QUEBRADAS DE CABAÑAS, EL SALVADOR |
Fotografías de Ramiro Velasco
RELACIONES ENTRE EL
SALVADOR Y CUBA
PARTE A.- CUBA Y EL
SISTEMA SOCIALISTA. UN VISTAZO DESDE MI PERSPECTIVA HISTÓRICA
A
principios de la década de los sesenta, siendo niño y de vacaciones en mi
Cantón, recuerdo haberme despertado a las cinco de la mañana al escuchar
aquellas arengas que propalaba “La voz de
América”, la radio piloto contrainsurgente del Gobierno de los Estados
Unidos de América.
Junto
a las noticias y comentarios sobre la Isla, recuerdo las letras entonadas con
la melodía de “Guantanamera”, describiendo las crueldades del nuevo sistema
comunista y del “barbudo” Fidel Castro.
La
influencia de aquellos programas en toda América y en el mundo, fue
tremenda.
A
la propaganda demoledora de los Estados Unidos contra aquel nuevo sistema, en
plena Guerra Fría, se unía el coro de los grupos conservadores en El Salvador entre
ellos, los oligarcas, los militares y la Iglesia Católica dirigida por Obispos anticomunistas,
como ya lo he expuesto en otras entregas
de este blog.
De
ahí que el pueblo sencillo y especialmente el campesinado, como el de la Zona
Norte del país, de donde provengo, llegaran
a identificar a Fidel y a su Grupo, como el mismo diablo.
Menos
mal que me tocó estudiar en San José de la Montaña a partir de 1965, en una
época de apertura en la formación de los seminaristas y con jesuitas que no eran comunistas como se
les tildó por mentes reaccionarias, sino hombres comprometidos con el pueblo y
muchos de ellos, verdaderos hombres de avanzada en las ciencias sociales.
Con
mis estudios de filosofía logré al menos aproximarme a la base filosófica del
marxismo, valorando aportes como los de Hegel en la construcción del mismo.
Llegado
a la Universidad de El Salvador, pude constatar una visión marxista con mucho tinte
ideológico. Recuerdo haber leído textos de introducción al marxismo muy buenos
por cierto, así como mamotretos sobre los planes quinquenales en la URSS y
otras cosas que no me decían gran cosa.
Al
final, pude constatar la gran utilidad teórica del marxismo para el análisis de
problemas sociales y económicos de nuestra sociedad y de la sociedad
Latinoamericana con los aportes de la Teoría de la Dependencia que con el
correr del tiempo vino a menos.
Con
la llegada de profesores demócrata-cristianos a la Facultad de Jurisprudencia y
Ciencias Sociales a mediados de los setenta, como Adolfo Rey Prendes (QDDG), Pablo
Mauricio Alvergue, Rubén Zamora, Francisco Díaz y otros, el enfoque fue más
pluralista en el estudio de la ciencia política.
En
mis últimos años de estudio en la carrera de Relaciones Internacionales, debo
confesar que no aceptaba que los países del mundo estuvieran condenados a convertirse en socialistas, como resultado
inexorable de la historia. Por eso, en las discusiones de clase fui siempre
crítico constructivo y con una visión ecléctica, por lo que tal vez algunos de
mis compañeros pudieron haberme considerado un tanto conservador.
Mi
visión por convicción no podía ser determinista, respecto al proceso histórico mundial,
en el sentido que tenía que transitarse de manera automática del modo de
producción capitalista al socialista, hasta llegar al comunismo. Y ello a pesar
del traslado, comprobado de muchos países, del bloque capitalista al bloque
socialista, durante los años sesenta y parte de la década de los setenta; así
como de acontecimientos importantes como la Revolución Cubana, la gesta heroica
del Mártir Che Guevara, la llegada de Salvador Allende a la Presidencia de Chile
y más tarde, la Revolución Sandinista.
Los
hechos acaecidos de 1989 a 1991 y que de
manera figurativa se ha dado en llamar la Caída del Muro de Berlín, han tenido un
peso significativo en la historia de la humanidad y especialmente en lo que se
refiere al socialismo.
La
mayor parte de los países socialistas que conformaban el Bloque Soviético han
buscado sus propias formas de reestructuración política, alejándose en la
mayoría de casos de la ideología política marxista y han apoyado en muchos
casos, la ideología liberal o de centro izquierda.
Sin
embargo, un país relativamente pequeño como Cuba ha desafiado al sistema
capitalista y a la potencia hegemónica, al mantener casi intacto su modelo de
socialismo hasta la fecha, al estilo de los patrones de la guerra fría.
