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Soy profesor universitario. Trabajo por el desarrollo de Cabañas, un departamento de El Salvador, muy bello, pero también donde hay mucha pobreza, especialmente en lo educativo y cultural. Soy planificador educativo y trabajé por muchos años como director y coordinador de proyectos sociales. Me considero una persona con una visión amplia que trata de valorar lo positivo de cada quien.

sábado, 24 de diciembre de 2011

NOCHE BUENA Y NAVIDAD



PARA TODOS Y EN TODAS PARTES,  UN SALUDO AFECTUOSO EN
ESTA NAVIDAD Y EN EL AÑO NUEVO 2012. ¡MUCHAS FELICIDADES!
Ramiro Velasco




martes, 22 de noviembre de 2011

NOVIEMBRE Y LA HISTORIA DE EL SALVADOR

FLORES DE NUESTROS JARDINES





















INDÍGENAS Y CAMPESINOS SALVADOREÑOS, LOS POBRES DE AYER Y HOY.
(BREVE ENSAYO ECONÓMICO SOCIAL Y POLÍTICO, A PROPÓSITO DEL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA). Por Ramiro Velasco

Nuestros indígenas amaban su tierra y con veneración le rendían tributo por sus frutos. Ella constituía un patrimonio que no se vendía, sino que se respetaba, se trabajaba y se compartía en comunidad.  
Para los Quechuas el término “pachamama” dado a la tierra, implicaba una relación casi sagrada del ser humano con la tierra. Tal manera de pensar y de vivir era bastante similar en la cultura maya y azteca, de la que provinieron principalmente nuestros ancestros indígenas. Pero aquella filosofía de nuestros antepasados fue trastocada con la llegada de los conquistadores.
El hombre blanco se posesionó de aquel patrimonio en un primer momento, con el argumento de que los bienes descubiertos pertenecían al Rey como soberano. En realidad los Reyes Católicos habían recibido del Papa las tierras descubiertas (tierras realengas)  con la condición de evangelizar a los nativos, como parte del Derecho Indiano.
Posteriormente los Reyes de Castilla concedieron tierras a los conquistadores por los méritos logrados y más adelante, otras tierras fueron vendidas en subasta pública. Así surgieron las haciendas que eran un sistema de concesión de grandes propiedades rurales.
Al lado de las haciendas, se establecieron las tierras comunales y los ejidos que también fueron devueltos por la Corona a los indígenas o indios como se les llamaba en la época. Los Ejidos eran tierras municipales que se ponían a disposición de grupos comunales para que fueran trabajadas en forma colectiva.
Bajo del dominio español,  se propició una nueva división social.  Por un lado, estaban los españoles con poder político y dueños de tierras llamados también peninsulares, los criollos  (hijos de españoles nacidos en América) y el clero.
Y por otro lado, los indios mezclados con españoles y los no mezclados. La mezcla de españoles e indios fue generalmente fuera de matrimonio y dio lugar al surgimiento de los mestizos o ladinos, a los que las leyes de Indias  (1680) emanadas de la Corona, no les reconocía los mismos derechos que a los españoles y criollos.
También estaba el grupo racial de los negros y sus descendientes: mulatos (nacidos de blancos y negros) y zambos (hijos de indios y negros) que al igual que los indios eran considerados seres inferiores.
Aunque las Leyes de Indias,  tuvieron el propósito de proteger y dar algunos derechos a los indígenas, especialmente en cuanto al trato que debían recibir como trabajadores, también establecieron una  diferenciación respecto a los blancos. Así por ejemplo, a los indígenas, mestizos, negros, mulatos y zambos se les prohibía utilizar las vestimentas de los blancos;  vivir en las mismas  zonas de aquellos, y desempeñar oficios y cargos públicos. A nivel educativo, sólo los blancos tenían acceso a colegios seminarios, etc.
Los indígenas eran considerados jurídicamente como “incapaces relativos” y por lo tanto, para actuar en asuntos jurídicos debían tener alguien que los representara. Tal representación podía estar a cargo de un cacique, de una comisión o de un protector de naturales. Este último fue el rol jugado por el Obispo de Chiapas, Fray Bartolomé de las Casas que junto a otros misioneros Dominicos y  Franciscanos se convirtieron en defensores de los indios, adquiriendo el compromiso de evangelizarlos.
Los criollos con el tiempo, heredaron las haciendas en las que se cultivaba mayormente el añil y se fueron constituyendo en la nueva clase social que lucharía por la independencia de España.
Los indígenas se dedicaron en buen número a trabajar en las haciendas y en los obrajes de añil de los blancos, bajo condiciones deprimentes.
En esa forma, transcurrieron los siglos dieciséis, diecisiete, hasta la primera mitad del siglo XVIII en los que se mantuvo sin mayores cambios el régimen económico de la Colonia.
Sin embargo, a partir de las ideas liberales emanadas de la Revolución Francesa se impulsaron los cambios políticos que dieron lugar a las luchas independentistas dirigidas por los criollos y en las que participaron también algunos mestizos.
Como resultado de las luchas libertarias, se estableció la República Federal de Centroamérica que estuvo vigente de 1824 a 1838. Pero que llegó a su desmembramiento con la separación de Nicaragua, Honduras y Costa Rica en 1838, seguidas por  Guatemala en 1839.  A partir de este último año, se agudizan las posiciones separatistas capitaneadas por Guatemala y las consecuentes batallas de los liberales para reunificar la patria grande que terminan en 1885.
Las ideas positivistas y liberales en el campo económico debieron tener algún nivel de aplicación en el ámbito de la República Federal de Centro América, bajo la consigna de que el derecho a la propiedad privada y la iniciativa privada eran la clave para el éxito de las nacientes naciones. Tales ideas debieron ser acogidas por liberales y conservadores. Pero fueron los liberales, los mayores impulsores de las mismas, desde que éstos lograron una  mayor incidencia política a partir de 1824 a 1838 y de manera más radical, de 1870 a 1890,  cuando tuvieron un mayor acceso al poder en las nuevas repúblicas.
