Flores exóticas de
nuestros jardines y campos
SINCRETISMO
RELIGIOSO EN EL SALVADOR, UNA VISIÓN HISTÓRICA
Por Ramiro Velasco
Religiosidad indígena
El pueblo
salvadoreño tiene sus raíces étnico- culturales más lejanas, en la denominada
Época Precolombina que comprende varias fases o grandes épocas de auge o decaimiento de las civilizaciones amerindias. Estas
fases o períodos son: Preclásico, Clásico y Posclásico.
Las raíces de
la población salvadoreña por el lado indígena, aparecen más claramente
establecidas desde el inicio de la fase Preclásica, cuando se registró la llegada
y sedentarización de las poblaciones Mayas y Lencas (1500 aC y 250 dC); pasando por
el abandono de grupos mayas de las grandes ciudades de la zona y la migración
de los grupos nahuas a Guatemala y al territorio salvadoreño (denominados Pipiles),
en la fase Posclásica 900 dC. – 1524 dC.,
hasta la conquista del territorio salvadoreño por los españoles. (Ver
sitio: http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_El_Salvador
De las
entidades territoriales indígenas que ocupaban el territorio de lo que hoy es
El Salvador, en el período postclásico tardío (1200 - 1524 dC), la más unificada era la del Señorío de
Cuzcatlán conformada por Pipiles, y sobre los cuales tenía mucha influencia cultural
el Imperio Mexica (azteca) que fundó México- Tenochtitlán. El otro grupo
importante era el de los lencas (potones). También había grupos de menor
tamaño, como los Mayas Chortis, los Cacaoperas y en menor medida los Xincas y
Mayas Pocomames. (Ver sitio citado anteriormente).
Teniendo el
Señorío de Cuzcatlán la influencia cultural del Imperio Mexica es muy
probable que la tradición religiosa de
aquel centro de poder fuese asimilada por los pipiles (principales ancentros indígenas)
especialmente por tener en común la misma lengua, el náhuatl.
De ahí que
puede ser válido sostener que gran parte de la práctica religiosa y mitológica
de nuestros indígenas pipiles se basaba
en la herencia transmitida desde el Imperio Mexica. Una de aquellas tradiciones
religiosas probablemente fue la de los sacrificios humanos de prisioneros de
guerra. También la adoración de dioses mexicas como Quetzalcóatl (Serpiente
emplumada) y Tezcatlipoca (El Señor del cielo).
(Ver sitio: http://es.wikipedia.org/wiki/Mexica
Si lo
anterior es correcto, se podría decir que uno de los primeros procesos de
sincretismo religioso en nuestro territorio, se operó al aceptar y adaptar los
pipiles a su vida, elementos de la cultura religiosa mexica. (Por supuesto que
este tema merece ser estudiado con mayor profundidad por los expertos en etnología
y antropología).
Religiosidad católica
Otro gran proceso
de sincretismo religioso se lleva a cabo, cuando el Imperio Español conquista a
otros imperios indígenas del Nuevo Mundo, entre ellos, el Imperio Azteca en los que impone la
religión católica.
En el territorio
de lo que hoy denominamos El Salvador, una vez dominado por los españoles el
Señorío de Cuzcatlán (1524) y posteriormente el Señorío Lenca (1540), fue impuesta
la religión católica y en alguna medida,
sustituidas las prácticas religiosas indígenas ancestrales, lo que seguramente conllevó
un proceso bastante largo.
Como lo
expone Emilio Martínez Albesa, la estrategia de evangelización española, comenzó
al otorgar el Papa Julio II, en julio de 1508, el patronazgo de la iglesia católica
a los reyes de León y de Castilla. Esto incluía
el nombramiento por parte de la Corona, de las personas en los puestos eclesiásticos a
desempeñarse en Las Indias, a cambio de que los reyes sufragaran los gastos
para el establecimiento de la Iglesia en aquellas tierras.
