ALGUNOS VOLCANES DE EL SALVADOR
REFORMAS DE LA EDUCACIÓN EN EL SALVADOR (Ramiro Velasco) [i]
INTRODUCCIÓN
En este artículo se hace apenas una
reseña de las reformas de la educación en El Salvador desde la Colonia hasta
mediados del siglo XX. Se da mayor énfasis a la Reforma de 1968 y a las
reformas y cambios introducidos en los años ochenta y noventa, períodos en los
que de alguna manera, el autor participó o constató personalmente dichos
procesos.
PEQUEÑO
MARCO CONCEPTUAL
Desde mi punto de vista, el tema “
reforma educativa” en los tiempos modernos se considera, un proceso mediante el
cual se establecen objetivos y medidas de mejora que persiguen mayor eficiencia,
relevancia y cobertura del sistema y de
los servicios educativos para el logro de una formación y aprendizaje de los
estudiantes de mayor calidad y pertinencia.
La reforma por supuesto, debe considerar
el tema de los recursos financieros, humanos, de infraestructura, de
equipamiento y de diversa índole con que se deberá contar para llevar a cabo
los cambios introducidos.
Las reformas son diseñadas e implantadas
por los gobiernos que en los diversos países tienen la facultad para establecer
políticas y estrategias educativas para la totalidad de la población, tanto
para el sector público como privado.
La reforma, además implica voluntad
política por parte del Gobierno, para llevar a cabo las transformaciones
implantadas. Y como siempre habrá resistencia al cambio, en determinado momento,
se requerirá de medidas un tanto coercitivas de las autoridades correspondientes, para
hacer efectivos los cambios introducidos.
Existen ejes transversales que no deben
dejarse de lado en una reforma educativa, como son una mayor o menor centralización,
desconcentración o descentralización de la educación., lo que tiene que ver con
una mayor o menor participación del gobierno central, de entes desconcentrados
o descentralizados del estado o privados, según la organización política de
cada país.
Así para el caso salvadoreño, se aprecia,
que desde la Colonia hasta 1940, la educación estuvo bastante descentralizada,
pues aunque desde el gobierno central se dictaban las políticas educativas,
para la dotación de recursos y entrega de los servicios, hubo participación
directa de las municipalidades y de otros entes privados como la iglesia y asociaciones
o personas jurídicas.
Sin embargo, de 1940 a 1981, los procesos
fueron de mayor centralización de las políticas y administración por parte del
estado; y en los años de 1980 y 1990 y
siguientes, de una centralización en las políticas y una mayor desconcentración
en la administración y entrega de los servicios a nivel estatal y elevada participación
del sector privado especialmente en la Educación Parvularia, Media y superior.
LA
EDUCACIÓN EN EL PERÍODO COLONIAL
Como lo expone Chávez, Joaquín Mauricio,
en su documento “Los Municipios en la historia de la educación en El Salvador”,
Op cit, durante la Colonia, no hubo mayor interés del gobierno español en
desarrollar la educación en los territorios de la Capitanía General de
Guatemala, entre los que se encontraban la Intendencia de San Salvador.
El autor sigue señalando que la enseñanza
en los sectores más ricos se realizaba en el seno de la familia y en algunos
casos se continuaba en colegios de Guatemala o en la Universidad de San Carlos.
Pero también la Iglesia católica tenía algunas escuelas en las que se enseñaba
lectura escritura y algo de números.
Es a finales del siglo XVIII (1778) cundo
aparece un dictamen de la Audiencia, que establecía que los maestros debían ser pagados con fondos
de la comunidad. Para 1779 y 1800, ya existe evidencia de que el pago de los
maestros se hacía a través de las alcaldías en localidades de San Salvador y
Sonsonate.
LA
EDUCACIÓN EN EL PERÍODO POST INDEPENDENCIA
Para 1827, las pocas escuelas eran
administradas y financiadas por las municipalidades.
Para 1832, el gobierno central asume la responsabilidad de dictar políticas
y supervisar el sistema educativo, pero las municipalidades son responsables
del financiamiento y del nombramiento de los maestros. Y los gobernadores
supervisan las actividades educativas.
