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Soy profesor universitario. Trabajo por el desarrollo de Cabañas, un departamento de El Salvador, muy bello, pero también donde hay mucha pobreza, especialmente en lo educativo y cultural. Soy planificador educativo y trabajé por muchos años como director y coordinador de proyectos sociales. Me considero una persona con una visión amplia que trata de valorar lo positivo de cada quien.

domingo, 29 de marzo de 2015

MARZO, CALORCITO, ELECCIONES Y SEMANA SANTA




FLORES DE VERANO EN NUESTROS JARDINES






































Nuestro Mundillo Político
A casi un mes de transcurridas las elecciones de diputados, tanto para la Asamblea Legislativa como para el Parlamento Centroamericano  y las de los Concejos Municipales, por fin el Tribunal Supremo Electoral (TSE) después de veintisiete días, ha hecho públicos los resultados del escrutinio final, dejando altos niveles de insatisfacción entre los votantes salvadoreños.
La ineficiencia del TSE para cumplir con sus funciones de planear y programar las actividades previas al proceso, asegurar el conteo de votos y su divulgación oportuna, ha sido comentada ampliamente en los medios de comunicación salvadoreños y plantea nuevos retos para el sistema electoral salvadoreño.
Las anomalías y fallas deben tomarse muy en cuenta para que no se vuelvan a cometer en elecciones futuras. Y la actuación del TSE calificada como un serio retroceso en el proceso electoral salvadoreño, debe conducir a las decisiones más adecuadas para deducir responsabilidades; para asegurar en el futuro, la correcta planeación y programación de las actividades del ente electoral y la utilización de los mecanismos más ágiles y modernos en el proceso de votación, conteo de votos y comunicación de los resultados; así como la dotación de los recursos presupuestarios necesarios y su manejo eficiente y transparente.
Los resultados principales de las elecciones para el PARLACEN, en número de votos oficiales, muestran que Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) se situaron a la cabeza de la elección, con un total de 861,491.31235  y 854,621.41499 votos respectivamente; lo que traducido a curules significa 8 para cada uno, distribuyéndose el resto entre los partidos minoritarios.
Los resultados para la Asamblea Legislativa, en número de votos, significaron para ARENA un total de 874,169.55246 (38.77%) y para el FMLN un total de 840,619.34928 (37.28%). Tales cifras traducidas a curules de un total de 84, representan 35 para ARENA  al considerar también las coaliciones con el  Partido de Concertación Nacional (PCN), 31 para el FMLN y las restantes 18 para los partidos con menor nivel de votos.
Los resultados de las elecciones de Concejos Municipales, en término de alcaldías muestran que ARENA obtuvo 132, de las cuales 12 fueron en coalición con los partidos PCN y Partido Democracia Cristiana (PDC); el FMLN ganó 85, de las cuales tres fueron en coalición con Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), Cambio Democrático (CD)  y el Partido Salvadoreño Progresista (PSP); y el resto, 45 municipalidades quedaron repartidas entre los partidos con menor nivel de votación.
