LAS FLORES DE NUESTROS CAMPOS
margarita cabañense
margaritas silvestres 1
margaritas silvestres 2
campanillas de potrero
margaritas camperas
campanillas monja blanca
florecillas campesinas
campanillas trepadoras
campanillas blancas
campanillas rosa
Atardecer en Victoria, Cabañas
TARDES DE VERANO
Los vientos,
antes de octubre
y hoy de noviembre,
con sus aires frescos,
alejaron por fin,
las gruesas nubes
cargadas de tanta lluvia.
Ahora, al entrar la tarde,
el cielo se pinta
con celajes tan caprichosos
y diferentes,
que abren paso a la imaginación
de los más sencillos
y sensibles.
Sólo ellos, parecen admirar
las montañas o lagos apacibles
que forman las nubes tenues
y los rayos descendentes,
al atardecer.
Sólo esas personas
parecen ubicar
en ese amplio lienzo
del espacio,
los rebaños de ovejas,
las efigies diversas
y tantas siluetas más,
que pronto serán borradas
con el rojizo intenso
con que se oculta el sol.
Y entrada la noche,
como para quedar
más anonadadas,
ante la inmensidad
del firmamento,
son ellas, como antítesis
a un mundo robotizado,
las que contemplan
extasiadas,
la diversidad de astros
y de estrellas
que se pierden en la lejanía,
en diminutos puntos
titilantes de luz.
Haría falta cambiar el alma
por el metal, por la inercia
o por el ruido de la máquina,
para no admirar tanta belleza
de los días y noches
de nuestros veranos.
Y para dejar de sorprenderse
durante el día,
con el verde de nuestros campos,
que aún cargados de humedad
y de abundantes cosechas,
nos invitan a levantar el ánimo,
a pesar de las pobrezas.
Por eso celebro
cuando llega noviembre.
Porque con él, la naturaleza
nos renueva el ánimo.
Porque acelera los corazones,
provocando que salga el ángel.
Que surjan nuevos idilios;
o que tal vez revivan,
con nostalgia
entre los recuerdos,
los amores tan queridos
de otros tiempos.
Ramiro Velasco, Noviembre de 2008
DERECHIZACIÓN DE LA IZQUIERDA E IZQUIERDISMO DE LA DERECHA
Las papeletas para las próximas elecciones en El Salvador, por cuestiones del azar, muestran las banderas del FMLN a la derecha y de ARENA a la izquierda. Este dato que parece trivial tiene una gran coincidencia con el movimiento pendular de ambos partidos políticos que se muestra con las actuaciones y declaraciones hechas en la coyuntura actual; y más específicamente, en lo relacionado a sus plataformas programáticas.
Los siguientes hechos parecen comprobar nuestra hipótesis. Veamos qué ha pasado con el FMLN: Después de las elecciones del 2004, con Shafick a la cabeza, los de la línea más dura de este Partido, mantuvieron siempre un discurso de cambio radical de sistema y de una confrontación irreconciliable con la derecha y con los de centro, éstos últimos tildados en expresión de ellos, como serviles y comprables.
Hasta hace un año todavía, el Frente se mostraba inflexible en temas como la desdolarización (vuelta al colón), la revisión del TLC con Estados Unidos, la No aprobación de más préstamos internacionales para pagar deuda; la No aprobación del Presupuesto nacional, si llevaba partidas para financiar nueva deuda; y el establecimiento de una reforma fiscal a fondo con dedicatoria para que los que tienen más, paguen más. De pronto, aquella posición de choque y de oposición férrea contra el Partido de Gobierno, parece haber cambiado como por arte de magia.
¿Qué sostienen ahora, estos señores, en el orden económico?
Desde su proclamación como Candidato Presidencial, Mauricio Funes ha declarado que el TLC no será revertido; que la dolarización sigue adelante, pues la cura puede ser peor que la enfermedad.
El Partido FMLN, ha mostrado de pronto, una gran apertura y acercamiento a puertas cerradas, con su principal contrincante, al grado de aprobar la renegociación de la deuda pública, por un monto de unos mil cincuenta millones de dólares. Y en algunos días se aprobará, sin mayores problemas, el presupuesto nacional que presente el Ejecutivo.