Con
estos hechos históricos como telón de fondo, se presenta ahora en la realidad
salvadoreña, el acercamiento del Gobierno Salvadoreño al Régimen Cubano, a lo
que me referiré en la Parte C de este escrito.
MI
NEGRITA
Eres
muy joven aún,
mi
negrita querida.
Aún
no cumples los veinte
de
haber llegado a este mundo,
y
has llegado a ser
una
obra casi perfecta.
Recién
te encontré,
me
rehuía a tocarte,
tal
vez por temor a destrozarte
con
mis manos medio toscas.
Pero
al conocerte,
poco
a poco
fui
comprobando tu fineza,
y
tu capacidad para responder
a
todas mis exigencias.
Enamorado
de ti,
llegué
a perder la noción del tiempo.
Contigo
pasé horas interminables,
lo
que provocó el recelo
de
todos los de casa.
Comentaban
que por ti,
yo
había perdido la cabeza.
Y
es que tienes el embrujo
de
la seducción;
y
estás siempre dispuesta
a
brindar todo lo que tienes.
Y
qué bien lo haces.
Por
eso presiento
que
no podrás desprenderte
fácilmente
de mi.
Cada
vez que te veo,
me
atraes con el imán
de
la novedad,
y
de lo inesperado.
Así
que no puedo menos
que
estar junto a ti,
porque
de verdad
eres
irresistible.
Amiga
mía, sólo una cosa
me
ha inquietado siempre,
y
es cómo debo llamarte.
Algunos
te dicen PC,
otros
La Compu.
Yo
te seguiré diciendo:
simplemente,
mi Negrita.
Ramiro Velasco, Octubre de 2010
-
PARTE B.- MI PEQUEÑA VIVENCIA EN CUBA
De entrada, debo señalar que respeto el
modelo de socialismo cubano al que me aproximé rápidamente en dos visitas de
quince días a la Habana, una en 1992 y la otra, en el 2004, con apoyo de dos
organismos internacionales.
Por supuesto que mi vivencia es casi
insignificante, si se compara con la de personas como muchos dirigentes y
militantes del FMLN que han vivido muy
cerca la realidad cubana y que son admiradores y defensores de aquel sistema.
En mi primera visita, en 1992, viajar a Cuba
no era fácil, comenzando por conseguir una visa a través del Consulado Cubano
en México que para mí fue todo un calvario. En la Isla, el viajero podía
ver un país destrozado por la situación
económica, después de la Caída del Muro de Berlín y la suspensión de la ayuda
soviética. El nivel productivo era sumamente atrasado y apenas se encontraban
algunos artículos para los extranjeros en los grandes hoteles y restaurantes. A
nivel de servicios, los buses eran viejos y destartalados. Y la vigilancia sobre
los extranjeros era extrema en las plazas y lugares públicos, por lo que ningún
cubano se atrevía a hablar en lo mínimo de la situación existente. El costo de
los escasos productos que un extranjero podía adquirir tenía precios erráticos
con respecto al valor del dólar
estadounidense.
Diez años después, en mi segunda visita vi cambios
sustantivos en diferentes niveles de la
economía y de la vida social. Países de Europa y Canadá le habían apostado a
rubros como el turismo, sector en el que también se tenían experimentos de
coinversión entre el Estado Cubano y sectores privados extranjeros. Se sentía
un ambiente más alegre en los restaurantes, tanto que una noche terminé
cantando a la par de un trío, del que tengo una dedicatoria en la portada de su
disco.
Había fuertes mejoras en proyectos de
vivienda, transporte público, carreteras, hoteles y hasta en algunas tiendas
abiertas al público cubano. Para entonces, se sentía un mayor ambiente de
libertad y la gente parecía expresarse con mayor tranquilidad.
En mis dos visitas tuve la oportunidad de
participar en encuentros culturales y educativos, y de alguna manera, constaté el
avance en materia educativa. Es cierto que los médicos ganaban un aproximado de
sesenta dólares mensuales y que licenciados y licenciadas hacían trabajo de
limpieza y atención en los hoteles, pero cubrían muy bien sus necesidades
básicas de alimentación, vestido y vivienda.
En la última visita, realizada en compañía de
un docente distinguido del Ministerio de Educación de El Salvador, participamos
en un Foro internacional, visitamos algunos centros educativos y tuvimos oportunidad
de conocer de cerca experiencias como: los “niños pioneros” en las escuelas
primarias y modalidades de trabajo pedagógico innovadoras; constatamos el
esfuerzo en algunas escuelas técnicas para formar a los jóvenes, a pesar de
notorias carencias en equipos modernos; así como la labor docente en una
escuela normal formadora de maestros.