Adentrado el siglo XIX, los maltratos a los indios en los obrajes de añil eran tremendos y los niveles de desnutrición, insalubridad así como el analfabetismo eran oprobiosos.  Contra tales injusticias tuvo lugar en 1883, el Levantamiento de los Nonualcos dirigido por el caudillo Anastasio Aquino para reivindicar sus tierras y sus derechos. Aquel movimiento después de intensas luchas, fue derrotado por la naciente oligarquía, la iglesia y el gobierno. Su líder fue asesinado y su cabeza después de hervida fue exhibida en una jaula de hierro, como escarmiento para los indios y mestizos.
Las constituciones de los nuevos estados centroamericanos a partir de 1840, restringieron los derechos al voto y a la ciudadanía de grupos como los indígenas, con el pretexto de que los ciudadanos debían tener ante todo, “un modo honesto de vida”. Esto significaba disponer de una propiedad así como saber leer y escribir. (Ver Constitución de 1841 de El Salvador, Titulo II, art. 5).  
Sin embargo, se avanzará al menos a nivel formal, otorgando un trato más igualitario a partir de 1873, cuando ya no se exigirá disponer de una propiedad, para ser ciudadano, sino  de un “modo de vida independiente”. En la década de 1880, aunque se establece a nivel constitucional la obligatoriedad de la educación primaria, los indígenas continuarán siendo analfabetos debido a su exclusión social.
Será hasta 1890, cuando se exigirá como requisito para obtener la ciudadanía sólo una edad determinada.
A nivel económico la situación que era de marginación y explotación para los campesinos indígenas y mestizos, alcanzará límites insospechados con la introducción del cultivo de café, que contrario a Guatemala donde comenzó en 1803, en El Salvador tiene lugar a partir de 1840.
El cultivo de café logra un auge marcado a partir de 1848 y durante la gestión de Gerardo Barrios como Presidente, de 1859 a 1863. Para dicho cultivo, se destinaron los mejores terrenos ejidales y el gobierno otorgó en propiedad los terrenos baldíos a quienes los cultivaran durante cinco años.
En 1864, durante la Administración del Presidente Francisco Dueñas, continuó una serie de incentivos para el cultivo de café y tuvo lugar la usurpación de propiedades comunales por parte de las mismas élites gobernantes y su adjudicación a nuevos productores, generalmente de procedencia extranjera.
A partir de 1871 se estableció una política económica basada en el cultivo de café bajo la Presidencia de Rafael Zaldívar,  que en marzo de 1881 tendrá su culminación al presentarse ante la Cámara de Diputados  la Ley de extinción de Ejidos que al ser aprobada e implementada, logró totalmente la abolición de las tierras comunales.
Como para realizar el cultivo de café se requería capital de trabajo y esperar cinco años para obtener las primera cosecha, los indígenas y campesinos pobres fueron excluidos de la obtención de tales tierras. De ahí que los favorecidos fueran familias de extranjeros y algunos nacionales con alguna capacidad financiera o con gran apoyo del nivel político.
La Ley de extinción de Ejidos y la filosofía de que el proyecto modernizador basado en el cultivo de café era el camino para reactivar la economía y avanzar hacia la verdadera ”civilización” sumió más en la miseria a la población campesina pobre y a los indígenas .  
A partir de aquel proyecto modernizador se agudizaron las diferencias de clase, con un claro menosprecio por la población indígena, que al no aceptar aquel nuevo sistema y trabajar con desgano, fue considerada como un obstáculo para alcanzar el progreso. A esta concepción se sumaron a finales del siglo XIX  y parte del siglo XX, intelectuales de renombre, como: Vicente Acosta, David J. Guzmán, Francisco Gavidia y otros.
La historia de explotación y menosprecio de los indígenas continuó en la misma forma durante los primeros decenios del siglo XX,  agudizándose con la crisis mundial de 1929,  al caer los precios del café y entrar la población trabajadora en una situación de mayor calamidad.  Aquella situación dio lugar al levantamiento campesino de 1932 y a la reacción represiva gubernamental del Presidente Maximiliano Hernández Martínez, responsable de la masacre de por lo menos 25, 000 indígenas asesinados.
De aquella fecha en adelante los indígenas y todo lo que tuviera que ver con ellos (lenguaje, vestimenta, tradiciones, etc.) fue objeto de persecución y ataque sistemático.
Para las décadas siguientes, llegando hasta los años de 1950, como la describe Abel Cuenca en “El Salvador una democracia cafetalera” la pobreza extrema, las condiciones infrahumanas y los niveles de explotación de los campesinos sin tierra alcanzó niveles alarmantes, hecho que también lo consignó un informe de Naciones Unidas en su momento.
De 1950 en adelante, el indigenismo ha sido cubierto con el ropaje del mestizaje, pero su verdadera cara se evidenció en el terreno del campesinado salvadoreño más pobre y desprotegido. Gran parte de esta población se convirtió en los millares de desplazados durante el conflicto armado y en los emigrantes rurales y semiurbanos, a partir de los años ochenta.
Al año 2011,  el fenómeno de la exclusión social está latente en la pobreza estructural vigente en casi la mitad de salvadoreños que ensombrece por su crudeza una historia de gestas, a la que se ha dado tanta preeminencia en la narrativa oficial en los últimos decenios y en este mes de noviembre de 2011, con motivo de la celebración del Bicentenario de la Independencia Patria.