Las municipalidades disponían de un
impuesto denominado “Tajo” que consistía en gravar el consumo de carne para
financiar la educación. También existían otros arbitrios para financiar las
escuelas, hospitales y acueductos.
En 1861, Gerardo Barrios decreta el
Reglamento de Escuelas Primarias en el que se indica que las poblaciones menores
de 500 habitantes costearían el sostenimiento de las escuelas. Y prohíbe la
participación de la comunidad en actividades educativas. Y se establecen
organismos de supervisión como el Consejo de Instrucción Pública, Juntas
Departamentales y Alcaldes municipales que perdurarían hasta 1950.
Con el auge de las exportaciones a partir
de 1880, el gobierno central al disponer
de muchos más ingresos, asume una mayor participación en el financiamiento
educativo (Más del 80%) y por lo tanto, un mayor control de la educación,
aunque las municipalidades seguían siendo responsables de las escuelas.
En el gobierno del General Francisco
Menéndez (1887-1891) se abolió el Método Lancasteriano de enseñanza y se
introdujo el de Pestalozzi y se establecen las escuelas de 6 grados.
LA
EDUCACIÓN HASTA MEDIADOS DEL SIGLO XX
En 1940, se da una Reforma Educativa por
la que la mayor responsabilidad de la administración de la educación pasa al
gobierno central y en menor escala a las municipalidades y escuelas privadas.
Para ese año, funcionaban a nivel nacional 1,149 escuelas atendidas por 2,299
maestros. La matrícula en tales escuelas fue de 102,042 alumnos. Y para esa
época existían 96 escuelas municipales rurales, dependientes de las alcaldías
de grandes ciudades. Aparecen también, unas 155 escuelas privadas de
kindergarten, primaria, Ciencias y Letras, Comercio y 1 Normal, de las que el
gobierno aprobaba planes de estudio y docentes. Entonces no existía el
Ministerio de Educación como tal, sino que la educación era dirigida por el
Ministerio de Relaciones Exteriores.
Para 1941, el presupuesto de educación
ascendía a 2.2 millones de colones. La mayor parte de edificios escolares eran
casas alquiladas.
En 1941, con el Gobierno de Hernández
Martínez se opera una reforma educativa, con medidas definitivas de
centralización. Se dicta la nueva Ley Orgánica de Educación Pública con la que
se crea el Ministerio de Instrucción Pública y se establece que “ese Despacho
tendrá el derecho exclusivo de mantener el control de la función educacional y
cualquier otra autoridad individual o colectiva sólo podrá cooperar en la
conservación, engrandecimiento y distribución de la cultura nacional.”
Con aquella reforma, se elevó el grado de
centralización y control de los docentes hasta en el aspecto sanitario,
exigiéndoles a los maestros exámenes anuales de salud para poder impartir sus
clases. Y no existían prestaciones para los maestros. Los maestros reclamaban una
mayor descentralización educativa.
A partir de 1948, con el derrocamiento de
Martínez, y ya en el Gobierno encabezado ´por Oscar Osorio, se comienza a
hablar de la educación para el desarrollo y efectivamente se dio un avance en
el gasto y la cobertura educativa; se incrementó la infraestructura escolar; se
introdujo el sistema de escuelas experimentales y renovadas con nuevas
metodologías didácticas y de organización escolar. Se fundó la Escuela Normal,
la Escuela de Trabajo Social y las Escuelas Normales Rurales de Izalco y
Suchitoto.
En los años sesenta, se da otra reforma educativa,
resultado de la estrategia de promoción al desarrollo impulsada por la Alianza
para el Progreso (ALPRO) bajo la Presidencia de John F. Kenedy de los Estados
Unidos, en el fondo, para evitar estallidos revolucionarios. Con la reforma, se
adoptó un modelo de currículo común centroamericano y la producción de libros
para la educación primaria y el incremento de construcciones escolares. El
programa incluía dotación de alimentos a las escuelas por parte del Gobierno de
Los Estados Unidos.
REFORMA
DE 1968
De 1968 a 1972, se lleva a cabo una de
las reformas educativas más importantes en el Salvador, impulsada por el
Ministro de Educación Walter Béneke, en la Administración del Presidente Fidel Sánchez Hernández.
