NUESTRAS FLORES DE LA ÉPOCA
OCURRENCIAS DEL MES
-A aquel machista, con la pandemia, lo
ponían a lavar platos. Llegó un momento que cansado, dijo: Estos platos sucios
son como la cosecha de mujeres, que nunca se acaba.
-El muchacho era muy olvidadizo y no
llevaba el dinero suficiente para la tienda. Y es que también a él, le faltaban
veinte pal peso.
- Platicaban unas señoras algo criticonas.
-¿Y vos que decís de esos pastores que predican gritándole a la gente y hasta
salen en la radio y televisión?. –Ah, yo creo que así les gritaban de chiquitos
en su casa, cuando los regañaban. Ya vez, que árbol que crece de esa manera,
así se queda para siempre.
-Recuerdo que cuando tomaba licor y echaba
unos cubos de hielo al vaso con líquido, siempre pensaba en el Principio de
Arquímedes. Eso significa que más que el trago, me gustaba la química.
- Y en cuanto a las chirilicas. Los de la
Asamblea dicen que se dispone de miles de millones. Pero los otros, dicen que
apenas les han aprobado un poquitillo. ¿Y entonces a quien creer’. ¿Quién podrá
defendernos? El chap …
-Hay funcionarios y políticos que como
decía mi abuelita: “tienen sangre pesada”. Es decir caen mal con sólo verlos.
- Platican dos en el mercado. –Dicen que el
presi dio a conocer más de dos mil cabos nuevos. – He! ¿Quizás eran cabos
sueltos de las auditorias que ha hecho la Corte de Cuentas?. – No hombre, eran
soldados de la PNC a los que les subió
de grado.
- El campesino oyó que iban a llevar al Ministro
de Hacienda por un premio. –No, hombre le dijo su amigo:- Era que lo llevarían
por apremio. Pero él se fue tranquilo con sus cheros, diz que a trabajar al
territorio.
-Así como se ve el ambiente electoral a 4
meses de las elecciones, es posible que en los días cercanos al 28 de febrero
de 2021, sonarán los machetes desenvainados entre los seguidores de diferentes
partidos.
- Me volvió a decir aquel amigo: -Que hay
ministros en la actualidad, que son pura calle. Y yo le contesté: -Estás en lo
cierto, chaparrón.
-Y en cuanto a las preferencias, electorales,
creo que la gente más inteligente… Se me olvidó lo que iba a decir….
- ¿Y qué le dice el Politiólogo a cada
partido político, en la contienda, a 4 meses de las próximas elecciones? Les
dice:
ARENA: En el desierto, dicen que vuela
mucha arena… ¿Pero quizás queda mucha en la base todavía, verdad?
FMLN: ¿Sabes el dicho: ”Camarón que se
duerme se lo lleva la corriente”?
PCN: Eres el más viejo de los partidos.
Pero dicen que: Viejos son los caminos y echan polvo todavía, verdad? Y que, Más
sabe el diablo por viejo que por diablo.
GANA: Has ganado mucho dinero con la
golondrinita y el azulito pálido? Crees
que seguirá la bonanza financiera, con esos símbolos medio prestados?
PDC: Vienes también del pasado, ¿Será que
la esperanza sigue siendo verde, o ya está por secarse como hierba macheteada?
CD: ¿Y ahora con quién, para seguir vivito
y coleando? ¿O saltarás a la palestra con fuerza?
DS: A probar de nuevo. ¿Será que resurgirás
como el ave fénix?
VAMOS. ¿Hoy sí vamos pa delante, verdá? ¿Y será
cierto, que se hace camino al andar?.
NUEVAS IDEAS. Dicen que hay ideas nuevas,
buenas o malas. ¿Y cuáles guían al partido?. Ojalá que sean las buenas.
NUESTRO TIEMPO. ¿Será que vendrán tiempos
mejores? ¿O hay que dar tiempo al tiempo?