Parte de la bibliografía consultada:
  






POR FAVOR, CONTESTE LA PREGUNTA QUE SE FORMULA A CONTINUACIÓN. SU OPINIÓN ES MUY IMPORTANTE. GRACIAS. 



sábado, 15 de octubre de 2011

OCTUBRE TODO LO DESCUBRE




LOS CUJES FLOREADOS EN LOS CAFETALES


























SAINETE DE NUESTRO ESCENARIO POLÍTICO

En un escenario de teatro vemos diferentes actuaciones: serias y dramáticas, jocosas y tristes, aburridas e interesantes. Pero en el escenario de nuestro mundillo político abundan las actuaciones retorcidas, ridículas y hasta extravagantes.
Y es que los líderes de los partidos políticos han actuado tradicionalmente a espaldas del pueblo, pero como necesitan de la gente en los períodos electorales, aparecen haciendo micos y pericos para mostrarse serios y cumplidores de la ley, la que a la hora de las verdades les vale un comino. Pero tarde o temprano salen a flote sus verdaderas intenciones y actuaciones que van minando su ya débil credibilidad ante la opinión pública.
En esta oportunidad, nos referimos a una especie de sainete que han representado en los últimos meses, dos viejos metidos en el mismo barco, desde principios de los años sesenta: el Partido Demócrata Cristiano (PDC)  fundado en 1960  y el Partido de Conciliación Nacional (PCN) que nació a la vida pública en 1961.
Todo comenzó cuando estos partidos no alcanzaron el  3% de la votación en las elecciones presidenciales de 2004. A ellos les tocaba beber agua de su mismo chocolate, pues junto a ARENA, CD y otros partidos pequeños, se encargaron de establecer en el Código Electoral de diciembre de 1992 y publicado en el Diario Oficial en enero de 1993, los numerales 3 y 7 del Artículo 182 que establecía: cancelar la inscripción de un partido que al intervenir en las elecciones, no obtuviese determinado porcentaje de votos válidos. Los porcentajes eran: 3% en el caso de competir un partido solo,  6%  cuando compitiese con otro y hasta 10 % cuando un partido fuera coaligado con dos o más.
Digo que les tocaba beber agua de su mismo chocolate, pues cuando abogaron por tal decreto, en sus números alegres nunca pensaron que tal decreto se les podía aplicar algún día.
Tras la elección de 2004, mientras el Tribunal Supremo Electoral se disponía a desinscribirlos por no haber obtenido el 3%, ambos partidos presentaron amparo ante la Sala de lo Constitucional con argumentos un tanto falaces, logrando que la Sala de aquella época detuviera la desinscripción y posteriormente diera una sentencia firme a su favor.
La tabla de salvación “chabeleada” fue el decreto 586, emitido en el año 2005 por la Asamblea Legislativa, que sirvió para dejarlos vivos después de las elecciones.
Ante tal situación, seis abogados interpusieron una demanda ante la Sala de lo Constitucional para que se declarase inconstitucional el decreto 586, logrando una sentencia de la Sala, en abril del 2011, en la que se declaró inconstitucionales algunos incisos de los artículos 1 y 2 del mencionado decreto. Al mismo tiempo, se ordenó al TSE, iniciar el proceso de cancelación de ambos partidos, por no haber alcanzado los porcentajes establecidos, dándoles la alternativa de poderse inscribir como partidos nuevos, con los requisitos que se exigen normalmente para tales casos.
Ante tal decisión de la Sala de lo Constitucional, los partidos sentenciados a muerte, movieron cielo y tierra para mantenerse con vida. Sin embargo, al mismo tiempo, iniciaron el proceso de recolección de firmas para reencarnarse en dos nuevos institutos políticos, denominados: Partido de Concertación Nacional y Partido de la Esperanza, en sustitución del PCN y PDC respectivamente. Ellos completaron las 50,000 firmas, apoyándose por supuesto en las estructuras partidarias existentes y en una amplia promoción y “echando vino nuevo en odres viejos” o como dirían las abuelas “siendo la misma mica, sólo que con diferente cola”.
Después de unos meses de limbo jurídico, debido a que el TSE no llegaba a un acuerdo para iniciar el proceso de desinscripción, en septiembre de 2011 el TSE ratificó la cancelación de los dos partidos,  con los votos del Presidente Eugenio Chicas, Gilberto Canjura y Eduardo Urquilla.
La decisión fue rechazada de inmediato por dos magistrados dentro del mismo TSE, especialmente por Walter Araujo de ARENA. Sin embargo, la resolución fue publicada posteriormente en el Diario Oficial y se convirtió en ley de la República.
El rechazo de los secretarios generales de los partidos dados por muertos, Ciro Zepeda y Rodolfo Parker, no se hizo esperar. Ellos presentaron una demanda ante la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Suprema de Justicia. Con los votos de cuatro magistrados, dicha Sala admitió de inmediato la demanda y ordenó al TSE congelar “provisionalmente” la cancelación de ambos partidos.
Entre los dimes y diretes de los representantes partidarios afectados, según la prensa, el Secretario  General del PDC Rodolfo Parker expresó con referencia a los magistrados del TSE: “Esta gente no está actuando como funcionario público sino como activistas políticos partidarios del FMLN... no hay resolución del ente colegiado, sino de tres pelones de hospicio, de tres activistas prosélitos del FMLN”.  Ciro Zepeda del PCN reaccionó por su parte ante la decisión del TSE de cancelar su partido, recordando la cantidad de años que lleva como diputado en la Asamblea Legislativa y como Secretario del PCN  y señaló:   “Siempre he sido directivo de la Asamblea y nunca vi notificación  de cancelar partidos, ni del Consejo Central de Elecciones o del Tribunal Supremo Electoral”. Como si para que surta efecto una ley, se deben haber dado antes sentencias similares.
Por otra parte, ante la resolución de la Sala de lo Contencioso Administrativo, el magistrado del TSE, Eduardo Urquilla aseguró que la admisión de dicha demanda era inconstitucional, ya que la máxima autoridad en materia electoral es el Tribunal Supremo Electoral. Además, señaló que la cancelación ya es un acto irreversible, independientemente de la sentencia que pueda dar la Sala de lo Contencioso.
Queda por verse sin embargo,  qué resuelve oficialmente el TSE ante la resolución de la Sala de lo Contencioso Administrativo.
En otras palabras, los tales partidos siguen vivitos y coleando, a pesar de que el TSE los declaró formalmente muertos. Y lo más cómico del caso es que sin haber muerto totalmente, ya han nacido legalmente los nuevos que han surgido de sus mismas estructuras partidarias viejas. Es decir que a este momento de dos partidos veteranos han surgido otros dos como por arte de magia. ¿O se tratará que de cada uno de estos dos partidos viejos ha surgido un monstruo con dos cabezas?.
El caso es que los dirigentes del PCN y del PDC ahora tienen no uno, sino dos partidos con los cuales seguir en el  tinglado político y cobrar la deuda política que es una suma millonaria que otorga el estado en cada campaña electoral a los partidos contendientes.
Este último aspecto parece ser la última razón de ser de tanto pleito por parte de los dirigentes: se trata del pistío que está de por medio.
Pero el melodrama de mal gusto o mejor dicho el sainete, continuará por mucho tiempo más. Pues de seguir con vida los partidos muertos, deberán aparecer en las papeletas de votación y de no aparecer, seguirán las demandas. Además, como ya lo dejaron entrever los dirigentes, se exigirá el pago por daños y perjuicios como parte del gran negocio político partidario salvadoreño.
En una próxima entrega nos referiremos a otro sainete de esos que quizá sólo se presentan en el mundillo político salvadoreño.





ELLOS Y NOSOTROS

Hoy soy más viejo que ayer,
pero menos que mañana.
Para mí cuentan más
las auroras llenas de luz
que los oscuros atardeceres.