Y en cuanto al tema, antes inflexible, de una reforma tributaria, ahora lo propuesto es lograr un consenso con diferentes sectores, lo que puede ir para largo o no llevarse a cabo.
En otras palabras, en lo económico, que los marxistas catalogan como factor determinante en una formación social, los hechos descritos, parecen mostrar un cambio notable de posición o dicho en salvadoreño de “aguadamiento” político, o si se quiere, de “descoloridación”, pasando del rojo combativo al “achotado” conciliador.
En el orden social, si se examina el Programa “Nace la Esperanza, viene el Cambio”, aquella radicalidad en temas como la educación generalizada y la salud para todos, se mediatiza hoy, con declaraciones un tanto generales y sin metas o compromisos específicos a ser alcanzados con proyectos concretos.
Y en el orden político, la euforia por el socialismo del siglo XXI de Chávez pareciera que ha sido totalmente descartado, y como si fuera poco, el Candidato Presidencial ha ido al encuentro de Lula, Zapatero, Bachellete y otros, dejando probablemente a Chávez, Correa, Morales y Ortega en un segundo plano. Y para rematar, sólo unas horas después de ser declarado como ganador el Senador Obama, como Presidente de los Estados Unidos, otrora la mata del imperialismo, algunas cuñas de propaganda electoral oficial del Frente y declaraciones de sus dirigentes, parecían mostrar a este partido, celebrando con euforia la victoria; como si hubiera habido una tradicional cercanía con el Partido Demócrata de aquel país del norte.
La conclusión es lógica, el FMLN no sólo parece haberse convertido en izquierda Light como a ellos les gusta decir; sino que se ha corrido hacia la derecha, ya que no se puede decir que para el centro, pues para sus líderes tradicionales, no existe el centro político.
¿Y qué ha pasado con ARENA? En materia económica. Este Partido fue siempre fiel seguidor de las líneas de política dictadas en el Consenso de Washington y que fueron fielmente implementadas desde el Gobierno de Cristiani hasta el de Flores.
Entre tales medidas, se destacan la privatización de los activos del Estado, la disminución del aparato estatal y el apoyo decisivo al gran sector privado. Este último, se predicaba que era el único capaz de invertir su capital, generar riqueza y empleo y el que conllevaría el famoso rebalse de la economía, con mejores oportunidades para la clase media y pobre.
En las líneas neoliberales de política económica hasta hace poco tiempo, eran mala palabra: la participación del estado con regulaciones a los privados; las medidas de subsidiaridad para los sectores menos favorecidos; la creación de líneas crediticias de fomento productivo a determinados rubros estratégicos como la pequeña empresa, la agricultura, etc.
Sin embargo, en la coyuntura electoral actual, que comenzó el mismo día de la proclamación del actual Presidente del Ejecutivo, se rompió de pronto la línea de política económica neoliberal.
Y ahora, contrario a lo que antes fueron consideradas medidas populistas e izquierdistas, se ha establecido por dirigentes de ARENA, medidas estatizantes como los subsidios.
Así se crearon subsidios generalizados, como los de electricidad para las viviendas, de gas licuado, de fomento a las exportaciones, de apoyo a los transportistas, que juntos han representado más de $140 millones anuales de gastos para el Estado.
Además se ha mantenido por cerca de tres años, el subsidio a la Red Solidaria con un costo anual de varios millones de dólares; así como una gama de pequeños subsidios propuestos en marzo de 2008, con la famosa “Alianza por la Familia” que representa otros 155 millones de dólares, y que se creó con una vigencia definida hasta julio de 2009, justamente cuando se encuentre instalado el nuevo gobierno.
Debe señalarse sin embargo, que varios de estos subsidios no tienen sostenibilidad, pues no han sido establecidos con base a un estudio real de los ingresos presentes y futuros del Estado; y algunos han demostrado ya, la dificultad fiscal para ser pagados.
