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Soy profesor universitario. Trabajo por el desarrollo de Cabañas, un departamento de El Salvador, muy bello, pero también donde hay mucha pobreza, especialmente en lo educativo y cultural. Soy planificador educativo y trabajé por muchos años como director y coordinador de proyectos sociales. Me considero una persona con una visión amplia que trata de valorar lo positivo de cada quien.

sábado, 20 de julio de 2013

MES DE JULIO DE LLUVIAS Y MUCHO VERDOR EN EL SALVADOR


IGLESIAS AL NORTE DE SONSONATE, EL SALVADOR



















COSAS BUENAS QUE TENEMOS EN EL SALVADOR (Entrega Nº 1)



Nuestro pequeño gran territorio



En El Salvador tenemos cosas buenas y bellas. Así en un territorio de 20,000 kilómetros cuadrados, el más pequeño del Continente, contamos en general con tierras de buena calidad, lo que permite que se pueda cultivar y tener en la mayor parte de ellas, altos niveles de producción. Ese es el caso de la mayoría de terrenos ubicados al Occidente, en el Centro y en las partes altas de la Zona Oriental del país, donde predomina el cultivo del café y en la Costa del Pacífico, donde abunda el cultivo de la caña de azúcar y de granos básicos. En la Zona Norte, donde las tierras son de inferior calidad, se cultivan también tradicionalmente en forma intensiva, granos básicos.

Por algo, en tiempos precolombinos los cultivos del maíz y del cacao tuvieron una gran preponderancia en el  territorio de lo que ahora constituye El Salvador. Y más tarde, en tiempos de la Colonia, el cultivo del tabaco fue muy importante en la Zona de San Vicente, y todavía mayor la explotación del añil, en toda la Intendencia de San Salvador y en la jurisdicción correspondiente a la Alcaldía Mayor de Sonsonate, llegando a ser el principal producto de exportación hasta fines del siglo diecinueve.

El Salvador está ubicado en la zona tórrida septentrional, en el centro del Continente, lo que le permite mantener un clima cálido agradable durante todo el año, con dos estaciones de seis meses cada una, la lluviosa y la seca.

Dentro de su estrechez territorial, el país mantiene una variedad importante de microclimas que pueden permitir ambientes diferentes para establecer el domicilio, para una mayor diversificación agrícola y para actividades como el turismo.

Parte importante del turismo interno se desarrolla en las playas del litoral en el Pacífico. Al oriente se cuenta con playas amplias y oleajes tranquilos, en lugares como El Espino, El Tamarindo y El Cuco. Y en el centro y occidente del país,  existe una mayor infraestructura hotelera, centros de recreación y ranchos privados. En esta última zona, los oleajes son más fuertes, destacándose la práctica deportiva del surf y la pesca del marlin.

En cuanto al ambiente de montaña, a dos horas de viaje desde la capital, se puede llegar a la Sierra de Apaneca-Ilamatepec ubicada en los Departamentos de Santa Ana, Sonsonate y Ahuachapán y que comprende unas 119, 000 manzanas, o al Bosque Nebuloso de Montecristo (2,000 hectáreas de extensión) en el Departamento de Santa Ana  y a sitios de Chalatenango como La Palma y San Ignacio. En este último lugar, se encuentra El Pital con una altura de 2,730 metros que es el punto más alto de El Salvador.

Otro de las características del territorio salvadoreño es la cantidad de volcanes y lagunas existentes. Según el SNET existen al menos 23 volcanes con antecedentes sísmicos y otros que se encuentran activos. Los volcanes son parte del denominado “cinturón de fuego” que atraviesa la zona central y sur de El Salvador.

Los volcanes constituyen verdaderos monumentos construidos durante siglos por la naturaleza, que merecen ser conocidos y apreciados. Uno de los que tienen mejor acceso por carretera hasta el cráter, es el Volcán de San Salvador;  pero también pueden ser vistos a relativa corta distancia, los de Izalco y Santa Ana desde el Cerro Verde y varios otros, desde las carreteras del interior del país.

En algunos volcanes, existen pequeñas lagunas en sus cráteres, como es el caso del Volcán de Santa Ana; y en otros relativamente cerca, los denominados “lagos cráter” como: el Lago de Ilopango, el Lago de Coatepeque, el Lago de Güija, la Laguna de Alegría, la Laguna de Olomega y la Laguna de Chanmico.

En la mayoría de volcanes de El Salvador, se desarrollan cultivos como el café, lo que en buena medida permite que tales colosos, se encuentren arborizados y constituyan fuentes de producción agrícola.

Con tanta riqueza volcánica en El Salvador, debería de acrecentarse el montañismo en las ramas del excursionismo y expedicionismo, orientados especialmente a que los jóvenes escalen tales lugares, lo que sería un pasatiempo sano, constructivo y muy vinculado a la valoración del medio ambiente.