COSTUMBRES QUE HEREDAMOS DE NUESTROS ANTEPASADOS
INDÍGENAS
Estoy leyendo el libro del Pbro. y Doctor Jesús
Delgado Acevedo, “Historia de la Iglesia en El Salvador”. Debo decir, de paso,
que Jesús Delgado, fue mi maestro cuando estudie mi año de Propedéutica en el
Seminario menor de Santa Ana, por los años sesenta. El, recién había regresado
de sus primeros estudios en la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica. Y a
nuestro grupito de bachilleres, nos daba, francés y griego. Además era un gran
músico que tocaba el piano y creo que fue director del coro cuando estudió
filosofía, en el Seminario San José de la Montaña.
El libro de Delgado Acevedo, publicado en
1991, es el resultado de una investigación muy valiosa, hecha a profundidad y
muy rigurosa que hizo, consultando diversas fuentes primarias y secundarias, como
el Archivo General de Indias (Sevilla) y varios otros, de Guatemala, México y
El salvador. Sus escritos, se refieren al período desde la conquista española
hasta fines del siglo XIX allá por 1877.
Aunque el libro trata de la génesis y
desarrollo del cristianismo católico en El Salvador, también destaca aspectos
interesantes del contexto social de la época.
Me referiré acá someramente, a algunas
costumbres que narra de los indios (indígenas), una vez llegados los españoles
y en el periodo de la Colonia. En otra oportunidad, espero referirme a datos
curiosos de la Iglesia Católica en aquellos tiempos.
De esas costumbres narradas por los
obispos o sacerdotes en sus cartas o informes, quisiera relacionar algunas pocas
(pues hay muchas), que talvez heredamos los
salvadoreños.
A los indios, se les califica de idólatras
y dispuestos a defender a como diera lugar sus prácticas religiosas que eran
parte de sus costumbres familiares. Por ejemplo en los ritos funerarios, creían
tener contacto con los miembros difuntos de sus familias. Así, el cura de Santo
Tomás Texcuangos comunica al Obispo Cortéz y Larraz lo siguiente: “Yten, he
observado que en toda la provincia de San Salvador usan los indios de una
abución muy nociva, y es que a los quatro días de haver muerto algún indio
ponen en la cama donde falleció un caxete de agua y una candela ardiendo y
siendo esto tarde de la noche concurren a la casa de los dolientes los
parientes del difunto u bolteados de espaldas a la cama donde está la candela
esperan que venga el difunto a despedirse y en efecto, viene el diablo y
haciendo un gran ruido en el tabanco de la casa, se despiden diciendo a –Dios-
a- Dios, dale muchas memorias a fulano , y a fulana, esta seremonia la llaman en
mexicana idioma, naguite, que quiere decir: última despedida….”
Sigue larga narración, y continúa: “Yten.
Se usa en esta provincia el que en las festividades de los Patronos, usan de
historias de Moros y Españoles y enmascarados, y deste modo, con grandísima
irreverencia al Señor y a su templo se entran en las iglesias donde rodeados
representan sus historias, dan la batalla y todos los indios rodeados de los
Ystoriadores y voltiados para el altar mayor tal vez estando el Señor Patente… “Yten.
He notado que apenas se hallara pueblo de naturales en que no haya idolatrías y
maleficios a notorios e chiveros, y en el pueblo de San Marcos … coxí quatro… y
habiendo dichos indios declarado llanamente se hallara de matar gente, el pacto
explícito que tenían con el demonio, y habiendo declarado donde tenían un
calabozo lleno de materias de carne de defuntos racionales, .. hallamos el
calabazo enterrado con una losa de piedra y sobre la losa, una gicara con un
sapo dentro, vivo, con extraordinaria figura y tapada dicha gicara con otra losa
de piedra…Yten. He notado que: los Padres de la Mición del Señor Crucificado de
Guatemala, quando salen a micionar en la Provincia han hallado en muchos
pueblos de visita… el que los indios sachristanes con los idólatras del pueblo sacan
de noche los sagrados ornamentos y ban a los cuevas y quebradas a celebrar sus
ceremonias de idolatrías y vuelven antes que amenesca con mucho dissimulo a la
sachristía a guardar dichos ornamentos…
Relatos similares de distintos lugares
demuestran cómo eran las costumbres de los indios.
