FLORES EN NUESTRAS CALLES EN RECUERDO DE NUESTROS DIFUNTOS
UNA MAYOR
CONCIENCIA POR ACTOS DE CORRUPCIÓN EN EL SALVADOR
Sobre la
corrupción en la Administración Pública escribimos una página hace 2 años, en
agosto de 2013. Entonces señalábamos algunos avances sobre la acción punitiva
de tales prácticas, más por la prensa que por las instituciones del Estado
creadas para tal fin. Ver sitio: http://ramirovelasco.blogspot.com.es/2013_08_01_archive.html
Hoy de
nuevo podemos afirmar que gracias a los medios de comunicación y a las redes
sociales, se constata en el ambiente salvadoreño, una mayor toma de conciencia de
la población sobre los actos de corrupción de funcionarios públicos,
especialmente de algunos muy conocidos, como diputados, ex ministros y ex
presidentes de la República.
Esa mayor
conciencia de la gente, se puede constatar también en los rápidos sondeos o
espacios de opinión que hacen de vez en cuando, especialmente los medios
radiales y televisivos sobre este tema. Y en ellos, se advierte en el ánimo de
las personas en primer lugar, su condena por tales actos y después el
llamado, a que las instancias que tienen
por misión atacar la corrupción, sean más eficientes y efectivas.
En las
últimas semanas, periódicos como La Prensa Gráfica y El Faro han divulgado importante información
sobre personas en concreto que siendo empleados públicos, muestran un
enriquecimiento excepcional de varios millones de dólares y sobre los que la
Sección de Probidad de la Corte Suprema de Justicia debe informar en su
oportunidad, si tal enriquecimiento muestra alguna responsabilidad de ilícito
de acuerdo a la ley.
Menos mal
que la Corte Suprema de Justicia actual, según lo comenta El Faro, le ha devuelto algunas facultades a la Sección
de Probidad, como la de pedir información a los bancos sobre funcionarios y ex
funcionarios que muestren indicios de enriquecimiento ilícito, cosa que le fue prohibida
por la Corte Suprema en el 2005, durante la gestión del Magistrado Agustín García Calderón. Debe recordarse que en aquel momento era Jefe
de Probidad José Eduardo Cáceres, que de manera muy noble y valiente renunció a dicho cargo, ante
aquel atropello.
Ver más
sobre este caso en el sitio: http://www.contrapunto.com.sv/politica/historia-de-la-ley-desdentada
La decisión
de la Corte Suprema de Justicia ha permitido que en la Fiscalía se abra
expediente al Diputado Reynaldo Cardoza para investigar el posible
enriquecimiento ilícito y que la Sección de Probidad entregue este año, a
solicitud del Instituto de Acceso a la Información, las auditorías a las
declaraciones de patrimonio de los ex presidentes Francisco Flores, Elías Antonio Saca y
Mauricio Funes.
Como se
sabe, existen en El Salvador, varias leyes que tienen que ver con el ataque a
los actos de corrupción como las siguientes: Ley de Enriquecimiento
Ilícito (1959 y reformas hasta 1992; Ley de la Corte de Cuentas de la República
(1995 y reformas posteriores); Ley de Ética gubernamental (2008); y Ley de
Transparencia y Acceso a la Información Pública (2010).
Debe
decirse que en El Salvador, existen varias instituciones creadas con el fin de fiscalizar
el manejo de los recursos del estado y establecer responsabilidad administrativa
y patrimonial, como la Corte de Cuentas de la República; como la Fiscalía
General de la República para enjuiciar y castigar a los responsables de los
malos manejos de los fondos públicos; y como la Sección de Probidad de la Corte
Suprema de Justicia para comprobar el enriquecimiento ilícito de los
funcionarios públicos. También existen otras instancias creadas en años
recientes, como El Tribunal de Ética
Gubernamental para contribuir a que se cumpla la Ley de Ética Gubernamental; y la
Secretaría de Transparencia y el
Instituto de Acceso a la Información Pública, creados para hacer cumplir la Ley
de Acceso a la Información.
