FLORES DE UN JARDÍN HUMILDE
TEORÍA DE
LOS PARECIDOS (En serio y en broma)
No sé si
alguien habrá escrito sobre este tema, pero la base de mi planteamiento teórico
se fundamenta en la observación que durante muchos años he podido realizar, especialmente
con mis estudiantes a nivel universitario.
Mi teoría se
refiere tanto a hombres como a mujeres, especialmente en la edad joven o adulta,
cuando el organismo y las características físicas de la persona alcanzan su
mayor definición.
Dos
enunciados completan mi teoría con base a las hipótesis siguientes, sujetas a
comprobación:
Hipótesis A:
“Toda persona tiene un parecido con un animal”.
Lo anterior
se comprueba especialmente en las facciones del rostro de la persona, de su
cabeza, de su pelo y la forma de su cuerpo en general.
Así, hay
personas que dependiendo de la forma de su cara o de su cuerpo tienen un gran
parecido con un perro, con un gato, con un conejo, con un caballo, con un mono,
con un búho, con un tacuacín, con un cuzuco, con un garrobo (iguana), con un
sapo, con un cocodrilo, con un león, con un tigre, con un tiburón, con un mapache,
con un tunco de monte, con un pijuyo, con un ternero, con un chivo o carnero,
con un toro, con un burro, etc.
Los
parecidos de animales han inspirado a algunos pintores y diseñadores de dibujos
especialmente cómicos, a destacar facciones en sus creaciones, plasmándolas en
las figuras de sus personajes.
También hay
nombres de películas que tienen que ver con esos parecidos. Por ejemplo: El
Hombre Lobo, El Hombre Araña, La bella y la bestia, etc.
Por otra
parte, históricamente a nivel popular y especialmente en el campo y en los
pueblos pequeños, mediante los apodos la gente ha podido bautizar con nombres
de animales, a personas comunes y corrientes.
En El
Salvador, sobresalen los apodos de deportistas famosos que fueron muy conocidos
en el fútbol con apodo de animales como: El Conejo Liévano, Araña Magaña, El
Pájaro Huezo, La Burra Rivas, El Camello Núñez, La Pulga Mena, el Búho Ruano y
tantos otros.
En el mundo
estudiantil y profesional, también los apodos referentes a figuras de animales
abundan y esto ha llegado a ser parte del ambiente cultural de nuestra gente.
Y entre los
políticos debemos mencionar apodos como el del Sapo Villacorta, el Pollo
Samayoa y de muchos gorilas como llamaban a los militares en los años sesenta y
setenta. Y en la actualidad, a tantos funcionarios públicos que a lo mejor les
decimos un apodo en silencio, por aquello de que nos pueden demandar y llevar a
un juicio “por atentar contra el honor y la dignidad de las personas”. Pero qué
bien quedaría un apodo como el de lora presumida, pericón malversador, cuche
financiero, ratón bullanguero, etc.
La teoría de
los parecidos siempre se cumple, aunque algunas veces nos puede costar
encontrar la semejanza de la persona con el animal que le corresponde. En ese
caso tendremos que recurrir a un especialista que vea los rasgos más salientes
y determine cuál es el animal más apropiado con que se identifica a una persona.
Hipótesis B:
“Toda persona muestra un parecido entre su rostro y el tipo de sus pies”.
Así una
persona cuyas facciones de nariz es chata, africanoide o ancha y labios gruesos,
tendrá sus pies y los dedos de los pies bastante
gruesos, redondeados y un tanto toscos. Mientras que una persona con cara aguileña,
nariz griega o recta y labios finos,
tendrá sus pies y los dedos de éstos también delgados y finos.
Por
supuesto que puede existir una gama de tipos de pies dependiendo de la
combinación del mayor o menor énfasis en las características faciales de las
personas.
Pero si
alguien busca por ejemplo a una chica con pies de ángel, que observe primero su
rostro y ya puede deducir el tipo de pies que tiene. O si de pronto alguien
observa los pies de una persona puede llegar a deducir cómo es su rostro.
Qué tal si
Usted hace una prueba de tal comparación. Le sugiero que comience por su propia
persona y saque sus propias conclusiones. Si la
teoría no se cumple, no es problema de la teoría. Tal vez la explicación
es que Usted es una persona fuera de norma o muy excepcional. Haga la prueba y
me cuenta.
Autor:
Ramiro Velasco
OCURRENCIAS
DEL MES
1. Hablaban de
colores de los vestidos. Ella comentó que le gustaban rojos como la sangre. La
otra persona comentaba que prefería el pastel. Y una señora un tanto
entrometida que pasaba por allí dijo que a ella también le gustaba el pastel,
pero sin mucho turón.
2. Aquel arenero
que había disfrutado de cargos como ministro y diputado, cuando en las convenciones todos levantaban su
brazo derecho y gritaban “presente por la patria”, el decía a todo pulmón:
“presente por la plata!.
3. En la comunidad
aquel negro era el blanco perfecto de muchos ataques y críticas.
4. Si el hombre es
un animal político según Aristóteles, ¿será que el político es un hombre
animal?
5. Le preguntaron
al niño de cuarto grado si entendía que es el pie de atleta. Y él contestó: es
por ejemplo, el de un corredor de los juegos olímpicos de Río de Janeiro.
6. Aquel jefe de
oficina no podía hacer nada si no le ayudaba su asistente. Tal idea fue
retomada muy en serio por los autores de los paquetes computaciones de
aplicación virtual y ahora existen asistentes de todo tipo.