En otras palabras, son decisiones tomadas para mientras pasa la coyuntura electoral y lo que el Presidente ha denominado: “la tormenta perfecta”. Por otra parte, ante la crisis económica que ya está presente en El Salvador, el Presidente, militante activo del Partido ARENA, ha dejado atrás el discurso de “no intervenir en los procesos económicos, que corresponde a los privados” y haciendo a un lado la doctrina neoliberal, acaba de anunciar la firma de un crédito por 500 millones de dólares que el Gobierno contraerá con el BID, justamente para asegurar créditos a los empresarios y aliviar la iliquidez de los bancos ubicados en El Salvador.
En el campo social, por otra parte, el Presidente de la República habla de Educación Media gratuita, de subsidio al transporte para los estudiantes. Y repite que las únicas promesas que valen son las que se cumplen, aunque se olvida que prometió que las mujeres pobres ya no estarían solas y están más abandonadas que nunca.
Y en la misma línea, el Candidato a la Presidencia por ARENA, habla ya de pacto fiscal y hasta de amnistía fiscal, cuando este tema estuvo vedado siempre por los areneros. Además ha hablado de implementar un programa de apoyo a los agricultores y de financiamiento para la pequeña empresa, sectores que también fueron marginados en las administraciones pasadas.
El candidato Ávila se presenta también, como el gran líder del desarrollo social y se desmarca totalmente de las actuaciones de los gobiernos anteriores. Y aunque no ha presentado todavía su propuesta programática, ha hablado en distintos lugares, de un programa de vivienda digna, de disminución de precios de los medicamentos, del uso de medicamentos genéricos, de apoyo a los discapacitados y de una gama de promesas de apoyo a la mujer, entre ellas, crear un Vice Ministerio para la Mujer; y hasta ha firmado un convenio con el Candidato Quijano para sellar con bóvedas el Río Acelhuate y construir un metro- bus en el Gran San Salvador.
Frente a ese panorama de cantos de sirena, de ofertas navideñas por parte de ARENA y de planteamientos más generales por parte del FMLN, aparece la promesa del cambio, adoptada por ambos partidos.
Mientras decenas de miles de personas pobres sufren la depresión económica desde hace mucho, con falta de empleos, salarios bajos, alto costo de los alimentos, de los medicamentos y de los servicios básicos; y por supuesto, de delincuencia e inseguridad.
A manera de Conclusión:
No hay duda que el afán de atraer el voto indeciso de casi un 40% de los electores que no están alineados partidariamente, es la variable fundamental que explica las posiciones menos radicales o pendulares de los dos principales partidos, en el escenario electoral actual.
Respecto a ARENA, la población salvadoreña ya no es tan ingenua y sabe que las medidas no sustentables de más de lo mismo, propuestas por este partido, son totalmente transitorias; y son sólo promesas para mientras pasa la amenaza de una verdadera alternancia en el poder. La disminución en apoyo popular a este partido, lo reflejan claramente las encuestas.
Y en lo que respecta al FMLN, particularmente a Mauricio Funes, le daremos el beneficio de la duda, en espera de que si llega al Gobierno, pueda demostrar que trabajará de verdad a favor de los amplios grupos poblacionales más necesitados y de todo el pueblo salvadoreño. Esa aspiración también se refleja en el apoyo que le muestran las encuestas. Lo que será posible, si a partir de junio del 2009, la correlación de fuerzas en la Asamblea Legislativa y en otros Órganos e instituciones del Estado permite de verdad, decisiones acertadas de verdadero progreso social.
Los siguientes hechos parecen comprobar nuestra hipótesis. Veamos qué ha pasado con el FMLN: Después de las elecciones del 2004, con Shafick a la cabeza, los de la línea más dura de este Partido, mantuvieron siempre un discurso de cambio radical de sistema y de una confrontación irreconciliable con la derecha y con los de centro, éstos últimos tildados en expresión de ellos, como serviles y comprables.
Hasta hace un año todavía, el Frente se mostraba inflexible en temas como la desdolarización (vuelta al colón), la revisión del TLC con Estados Unidos, la No aprobación de más préstamos internacionales para pagar deuda; la No aprobación del Presupuesto nacional, si llevaba partidas para financiar nueva deuda; y el establecimiento de una reforma fiscal a fondo con dedicatoria para que los que tienen más, paguen más. De pronto, aquella posición de choque y de oposición férrea contra el Partido de Gobierno, parece haber cambiado como por arte de magia.
