PLAYA DE METALÍO, SONSONATE, EL SALVADOR
ALGUNOS DICHOS SALVADOREÑOS Y SU INTERPRETACIÓN
DICHOS ANTIGUOS
DICHO
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SIGNIFICADO
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Era
tan negro como la noche en que se perdió la tunca
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Era
una persona muy morena
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Lo
sepa el Juez de Opico
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No
sé la explicación sobre tal asunto
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Tiene
barriga de músico
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Come
bastante
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A
saber qué pata puso ese huevo
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Es
alguien desconocido en la zona
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Es
un come cuando hay
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Es
una persona muy pobre
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Viejo
pela justán
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Viejo
mirón
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Viejos
son los caminos y todavía echan sus polvitos
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Algunas
personas mayores todavía pueden ser capaces de hacer el amor
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Le
ha caído como anillo en trompa de cuche
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Le
encaja muy bien, le ha ocurrido en el mejor momento
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Cabal
dijo Varela (pero le faltaban cien)
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Se
cuenta de un administrador de rentas que
al hacer las cuentas decía cabal, pero al contar el dinero siempre había un
faltante.
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A lo
que te truje Chencha
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Debemos
entrar al tema sin mayores rodeos
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Hay
que salir del mais picado
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Atender
primero lo urgente
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Pachito
estaba el río
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Alguien
pronto se da por aludido sobre un asunto embarazoso; Se descubre algo que se
trataba de esconder.
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Se
petatió. Peló gallo. Peló ceja.
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Murió
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A mí
que me registren
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Me
siento libre de culpa
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Es
un tipo yoyo
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Es
un adulador
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Es bueno
para dar garabato
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Alguien
que trata de convencer con sus elogios
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A
saber qué pulga le ha picado
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Está
raro. No es la persona de siempre
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Ya
la asustó el viejito
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Le
vino la regla por primera vez
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Está
pipona
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Está
embarazada
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Le
soltaron la jáquima
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Está
libre, Sus padres ya no la controlan
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Es
el chimpe de la familia. Es el secaleche
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Es
el hijo menor de la familia
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Le
dieron chicharrón
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Lo
asesinaron
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Es
un Juan vendémela (Vendeme la conserva)
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Es un
bobo, un pasmado
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Se
envuelven con la misma (cobija)
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Se
encubren, son muy allegados
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Está
“mirame y no me toqués”
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Es
algo delicado muy fácil de quebrar
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Viejo
pero no pendejo
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No
por ser viejo lo engañan fácilmente
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Sepa
Judas donde se encuentra
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Nadie
sabe donde está
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Se
lo llevó la pelona
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Murió
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Es
un látigo del servicio doméstico
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Le
gusta meterse con las empleadas domésticas
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Te
cayeron mal los jocotes
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Está
seria la goma, pero si no son los efectos del
trago tal vez sean las boquitas las que te cayeron mal (sarcasmo).
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¡Saco!
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¡Cómo
puede ser! ¡Caramba!
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¡Que
se vaya al carajo!
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No
quiero saber más de él
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Es
la cola de judas.
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Es
insolente.
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DICHOS MÁS RECIENTES
DICHO
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SIGNIFICADO
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Se
la pica de machito
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Es
un pretensioso
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Te “hiciste”
en la olla de leche
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Cometiste
un gran error
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Te
fuiste en la chicagüita
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Apostabas
por algo que no era cierto, te
equivocaste
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Se
le fue la mano
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Cometió
un exceso
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Le
tronó la cafetera
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Cometió
un error grave y tiene que pagarlo
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Dicen
que metió la pata
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Se
entregó a alguien, Tuvo un embarazo no deseado
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La
regaste
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Cometiste
un gran error
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Sos
un pajero
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Eres
un mentiroso
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Se
peló
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Murió
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Ahora
se hace el mareado
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Se
hace el desentendido, el importante
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Buena
onda el ruco
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Es
un buen padre, es un buen señor
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Se
le pelan los cables
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Está
un poco loco
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Se
nos cayó la estantería
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Se
vino abajo todo el plan
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Me
cae de la patada
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Me
es antipático
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Es
un gran meque
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Se
mete en la vida ajena
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Lo
mandó hacer a Ilobasco
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Es
como un muñeco, es muy bonito
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AUTORRETRATO
Tengo unos cuantos
diecisiete años.
Nací casi en las
faldas de una colina
muy cerca de
aquellos peñascos,
madriguera de
garrobos y tepezcuintles;
arrullado por el
susurro monótono
de la querida quebrada.
No sé si llegué en
la fecha equivocada
pues poco me
gustan los miércoles,
la luna en cuarto
menguante
y el día terminado
en número impar
que al
multiplicarlo por sus cifras
se convierte en la
unidad.
Pero qué dicha que
nací en octubre,
cuando los vientos
borraban
los malos
presagios y los nubarrones;
cuando el ambiente
era más fresco
y las milpas cafés
y el frijolar enrojecido
entregaban alegres
sus cosechas.