Cada noche de nuestra estadía, al regreso de
nuestras visitas, hacíamos un recuento con mi compañero de viaje, que había
sido gran admirador de las ideas socialistas, sobre todo lo que habíamos visto y
oído en los centros educativos, en las ventas de artesanías, en el taxi, en los lugares turísticos, etc.
A final de nuestra visita le formulé a mi
amigo, las siguientes preguntas: ¿Tú te vendrías a vivir a Cuba?, ¿Crees que
podrías vivir según las reglas del sistema? Y la respuesta inmediata del
compañero fue: Creo que no. Tendría que nacer de nuevo en un sistema como éste,
para poder asimilarlo y sentirme bien.
Mi pobre conclusión a raíz de las cortas
visitas y lo que he podido leer sobre Cuba, es que la gente es noble, sana y
educada. Que el modelo cubano ha respondido a los objetivos políticos trazados
hace cincuenta años con la Revolución,
pero que necesita adecuaciones profundas.
Algo que sentí que le hace falta a la
población, es mayor libertad para obtener información a través de los diferentes
medios de comunicación, para movilizarse y para expresarse. Considero que en plena
era de la globalización, “Cuba debe abrirse al mundo y el mundo debe abrirse a
Cuba”, como lo dijera el Gran Juan Pablo II.
PARTE C.-LA VISITA DEL PRESIDENTE FUNES A
CUBA
Que El Salvador haya sido el último país de
América Latina después de Costa Rica, en restablecer relaciones con Cuba al
término de la Guerra Fría, indica por un lado, el grado de atraso y sesgo
político de las Administraciones pasadas, al sudar calenturas ajenas y
responder a los intereses de una de las oligarquías más atrasadas del
Continente; pero por otro, significa que han aparecido luces de esperanza
respecto a la modernidad en el enfoque de las relaciones internacionales salvadoreñas.
Las reacciones del Partido ARENA como
representativo de los intereses tradicionales de la clase adinerada salvadoreña
eran de esperarse, tratándose de un partido que aún respira el odio de su
Fundador por el asocio con Cuba de los que él denominó despectivamente los rojos,
comunistas y traidores a la patria.
Las críticas areneras de estos días, se
agudizaron al discutirse la ratificación
del Convenio Básico de Cooperación Técnica, Científica y Tecnológica
entre los dos países, en la Asamblea
Legislativa, que al final fue aprobado por el resto de partidos.
La dirigencia de ARENA también se opuso a
nombrar delegados en la comitiva presidencial que visitó Cuba en la primera
semana de octubre, junto a buen número de empresarios.
Debe señalarse, que el Presidente Funes pudo
salir airoso de este nuevo acontecimiento ante la opinión pública nacional e
internacional y convertirse en el gran
ganador de la visita, al consagrarse como el mandatario que hizo posible el
restablecimiento de las relaciones El Salvador- Cuba, después de cincuenta años
de haber sido rotas en 1961.
Las
palabras del Presidente salvadoreño fueron contundentes: “Esta visita es la
reparación de un pecado histórico cometido por administraciones anteriores que
definían su política exterior a partir de alineamientos ideológicos y no a
partir de los intereses de la nación”
Queda pendiente la tarea de darle concreción
a las declaraciones y buenas intenciones plasmadas en los convenios firmados
con Cuba sobre comercio, salud, educación y cultura y los que se firmarán
próximamente en beneficio de la población salvadoreña y cubana.
Si somos objetivos, podemos afirmar que Cuba
ha dado muestras irrefutables de apoyo a la sociedad salvadoreña en el pasado, a
pesar de no contar con relaciones diplomáticas. Los datos hablan por sí mismos:
508 médicos salvadoreños graduados y 100 jóvenes estudiando medicina, brigadas
médicas para atender a la población salvadoreña contra el dengue y brindar
asistencia humanitaria en situaciones de catástrofe como el Mitch y el Huracán
Ida.
Sólo las mentes cerradas por la ideología liberal a
ultranza pueden negarse a aceptar una nueva realidad para que El Salvador y
Cuba vuelvan a ser hermanos en la gran Patria Latinoamericana.
POR FAVOR, CONTESTE LA PREGUNTA QUE SE FORMULA
A CONTINUACIÓN. SU OPINIÓN ES MUY VALIOSA. GRACIAS