La reforma del 68, abarcó cambios
estructurales a nivel de estudios generales, expansión de la Educación Básica ampliando
su cobertura, extensión de la Educación Básica de seis a nueve años,
diversificación de la Educación Media, reforma curricular, televisión
educativa, infraestructura escolar, bienestar estudiantil, bienestar
magisterial, reforma administrativa, fundación de la Ciudad Alberto Masferrer,
fundación de la Escuela de Educación Física y del Instituto Tecnológico
Centroamericano.
Tuve oportunidad de ver la serie de
documentos de la Reforma, comenzando por el número 1 referente a los
fundamentos de la reforma y los documentos de reforma curricular en la
educación básica que tenían una elevada calidad.
Béneke señaló en su oportunidad, “que el
currículum anterior estaba diseñado para producir “archiveros humanos” y que
ese no era el objetivo de la nueva Reforma. Véase para mayor comprensión de
este aspecto, lo expuesto en el Documento “Los Límites de la Reforma Educativa
en El Salvador”, Literal E. Reforma del Curriculum, Opus cit.
En cuanto a uno de los ejes más
criticados de la reforma que fue, el establecimiento de los bachilleratos diversificados,
debe señalarse que hasta 1974, la Educación
Media se limitaba al Bachillerato en Ciencias, Letras y Matemáticas (Equivalente al Bachillerato Académico de
hoy). Y el menú de carreras técnicas de nivel medio se limitaba a la docencia,
contaduría y trabajo social en el Ministerio de Educación y en el Ministerio de
Agricultura, la carrera de Agrónomo.
Sobre este último aspecto, creo que el
tiempo ha dado la razón de que los bachilleratos vocacionales eran necesarios
para colocar a los jóvenes egresados frente a mayores posibilidades del mundo del
trabajo del empleo y de proseguir con la educación tecnológica y universitaria.
La reforma de 1968, no incluyó medidas de desconcentración y
descentralización educativas, excepto las supervisorías departamentales. Y es
que los cambios propuestos eran muy radicales para la época, frente a situaciones
como: docentes en buen número empíricos todavía, que habían estado casi
adormecidos y sin prestaciones, según lo escuché en la época por algunos
impulsores de la reforma; y existía una gran carencia de centros escolares
nacionales con infraestructura propia, etc. etc.
Impulsar una reforma de tal naturaleza, requería
de mucho impulso para no detener el proceso y la oposición, especialmente de
los maestros. De allí que Béneke fuera muy enérgico, por lo que fue tildado de
autoritario y arbitrario y tuvo la oposición de la Asociación Nacional de
Educadores Salvadoreños (ANDES) que impulsó huelgas nacionales en 1968 y 1971. Debe destacarse, que contra la reforma se
movilizaron miles de maestros, bajo la dirigencia de la Profesora Mélida Anaya
Montes, José Mario López y otros.
Béneke el Ministro, era politólogo,
economista, sociólogo, periodista y escritor salvadoreño. Estudió en España, en
la Universidad Central de Madrid y en la Universidad Menéndez y Pelayo de
Santander. Como escritor, ganó algunos certámenes de literatura y teatro en El
Salvador.
Béneke, que fue el principal ideólogo e
impulsor de la Reforma Educativa del 68,
había conocido el sistema educativo japonés que utilizaba la televisión
para la enseñanza, mientras fue Embajador de El Salvador en Japón de 1961 a
1966.
Yo mismo pude constatar los efectos de un
magisterio muy hostil para llevar adelante la reforma educativa de 1968,
especialmente con la puesta en marcha de la televisión educativa que surgió primero
con un estudio de factibilidad y después con la dotación de equipos, donados
por el Gobierno de Japón.
Como parte de la reforma, a nivel de la
Administración Central, el Ministerio de Educación sufrió una total reestructuración.
Se creó la Subsecretaría de Cultura y se fortalecieron las Direcciones de
Educación Básica, Media y Superior. También se estableció Direcciones de apoyo
directo al Despacho Ministerial como la Oficina de Planificación (ODEPOR) y la
Oficina de Construcción y Mantenimiento de edificios escolares (COPLACE) que
manejó muchos proyectos especialmente con el Banco Mundial y USAID. También se
crearon la Dirección de Televisión Educativa, Ciudad Alberto Masferrer, la Dirección de Educación Física, etc.
