ALFOMBRAS DE FLORES EN EL VIVERO
¿POR QUÉ EL
PAPA FRANCISCO ES TAN ACLAMADO?
Me atrevo a
decir que lo que los pueblos sopesan en un líder, antes de brindarle su adhesión,
es su compromiso con una causa y por su puesto la capacidad de interacción o de
empatía que logra establecer con sus
seguidores.
Es cierto
que visto desde una perspectiva política se puede decir que el Papa es parte de
una estructura denominada El Vaticano que tiene la característica singular de
ser un estado y a la vez, ser la sede de
la Iglesia Católica y que por lo tanto, un líder al mando de ambas instancias
tiene un doble poder, el poder político y el poder religioso; y este último, en representación de más de 1,165 millones de bautizados católicos
dispersos por el mundo.
Por otra
parte, no es lo mismo haber sido Papa en los tiempos anteriores al siglo XX, cuando en realidad no se contaba con el alcance
de los medios masivos de comunicación, que ser Papa en tiempos de la
globalización, cuando además de contar con los medios tradicionales de la prensa, radio y televisión, se dispone de la
internet y lo que en la actualidad se
denomina las redes sociales.
Pero a
pesar de la incidencia de los medios, existe un don que denominamos carisma, por el cual algunas personas no sólo caen bien,
sino de alguna manera atraen o encantan a los demás, por su presencia, por sus
gestos, por sus palabras, por su sinceridad y su generosidad.
De esas
personas, era Juan Pablo II, un hombre bien parecido, de conformación atlética
y que por su timbre de voz, su inteligencia, bondad y tantas otras cualidades, cautivó
por mucho tiempo a las multitudes en diversas partes del mundo.
Ante la
muerte de Juan Pablo II, muchos dudábamos que pudiera aparecer en el mediano
plazo otro Papa que llenase el vacío dejado por aquel hombre de Dios.
Sin
embargo, a ocho años de la muerte de aquel gran Pontífice, aparece el Papa
Francisco, con características bastante distintas en su físico, procedente del
Tercer Mundo y con un estilo muy diferente, que a dos años de su mandato ha
demostrado ser el Papa que necesita hoy la Iglesia Católica.
Entre las
cualidades de este Papa, aparece su sencillez en su estilo de vida, comenzando
por su vestimenta, su renuncia a una vida ostentosa, su compromiso por los más
necesitados, su sensibilidad a los problemas sociales y su cercanía con la gente.
Desde que
escogió el nombre Francisco, el Papa ha definido su acción pastoral siguiendo
el ejemplo de San Francisco de Asís, dando prioridad a los más necesitados, llevando
una vida austera y con una elevada valoración de la naturaleza en el sentido
teológico cristiano que la considera como parte de la creación de Dios, la cual
debe ser respetada y protegida.
Desde la
perspectiva de un ciudadano común puedo apreciar, que Francisco no sólo lleva
un mensaje de paz, de convivencia, de hermandad y de amor a los católicos;
también se ha dirigido desde otros estrados a los políticos y a los ciudadanos
de buena voluntad en el mundo.
Así le pude
escuchar en su reciente visita a los Estados Unidos de América en su recepción
en la Casa Blanca y en su visita al Capitolio, ante los dirigentes que
representan a una nación tan rica, diversa y heterogénea que comparten los
valores tradicionales de una sociedad capitalista y liberal, pero donde también
la Iglesia Católica tiene millones de seguidores.
Al
dirigirse primero, al jefe de estado y de gobierno de la primera potencia del
mundo valoró entre otros aspectos, la tradición estadounidense en defensa de
los derechos de los individuos y de las comunidades y la necesidad de seguir
trabajando por el desarrollo integral sostenible.
Francisco
ha sido el primer Papa en hablar ante Congreso de los Estados Unidos, y allí después
de valorar el rol importante de los congresistas como representantes del
pueblo, describió a figuras como Moisés en la tradición judía y a Abraham
Lincoln, Martin Luther King, Dorothy Day y Thomas Merton, que son ejemplo para
la nación estadounidense y cuyos valores es necesario mantener.