El Gobierno
por su parte creó no hace mucho tiempo, la Secretaría de Participación
Ciudadana, Transparencia y Anticorrupción de la Presidencia de la República de
El Salvador, sobre la que se constata un
buen avance, al menos con información de algunos casos, especialmente con apoyo
de su Portal denominado “Transparencia Activa” ver sitio: http://www.transparenciaactiva.gob.sv/
Sin embargo, queda la duda si la información que
recolecta esta Secretaría, se refiere a casos mayormente vinculados a la
oposición política y a tiempos pasados y no a las últimas dos administraciones
de gobierno.
En
septiembre pasado, también el Gobierno salvadoreño por medio de la
Secretaría de Transparencia y organizaciones civiles, lanzó “el Observatorio Alianza para el Gobierno
Abierto, un espacio para dar seguimiento y evaluar el compromiso de
transparencia adquirido en el Plan de Acción 2014-2016”.
Con la Ley de Acceso a la Información Pública de 2010, Ver sitio:
http://accesoinformacionelsalvador.org/documentos/LEYDEACCESOALAINFORMACION.pdf se
establece especialmente la información oficiosa que deben hacer pública los
órganos e instituciones del Estado; se crean oficiales de información en las
instituciones y el rol y funciones de los Comisionados. En dicha ley en el Art
51, se crea también, el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP).
Debe
decirse que con esta ley se dio un paso muy importante y que el Instituto ha
venido mostrando mucha eficiencia en su labor.
Ley de Ética Gubernamental creada en el 2006, tiene como propósito, salvaguardar
el patrimonio del estado; detectar la corrupción de los servidores públicos que
utilicen los empleos para enriquecerse ilícitamente, aprovechando dichos cargos
para beneficio personal.
Esta ley
debiera ser conocida por todo empleado público, pero especialmente, los que
ocupan cargos de dirección, tanto del Gobierno Central, de la Asamblea
Legislativa, del Órgano Judicial, del Ministerio Público y de las Municipalidades.
Tal vez
vale la pena mencionar algunas de las prohibiciones explícitas de esta ley y
cuyo incumplimiento es frecuente en El Salvador y que son las siguientes:
1.
Solicitar o aceptar, directamente o por interpósita persona, dádivas, regalos,
pagos, honorarios o cualquier otro tipo de regalías, por acciones relacionadas
con las funciones del cargo público.
2. Prevalecerse de su cargo
público para obtener o procurar beneficios privados.
3. Desempeñar simultáneamente dos o más empleos en el sector público, salvo
los casos permitidos en la ley.
4. Utilizar, para beneficio privado,
la información reservada o privilegiada que obtenga en función de su cargo.
5. Negarse a proporcionar
información de su función pública, exceptuando las que establecen la
Constitución y la ley.
6. Intervenir en cualquier asunto en el que él o algún miembro de su unidad
familiar tenga conflicto de intereses.
7. Nombrar a parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo
de afinidad, para que presten servicios en la entidad que preside o se
desempeñe.
8. Discriminar a la persona en la prestación de un servicio del Estado por
motivos de nacionalidad, raza, sexo, religión, ideología, opinión política,
condición social o económica.
La ley mencionada, tiene deficiencias en su aplicación para imponer
sanciones a los infractores y hasta la fecha no se ha conocido de casos condenatorios,
cuando es evidente que muchos empleados públicos, tanto del gobierno central,
de las municipalidades y de otros Órganos del Estado, infringen lo regulado en
la ley.
El mismo Tribunal de Ética, cuerpo colegiado integrado por varios miembros y
representativo de diferentes instituciones, ha hecho una propuesta de reforma a dicha ley
incorporando como sanciones, multas en vez de despidos de los empleados
públicos; que se pueda procesar a ex
funcionarios; y que el Tribunal pueda
proceder de oficio en casos de violación a la ley.
Falta tanto por hacer para que se apliquen las leyes sobre la corrupción en
El Salvador, que junto a problemas
estructurales y a la violencia, es un mal que debe ser combatido en forma permanente
desde todos los niveles de la sociedad salvadoreña.
¿SERÍA BUENO CAMBIAR DE MODELO?
Al leer
este título por lo general se puede
pensar en cambiar el carro, que dependiendo
de los gustos y de las posibilidades financieras, se puede hacer cada año, cada
diez, cada quince o cuando la chiva alcance.