Se puede decir, que la Reforma de 1968
vino a modernizar el Sistema Educativo Salvadoreño con innovaciones importantes
para la época.
En 1978, se celebró el décimo aniversario
de la Reforma Educativa, con un Congreso con amplia participación de entidades
educativas nacionales e internacionales, para analizar los logros e impacto de
la Reforma Educativa y se produjo un documento base que recogía los avances y
las limitaciones de la misma.
MI
EXPERIENCIA DIRECTA CON ASPECTOS DE LA REFORMA DE 1968
En 1970, mi primer trabajo fue de colaborador
de evaluación, en el Proyecto “Reforma Educativa con Televisión”, auspiciado
por al USAID y dirigido técnicamente por el Departamento de Educación de la
Universidad de Stanford de los Estados Unidos de América de 1969 a 1972.
El proyecto estuvo dirigido en 1969, por
Emile Mc Anany; en 1970 por John Mayo; en 1971 por Robert Hornik; y en 1972 por
Henry Ingle.
Después del entrenamiento respectivo, nos
tocó al personal nacional como parte de las actividades de investigación y
evaluación, aplicar y tabular test de habilidad general y pruebas de las 4
asignaturas a estudiantes; así como encuestas a padres de familia, maestros y
alumnos, sobre el avance de la TVE.
El equipo del proyecto, además del Jefe estadounidense
que era un Doctor en Educación, estaba constituido por unas 8 personas salvadoreñas
entre personal especializado, técnico y administrativo, a tiempo completo; pero
también se contaba con una contraparte nacional de unas 7 maestras, más el
jefe, ubicados en la Dirección de Televisión Educativa del Ministerio de
Educación.
El estudio de investigación- evaluación
era de tipo experimental, con grupos de clase tradicionales y con grupos que disponían
de la TVE como grupos de control, en una muestra de centros educativos, muy
representativa que abarcaba los catorce departamentos, las cabeceras
departamentales y ciudades de diferente magnitud e importancia y centros de
Educación Básica que tenían hasta Tercer
Ciclo.
El proyecto se proponía: “compilar
información sobre el aprendizaje, impacto cognitivo y cambios en estilos de
enseñanza. Además iba a medir el impacto de la televisión educativa más allá de
la escuela en la producción industrial y el cambio cultural” (Ver Héctor Lindo
Fuentes, Op cit)
Los resultados del proyecto demostraron
que la televisión educativa, coadyuvaba a un mejor aprendizaje en asignaturas
como inglés y ciencias naturales, si mal no recuerdo. Y ello, debido en buena
parte, a que los tele maestros y las tele clases que se transmitían en el Canal
10, tenían una mayor calidad que el promedio de clases presenciales dictadas
por docentes de los grupos de clase tradicional. Debe decirse, que en el otro
canal oficial, el Canal 8, se transmitían programas y películas culturales muy
interesantes; pero en el Gobierno de Calderón Sol en 1999, el canal 8 que con
los años servía de repetidor del Canal 10, se donaría al Grupo Ágape.
En los centros educativos de la muestra del
Proyecto, siempre hubo mucho respeto por parte del personal docente y
estudiantil para el personal de Evaluación. El rechazo de los docentes, se
tenía principalmente en centros que no disponían de la televisión educativa, y
era comprensible, pues los docentes consideraban que poco a poco serían
desplazados en el aula por la TVE y los telemaestros que impartían las
teleclases.
Debe decirse, que el rechazo permanente a
la televisión educativa por parte de los maestros asociados en ANDES, la falta
de apoyo presupuestario y lo obsoleto de
los equipos varios años después, repercutió en buena medida, para que fuera
eliminado este medio, como recurso de aprendizaje en 1989; y el canal 10 pasó a
ser utilizado para la difusión de programas culturales y de índole gubernamental,
como lo es en la actualidad.
MI
OPINIÓN PERSONAL SOBRE LA REFORMA DE 1968
En mi apreciación personal, la Reforma de
1968, fue un esfuerzo muy sólido en su diseño e implementación.