Tal vez por ser
del signo de Libra
es Venus que
siempre me guía
hacia el lado
agradable de la vida;
pero también hacia
la intransigencia
contra el engaño,
la injusticia
y cualquier hipocresía.
Después de aceptar
los retos
y de hacerle
frente al destino,
no hay palabras
para decirlo:
la vida es un
cúmulo de acrobacias
mientras se ha recorrido
el camino
en tantos años
cumplidos.
Ramiro Velasco,
diciembre de 2013
Filosofemos
un poco
LA ANGUSTIA DE NO EXISTIR
En la siguiente reflexión no se trata de filosofar como lo
hacen los existencialistas respecto al existir.
Ellos se refieren a la angustia existencial, “como aquello por lo que el
ser humano se da cuenta de su finitud y de la fragilidad de su posición en el
mundo. Por ejemplo Paul Sartre como se cita en el siguiente sitio, http://www.webdianoia.com/contemporanea/sartre/sartre_filo.htm plantea
que “ en
la angustia el ser humano adquiere conciencia de su libertad o, si se prefiere,
la angustia es el modo de ser de la libertad como conciencia del ser ". La
angustia es la forma que tiene el ser humano de darse cuenta de lo que es, es
decir, la forma de darse cuenta de que no es nada”.
Acá se hace un planteamiento diferente, se parte del hecho
de que en muchas personas se dan manifestaciones de algo muy profundo en su ser
que es la angustia de no existir.
Y no existir es la
negación de la persona que aunque ontológicamente es, no es tomada en cuenta, no
es valorada, ni reconocida por lo que ella considera que son sus méritos y sus
capacidades.
Cuando existe una brecha entre el existir y el no
existir, entonces aparece la profunda angustia de la no existencia.
Pero superada la vacuidad de la inexistencia, entonces la
persona entra de nuevo en equilibrio con su mismo ser ontológico y vivencial.
Tomando en cuenta esta frecuente angustia, aparecen manifestaciones
en las personas que generalmente se sienten aisladas o que saben que adolecen
de falta de aceptación en un grupo determinado. Y ese comportamiento produce
de manera inconsciente una serie de actos que no son controlados de manera
consciente.
Este pudiera ser el caso de los infantes cuando reciben
de sus padres un castigo mediante la indiferencia. Entonces acrecientan su
berrinche como una reacción normal para llamar más la atención de sus padres.
En ese momento están sufriendo la angustia de no existir.
Tal angustia puede también ser frecuente en las personas
mayores que a veces no padecen de sordera física, sino de una sordera
angustiosa que les coloca frente a la fragilidad de no poder existir en un
momento determinado y tienen que gritar para que el mundo exterior sepa que
están allí.
Esto explicaría la actitud de una persona que entra a una
casa y no le habla al portero justo para ser oída, sino que le habla tan fuerte
como para ser escuchada por todo el vecindario.
Por supuesto que al que sufre de manera permanente de
tal angustia le resulta habitual no hablar sino gritar, independientemente del
ambiente en el que se encuentre, aún así se trate de un hospital o de un lugar
en el que se solicite hablar en voz baja. Así, a menudo tal angustia se puede volver
una característica normal de personalidad.
De los casos específicos relacionados con la inexistencia
y sus efectos en el comportamiento humano, se ocupa en la práctica la
psicología.
La angustia de no existir ha llevado también a los
publicistas a desarrollar técnicas avanzadas para contribuir a que las personas
existan. Esta sería la razón de fondo para lograr que mediante las campañas
mediáticas un candidato inexistente en algún momento, pueda llegar a existir en
la aceptación de la gente y pueda ganar una contienda electoral. De allí que en
política se sostenga hoy en día, que si un candidato no está en los medios, no
existe.
Por eso no hay mayor frustración para un político que no aparecer
en las encuestas o no recibir el voto, especialmente cuando se ha invertido
mucho dinero en las campañas. Eso es lo que comúnmente se denomina en el ámbito
partidario, el ninguneo político.
Frente a la contradicción fundamental de existir y de no
existir pueden darse también niveles que traspasan el equilibrio del ser. Por
eso hay personas que no sufren de la angustia inexistencial, sino por el
contrario, que gozan de una plenitud tal
en la valoración de los demás, que tratan de escudarse en el anonimato para ocultar
el desborde de su realización existencial. Este sería el caso de las personas
altruistas que han dado mucho de sí y que llegado un momento, buscan refugio en
la inexistencia para compensar aquel elevado nivel de existencia dado por los
demás que llega a trastocar ya su estado de ánimo normal.
Desde una visión, no ya de filosofía existencial, sino
más de subjetivismo moral aparecen conceptos como el de egolatría, soberbia,
vanidad, egoísmo, que vienen a ser deformaciones distorsionantes del ente tal
como debiera ser. Y como medio de compensación ante tales deformaciones estarían
las virtudes expuestas por la filosofía cristiana, como la humildad que
compensaría tal distorsión del ser.
Ramiro Velasco