FLORES DE DICIEMBRE EN LOS CERCOS DE LAS FINCAS SALVADOREÑAS
OCURRENCIAS
DEL MES
1. Santa, que
estaba muy sordo, escuchó que aquel niño quería un piolín. El niño
esperó ansioso el 25 de diciembre y para su sorpresa, encontró en vez de su
violín, un piolín. Menos mal que al niño, le gustó aquel viejo muñeco.
2. ¿No
creen que la campaña contra la pólvora del Ministerio de Salud también debe ser
aplicada rigurosamente a las alcaldías del país que gastan de manera exagerada
nuestros impuestos en pura bulla, humo y contaminación?
3. Haciendo
una cola en un centro comercial, escuché a dos mujeres mayores. La una le
contaba a la otra, pero en voz alta como para que oyéramos los demás, que ella
hizo trizas el árbol de navidad, pues el pastor les dijo que eso no era
bíblico. ¡Hasta donde llega el fanatismo religioso! En fín, cada loco con su
tema.
4 Y a
propósito, les cuento que visito unos 7 diferentes talleres por arreglos de
vehículos, de carpintería, etc. y en ellos, un 95% de los mecánicos son
evangélicos. Sobre eso no hago ningún juicio de valor, no sé si está bien o
está mal. Pero me pregunto ¿y que no dicen que en El Salvador hay una mayoría
de católicos? ¿O es que el mensaje de los pastores y la forma en que se tratan
hasta de hermanos en esas iglesias, le convence más a la gente?
5. Las manos y el rostro son los mayores
delatadores de nuestra edad.
6. El
Gobierno ha venido declarando cada trimestre una nueva política o estrategia. ¿Eso
se llamará improvisación o será parte del
populismo del siglo XXI?
7. Un canal
salvadoreño reconocido por las noticias de la noche, colocó el siguiente
titular de una noticia hace unos días: “Asensos en la policía”. La noticia se
refería a cambio de categoría en el escalafón del cuerpo de seguridad. Y no a ningún
acuerdo. Me preguntaba, si no se revisa lo que se proyecta en la pantalla, ¿o será
que quien revisa merece un curso de ortografía de los del Plan Básico de antes?.
8. Aquel negocio
era restaurante de verdad, pues restauraba las fuerzas de los comensales
inmediatamente que consumían los alimentos.
9. Se puede
decir que a los artistas nacionales de antaño no se les rindió ningún homenaje.
Yo mismo escuché quejarse a Pancho Lara por la falta de apoyo para que se
publicaran sus canciones y nos dijo a un grupo de niños, cuando le grabaron el
carbonero: “Que mejor lo habían hecho en España y no en El Salvador”.
Aunque
tarde, post mortem, la Secretaría de Cultura o las municipalidades respectivas
debieran hacer un homenaje a tales artistas. Aunque fuera estableciendo certámenes
o premios; por ejemplo, en honor a “Francisco Antonio Lara Hernández “ (Pancho
Lara); y a “Carlos Álvarez Pineda” (Aniceto Porsisoca); ambos
santanecos. ¿O conocen Uds. alguna calle
o lugar público con esos nombres? No hay
duda que somos bastante ingratos.
10. ¿No les
parece que al Presidente más importante del Norte, le deberían de llamar “El
Buscapleitos”? Creo que se ha ganado ese nombre, pues cada semana sale con sus
altercados. Y como que nació para hacer todo lo contrario de lo que la mayoría
de sus paisanos piensa y quisiera.
11. Para
los extranjeros, hago la siguiente pregunta: ¿Sabe Ud. que significa en el
caliche político salvadoreño, las palabras “frentudo” y “arenazi”?. Respuesta:
caliche: es equivalente a caló; frentudo y arenazi son las palabras con que se
insultan en El Salvador, los del partido ARENA y FMLN, respectivamente.
12. Parece
haber una coincidencia en que los que siguen al Campeón Alianza siguen al Real
Madrid; y los que siguen a los tigrillos del FAS son fanáticos del Barcelona.
¿No es verdad, colegas fanáticos?
13. Es
bonito oír hablar a la brosa joven salvadoreña y escucharles frases como: ¿Qué
shivo va vos?; ¡Puya, pa que te cuento. Te digo que quisaj nuay otra como esa
shava tan aventáa voj.
NAVIDADES EN
EL DEPARTAMENTO DE CABAÑAS, EL SALVADOR
En nuestra
cultura occidental las fiestas de navidad y del año nuevo que se celebran en
diciembre, tienen un profundo significado. A ellas, se unen las vivencias,
especialmente de la infancia, de la juventud y de otros tiempos en el caso de
las personas adultas.
Y es que tales
fiestas siempre han revestido mucha importancia, no importando las diferencias
sociales. Pues aunque las personas provengan de un hogar humilde, de alguna manera, en estas
fechas sucede siempre algo especial.
En el
pasado, era la oportunidad para reunirse todos los hijos y hermanos, tanto los
de casa, como quienes tenían ya sus propios hogares o vivían distantes por motivos
de estudio o de trabajo.
En lo que
denominamos la Noche Buena, que se celebra el veinticuatro de diciembre, en los
hogares mayormente católicos, se preparaba el nacimiento, se tratara de un
pueblo o de un cantón.