La reforma fue apoyada por expertos
internacionales y asesores permanentes, de la UNESCO y de Gobiernos amigos, a
la mayoría de los cuales vi varias veces en aquel edificio de 8 plantas,
ubicado en el centro de San Salvador. También conocí a connotados asesores
nacionales como el Dr. José Luis Escamilla y otros.
Cinco años después de implantada la
Reforma, tuve oportunidad de tener como jefe directo al Prof. Julio César Rosa
Manzano, que apoyó la reforma curricular
como Director de Servicios Técnicos Pedagógicos y después pasó a ser Jefe del
Departamento de Planificación en la Oficina de Planeamiento y Organización del
Ministerio de Educación (ODEPOR).
La oficina de ODEPOR estaba dirigida por
el Arquitecto Carlos Eduardo Heymans y en ella, había un staff importante de
técnicos y especialistas de la educación que dieron soporte a la tarea de la
planificación educativa, tan en boga en los años setenta y que contribuyeron a
que la educación salvadoreña tuviera un salto de calidad.
De 1973 a 1977, se ejecutó el Proyecto
“Análisis Sectorial de Educación”
financiado por la USAID. El Proyecto se coordinó y desarrolló en la
misma Oficina de Planificación (ODEPOR) y fue dirigido por un Jefe
Estadounidense, el Doctor Brandon Robinson; y como Jefe Nacional, el Profesor
Rosa Manzano. El Proyecto contrató a técnicos nacionales de entre los cuales,
tuve la suerte de trabajar como Administrador.
El Proyecto produjo informes muy
interesantes sobre la calidad, relevancia y pertinencia educativas y
proyecciones de la cobertura e infraestructura escolar hasta el año 2000.
Lastimosamente, aquel esfuerzo se vino abajo con los cambios ocurridos en el
Ministerio de Educación en 1979, a raíz del Golpe de Estado y nuevas políticas
introducidas por la Primera Junta Revolucionaria de Gobierno que gobernó 2
meses (Nov 1979- Enero 1980) y posteriormente por la Segunda Junta
Revolucionaria de Gobierno.
Mi apreciación positiva sobre la Reforma es
puramente técnica y no ignora las opiniones a la luz de diversas perspectivas,
vertidas en su oportunidad contra ella, por diversos analistas y tanques de pensamiento,
como la UCA.
Sin embargo, la televisión educativa, que
fue atacada drásticamente en los años setenta, ha cobrado importancia en la actualidad, como ha quedado
demostrado con la pandemia del Covid 19, cuando se está utilizando como un
recurso útil para la educación a distancia.
Nota: Este
escrito continuará con las reformas de 1980 y 1990.
BIBLIOGRAFÍA
CONSULTADA
1. Chávez,
Joaquín Mauricio, Los Municipios en la historia de la educación en El Salvador,
FUNDE, http://www.repo.funde.org/id/eprint/365/1/APD-67-III.pdf
2.
https://es.wikipedia.org/wiki/Walter_B%C3%A9neke
3.
Los Límites de la Reforma Educativa en El
Salvador”, https://www.cee.edu.mx/rlee/revista/r1971_1980/r_texto/t_1978_1_04.pdf
4.
Lindo, Hector, https://www.yumpu.com/es/document/read/23251262/1-la-televisian-educativa-en-el-salvador-como-proyecto-de-la-
[i] El
autor, José Ramiro Velasco, estudió Planificación y Administración de la
Educación en el Instituto Internacional de Planificación (IIPE), París, Francia
en 1980- 1981; trabajó como Técnico en Planificación, 10 años en la Oficina de
Planificación (ODEPOR) (1973- 1982), fue Director Ejecutivo de Cooperación
Internacional en el Ministerio de Planificación ( MIPLAN) durante 3 años (1982-
1985); Trabajó como Experto de Naciones Unidas en Guinea Ecuatorial, África
(1985- 1988), fue Jefe de Planificación en CONARA, El Salvador (1988- 1989) y fungió como Director de Cooperación
Internacional y de Planificación en el Ministerio de Educación (1989- 1995).
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