¿Qué sostienen ahora, estos señores, en el orden económico?
Desde su proclamación como Candidato Presidencial, Mauricio Funes ha declarado que el TLC no será revertido; que la dolarización sigue adelante, pues la cura puede ser peor que la enfermedad.
El Partido FMLN, ha mostrado de pronto, una gran apertura y acercamiento a puertas cerradas, con su principal contrincante, al grado de aprobar la renegociación de la deuda pública, por un monto de unos mil cincuenta millones de dólares. Y en algunos días se aprobará, sin mayores problemas, el presupuesto nacional que presente el Ejecutivo.
Y en cuanto al tema, antes inflexible, de una reforma tributaria, ahora lo propuesto es lograr un consenso con diferentes sectores, lo que puede ir para largo o no llevarse a cabo.
En otras palabras, en lo económico, que los marxistas catalogan como factor determinante en una formación social, los hechos descritos, parecen mostrar un cambio notable de posición o dicho en salvadoreño de “aguadamiento” político, o si se quiere, de “descoloridación”, pasando del rojo combativo al “achotado” conciliador.
En el orden social, si se examina el Programa “Nace la Esperanza, viene el Cambio”, aquella radicalidad en temas como la educación generalizada y la salud para todos, se mediatiza hoy, con declaraciones un tanto generales y sin metas o compromisos específicos a ser alcanzados con proyectos concretos.
Y en el orden político, la euforia por el socialismo del siglo XXI de Chávez pareciera que ha sido totalmente descartado, y como si fuera poco, el Candidato Presidencial ha ido al encuentro de Lula, Zapatero, Bachellete y otros, dejando probablemente a Chávez, Correa, Morales y Ortega en un segundo plano. Y para rematar, sólo unas horas después de ser declarado como ganador el Senador Obama, como Presidente de los Estados Unidos, otrora la mata del imperialismo, algunas cuñas de propaganda electoral oficial del Frente y declaraciones de sus dirigentes, parecían mostrar a este partido, celebrando con euforia la victoria; como si hubiera habido una tradicional cercanía con el Partido Demócrata de aquel país del norte.
La conclusión es lógica, el FMLN no sólo parece haberse convertido en izquierda Light como a ellos les gusta decir; sino que se ha corrido hacia la derecha, ya que no se puede decir que para el centro, pues para sus líderes tradicionales, no existe el centro político.
¿Y qué ha pasado con ARENA? En materia económica. Este Partido fue siempre fiel seguidor de las líneas de política dictadas en el Consenso de Washington y que fueron fielmente implementadas desde el Gobierno de Cristiani hasta el de Flores.
Entre tales medidas, se destacan la privatización de los activos del Estado, la disminución del aparato estatal y el apoyo decisivo al gran sector privado. Este último, se predicaba que era el único capaz de invertir su capital, generar riqueza y empleo y el que conllevaría el famoso rebalse de la economía, con mejores oportunidades para la clase media y pobre.
En las líneas neoliberales de política económica hasta hace poco tiempo, eran mala palabra: la participación del estado con regulaciones a los privados; las medidas de subsidiaridad para los sectores menos favorecidos; la creación de líneas crediticias de fomento productivo a determinados rubros estratégicos como la pequeña empresa, la agricultura, etc.
Sin embargo, en la coyuntura electoral actual, que comenzó el mismo día de la proclamación del actual Presidente del Ejecutivo, se rompió de pronto la línea de política económica neoliberal.
Y ahora, contrario a lo que antes fueron consideradas medidas populistas e izquierdistas, se ha establecido por dirigentes de ARENA, medidas estatizantes como los subsidios.
Así se crearon subsidios generalizados, como los de electricidad para las viviendas, de gas licuado, de fomento a las exportaciones, de apoyo a los transportistas, que juntos han representado más de $140 millones anuales de gastos para el Estado.
