el tema de los valores y existe la tendencia a decir
que los valores existen cada vez menos en la sociedad y que debe volverse a las
clases de urbanidad y cívica que se impartían antes de la Reforma Educativa de
1968. Pero pasamos por alto el testimonio de personas que viven de verdad los
valores humanos y si queremos cristianos, a quienes debemos imitar para lograr una
sociedad y un mundo de convivencia pacífica.
El Papa Benedicto, con sus limitaciones como persona
humana ha dado un salto de calidad al aceptar que por su edad y por sus
dolencias no se sentía capaz de seguir al frente de la Iglesia Católica, cuando
ha sido tradición que los pontífices de Roma terminaran su mandato hasta el día
de su muerte.
El día en que el Cardenal Joseph Ratzinger fue electo
papa, el 19 de abril de 2005, muchos católicos entre ellos el que escribe, nos sentimos un poco frustrados. Después de
haber conocido a Juan Pablo II, con su gran carisma, calidad humana, elevada
capacidad y espíritu misionero, recibíamos la noticia que un frío alemán y de
la línea conservadora de la Iglesia, ocupaba la silla de Pedro.
Qué equivocados estábamos. El nuevo Papa adoptó el
nombre de Benedicto, seguramente para seguir el ejemplo de San Benito y de Benedicto
XV (1854- 1922); este último, un gran diplomático al que le tocó afrontar la
Primera Guerra Mundial, en la que declaró la imparcialidad y neutralidad total
de la Iglesia y se convirtió en apóstol de la paz y de la reconciliación; y
que, terminada la guerra, intercedió por los alemanes para que los Aliados
desistiesen de su cruel bloqueo y puso a disposición la ayuda solidaria de la
Iglesia frente a tantos necesitados, víctimas de la conflagración mundial.
Benedicto XVI ha podido ser objeto de críticas por su
posición tradicional y ortodoxa a nivel teológico y pastoral y tal vez por su
limitada capacidad para efectuar un saneamiento dentro de la Curia Romana en
cuanto a las intrigas y manejos un tanto oscuros en el campo financiero, y en la Iglesia en general, frente a muchos clérigos pederastas, pero no puede ser acusado de falta de rectitud y
de entrega a su ministerio.
Benedicto, es además un hombre de una gran capacidad
intelectual y de una humildad excepcional.
Contrario a lo que ocurre normalmente con los líderes
políticos del mundo, Benedicto XVI se identificó con la búsqueda del bien para la humanidad y para
la Iglesia Católica.
Y con el hecho de renunciar a su elevada investidura y
abrir la posibilidad para que el ministerio del pontificado no se considere de
manera vitalicia de hoy en adelante, se muestra al mundo como un hombre
honrado, consciente y valiente.
¿Cómo puede compararse el Papa con líderes políticos de
nuestro hemisferio, que han dado vuelta a las leyes constitucionales para ser
reelectos varias veces y que se aferran al poder creyéndose los indispensables?.
Benedicto XVI será de hoy en adelante, el Papa Emérito
es decir, que se retira del ministerio pero que no abdica a su vocación de
servicio y de entrega a la Iglesia.
Desde su claustro, estará unido a los católicos del
mundo mediante su oración y su vida silenciosa
como testimonio de que los principios cuando se viven de verdad se
llevan hasta la tumba.
En el firmamento de la Iglesia se oculta una estrella,
pero su luz no se extingue, y nos seguirá irradiando por siempre.
Gracias, Benedicto por tu sinceridad, humildad y
rectitud.
LOS SANTOS
FUERON PERSONAS ESPECIALES
La Iglesia Católica proclama santo o santa a una persona que llevó una
vida ejemplar y demostró con sus hechos y sus palabras, una entrega total a los
postulados cristianos.
Contrario a otras denominaciones religiosas, la Iglesia Católica rinde
veneración a esas personas que fueron modelo de virtudes o entregaron su vida
en el martirio y las coloca como un ejemplo
a seguir.
Hay toda una discusión entre las denominaciones cristianas sobre quiénes
son santos; y algunas se aferran al sentido literal de textos bíblicos como las
cartas de Pablo en las que se les denomina “santos” a los creyentes o a los cristianos
recién bautizados.
Se puede decir que la Iglesia desde una perspectiva eminentemente
religiosa rinde homenaje a sus militantes que pasaron su vida haciendo el bien y
los coloca como intercesores ante Dios, al proclamarles santos mediante la
canonización.
La canonización se remonta a tiempos muy remotos en la historia del
Cristianismo. Debe decirse, que el proceso de canonización que conocemos hoy, se inició hasta muy entrada la era cristiana,
en el siglo X.