En el caso
de la vivienda, los cambios son más frecuentes cuando las personas alquilan y
más esporádicos cuando se tiene vivienda propia. Claro, que en el caso de gente
de mucho dinero se pueden dar cambios frecuentes de residencia a veces por
otros motivos, como la seguridad y la búsqueda de un mayor confort.
A otras
personas les da por cambiar el lugar de trabajo y si tienen suerte, con esos
cambios pueden obtener mejoras de tipo salarial o de índole profesional y por
supuesto, una mayor experiencia, más amigos, etc.
También es
frecuente si hay pistío, cambiar de vez en cuando la posición de los muebles en
la casa, la pintura de las paredes, los aparatos electrodomésticos, etc.
Y para las
mujeres el cambiar de vestidos, de zapatos y de otras prendas aunque estén
bastante nuevas, puede también llegar a ser usual, si se tienen los recursos y
tales personas sienten que deben estar muy a la moda o se preocupan mucho por
su apariencia personal.
Pero los
cambios de modelo responden en gran medida, a la personalidad de la gente y no
necesariamente a la abundancia de dinero; pues hay gente muy rica que no pasa
de lo mismo y gente sin mayores recursos económicos que goza con los cambios de
sus cosas y lo hace a pesar de que ello signifique endeudarse o privarse de otros bienes más esenciales.
Cambiar de
modelo, depende además de cómo los individuos se han formado. Si se criaron en
un ambiente de mucho dinero o en uno pobre y con muchas limitaciones. También
depende de cómo sean y cómo consideran a la naturaleza y al mundo externo. Si
se trata de alguien muy pragmático o si vive en el mundo de la fantasía o de la
suprarealidad como los filósofos, los científicos, los artistas, los
músicos y los poetas que pueden llegar a
tener una mayor conciencia sobre lo sustancial y lo que para ellos viene a ser más
importante y fundamental para la realización personal.
Yo
recuerdo que en los años de estudiante en la Universidad y cuando se dio el
apogeo del avance del socialismo a nivel
mundial y la gesta revolucionaria de la guerrilla en El Salvador, pensar en aquel
ambiente, cambiar de modelo en lo considerado suntuario, era responder a “la
lógica del capitalismo que conlleva resabios como el consumismo”, etc.
En otras
palabras, existe también una reticencia a los cambios de modelo en el vestido,
en las cosas materiales y en la forma de
vivir, dependiendo de la actitud mental que se tenga respecto al confort y a la
vida agradable y placentera.
Una
actitud similar tienen las personas que tras un ideal noble abrazan la vida de pobreza en las órdenes o congregaciones
religiosas. Aunque a veces se dan excepciones y muchos que ayudan a los pobres
viven en un ambiente de mucha comodidad y seguridad económica, escudando su
actitud en que ellos como personas no tienen nada aunque lo tengan todo. Pero
ese es otro mundo.
Pero
existe otra posibilidad de cambiar de modelo y es en la vida de pareja. En ese
caso, también es frecuente que una de las dos partes llegue a cansarse de su
compañero o compañera de vida. De ahí que existan personas que duran muy poco
manteniendo una relación afectiva y de convivencia con la misma persona. Pero
hay otras, que ya sea por seguir la costumbre, por la convicción en su
compromiso matrimonial religioso, por interés económico o por “cuerudez”, mantienen
la misma relación y ni siquiera les pasa por la mente la posibilidad de cambiar
de compañero o compañera de fórmula. Para estos casos, se ha inventado la
famosa “medalla de cuero” con la que se puede condecorar a los persistentes,
entre los cuales quizá me cuente yo.
Para
concluir, se puede decir, que en la vida, cambiar es algo normal. Que frente a
un posible cambio en asuntos importantes, siempre hay riesgos que correr. Que
tal vez no vale la pena cambiar por cambiar. Que si se cambia el modelo viejo, el nuevo debiera ser en lo posible mucho mejor
en calidad, en valor y en la satisfacción personal de quien lo adquiere. De lo
contrario, probablemente más vale lo viejo conocido que lo nuevo por conocer.
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