Pareciera que cada día,
una barrera nos separa
a las generaciones de ayer
y a los jovencitos de hoy.

Nosotros  hablamos de cosas
que quedaron atrás,
a veces medio rotas y
retorcidas por el tiempo.
Ellos hablan del ahora
y de quimeras del futuro,
en un idioma intrincado
de palabras raras
dichas  y escritas a su manera.

Nosotros  vivimos de recuerdos,
de días tranquilos
caminando por veredas
y por calles estrechas.
Ellos viven aturdidos,
soportando el vértigo
de máquinas ruidosas
en las autopistas,
y de artefactos veloces
que surcan el espacio.

Nosotros cantamos
boleros y piezas románticas;
ellos adoran el rock, el perreo
y el reggaeton.

Y mientras nosotros leemos
los pesados libros clásicos
y los gruesos periódicos
cargados de chismes
y largas peroratas,
ellos leen muy poco,
pero platican por largas horas
en mensajes muy cortos;
y  vuelcan sus chambres
y sus deseos cibernéticos
en las redes sociales.

Cada día que pasa
esa maga poderosa
de la tecnología,
inventa artefactos novedosos
y eleva más el muro
de dos mundos distintos:
el de ellos y el de nosotros.

Ramiro Velasco
11 octubre de 2011



AL BOLITO DIOS LO QUIERE

Una frase similar a la del titular pudiera ser: “al bolito Dios lo cuida”.
Como se sabe, hay varias clases de bolos (borrachos): está el “bolo loco” que podemos ver retratado en la persona que cuando apenas se echa unos tragos, cambia totalmente su temperamento y llega a perder la cabeza haciendo y diciendo cosas que nunca haría de bueno. Este es el caso, por ejemplo,  de los que al terminar una reunión aceleran el carro a más no poder y manejan sintiéndose dueños de la calle, convirtiéndose en manejadores temerarios.
También está el “bolo bochinchero”, también llamado “mal trago” o “bolo desvergue”. Ese con unas gotas de alcohol nuevo en la sangre, se vuelve bravo y se convierte en el mejor machetero o pistolero de la zona. En el mejor de los casos, termina amenazando con darle “riata” a todo el mundo, pero especialmente a aquellos con quienes ya las  trae por alguna mala mirada, un desprecio o algún vago resentimiento. Probablemente en éstos estaba pensando Roque Dalton cuando escribió en su Poema de Amor:  …las que llenaron los bares y burdeles/ de todos los puertos y capitales de la zona ("La gruta azul", "El Calzoncito", "Happyland")/… los que lloraron borrachos por el himno nacional/… “los primeros en sacar el cuchillo”.
Otro tipo de bolo es el “bolo llorón”, a éste le da por recordar los tiempos pasados; a un ser querido que ya no está en este mundo; a la novia o esposa que lo abandonó…
Existe además, el “bolo alegre”. Este puede ser aquella persona que de ordinario es tranquila y hasta tímida. Pero de pronto, con los primeros tragos comienza a gritar, a cantar, a bailar, a contar chistes y a abrazar a los cheros.
También está el “bolo malcriado y ofensivo”. Este con sus tragos, no mide ya sus palabras, saca la caja de lustre, insulta y ofende. Es un verdadero aguafiestas que se echa enemigos fácilmente y termina resintiendo a muchos, hasta sus propios amigos y familiares.
Pero al que yo me quiero referir especialmente en esta nota, es al “bolito consuetudinario”, es decir al “bolito de verdad” ese tranquilo y bueno y que no hace daño a nadie. Al contrario, es más bien pasivo, tolerante, atento y servicial. Su gran pecado es su adicción o mejor dicho su enfermedad que consiste en un estado avanzado de alcoholismo que le expone hasta morir si le falta un trago. Este tipo de bolito  puede morir si le falta un poco de guarón o de zangolote , para alcanzar el nivel adecuado y elevar el grado de alcohol que lleva en la sangre.
De éstos bolitos estaban llenas las cantinas de los viejos barrios de nuestras ciudades y pueblos donde se vendía y aún se vende, el guaro copeado. Aquellos sitios eran muy visitados por hombres sucios, llamados chichipates a quienes les bastaba un único gran trago para volver a su mundo. Eso sí tomado con cierto estilo; aturrando la cara y saciando de inmediato el quemón con un jocote, con un mordisco de pepino y hasta con un pedacito de sandía.
Sé de historias de este tipo de bolitos que se salvaron en un accidente vehicular, tal vez por no ponerse tensos al momento del golpe, dado su normal estado de alcoholismo.
Cuando me encuentro a algunos de los mendigos que pululan por nuestras ciudades, algunos hasta con horario para pedir y que son toda una farsa contando: que “le robaron lo que traía en el bus” o “que anoche se le murió su hijo y no tiene para enterrarlo”, etc, me niego a darles una limosna. Pero cuando encuentro a un bolito bueno, y pienso que si no tiene para el traguito, hasta puede morir, le doy con gusto unas monedas, recordándole eso sí,  que antes del trago tiene que comprar algo para comer.
Del último caso que me enteré fue de un bolito que se encontraba hace unos días en las riberas del Río Acelhuate, en San Salvador y que fue auxiliado por los socorristas de la Cruz Verde en medio de la repunta, en la parte más alta de los peñascos. Al preguntarle los periodistas por qué se encontraba allí, dijo que había bajado a tomar un baño. Mi explicación de por qué se había salvado era otra: A los bolitos Dios los cuida con especial cuidado.