En una
primera etapa, la evangelización formó parte de la conquista armada hasta
llegar a un sistema de poblamientos pacíficos junto a la labor misionera. Los
misioneros apoyaron la destrucción de los ídolos e impulsaron el abandono de
los sacrificios humanos; predicaron la fe cristiana, celebraban la misa en público
y bautizaban; establecían altares con la cruz y la imagen de la Virgen María,
etc. Pero a la vez, trabajaban por ganarse la confianza de los indígenas y les
enseñaban oficios y trabajos manuales. Los frailes se internaron en la cultura
indígena aprendiendo su lengua y costumbres, redactaron catecismos, utilizaron
el canto, el teatro, la liturgia y tantas otras formas externas de piedad. Ver sitio: http://www.ufv.es/docs/foro_revista_3.pdf
En otras
palabras, la enseñanza cristiana fue penetrando en las vidas de los indígenas,
aunque seguramente, mezclada con ritos mágicos y con la visión cosmogónica de
sus ancestros.
El proceso
de transculturación occidental fue penetrando también poco a poco, en la manera
de vivir de la población mestiza salvadoreña durante largo tiempo, hasta llegar
a los días de la independencia.
En 1824 la
Alcaldía Mayor de Sonsonate (que comprendía los actuales departamentos de
Sonsonate y Ahuachapán) y la Intendencia de San Salvador (que comprendía las
provincias de San Salvador, San Miguel, San Vicente, Santa Ana y Chalatenango)
pasaron a constituir el Estado de El Salvador como parte de la República
Federal de Centro América.
Pero El
Salvador, como estado independiente, aparecerá en el mapa político, hasta el 18
de febrero de 1841, cuando se proclama
la República de El Salvador y llega a su
ocaso la República Federal. (Para mayor
información, ver sitios:
En la época
de la Colonia se dictaron leyes que redujeron a los indígenas a una situación
de inferioridad y a ser objeto de maltrato, especialmente en el sistema de
Encomiendas, aunque con las Leyes de Indias se dio un paso importante para mejorar
aquellas condiciones.
Durante la
etapa de construcción y desarrollo del estado salvadoreño, durante el siglo XIX,
surgen leyes y ordenanzas en las que las tradiciones indígenas se irán
sustituyendo por las tendencias de lo que se consideraba como cultura superior
que era la europea, llegando incluso al despojo de las tierras comunales y
ejidales indígenas (1882).
En el campo
religioso, se da por ley, una preeminencia a la religión católica que gozó de
la protección del gobierno a nivel constitucional desde 1841 hasta 1883 y se
adopta la libertad de culto de 1883 en
adelante.
A pesar de
todo el denominado esfuerzo de modernización llevado a cabo desde mediados del
siglo XIX hasta principios del siglo XX, tanto por los gobiernos liberales como
conservadores para eliminar las viejas tradiciones indígenas, las mismas prosiguieron
por muchos decenios hasta un poco entrado el siglo XX.
Debe
decirse, que las reformas liberales y el fuerte anticlericalismo de algunos
gobernantes con el apoyo de la masonería representaron un duro golpe para la
tradición religiosa católica. Lo mismo que el establecimiento de la enseñanza
laica en los establecimientos del estado, promulgados en la Constitución de
1886, bajo el mandato del General Francisco Menéndez.
La
enseñanza laica estuvo vigente durante 76 años en el país, hasta que en 1962 se
estableció que la enseñanza que se imparta en los centros educativos será
democrática.
Sin
embargo, la incidencia de la enseñanza laica probablemente se vio mediatizada
por el bajo nivel escolar y el elevado analfabetismo de la población
salvadoreña durante el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.
Pero el tiro
de gracia a la tradición religiosa autóctona, se llevará a cabo con el
exterminio de miles de indígenas y de todo lo que se relacionase con ellos, a
partir de la barbarie de 1932, dirigida por el General Maximiliano Hernández
Martínez, en represalia del levantamiento indígena campesino.
Sin embargo,
aún persisten en nuestro tiempo algunos rasgos de la cosmogonía y
ritualidad indígenas en la práctica
religiosa católica. Basta observar el ritual tradicional llevado a cabo durante
la semana santa y en algunas fiestas patronales, en las que las cofradías
cobran importancia, así como en algunas celebraciones como el Día de la Cruz.
Otra
manifestación importante es la veneración tan especial a la Virgen de
Guadalupe, tradición llegada desde México, que combina lo indígena, lo mestizo
y lo sagrado.