Con mucha sutileza
tocó temas en el Congreso, como la guerra, el ansia de poder, el
fundamentalismo religioso, los conflictos localizados en el mundo, el aborto,
la pena de muerte, el tráfico de armas y sus nefastas consecuencias. También
sugirió de manera muy sutil, la necesidad de mayor apertura hacia la
inmigración, colocándose él mismo, como
ejemplo de hijo de emigrantes y terminando su discurso con un llamado hacia la
protección del medio ambiente frente al cambio climático.
En ambos
discursos, el Pontífice tocó temas
delicados con profundidad y mucho tino, ganándose el respeto y admiración de
funcionarios vinculados al poder de la principal potencia del mundo.
Posteriormente,
le escuché en su alocución en el Foro de
la ONU dirigiéndose a los políticos y pueblos del planeta, destacando primero
el rol de la ONU, la visión de sus fundadores y la visión del derecho y la
justicia internacional, en sus setenta años de existencia. Pero a la vez hizo
ver un mundo de mujeres y hombres excluidos y en el que urge tomar acciones
para luchar unidos contra flagelos como: la amenaza de la destrucción mutua, el narcotráfico, la trata de personas, el
lavado de activos, el tráfico de armas, la explotación infantil, etc.
Pocos
líderes religiosos o pastores tienen la posibilidad de convertirse en
interlocutores del pueblo y de las personas y comunidades más humildes y
necesitadas del mundo de hoy que claman por más justicia, respeto y apoyo para
vivir con la dignidad que merece la persona humana.
El Papa
además ha incidido recientemente, en los acercamientos y establecimiento de
relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos y probablemente ha sido
facilitador en la negociación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia y (FARC) con el Gobierno Colombiano, para citar sólo unos casos.
Las razones
de fondo de por qué Francisco es tan aclamado
hoy, es porque como Papa, infunde y difunde valores; unifica y no
divide; es comprensivo e incluyente; pero sobre todo, porque vive lo que dice y
predica con el ejemplo.
La
afluencia masiva y la aclamación espontánea de decenas de miles de personas en
las calles, tanto en su viaje por los Estados Unidos y Cuba, indican que
Francisco y su mensaje cala en lo profundo de las mentes y corazones, para bien
de la Iglesia y de la humanidad.
OCURRENCIAS DEL MES
Ø ¿Qué le dijo una tostadora al
microondas? Respuesta: ¿Qué ondas micro?
Ø En qué se parece una vendedora de la calle a un
basquetbolista? Respuesta: En que los dos canastean.
Ø En qué se parece un leñador a un
partido político. En que siempre están sacando raja.
Ø Un mendigo llega a un hospital y lee un rótulo, “Sólo para médicos”, en
otro, “Sólo para empleados” y en otro,
“Sólo para personas de la tercera edad” y
le pregunta al vigilante: Y aquí no habrá algo sólo para los que tenemos hambre?.
Ø Aquel
muchacho trabajaba con los medios. Por eso ahora es medio haragán, medio
bolo y medio bruto.
Ø Le preguntan al estudiante, dígame quién fue
el Rey de los Hunos. Responde, no sé maestra. Sólo sé, del rey de los otros.
Ø La novia le dice a su querido Antonio: Oh Toño,
que bello eres. Y él le contesta: esperate que llegue el verano.
Ø Aquella joven que se dedicaba a la
cocina, le ofrece casamiento a su pretendiente, pero para después de las seis de la tarde. Cuando
el muchacho llega a la hora indicada, ella le entrega una olla repleta de arroz
y frijoles cocidos, lo que en El Salvador es conocido como casamiento.
Ø De dónde son los que utilizan el Guasap?
Respuesta: De Guazapa.
Ø Dicen que los católicos
latinoamericanos de Cuba y Estados estuvieron muy “empapados” con la visita de Francisco.
Ø Cómo se advierte que las cosas han
cambiado en el país, a tenor de algunas frases de la Oración a la Bandera
Salvadoreña, escrita en 1916 por el Dr. David J. Guzmán. Por ejemplo, cuando
dice: “Tu tienes nuestros hogares queridos, fértiles campiñas, ríos
majestuosos”…