POR FAVOR, CONTESTE LA PREGUNTA QUE SE FORMULA A CONTINUACIÓN. SU OPINIÓN ES MUY IMPORTANTE. GRACIAS. 


martes, 13 de septiembre de 2011

OTRO SEPTIEMBRE EN EL SALVADOR


 
 
LOS MORROS (JÍCARAS) DE SAN ISIDRO, CABAÑAS   
(Con un click aumenta la imagen)  











 









CAMPAÑA POLÍTICA Y REMEDOS DE REFORMA ELECTORAL

Aunque faltan unos seis meses para el 11 de marzo del 2012, fecha de las próximas elecciones de diputados y alcaldes, la campaña partidaria no se detiene; con el pretexto de realizar tareas de reorganización y de selección de candidatos, los políticos vuelcan su energía en lo que son expertos: hacer proselitismo, fomentar el clientelismo electoral y hacer una campaña velada, especialmente en el interior del país.
Lo anterior, en contravención al mandato constitucional que establece en el Art. 81, que  “La propaganda electoral sólo se permitirá, aun sin previa convocatoria, cuatro meses antes de la fecha establecida por la ley para la elección de Presidente y Vicepresidente de la República; dos meses antes, cuando se trate de Diputados, y un mes antes en el caso de los Concejos Municipales”.
El hecho más contundente se dio la semana recién pasada,  con ocasión de inaugurar la pavimentación de una calle en Soyapango. Las autoridades municipales, entre ellos el Alcalde Don Carlos Ruiz llenaron el ambiente de globos rojos, de sillas rojas, de canopis rojos y de vestimenta roja por parte de los militantes, como en los días más encendidos de la campaña.  Menos mal que el Ministro de Obras Públicas, Licenciado Gerson Martínez,  siguiendo la línea del Ejecutivo, se negó a asistir a dicho acto,  a pesar de pertenecer al Partido Rojo.
Es justamente en este período de campaña no oficial que los concejos municipales y las dirigencias partidarias tratan de mostrarle a la población, que las pequeñas obras que hacen con los fondos del Estado, son la muestra del trabajo que el partido hace por el pueblo y aprovechan para solicitar el “apoyo” en las próximas elecciones.
Ese es el jueguito que se viene haciendo por décadas y que tan buenos resultados ha dado a la clase política que vive de la política y de cuyo comportamiento el pueblo ya está cansado.
Migajas de reforma electoral
Bastante agua ha pasado bajo el puente de nuestro tinglado político, después de las famosas sentencias de la Sala de lo Constitucional  que fueran emitidas en el 2010 y principios del 2011 y que proyectaran  a los cuatro magistrados ante los ciudadanos progresistas, como los “cuatro magníficos” o los  “cuatro fantásticos”. 
Los magistrados dictaron audaces sentencias de inconstitucionalidad sobre: las candidaturas  no partidarias,  las listas cerradas de candidatos a diputados, la inadecuada proporcionalidad del número de diputados según la población en las circunscripciones electorales, el Decreto  586 que dejó vivos a los partidos PCN y PDC en el 2005; y posteriormente,  la inaplicabilidad del tan llevado y traído Decreto 743 emitido el 2 de junio pasado por la Asamblea legislativa para reformar la Ley Orgánica Judicial con el fin de obligar a la Sala de lo Constitucional a emitir los fallos por unanimidad.
Hasta antes del decreto 743, todo parecía indicar que por fin llegarían  a El Salvador  las ansiadas reformas que corrigieran el rumbo de la política  criolla, que cayó víctima de los partidos desde 1983, cuando se incorporó a la Constitución de la República  el Art. 85, que señala “a los partidos políticos como el único instrumento para el ejercicio de la representación del pueblo”.
Como hacer una reforma a fondo de la Constitución era casi imposible en el corto plazo, al menos se esperaba una nueva ley de partidos políticos y la corrección al Código Electoral que adolecía de varios artículos con visos de inconstitucionalidad. Por ejemplo, en el caso de los diputados, el Art. 215, que imponía incorrectamente el requisito de estar afiliado a un partido para ser candidato y cuya inconstitucionalidad demandó en su oportunidad el Dr. Félix Ulloa, mediante un recurso de amparo presentado ante la Sala de lo Constitucional.
En respuesta a tal amparo, el fallo de la Sala de lo Constitucional declaró inconstitucional tal artículo  del Código e incisos de otros artículos, como el 239, el 250 y el 262; y  abrió la posibilidad para que en las próximas elecciones se puedan elegir candidatos no partidarios; se desbloquee las  listas cerradas de los candidatos a diputados, mediante papeletas que permitan al elector elegir de manera directa y no por banderas de partido como ha sido la costumbre hasta ahora.
Hasta ese momento bien por las actuaciones de la Sala de lo Constitucional.
Sin embargo, después de algunas semanas  de asedio a los “cuatro fantásticos” y de impasse creado por la Asamblea Legislativa al querer destituirlos y aprobar el lesivo Decreto 743 con la complicidad directa del Ejecutivo, las reformas a la ley electoral se vieron estancadas.
Fue hasta el 27 de julio pasado que la misma Asamblea, con los votos del FMLN, ARENA, PDC y un independiente, derogó el decreto 743 superando la confrontación entre los órganos del Estado, en una estira y encoje por parte de ARENA y el FMLN y el total rechazo del PCN y GANA a cualquier reforma a la ley electoral actual.
Con la derogación del decreto se volvió a la situación anterior y los magistrados de la Sala pueden de nuevo tomar decisiones por mayoría y no por unanimidad.
El vacío jurídico vivido durante casi dos meses, que en el calendario electoral es mucho, parece haber sido una táctica de los partidos en general para no realizar las reformas al Código Electoral citadas anteriormente o irlas realizando de manera lenta y parcial.
Un ejemplo ilustra nuestra afirmación anterior: En diciembre pasado, se dictaminó con los votos del FMLN y ARENA, la autorización de las candidaturas no partidarias para diputados, pero con unos requisitos tremendamente onerosos para los participantes. Por ejemplo  a los candidatos independientes se les exigía una cantidad de firmas de respaldo similar al menor residuo logrado en la elección anterior en cada circunscripción electoral y una fianza en efectivo equivalente al 50% de lo que el candidato estimase invertir en la campaña.
Pero después, con otra “gran enmienda” hecha por ARENA y el FMLN en un nuevo decreto, este 7 de septiembre y contando con la oposición de GANA, PCN y PDC a cualquier reforma electoral, los aspirantes no partidarios, deberán presentar como mínimo 6,000 y hasta 12,000 firmas, dependiendo de la población del departamento por el que compitan; y sólo deberán presentar el 25% y no el 50%, en concepto de fianza, de la cantidad de dinero que tienen previsto invertir durante la campaña proselitista.
Si se comparan los requisitos para la participación en la campaña de los candidatos independientes, con la de los candidatos que pertenecen a los partidos, existe un abismo de desigualdad. Por ejemplo, los candidatos partidarios vienen trabajando desde hace un año en su proselitismo partidario local  con el disfraz de organización. A ellos no se les exige ninguna firma de la ciudadanía para competir y como miembros de un partido, gozarán del apoyo financiero del gobierno mediante la deuda política.
Como se puede comprobar por el dato anterior, las reformas se están dando a cuenta gotas y como si la Partidocracia fuera la dueña de los cargos de elección popular de la Asamblea Legislativa.
Lo mismo se pudiera decir de lo ordenado por la Sala de lo Constitucional en cuanto a las papeletas de votación que deben permitir la elección por personas y no por partidos, que ha sido desobedecida por los partidos representados en la Asamblea. Ellos han aprobado por decreto, contra lo ordenado por la Sala, que aparezca la bandera del partido junto a la fotografía y nombre de los candidatos.
Ante una situación como la presente, sólo queda de nuevo la mano salvadora de los “cuatro magníficos” para dictaminar con base a un nuevo recurso de amparo presentado ya por miembros de la sociedad civil, sobre los remedos de reforma electoral hechos por los diputados que tratan de burlar el mandato constitucional.
Queda por ver, si la partidocracia le dobla el brazo a la Sala de lo Constitucional o si por el contrario, como la Selecta de Playa, los cuatro magistrados son declarados “héroes” de la patria por su valentía al dictaminar contra los chuecos decretos de ley fabricados por la Asamblea. Si no, será el pueblo llano el que tendrá la última palabra.