Según reportaron los curas párrocos a su
obispo, “el vicio más extendido entre los indios era la embriaguez. La “chicha”
era la bebida sagrada que acompañaba a todas las ceremonias y ritos que los
indios celebraban. .. Estas fiestas, se celebraban de noche, en medio de una
promiscuidad que derivaba en deshonestidad y actos de lujuria. Así fueran
ceremonias mortuorias, los bailes no faltaban. La “fiesta” era un encuentro
para anudar nuevas relaciones que iban más allá de una mera amistad. Todo esto
causaba estupros, amancebamientos, adulterios y prostitución…
En relación muy bien cuidada y prolija que
el cura de Caluco hizo al Obispo, señalaba una costumbre muy arraigada en estas
tierras. Los indios se reunían para embriagarse con ocasión de la velación de
un niño difunto. Eran velorios que duraban hasta cuatro días en continua
embriaguez y deshonestidad.”
Y el cura de San Salvador escribía al
Obispo lo siguiente: … en los pueblos de Apopa y Nexapa, se velan los difuntos
párvulos con el alboroto de música y bailes de que resulta un grande concurso
de ambos sexos y de este, graves perjuicios; porque prescindiendo de la ocasión
que por sí ministran los bailes y que es mayor la de los de la gente plebeya
por tenerlos con más desemboltura y acciones nada decentes, la vevida que en
estas velaciones nunca faltan y la estreches de las casas que los obliga a
estar concurrentes unidos y revueltos unos con otros, es un grande insentivo
para muchas ofensas contra Dios.”
“Y el arzobispo Cortés y Larraz añade, de
su parte, que los velorios con borracheras no solo se hacían con ocasión de un
muerto ni solamente era un mal de indios. También lo hacían los ladinos y los
españoles”.
Y en cuanto al estado de vida libre entre
hombres y mujeres hay varios datos. Solo menciono uno, citado por el cura de
San Juan Olocuilta cuando escribía al Obispo lo siguiente: “Los abuzos que han
notado todos en este Partido es casarse los indios de uno y otro sexo, ya muy
grandes, de lo que se siguen algunos daños como es quedarse muchas indizuelas
sin el estado matrimonial y con hijos. También he notado que muchos de los
indios para casarse comunican primero ilícitamente a las indias y quedan estas
engañadas y acosta de mucha inquisición y trabajo, suelo casar algunas con sus
cómplices”.
Y sigue señalando el autor, “No menos
problemático era el caso de muchos matrimonios que prácticamente se rompían.
Con la ancestral costumbre de circular por todas partes sin que nadie les
pusiera coto ni impuesto, los indios casados abandonaban a su mujeres; en otros
lugares se casaban con otras cambiando de “nahual”, es decir de nombre
protector. La mujer que quedaba sola, era presa de buscadores de aventuras. El
cura de San Pedro Mazahuat se quejaba al Obispo de este mal”.
Por otra parte, muchas otras de las
costumbres fueron calificadas por los curas como idolatría, aunque en el fondo
respondían a las formas en que los indios veían al mundo y la naturaleza. Más
adelante, el autor demuestra como los indios creían que los dioses moraban en
la naturaleza. Por ejemplo, que los frecuentes terremotos revelaron al indio la
existencia de dioses implacables en la naturaleza. … y que la impotencia
experimentada frente a avatares de la naturaleza hizo que los indios de esta
región fueran crédulos y muy supersticiosos.”.