La primera conclusión que salta a la vista de los resultados globales mencionados, es que el Partido ARENA fue el ganador de las tres elecciones frente a sus contendientes. Que los partidos GANA y PCN se confirmaron como la tercera y cuarta fuerza partidaria, respectivamente y que el PDC se ubicó en el último lugar. También debe señalarse que el CD con varios años de estar presente en la palestra política, seguramente desaparecerá como partido político; y que los nuevos partidos, Democracia Salvadoreña (DS) y Partido Social Demócrata (PSD) desaparecerán al no haber alcanzado un mínimo de votos para la Asamblea Legislativa, equivalentes al 3% de la última elección.
Otra reflexión obligada ante los resultados obtenidos, es que el FMLN (partido en el gobierno) que era favorito según las encuestas, no logró los porcentajes que tales mediciones mantuvieron antes de las elecciones. Por el contrario, si se toma en cuenta el mapa geográfico por territorios se constata que ARENA en esta elección, ganó 129 alcaldías en relación a 116 obtenidas en el 2012; y el FMLN ganó 85 respecto a las 85 ganadas en el 2012, año en que también ganó otras 10, en coalición con otros partidos. El mérito principal del FMLN  en esta oportunidad, es que ganó la alcaldía de la Capital y de San Miguel y otros municipios del Área Metropolitana, aunque perdió Santa Tecla y Santa Ana que fueron ganados por ARENA.
Entre los argumentos para explicar la pérdida de aceptación del FMLN entre los votantes, pueden estar: que la población le aplicó un voto de castigo ante el desempeño gubernamental actual y sobre todo de algunos de los miembros de su dirigencia; que la táctica utilizada por el partido fue negarse a innovaciones como la votación por rostro y el voto cruzado; que el mantenimiento de candidatos para diputados, vinculados a la cúpula partidaria de los que la población se siente bastante cansada fue negativo, en vez de abrir el partido a candidatos más jóvenes y más frescos en el quehacer político, como sucedió con candidatos a alcaldes en San Salvador y San Miguel.
En cuanto a los otros partidos se puede señalar que:
-GANA que en el 2012 ganó alcaldías en 17 municipios,  en esta elección ganó 19. Y que de 11 diputados para la Asamblea Legislativa ganados en el 2012, pasó  a obtener 11.  
-El PCN que en el 2012,  ganó 24 alcaldías y 3 más en coalición, esta vez solo obtuvo 20. Y de 6 diputaciones que obtuvo en el 2012,  pasó a obtener también 6 en estas elecciones.
-El PDC que en el 2012 obtuvo  4 alcaldías, en estas elecciones logró 7. Y de 1 diputación obtenida en el 2012, pasó a obtener 1 en esta elección.
- El CD que en 2012 ganó 3 alcaldías y otras en coalición, en estas elecciones logró solamente 1. Y de 1 diputación obtenida en el 2012, en estas elecciones no logró ninguna.
-Y el PSD que era un partido nuevo, ganó 1 alcaldía.
De todo lo anterior, se deduce que el mapa electoral fue bastante modificado en favor de los dos principales partidos ARENA y FMLN, cuyas fuerzas tendrán primacía especialmente en la Asamblea Legislativa, toda vez que logren una favorable correlación de fuerzas para las elecciones por mayoría con otros partidos minoritarios; pero el principal mandato popular, ha sido que para las elecciones calificadas, las dos principales fuerzas deben realizar los acercamientos y concertación necesarios.
Y en cuanto a los gobiernos locales, a pesar de que los dos partidos principales ARENA y FMLN han  ganado un poco más del 80% de las alcaldías, se espera que con la entrada en vigencia de los concejos municipales plurales, la gestión municipal probablemente sea menos partidista y más democrática, en favor de las necesidades de la población.