Debo decir, que de joven tuve la experiencia de subir y descender a pie al Volcán de San Salvador con un grupo de compañeros, llegando hasta el cráter en condiciones muy adversas, pues no contábamos con el equipaje apropiado para hacer frente a la lluvia y al frío y para pernoctar en el Picacho y regresar al día siguiente a San Salvador; pero lo que viví fue algo extraordinario que aún recuerdo con mucho agrado.

Por supuesto que en cada departamento y municipio de El Salvador,  existen cerros, ríos, quebradas y parajes donde la naturaleza se combina con el encanto y la belleza, que pueden ser visitados durante todo el año.

Como he escuchado a más de algún turista, en poco territorio, El Salvador tiene sitios y atractivos muy diversos.






MUJER DE ILUSIÓN



Caminando por los senderos de la vida

apareciste tú como por arte de magia;

y aunque me cautivaste a primera vista,

quise pasar por alto tu presencia

para no herirme después, como sucede

cuando se llega a perder algo querido.



Pero te encontré de nuevo, tantas veces,

que se clavó en mí, lo dulce de tu mirada,

lo blanco de tu piel, cual nácar y azucena;

lo rojo de tus labios y de tus mejillas,

el castaño ondulado de tus cabellos

y esa figura de mujer casi perfecta.



Al mirarte, te delataba con misterio

el suave rubor con que se pinta tu rostro

cuando hablas y cuando sonríes;

y es que llevas muy adentro

el aura de la niña pura e inocente

que acrecienta el caudal de tu belleza.



De ti, me basta escuchar el eco fino

de tus palabras; y constatar en tu sonrisa,

en tus gestos y hasta en tu silueta,

que la belleza del universo no está lejana,

y que el fulgor de las estrellas

está presente en tu cuerpo y en tu alma.



Por eso, no me inquieta que pases

sin detenerte, a la vera de mi camino;

pues te siento muy cerca,  en cada brisa

que baja fresca de la montaña;

y en el primer rayo de sol que entra furtivo

para iluminar nuestra vida, por la mañana.

Ramiro Velasco, julio de 2013







COSAS NEGATIVAS EN EL SALVADOR (Entrega Nº 1)



¿Dónde quedó la austeridad en la gestión pública?



El Salvador como muchos otros países del mundo afronta hoy,  una época de “vacas flacas”. En el pasado, especialmente en los años de mil novecientos noventa, el país fue uno de los mejor posicionados en el Área Centroamericana, al menos a nivel macroeconómico, pues  su crecimiento económico fue destacado y sus niveles de endeudamiento externo fueron relativamente bajos.

Por supuesto, que la etapa más crítica en toda la mitad del siglo XX, la vivió el país durante el conflicto armado, en los años ochenta, en la considerada para Latinoamérica como la “década perdida”. En aquel período,  los indicadores económicos  alcanzaron cifras negativas alarmantes y sólo se pudo salir adelante, una vez depuestas las armas de guerra y las armas de la sinrazón,  alimentadas por las ideologías de la izquierda y de la derecha.

Justo en aquella época, fungí como funcionario público de mediano nivel, pues de 1982 a 1985 me desempeñé  como Director Ejecutivo de Cooperación Internacional en el Ministerio de Planificación y más tarde,  como Director Ejecutivo de Cooperación Internacional en el Ministerio de Educación de 1991 hasta 1995. A la vez, desempeñé cargos de consultoría internacional de1985 a 1988), fui Jefe de Planificación en la Comisión Nacional de Áreas (CONARA), entidad responsable de proyectos de reconstrucción con apoyo de las municipalidades;  y de 1988 a 1990, me desempeñé  como consultor nacional independiente.

La Experiencia vivida en el sector público, me permitió conocer bastante de cerca, la orientación de las políticas de estado,  tanto en el orden económico como social; así como la orientación y aplicación del manejo de los fondos del erario público nacional.

Por lo que puedo afirmar que en plena situación de conflicto, cuando la prioridad era el mantenimiento de la guerra, el Gobierno Salvadoreño tuvo que realizar acciones creativas e innovadoras para sostener los programas y proyectos de los Ministerios, de las Entidades Autónomas y de los Gobiernos Locales, haciendo uso de los limitados recursos del erario nacional, así como gestionando y utilizando de la mejor manera,  la cooperación de gobiernos amigos y de organizaciones internacionales.

Por ejemplo, en aquella época, las misiones de funcionarios públicos al exterior se limitaron de manera estricta a las necesarias; es decir por ejemplo,  a las reuniones intergubernamentales en las que el estado salvadoreño debía estar representado o en la realización de gestiones para la obtención de recursos internacionales.   Para dichas misiones, los gastos en boletos de viaje y viáticos se restringieron en una forma radical. Debo confesar públicamente, que en mi caso generalmente utilicé en mis viajes fuera del país, fondos otorgados por organismos internacionales que patrocinaban los eventos, pues las políticas del gasto de fondos del GOES se orientaban a asegurar los salarios de los empleados y funcionarios del sector público y a racionalizar de manera estricta los gastos de funcionamiento como compra de materiales, gastos en combustible, etc.