Incluso
quedan vestigios de la mezcla de lo religioso católico con lo tradicional
indígena en la toponimia salvadoreña. Así, podemos constatar los siguientes
lugares reconocidos oficialmente como: San Juan Tepezontes; Tepetzunt en Náhuatl significa
"cuatrocientos cerros" o "muchos cerros"; San Luis Talpa; talpa en náhuatl significa “lugar sobre la
tierra”. San Pablo Tacachico; en náhuatl, Tacachico significa "los siete
hombres. Santa Cruz Michapa; michapa en
náhuatl significa “río de peces”. Santa Catarina Masahuat; masahuatl significa
en náhuatl “río abundante en venados”. San Juan Nonualco; nonualco en náhuatl significa lugar de mudos o
de poco hablar.
Religiosidad protestante (Evangélica)
En la época contemporánea, a partir de los años
1960 en adelante, América Latina y
particularmente El Salvador, han vivido la penetración de las iglesias
protestantes europeas, pero especialmente norteamericanas.
En 1968 el
Informe Rockefeller calificaba a la Iglesia Católica como un “agente
desestabilizador”. (Ver pag. 7 del siguiente
sitio)
http://www.premioiberoamericano.cz/documentos/7maedicion/1erPremioVII_KlaraSchirova.pdf Y por lo tanto, se llamaba a la consolidación de la
ideología norteamericana contra la amenaza comunista.
La política
norteamericana se vio entonces complementada, con la búsqueda de su propagación
por parte de las iglesias protestantes y
por un elevado respaldo económico del capital norteamericano como estrategia para la
defensa del status quo.
En el caso
salvadoreño, las iglesias protestantes aprovecharon también el sentido
altamente religioso de la gente, las causas sociales estructurales que
generaban la pobreza, la polarización de la sociedad salvadoreña dividida en dos grandes bloques en la etapa del
conflicto armado, pero sobre todo, la
división ideológica en el seno de la misma Iglesia Católica. Tal división abarca,
tanto el nivel jerárquico como de los creyentes; dando lugar al
establecimiento de una iglesia conservadora y tradicional, frente a la otra, progresista
y con la opción preferencial por los pobres.
Las
iglesias protestantes que en 1970 apenas contaban con el 3% de la población
total salvadoreña, llegaron a alcanzar un 20% en 1992 y un 30% en la
actualidad. ( Ver sitio http://www.sindioses.org/sociedad/iglesias-evangelicas.html
Las
iglesias protestantes han proliferado en forma geométrica y se han visto
favorecidas también por el apoyo del grupo de derecha en el poder que
dirigió el gobierno desde 1989 hasta el año dos mil nueve.
En ese
nuevo contexto, la población salvadoreña tan sometida históricamente a la
aceptación de rasgos culturales externos, ha sido expuesta una vez más a un
nuevo proceso de transculturación que ha representado nuevos elementos de
sincretismo religioso.
Este
fenómeno, se ha visto favorecido a la vez, por la inmigración de salvadoreños
especialmente a los Estados Unidos que se han unido en buena medida al credo
protestante que predomina en aquella nación.
Si hay un
pueblo con elevada capacidad para asimilar lo extranjero relativamente rápido,
es el salvadoreño; y esa no ha sido la excepción en el campo religioso.
POR FAVOR, CONTESTE LA PREGUNTA QUE
SE FORMULA A CONTINUACIÓN. SU OPINIÓN ES MUY IMPORTANTE.
Buenas noches Lic. Me ha parecido muy interesante su artículo, ya que plasma sintéticamente las transformaciones religiosas q se han dado sobre nuestro territorio. Respecto a la encuesta q hace, estoy de acuerdo en q el sincretismo religioso podría tener cierto efecto sobre la falta de identidad cultural en nuestro país, sin embargo considero que la relación causa-efecto es más bien al revés: ha sido la difusa identidad nacional o la falta de arraigo de la misma,la que ha influido directamente en la elevada capacidad de sincretismo religioso de nuestra población. Un saludo y un 'gracias' por todos los conocimientos y experiencias vertidos durante el ciclo, que estoy seguro serán de mucha utilidad en el campo laboral.
ResponderEliminarEstimado Carlos Eduardo:
ResponderEliminarMe parece excelente su comentario sobre la relación falta de identidad nacional y sincretismo religioso y estoy de acuerdo con su racionamiento.
Sabemos además, que además existen otros factores que se relacionan con estas variables, pues estos fenómenos son multicausales, especialmente en las sociedades modernas y no digamos en nuestros tiempos con la globalización.
Muchas gracias por su comentario.
Ramiro Velasco