LA EDAD DEL CHUCHO Y EL SUSTO DEL VIEJITO

La edad del chucho.

En el occidente de El Salvador como en el resto del país,  la gente del campo y de los pueblos remotos es muy ocurrente y tiene un innato sentido del humor y creatividad.  Aquella creatividad la expresan en dichos que han pasado de una generación a otra, desde al menos cien años. Tales dichos sintetizan a veces situaciones cruciales que viven los niños y las niñas y que de paso, son parte de la filosofía popular.
Así la gente de aquella región expresa de manera muy simple lo que acontece con niños de una edad aproximada de seis a siete años, en una temática que los psicólogos abordan en lo que se denomina la psicología infantil que explica el comportamiento evolutivo de los pequeños.
En la edad infantil de los seis a los siete años, los psicólogos advierten una mayor autonomía e independencia a nivel emocional en el niño; a la vez, una mayor iniciativa y competitividad que se demuestra en los juegos, cuando se comportan inconformes con determinadas reglas y hasta pueden hacer trampas para ganar. 
Esa actitud que es tan normal, es interpretada a veces por los padres, maestros o adultos que comparten con el niño su proceso de crecimiento, como un mal comportamiento y en muchos casos lleva a calificar a los niños como difíciles y problemáticos.
A la  vez en esa etapa, los niños pueden experimentar comportamientos nuevos como no medir el riesgo ante los peligros, lo que unido a su crecimiento físico les hace que puedan llegar hasta cierta agresividad en el juego y  a lanzarse a sitios peligrosos con las consecuentes caídas, golpes y hasta fracturas.
Es muy común ver a los niños especialmente a los del sexo masculino de esas edades, que manejan muy bien la bicicleta, la patineta y tienen gran habilidad para el juego con la pelota y tantos otros que impliquen correr y saltar.
Coincide también que en tales edades los niños pierden también los dientes de leche y a veces también muestran una mayor delgadez y se nota en ellos su mayor crecimiento, pues los pantalones pronto les van quedando cortos.
La gente campesina de occidente, que no podía explicar de manera científica las características de los niños en esa edad, las resumía en lo que ellos calificaban de manera peyorativa y en forma casi de broma, como la “edad del chucho”; lo que a la vez era una advertencia para los padres que tenían que ser más considerados con los niños en tal edad, sabiendo que pronto habrían de pasar a otra etapa de la vida un poco más tranquila.
Recogiendo tal experiencia y viendo la etapa de crecimiento de uno de nuestros nietos, recordé aquella vieja práctica que tenía su explicación como ya lo he mencionado, en el contexto y en la usanza de las personas de otros tiempos y de personas que ahora son bastante mayores.
El susto del viejito
Como es sabido, llegada la pubertad y especialmente entre los diez y doce años, las niñas entran a una etapa crucial de su crecimiento tanto físico como psíquico. En tal etapa, tienen efecto cambios importantes en los órganos y estructuras corporales y se opera un aumento en las hormonas sexuales, siendo la aparición de la primera menstruación uno de los hechos fisiológicos más importantes en la niña.
Pero esa etapa de desarrollo de las niñas no era entendida en otros tiempos por los padres campesinos y de pueblos remotos del occidente del país, en su dimensión  tanto biológica como psicológica. Recuérdese que lo sexual era un tema tabú y por lo tanto, en la mayoría de casos, prohibido que no se abordaba y explicaba abiertamente a la niña especialmente por parte de la madre.
De allí que en muchos casos a las niñas especialmente del campo, la primera menstruación las tomase casi por sorpresa siendo presa de sentimientos encontrados como que aquello era algo feo, vergonzoso y a lo mejor hasta pecaminoso. Y es más, que era algo que resultaba muy complicado, cuando las niñas no disponían de la información adecuada y de los medios higiénicos para afrontarlo de manera normal y práctica.
Por lo que en el lenguaje de los padres y madres campesinos de otros tiempos de la misma zona occidental, era bastante común, referirse a aquella experiencia vivida por la niña con una frase que a muchos nos puede parecer ahora hasta chocante, pero que para ellos encerraba un significado amplio del problema. Así decían: A esa niña parece que ya “la asustó el viejito”, es decir ya sufrió su primera menstruación.
Por supuesto, que en la época actual hablar de esa manera resulta inadecuado, cuando en las  escuelas primarias es obligado tocar esta temática con las niñas; y cuando los padres, se supone que de alguna manera han avanzado mediante mayor educación para comprender la temática sexual y para apoyar a la niña que está por vivir tal experiencia.
De los ejemplos comentados, quiero destacar la manera tan coloquial utilizada por nuestros campesinos para referirse a  temas un tanto complicados que acontecen normalmente a los niños y niñas.