SI VOLVIERA A NACER

Si volviera a nacer
me gustaría que la cigüeña,
o más bien la garza blanca
de nuestros campos,
me llevara en su vuelo
siempre por la misma ruta,
entre los cerros de Cabañas.

Y ser entregado a mi madre
por Teresa Alfaro
la comadrona de la familia,
sin luces artificiales,
sin ruidos de aparatos médicos
y sin los gritos de otros infantes
clamando por su biberón
en sus cunitas de hospital.

Y en aquella casa de adobe
metida entre los árboles,
sentir el calor natural
del día y de la noche,
de unos brazos afables
y de unos pechos grandes
colmados de alimento.

Y al abrir los ojos,
sentir los primeros rayos de sol
y de la luna llena,
a través de las rendijas estrechas
de las tejas de barro.

Y en vez del ruido estruendoso
de los motores citadinos
y los gritos de los transeúntes,
escuchar el canto de los pájaros,
las gotas de la lluvia
y el susurro de las hojas
del aceituno y del candelillo.

Y a los pocos días de nacido,
salir al corredor,
con los ojos aún achinados,
y mirar los rostros expresivos
de mis padres, de mis tías
de mis hermanos…
y sentirme de verdad, bienvenido.

Ramiro Velasco, septiembre de 2011




LOS SECRETOS DE UN INODORO

Si Ud. se considera una persona muy decente, no lea este escrito.
Inodoro, qué palabra más bonita para ese sitio que en algunas casas o lugares públicos no es tan limpio que digamos. O qué decir del término servicio sanitario  que es también un buen calificativo, mientras muchos lo dejan todo sucio al no echar el agua o por la falta de puntería (en el caso de los hombres), convirtiéndolo en inmundo y pestilente.   
En cuanto al término letrina a mí me suena a fosa séptica rural, cavada en la tierra y con asientos de madera; sin embargo, me he informado que en sus inicios en la antigua Roma las letrinas eran construidas con una especie de hormigón con cal; tenía un sistema de drenaje que corría por debajo de los asientos y se usaba en forma colectiva.
La palabra baño no  me parece tan apropiada, cuando se trata de cubrir las normales necesidades corporales; aunque sí lo es, el término sala de baño que da idea también de un sitio para el aseo personal en general.
La palabra tocador, es utilizada por las damas más fufurufas, aunque la verdad es que en nuestro país ellas se retocan en cualquier parte.
El nombre Escusado me suena a algo arreglado, tal vez por la homofonía con la palabra excusado, al menos en la pronunciación latinoamericana. Aunque en la actualidad ambas formas de escribir el término, son correctas.
Y en cuanto a la denominación de retrete, poco usada entre nosotros, se remonta al siglo XIX, y se refería al sitio de retiro  o íntimo de la casa, destinado al descanso.
Los más viajados le llamarán rest room o wc (water closet) al estilo inglés, váter como dicen los españoles  o toilette, al estilo francés.
A mí me gustaba el término cheso que se usaba antiguamente en San José de la Montaña, quizá parodiando a la palabra italiana chiuso que quiere decir cerrado; o la de trono, que se usó en nuestros tiempos de estudiante, para indicar en forma burlona, “la majestuosidad” de alguien sentado en esa silla tan especial.
Pero más me gusta la palabra cien, que usaban con cierta sorna nuestros adultos mayores. O la de chele bocón, que usábamos antes, también con cierta ironía, cuando las tazas por lo general  eran de color blanco.
En cuanto a la utilidad del inodoro, dejando a un lado su uso tan real y común y siguiendo tal vez la tradición del antiguo retrete, es indudable que puede convertirse en un pequeño santuario de retiro que posibilita la inspiración y la inventiva.  No sabemos la cantidad de inventos que se habrán producido en la sesión diaria dedicada a rasurarse o a sentarse en ese frío asiento de porcelana. No sería remoto que Albert Einstein diera sus últimos toques a su Teoría de la Relatividad sentado en esa silla de pensar.
De allí que para muchos, ese sitio no sea necesariamente de suplicio o incomodidad; sino que puede convertirse en una pequeña sala de retiro para la meditación.
La primera vez que vi una sala de baño y un servicio sanitario casi enmarcado en libros y revistas fue antes del conflicto armado, en la casa de los Padres de Markynol de la Colonia Miramonte, en San Salvador. Me tocó entrar allí varias veces, mientras trabajé por un tiempo como voluntario en las cosas de la Iglesia y en trabajo comunitario en la zona marginal, donde hoy se encuentra el Hospital La Divina Providencia. Recuerdo que en aquella sala de baño, daban ganas de quedarse más tiempo, pues había revistas muy interesantes y un libro de poemas de Neruda.
Esa costumbre la tienen también mis hijas, pues les he visto en tal sitio, algunos libritos de la mitología griega, del mundo egipcio y de chiquilladas.
Después de Quevedo, cuántas cosas se habrán escrito sobre el hecho de tener que ir al inodoro, que de paso no es ninguna indecencia, pues es parte de la vida de los mortales.
Ir al baño como dicen nuestros jóvenes de hoy, suena un poco trivial. Nuestros viejos antepasados tenían más creatividad en ese sentido. Así, a más de alguno escuché decir frases como éstas: “voy a cortar flores”; “voy al cien”. Y en el campo: “voy a amarrar un conejo”. Y si alguien amanecía mal del estómago, decían: “tiene la vara del alcalde”, o tiene “corré que te alcanzo”.
Debo confesar que los ratos que he pasado metido en esa pequeña sala, me han servido muchísimo, no sólo para reflexionar en la inmortalidad del cangrejo, sino para buscar soluciones creativas a los problemas cotidianos y hasta para pensar sobre qué voy a escribir en este blog.