Las becas al exterior se trataron de aprovechar al máximo y sólo se otorgaban cuando eran financiadas por los gobiernos y organismos internacionales.

En aquella época a los directores en el Ministerio de Planificación (MIPLAN) se nos asignaba un motorista para las misiones estrictamente de trabajo; se nos recogía y llevaba de regreso a nuestra casa, antes y después de la jornada de trabajo, pues los vehículos quedaban resguardados por las noches y fines de semana en el Ministerio.

Y en el Ministerio de Educación, en los cinco primeros años de los noventa, impulsamos un sistema parecido, en el que se ejercía un estricto control de los vehículos para que fueran utilizados únicamente en tareas oficiales. El control a nivel del manejo presupuestario también fue estricto,  orientado por una política institucional  racional del gasto de los recursos del presupuesto nacional y de los proyectos con cooperación externa.

Debo señalar que en el MINED, a pesar de que yo era ordenador de pagos de todos los proyectos de cooperación internacional, siempre utilicé también para los gastos de viaje al exterior, los fondos asignados por la entidad internacional que invitaba, a pesar de que en ocasiones eran limitados; pudiendo haber justificado la asignación adicional de fondos de GOES, como comprobé que lo hacían funcionarios de otros países latinoamericanos y lo hacían posteriormente y lo hacen ahora muchos funcionarios salvadoreños.

Sin embargo, entrados los años noventa, en otros niveles de la Administración Pública, la cosa fue muy diferente. Ese fue el caso de los manejos oscuros y de corrupción conocidos en los procesos de privatización de la banca, en la CEL, INAZUCAR, BFA, ANDA, ISSS, ISTA, FIS, MOP, como se ha conocido ampliamente por los medios de comunicación;  pero  muy poco por los informes de la Corte de Cuentas de la República.

Cuando hablamos que estamos en una situación de “vacas flacas” nos referimos especialmente a los saldos rojos entre los ingresos y egresos del estado; y al recurso perverso  de utilizar fondos de préstamos para realizar gastos de funcionamiento (salarios, materiales, etc), cuando éstos debieran ser destinados exclusivamente a la inversión en obras públicas y de desarrollo social. 

Pero la impresión que queda, es que los funcionarios públicos de todo nivel se comportan hoy, como en los mejores tiempos de las “vacas gordas” y no se ha visto una ley de austeridad temporal aplicable a toda la Administración Pública. Es decir, no existe conciencia de la precariedad en que se encuentra la hacienda pública, en cuanto a disponibilidad financiera. Y la iniciativa debe partir de los altos funcionarios del Ejecutivo como de los señores diputados de la Asamblea Legislativa.

Como lo he señalado en otros escritos, uno de los rubros cuyo gasto debiera restringirse por ley y de inmediato, son las amplias campañas de publicidad de los proyectos y obras del gobierno central, pero también de la Asamblea Legislativa, entidades autónomas y municipalidades. Lo peor de tales campañas,  es que los resultados que se publicitan, se atribuyen al funcionario que dirige la institución, llámese presidente, secretario (a), alcalde o alcaldesa, procurador, etc.,  como si los mismos, no fueran el resultado del trabajo de todos los participantes en la gestión pública de la institución correspondiente.

Otra cosa que debe ser erradicada por ley son las famosas partidas secretas o sus equivalentes formas de manejo presupuestario, tanto en el Ejecutivo como en otros Órganos del Estado, que se prestan para la discreción en la aplicación de gastos y que han servido para pagar elevados sobresueldos de los presidentes de la República, ministros, presidentes de entidades autónomas etc. y para otros gastos cuantiosos no necesarios.

En la gestión gubernamental actual, pueda ser que se hayan tomado algunas acciones para restringir el gasto del erario público en asuntos que no son indispensables. Pero lo que aparece a la vista y que es reportado por los medios de comunicación son: numerosas  comitivas en viajes oficiales, viajes innecesarios a países lejanos, compra de vehículos de lujo, festines para celebrar los aniversarios y hasta gastos como los que se conocieron de la Asamblea Legislativa en obras de arte y en un canal de televisión que nadie ve y hasta en una emisora que casi nadie escuchará;  lo que en mi opinión no tiene mucho sentido.

Cuando se tomen acciones serias para restringir gastos innecesarios y para racionalizar el uso de los limitados recursos de la Administración Pública, entonces nuestra pregunta inicial tal vez comience a tener respuesta.


2 comentarios:

  1. Bueno..
    primero... las fotografias de las iglesias, naturalmente y comprensible!:-)

    Efrain

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    1. Ya ves Dr... Es que como acá no hay sinagogas... pero lo más importante es que tenemos tu comentario y que constato que lees nuestras cosas. Hasta luego.
      Ramiro

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