LAS PALABRAS CON CH EN EL LENGUAJE DE LOS HABLANTES SALVADOREÑOS

Como se sabe, el idioma que se utiliza en El Salvador viene a ser el dialecto salvadoreño que utiliza palabras procedentes del castellano y de otras lenguas, pero que se ha ido enriqueciendo especialmente por las lenguas amerindas como el náhuatl, el maya y lenca.
Pero es el lenguaje hablado el más dinámico como en cualquier parte del mundo, y en él se puede constatar la invención popular que con el correr de los años ha ido acuñando nuevas forma de expresión.
Y aunque la letra ch (como dígrafo) fue excluida del abecedario por la Real Academia Española en diciembre de 2010, los sonidos de la c y de la h unidos, quedan como anillo al dedo para la pronunciación de palabras, sobre todo de origen amerindia y del dialecto salvadoreño, que hacen más sonoro y folklórico el lenguaje hablado.
No en vano el Padre del humorismo infantil latinoamericano, Roberto Gómez Bolaños bautizó a la mayoría de sus personajes con nombres que comenzaban con la ch, por ejemplo: Chespirito, Chapulín, Chavo, Chimoltrufia, Chómpiras y Chapatín.
Debe advertirse que algunas palabras que se citan en este escrito pueden ser parte también de regionalismos a nivel centroamericano y mexicano y que otras, aunque se escriban lo mismo que algunos términos del español,  tienen un significado muy propio para el ambiente salvadoreño.
Así en El Salvador, abundan las palabras del léxico popular con ch, que se refieren al trato familiar de personas, es decir son términos hipocorísticos como: Chema por José María;  Chita por Rosa; Chungo por Jesús; Chela por Graciela; Chabela por Isabel;  Chepa por Josefa; Chilo por Cecilio; Chendo por Rosendo; Chomo por Jerónimo; Chente por Vicente; Chinda por Gumercinda; Chago por Santiago; Chano por Sebastián; Chencho por Ascencio; Chicho por Narciso; Chinto por Jacinto; y Chalo por Gonzalo.
Entre las que se refieren a cosas, se pueden mencionar: chocoyo (perico); chinto (rimero); chilate (bebida de maíz); chenca (cabuya de puro); chunche (cualquier cosa o aparato de uso doméstico); churria (diarrea); chindondo (abultamiento por un golpe en la cabeza); cheta (escupida); chiche (fácil); chumelo (colmena pequeña); chirria (represalia); chilillo (látigo pequeño); chirivisco (pequeña rama seca); chipuste (pedazo de algo); chunchucullo (ano de las aves); chajazo (herida); chibola (pelota); chiripa (por azar); chupadero (lugar barato donde se consumen bebidas alcohólicas); cholero (sirviente); chereta (cresta de las iguanas); chorcha (cresta de las aves); chichicaste (planta que irrita la piel); chilipuca (frijol grande); chipilín (planta aromática); chirilicas (dinero); chonte (pájaro); chimpinilla (rodilla); chiquirín (clase de cigarra); chirajo (pedazo de trapo); chuquía (hediondez); chilguete (chorro pequeño); chilacayote (especie de calabaza).
Entre  los nombres que sirven para identificar características de las personas, se pueden citar los siguientes: chichipate (borracho empedernido); chupín (que consume mucho licor); chulón (desnudo); chero (amigo);  chimpe (el último hijo de la familia); chino (de ojos pequeños); chivito (pretencioso), chaneque (vasallo). 
Entre los adjetivos son frecuentes: choyudo (lento); cholo (grueso); chuco (sucio); chiflado (loco);  chapudo (de mejillas rosadas); choco (ciego); chato (de nariz corta); churuco (mustio); charrudo (con gran sombrero); chueco (inútil); chambón (que trabaja con poca calidad); cholco (sin algunos dientes); chapluco (gordito); chivo (bonito, agradable); chele (blanco); chachalaca (hablador); chiricuto (pequeño).
Entre las que se refieren a animales, aparecen: chocoyo (clase de perico); chumpe (pavo doméstico); cherenqueque (especie de iguana); chucho (perro); chacuate (especie de saltamontes); chipe (sin plumas); y chinchintora (culebra zumbadora). 
Entre las que sirven para describir situaciones se pueden mencionar: chipiado (difícil) y chévere (bueno, bonito) y choto (feriado, de gratis).
Y entre los verbos utilizados están: chotear (pasear); chistar (reir), chupar (tomar bebidas alcohólicas), choyar (deslizar), chamuscar (quemar).
Se puede afirmar que la gran mayoría de las palabras mencionadas son utilizadas por los diversos estratos de población en el lenguaje popular, pero algunas se usan especialmente en el campo y en los pueblos del interior del país y otras, hasta pueden parecer de mal gusto para la población que se considera bien hablada.