Y más adelante, describe que “El mundo
religioso del indio, cuando el misionero español llegó a estas tierras, era el
entorno de la naturaleza que ellos mismos habían cargado de virtualidades o poderes
sobrehumanos…. Los árboles tenían para ellos un poder benéfico; cuanto más
grandes, rollizos y frondosos, más protección y bondad expandían. Por eso los
rezos y sacrificios orientados a pedir protección y ayuda, los hacían debajo de
un árbol frondoso: una ceiba, un conacaste, un amate…
Los pájaros eran, según sus creencias
elementos perturbadores de la vida; algunos de ellos verdaderas “aves de mal o
enfermedad. .. el canto de un tecolote o de un ave nocturna cualquiera,
presagiaba desgracias… Los indios creían en virtualidades que poseían los
animales; esto les ayudaba a aceptar más fácilmente la veneración de imágenes
de santos que llevaban representados a
un animal; como la Inmaculada Concepción con la serpiente a sus pies, San Jorge
montado en un caballo y hostigando a un dragón, San Roque y su perro… Santiago
Apóstol cabalgando en un caballo, el Arcángel San Miguel, sometiendo bajo sus
pies la bestia, San Antonio Abad con el puerco a sus pies, San Roque y su
perrito, San Francisco y los pajaritos en sus manos, Santo Domingo de Guzmán
con el perro fiel a sus pies…
En cuanto a las devociones implantadas por
el cristianismo surgen las cofradías, para contrarrestar el movimiento luterano
y protestante e inculcar la devoción a los santos venerados en imágenes. Las
cofradías fueron introducidas por los españoles y las primeras cofradías en San
Salvador eran exclusivamente de españoles, después surgieron entre los ladinos
y posteriormente entre los indios. La modalidad de cofradías fue aceptada
fácilmente por los indios.
En las provincias de San Salvador,
Sonsonate y San Miguel, las cofradías de los santos tuvieron más diseminación
que en México. Mientras en México, según Asunción Lavrin, a mediados del siglo
XVII había 425 cofradías inscritas, en las provincias de San Salvador,
Sonsonate y San Miguel, según el arzobispo Cortés y Larraz, había 677.
Gran parte de las cofradías de los
indígenas eran en honor a la Virgen María, pero también a Santos como San
Sebastián, San Antonio de Padua… La cofradía es un ejemplo de cómo se conjugó
la religiosidad española con la religiosidad del indio”.
Se detallan muchos más aspectos que dan
una idea de las costumbres de los indígenas a los que no me referiré por falta
de espacio, pero que resulta interesante conocer, pues están a la base de
nuestra cultura popular.
A MANERA DE CONCLUSIÓN
Se debe tomar en cuenta en lo relatado,
que los que escriben son curas u obispos que informan de las costumbres con sus
ojos moralizantes desde la perspectiva religiosa católica. Por lo tanto, es
entendible su crítica a la manera de vivir de los indígenas.
Pero para nuestros efectos, quizás vale la
pena señalar, de lo dicho, que algunas costumbres de las citadas, aún
permanecen de alguna manera en el ambiente salvadoreño. Por ejemplo, hasta hace
no mucho, la tradición sobre los difuntos en las velas de los difuntos, ritos
funerarios y celebración del Día de los difuntos en los cementerios.
La creencia en medios fetichistas para lograr
curar los males, las decepciones amorosas, etc. de las que se habla en
programas de radio tan comunes actualmente en El Salvador y que son asimiladas
por parte importante de la población con menor nivel educativo.
La tradición de los hombres, de ir dejando
hijos por dondequiera y abandonar a las mujeres para conseguir otra, sin
valorar la importancia del matrimonio.
El abuso de las bebidas embriagantes, no
sólo en el campo, sino también en los pueblos y ciudades, especialmente con
ocasión de las celebraciones religiosas como la navidad, las fiestas
patronales, etc.
Las creencias de mal agüero en animales
con determinadas características, como los pájaros nocturnos, las mariposas
negras, los sapos, etc.
Aún existen cofradías importantes en El Salvador.
Vale la pena mencionar entre ellas, las grandes hermandades que existen
especialmente para las celebraciones de Semana Santa en San Salvador y
Sonsonate.
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