Además se ha mantenido por cerca de tres años, el subsidio a la Red Solidaria con un costo anual de varios millones de dólares; así como una gama de pequeños subsidios propuestos en marzo de 2008, con la famosa “Alianza por la Familia” que representa otros 155 millones de dólares, y que se creó con una vigencia definida hasta julio de 2009, justamente cuando se encuentre instalado el nuevo gobierno.
Debe señalarse sin embargo, que varios de estos subsidios no tienen sostenibilidad, pues no han sido establecidos con base a un estudio real de los ingresos presentes y futuros del Estado; y algunos han demostrado ya, la dificultad fiscal para ser pagados.
En otras palabras, son decisiones tomadas para mientras pasa la coyuntura electoral y lo que el Presidente ha denominado: “la tormenta perfecta”. Por otra parte, ante la crisis económica que ya está presente en El Salvador, el Presidente, militante activo del Partido ARENA, ha dejado atrás el discurso de “no intervenir en los procesos económicos, que corresponde a los privados” y haciendo a un lado la doctrina neoliberal, acaba de anunciar la firma de un crédito por 500 millones de dólares que el Gobierno contraerá con el BID, justamente para asegurar créditos a los empresarios y aliviar la iliquidez de los bancos ubicados en El Salvador.
En el campo social, por otra parte, el Presidente de la República habla de Educación Media gratuita, de subsidio al transporte para los estudiantes. Y repite que las únicas promesas que valen son las que se cumplen, aunque se olvida que prometió que las mujeres pobres ya no estarían solas y están más abandonadas que nunca.
Y en la misma línea, el Candidato a la Presidencia por ARENA, habla ya de pacto fiscal y hasta de amnistía fiscal, cuando este tema estuvo vedado siempre por los areneros. Además ha hablado de implementar un programa de apoyo a los agricultores y de financiamiento para la pequeña empresa, sectores que también fueron marginados en las administraciones pasadas.
El candidato Ávila se presenta también, como el gran líder del desarrollo social y se desmarca totalmente de las actuaciones de los gobiernos anteriores. Y aunque no ha presentado todavía su propuesta programática, ha hablado en distintos lugares, de un programa de vivienda digna, de disminución de precios de los medicamentos, del uso de medicamentos genéricos, de apoyo a los discapacitados y de una gama de promesas de apoyo a la mujer, entre ellas, crear un Vice Ministerio para la Mujer; y hasta ha firmado un convenio con el Candidato Quijano para sellar con bóvedas el Río Acelhuate y construir un metro- bus en el Gran San Salvador.
Frente a ese panorama de cantos de sirena, de ofertas navideñas por parte de ARENA y de planteamientos más generales por parte del FMLN, aparece la promesa del cambio, adoptada por ambos partidos.
Mientras decenas de miles de personas pobres sufren la depresión económica desde hace mucho, con falta de empleos, salarios bajos, alto costo de los alimentos, de los medicamentos y de los servicios básicos; y por supuesto, de delincuencia e inseguridad.
A manera de Conclusión:
No hay duda que el afán de atraer el voto indeciso de casi un 40% de los electores que no están alineados partidariamente, es la variable fundamental que explica las posiciones menos radicales o pendulares de los dos principales partidos, en el escenario electoral actual.
Respecto a ARENA, la población salvadoreña ya no es tan ingenua y sabe que las medidas no sustentables de más de lo mismo, propuestas por este partido, son totalmente transitorias; y son sólo promesas para mientras pasa la amenaza de una verdadera alternancia en el poder. La disminución en apoyo popular a este partido, lo reflejan claramente las encuestas.
Y en lo que respecta al FMLN, particularmente a Mauricio Funes, le daremos el beneficio de la duda, en espera de que si llega al Gobierno, pueda demostrar que trabajará de verdad a favor de los amplios grupos poblacionales más necesitados y de todo el pueblo salvadoreño. Esa aspiración también se refleja en el apoyo que le muestran las encuestas. Lo que será posible, si a partir de junio del 2009, la correlación de fuerzas en la Asamblea Legislativa y en otros Órganos e instituciones del Estado permite de verdad, decisiones acertadas de verdadero progreso social.
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