NOTA: POR FAVOR, CONTESTE LA PREGUNTA QUE SE FORMULA A CONTINUACIÓN. SU OPINIÓN ES MUY IMPORTANTE. GRACIAS. 

sábado, 6 de agosto de 2011

AGOSTO EN EL SALVADOR




 NIDOS DE NUESTROS PÁJAROS
( Con un click aumenta la imagen)



 







SOY DE CABAÑAS (Canción)


Cabañas es mi tierra, es mi departamento,

los cerros y los ríos se encuentran por doquier;
el aire allí es más fresco, es más azul el cielo;
¿será porque su gente es más linda también? (bis)

Soy de Cabañas, soy de Cabañas,
lo llevo aquí en el alma y aquí en mi corazón.
Soy de Cabañas, soy de Cabañas,
pedacito de patria de mi lindo El Salvador.

Si voy por Ilobasco hacia Sensuntepeque,
pasaré San Isidro y el bello Guacotecti;
y llegaré a Dolores y subiré a Victoria
y más cerca del cielo, veré todo El Salvador.(bis)

Soy de Cabañas, soy de Cabañas,
lo llevo aquí en el alma y aquí en mi corazón.
Soy de Cabañas, soy de Cabañas,
pedacito de patria de mi lindo El Salvador.

Me encuentro al occidente de mi departamento,
por Cinquera y Jutiapa suena el bosque y el río;
y al subir la colina, está Tejutepeque…
Esos bellos lugares son de Cabañas, señor.(bis)

Soy de Cabañas, soy de Cabañas,
lo llevo aquí en el alma y aquí en mi corazón.
Soy de Cabañas, soy de Cabañas,
pedacito de patria de mi lindo El Salvador.

Letra y música de: José Ramiro Velasco

Pequeña Historia de la Canción

Esta canción fue escrita en agosto de 2002. Dos motivos de fondo me impulsaron a escribirla, por un lado, mi amor por el terruño y por otro, la idea de contribuir a levantar la autoestima de los coterráneos, muchos de los cuales se avergonzaban en aquella época, de provenir de un lugar bastante atrasado y que siempre estuvo en el olvido de los gobernantes de turno, como toda la zona norte del país.

En la canción se nombran los 9 municipios que pertenecen al Departamento de Cabañas. Se describe además su topografía, caracterizada por cerros y ríos. Deben mencionarse como lugares destacados, el Río Lempa que circunda el Departamento, el Bosque de Cinquera y miles de cerros, entre ellos, los cuatrocientos que rodean la ciudad de Sensuntepeque, que es la Cabecera Departamental.

La canción fue grabada en el Estudio C.M. Recording Arts de Don Claudio Morazán y es interpretada por José Roberto Canjura, cuando se iniciaba como cantante.

Algunos discos originales fueron entregados por el autor a Radio Victoria, a Radio YSKL y a la YSUCA. Es de hacer notar, la buena acogida de las dos primeras, que muy gentilmente difundieron la canción en innumerables oportunidades.

Con toda humildad puedo decir que esta canción motivó a muchos artistas nacionales, entre ellos a destacados artistas como El Primo Chema y al Doctor Ancalmo, a componer sus propias canciones con tinte local y costumbrista.

Nota: Si desea escuchar la canción, vaya al principio de la página y encuentre el link al lado superior derecho.


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UN DÍA SEIS DE AGOSTO

Esta vez deseo compartir con los (las) amables lectores, lo que pasó en mi vida un seis de agosto de 1964, hace sólo cuarenta y siete años. Para ello recurro a mi diario de vida del que  trascribo textualmente:
<<Día 6 de agosto de 1964 (Jueves)
A las 5.30 a.m. entono el Te Deum. Sólo diecisiete son los que contestan, los demás parecen estar dormidos todavía.
La misa es en catedral. Meditamos sobre el evangelio del día. Después de desayuno cantamos el himno al Seminario, yo lo he querido acompañar al piano.
Enseguida pregunto a Monseñor Barrera cuál será el programa del día. Le propongo hacer un paseo. Después de pensarlo, me dice que nos preparemos para ir a La Parada. Fuera de nosotros por la alegría, nos disponemos para realizar tal orden.
Vamos al Parque Colón a tomar la camioneta y llegamos en los precisos momentos en que va a salir una. Sin más tardanza, nos subimos rumbo a La Frontera. Llegamos al desvío de La Parada, nos bajamos y caminamos a pie rumbo a la población. Cerca de llegar, un camión nos lleva hasta el pueblito. De inmediato, nos dirigimos al río que nos espera ansioso. Por una calle bastante fea nos dirigimos hacia allá. Pasamos el cementerio y más adelante preguntamos a un señor, si es bueno el camino para llegar al río y nos señala otro mejor.
Qué alegría tener a nuestra vista el hermoso riachuelo, tan tranquilo e invitando con su rumor a probar sus aguas. Todas las expresiones salidas de nuestras bocas son de alabanza: ¡qué bonito!, ¡es hondo!, ¡tiene jutes!… ¡Aquí está el lugar para desvestirse!.
Los pequeños se quedan con Edín y los más grandes conmigo. Hacemos una inspección al desconocido río, juteamos y después de bañar casi unas dos horas nos vestimos. Envío a dos compañeros a encontrar el almuerzo que Monseñor ha prometido traernos.
Como a la media hora, regresa un compañero con el aviso, de que nos dirijamos hacia un cerro que apenas se divisa, El Pinalón. Caminamos sin denuedo casi una hora, hasta que logramos ver la camioneta bastante distante todavía de nosotros. Por fin alcanzamos a Monseñor y subimos todavía más arriba.
Nos colocamos bajo la sombra que nos prodiga un bondadoso árbol y comenzamos nuestro delicioso almuerzo, amenizado por el ritmo de los vientos que nos acarician, y que nos llenan de alegría por su frescura. Después de haber almorzado y merendado al mismo tiempo, continuamos nuestra marcha que no va ni a la mitad.
Atravesamos riachuelos y arboledas y después de varias dificultades llegamos como a las 2 p.m. al lugar llamado el Pinalón. Es hermoso el panorama que desde allí contemplamos. Aún escucho el lamentarse de aquella puerta de golpe por la que entramos a la casa de la hacienda. Fue poca nuestra estancia allá arriba, pues muy pronto estábamos dispuestos a emprender el regreso, ahora por otro lado, a salir a la estación de Chilcuyo.
Dos guías nos ayudaron a dirigirnos para allá. Ya en camino, no muy lejos de la cima, una culebra pica a Gustavo, el cual es auxiliado de inmediato por nosotros. Le aplicamos un torniquete y lo traemos en hombros el resto del camino.
Qué pendiente más difícil y penosa. Por fin, después de atravesar el Río Chilcuyo, llegamos a la ansiada estación que tiene el mismo nombre.
Media hora después, subíamos al tren, rumbo a Santa Ana. La gente nos veía con mucha curiosidad. Me imagino que algo bueno pensaban de aquel grupo de jóvenes tan alegres después de haber gozado de una aventura todo el día.
Al llegar a la estación de Santa Ana, hablo por teléfono al Seminario y le cuento a Monseñor la pequeña tragedia de nuestro compañero Gustavo y le pido que nos envíe la camioneta para llevarlo al médico. Cuando lo examinan, las enfermeras comentan que más que de la picada, podía haberse complicado por el torniquete que le habíamos aplicado que le impedía totalmente la circulación de la sangre en la pierna.
De regreso todos contábamos nuestras impresiones después de alejarnos por una larga jornada, de la vida ordinaria del internado.
Por la noche estaba tan cansado que no podía dormirme. Pero fue un día hermoso cuyo recuerdo perdurará por mucho tiempo>>.
A manera de reflexión
Al leer esta página de mi diario, casi no he podido contener las lágrimas. Lo primero que pensé fue: qué sencilla era nuestra vida en el internado, en los años de nuestra adolescencia. Pero a la vez, qué importante tener la guía de un educador como Monseñor Benjamín Barrera, Obispo de Santa Ana que ubicó el seminario menor justo en su propia casa. Allí aprendimos con su ejemplo, muchos valores para la vida, como: la responsabilidad, la iniciativa,  la observación y tantos más, ausentes casi totalmente en la juventud de hoy. Vivimos en un régimen de disciplina, de estudio, de vida sana y de austeridad que nos ayudó a ser auténticos y a encontrarle solución a los problemas a partir de la confianza en nosotros mismos, la fe en Dios y el respeto a los demás.
Aquel aprendizaje nos dejó marcados para siempre, pero creo que valió la pena.