Y especialmente
en Cabañas, de donde proviene mayormente la producción de los famosos muñecos
de barro cuyo máximo exponente es la Ciudad de Ilobasco, no podían faltar,
además del Misterio (San José, la Virgen María y el Niño Jesús), la mula, el
buey, los Reyes Magos montados en sus camellos y una cantidad de muñecos que ya forman parte del
patrimonio cultural salvadoreño. Entre
tales muñecos, podemos citar: los ángeles, las múltiples ovejas, la
siguanaba, el cipitío, los guardias, los músicos de la banda, los mariachis, las
viejitas temblorosas cabello blanco, las vendedoras, las garzas, las mulas
cargadas de leña o de otras mercaderías, etc. etc. Y por supuesto, el árbol de
la navidad lleno de nieve, de luces y de las tarjetas navideñas que según la
costumbre, se recibían de las amistades.
Acá les
coloco, las figuras del nacimiento actual de nuestra casa, que da una idea de
lo que he descrito anteriormente y que conservando la tradición, preparan mis hijas cada año, junto
al árbol de navidad.
En otros
tiempos, en la Noche Buena, en cantones del Departamento de Cabañas, además de
la música de los conjuntos de cuerda, era todo un acontecimiento recibir grupos
de pastorela (que la gente les denominaba “Las Pastoras” y que semanas antes,
habían ensayado sus canciones, bailes, villancicos y recitales con salutaciones
dirigidas al Niño Dios que
tradicionalmente se conocían como “Relaciones”. Las pastorcillas que recorrían los
caminos rurales con pitos y panderetas, se presentaban en las casas con sus
vestimentas blancas y algunas vestidas de ángel. También participaban algunos
niños, entre los cuales iba uno representando a San José.
En la casa
que visitaban, la pastorela iniciaba con aquella sencilla canción: “Las
pastorcitas del valle/ venimos a presentar / al Niño Dios que ha nacido/ en este
humilde portal”.
Después
venían las “Relaciones” algunas muy antiguas
y sencillas, con lenguaje campesino, como las siguientes:
*Dios en el
cielo su trato sea/ que en esa estrella de ardiente luz/ del cielo bajó los
resplandores/ asumidores de su virtud.
*Aquí te
traigo señora/ media vara de badana/ para que le hagas al niño/ un hermoso
cubrecama.
* Aquí te
traigo señora/ esta paloma morada/ para que le cante al niño/ cuando sea de
madrugada.
*Aquí te
traigo señora/ este ramito de albahaca/ no te lo traje entero/ porque se lo
comió la vaca.
*Nada te
traje señora/ porque soy muy pobrecita/
pero al Niño Dios le traigo/ esta humilde camisita.
*Aquí te
traigo señora/ este pollito pelón/ no te lo traje aliñado/ porque se me acabó
el jabón”.
En seguida,
continuaba el acto con bailes sencillos y otros cantos navideños.
Cómo no
recordar a las señoras de otros tiempos, encargadas de preparar a las
pastorcitas en el Cantón San Marcos de Sensuntepeque, entre ellas: Juvencia
Barrera, Agripina Zabala, Tránsito Barrera y Lucía Castro de Velasco. Y en el
Cantón Paratao de Victoria, a Victorina Reyes de Ramos, cuyo repertorio de
cantos ha sido recopilado en un CD por su hijo el Sacerdote Somasco Mario
Ramos.
Lo
importante de aquella bonita tradición es que aún ahora se conserva; y las niñas y jovencitos de los cantones,
acompañados de los conjuntos musicales la celebran con mucho fervor.
En los años
sesenta, en el Cantón San Marcos, aprovechando nuestras vacaciones de fin de
año, con mi hermano Manuel Velasco también enseñamos varios villancicos a un grupo
de niñas que eran entonados posteriormente, durante la novena al Niño Dios y en
las posadas, acompañados del Conjunto “Los Madrugadores”. Aquel famoso conjunto
estaba formado por los señores: Juan Antonio Barrera (director y contrabajista),
Alfredo Velasco (guitarrista y cantante principal), Belarmino Velasco
(guitarrista), Luis Castro (violinista) y Vicente Martínez (violinista).
En la
actualidad, especialmente en los hogares de pueblos y cantones, especialmente
de la Zona Norte, las posadas, los nacimientos, las pastorelas y tantas
manifestaciones de la tradición navideña, aún perduran y ojalá que se mantengan
como parte de nuestras bonitas tradiciones.
Darse una vuelta
por el Cantón San Marcos, en las fechas del veinticuatro y veinticinco de
diciembre es presenciar muchas de las tradiciones navideñas y disfrutar de
abundantes tamales, pan, quesadillas, café
y chocolate en las casas, donde propios y extraños visitan el nacimiento
adornado también de frutas y de luces.
Lo mismo
sucede los días cinco y seis de enero de cada año, cuando Monseñor Clemente
Barrera Rivas, originario del lugar, celebra la fiesta de Reyes y distribuye
abundantes regalos a los niños con
participación muy activa de la comunidad.
Lo que
sucede en Cabañas, también acontece en forma parecida, en diversos pueblos y
cantones de nuestro país, El Salvador.
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