En los primeros siglos de la Iglesia, los cristianos elevaban a los
altares a las personas que consideraban santos y lo hacían por aclamación. Es
decir, que la idea de proclamar a alguien como santo o santa fue algo que
surgió del mismo pueblo y no como una imposición de la jerarquía eclesiástica.
Canonizar quiere decir poner en el canon (la lista) a los santos
reconocidos oficialmente.
Según algunas fuentes, fue hasta
el año 1,234, que el papado se reservó el derecho de canonización. Más
tarde en 1,588 se estableció la Congregación de los Ritos y después del
Vaticano Segundo, el Papa Pablo VI creó la Congregación para la Causa de los Santos
como responsable de llevar a cabo el proceso o causa de canonización. En la
congregación trabajan en la actualidad, unos treinta funcionarios y en los
procesos participan postuladores, consultores, historiadores y médicos.
El mayor número de beatificaciones y canonizaciones se llevó a cabo
durante el papado de Juan Pablo Segundo. En aquel período, fueron llevados a
los altares 1,353 beatos y 482 santos. Ver sitio:
Con el correr de los tiempos, la piedad popular elevó a los altares a
figuras que se perdían muchas veces en la leyenda; por eso después del Concilio
Vaticano Segundo en 1969, la Iglesia eliminó del calendario litúrgico a muchos
santos. La razón era que se sabía muy poco de sus vidas. Entre los que quedaron
fuera del calendario estaban, por ejemplo, Santa Bárbara, Santa Lucía, San
Valentín, Santa Eugenia, etc. Este hecho disgustó mucho a la feligresía, que en
muchos casos veneraba a alguno o alguna de éstos santos y santas en sus
parroquias. Al final, la Iglesia se pronunció indicando que los fieles podían
seguir rindiendo veneración a los santos destituidos.
La vida de los santos y sus maneras de rendir culto a Dios y hacer el
bien a los demás, se confunde muchas veces con la filosofía religiosa de la
época, pero también con los llamados signos de los tiempos. Pues se puede decir
que en cada siglo aparecieron hombres y mujeres que en muchos casos atendieron
de acuerdo a sus carismas, lo que ellos entendieron como llamado de Dios.
Así en la Edad Media, siguiendo una tendencia vinculada al estoicismo
y a la mística, aparecen los santos anacoretas o ermitaños que se retiraron a
desiertos y cavernas, huyendo del mundo para llevar una vida de oración,
penitencia y meditación en lo que se denominó el ascetismo. La mayoría de
anacoretas estaban vinculados a los monasterios y por supuesto a la Iglesia
católica local.
En el caso de los estilistas, aquellas personas vivieron en las cimas
de altas columnas, como San Simeón que pasó treinta y siete años en aquel sitio
tan estrecho, como parte de su sacrificio y vida de oración. Lo mismo hizo su
discípulo San Daniel. A este tipo de santos se les califica hoy día casi de
manera despectiva, como santos ingenuos.
Otra manifestación de santidad se dio en los místicos, que
experimentaron la presencia inmediata de lo sagrado (de Dios) en la meditación
y oración, llegando a situaciones de éxtasis o de señales especiales en su
cuerpo. Entre los místicos aparecen en primera línea Santa Teresa de Jesús, San
Juan de la Cruz, San Francisco de Asís, San Juan Bosco y San Pío de
Pietrelcina.
Otro rasgo importante de algunos santos fue su entrega en ayudar a los
más pobres, a los huérfanos, a los enfermos, etc. en actos de verdadera
obsesión y entrega sin límites. Esta es
tal vez una de las facetas más impresionantes de los santos en la Iglesia
Católica de todos los tiempos. La lista de tales héroes y heroínas es
interminable. Valga para el caso mencionar de manera rápida a: San Francisco de Asís (1108-1226), San
Jerónimo Emiliani (1486-1537), San Vicente de Paúl (1580-1660), San Juan Bosco
(1815-1888), Santa Teresa de Calcuta (1910- 1997). Cada uno de ellos tuvo una
vida admirable de entrega y ayuda a los más necesitados.
Otro de los casos más destacados, fue la vida del conocido como Padre
Damián, hoy San Damián que fue denominado el apóstol y patrón de los leprosos.
Este sacerdote de origen belga pidió ser enviado a la Isla Molokai, Hawai.
Después de atender a los leprosos en un ambiente deprimente que él transformó
en una comunidad de amor y de paz, contrajo la enfermedad y murió leproso en
1889.
Considero que este tipo de hombres y mujeres que pasaron haciendo el
bien toda su vida, merecen si no veneración como lo entiende la tradición
católica, al menos nuestro respeto y admiración.
POR
FAVOR, CONTESTE LA PREGUNTA QUE SE FORMULA A CONTINUACIÓN. SU OPINIÓN ES MUY
IMPORTANTE.