EXPRESIONES DE ALGUNOS HABLANTES SALVADOREÑOS

Como todos los pueblos, el lenguaje hablado toma diversos tonos y formas. Lo que más distingue a los hablantes hispanoamericanos, es la  forma en que pronuncian algunas letras como la c, la z,  la s, la r, la y, la doble l. Además por el tono en la pronunciación, podemos conocer rápidamente si un (o una) hablante es español, mexicano, chileno, argentino, de la Antillas, colombiano, salvadoreño, guatemalteco o costarricense.
En el caso de El Salvador, buena parte de la población no pronunciamos la s al final de las palabras o a veces tal letra adquiere el sonido de j. Lo mismo sucede con la letra d que muchas veces, es omitida cuando va al final de las palabras. También la v o b es pronunciada como g. A continuación algunos ejemplos:
¿On tá voj? = ¿Donde está vos?
Joy de la Libertá = Soy de la Libertad.
Te gua dar = Te voy a dar.
Güenaa tardee = Buenas tardes.
¿Y come jel voj? =  ¿Y cómo es él, vos?
¡Salí pa juera si jos tan hombre! = Salí para afuera si sos tan hombre.
¡Jaludame a la agüela!= ¡Saludame a la abuela!.
Lojotroj lo jalvadoreño, veaa = Nosotros los salvadoreños, verdad.
Nonbe si yo joy de Jenjunte = No hombre, si yo soy de Sensunte (Sensuntepeque).
Si yoay nomaj vivo = Si yo allí no más vivo.
Mi hermana tiene una máquina de coger y coge barato = Mi hermana tiene una máquina de coser y cose barato.
No liagás cajo hombee, ¿que no vej  quej cajada?  = No le hagás caso hombre, ¿que no ves que es casada?
A mí que nomianden metiendo en babojadas = A mí que no me anden metiendo en babosadas.
Jaludame a la Mariya ya los jipotej, oystee = Saludame a la María y a los cipotes (niños), oíste.
Grajias oystee, por la jandiya que me comprajte y que ejtaba bien duljita= Gracias, oíste, por la sandía que me compraste y que estaba bien dulcita.
Te vaj luego bicho mocojo y te venij antej que ojcurejca, oyiste = Te vas luego bicho (niño) mocoso y te venís antes de que oscurezca, ¿oíste?.
A puej ay noj vemoo el otro mej si Dioj quiere = Ah pues ahí nos  vemos el otro mes, si Dios quiere.
(Si Ud. es salvadoreño o salvadoreña diga la siguiente expresión muy rápido, con la boca medio cerrada y verá el parecido)   ¡Caballo viejo! = ¡Que le  vaya bien!.
Expresiones corrientes muy populares
¡Qui jue! Abrev de ¡Qué hijo de p.!
¡Hijue puya! = Hijo de p.
¡A la puya! = ¡Ah la p.!
¡Ah chis! = ¡Qué me pasa!, ¡Qué tontería!, ¡Ah pues!;   Ejs.  Ah chis, toqué el timbre en la casa equivocada. ¡Ah chis, a mí que no me jodan!
¡Estuvo paloma! ¡Estuvo yuca! = Estuvo difícil. Ejs. ¡Ese examen sí que estuvo paloma!. ¡Esa Doña, es demasiado yuca!
Bolado = Cualquier cosa,  (dependiendo del contexto). Ejs. Ese boladito me gusta = Esa chica me gusta.
¿No traés un bolado por hay, vos? = ¿No traes una botella de licor por ahí?.
Haceme el bolado hombre = Hazme el favor, hombre.

Sugerencia: Para aprender otras expresiones populares nuestras,  lo mejor es visitar El Salvador y escuchar directamente a la gente.


POR FAVOR, CONTESTE LA PREGUNTA QUE SE FORMULA A CONTINUACIÓN. SU OPINIÓN ES MUY IMPORTANTE. GRACIAS.