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Soy profesor universitario. Trabajo por el desarrollo de Cabañas, un departamento de El Salvador, muy bello, pero también donde hay mucha pobreza, especialmente en lo educativo y cultural. Soy planificador educativo y trabajé por muchos años como director y coordinador de proyectos sociales. Me considero una persona con una visión amplia que trata de valorar lo positivo de cada quien.

domingo, 31 de agosto de 2008

COYUNTURA POLÍTICA SALVADOREÑA




















EN BUSCA DE VERANERAS
¿Con cuál te quedas?
(Con doble clik puedes ampliar la imagen)
Fotos de Ramiro Velasco



































































































CAMARÓN QUE SE DUERME …

El viejo refrán “camarón que se duerme se lo lleva la corriente” y la frase popular “Se les durmió el pájaro”, tal vez tenga alguna aplicación en la coyuntura política actual de El Salvador. Y es el caso de lo que ha pasado entre ARENA y el FMLN.

Hasta mediados del 2007, ARENA había jugado de manera muy hábil o demasiado hábil en torno a lo que sabía hacer, el manejo político eleccionario, en el que funcionó muy bien su maquinaria política. Ellos mismos violaron sistemáticamente el Código Electoral que prohibía hacer campaña hasta que el tribunal Supremo Electoral decretase la apertura oficial de la misma.

Aquel partido estuvo siempre adelante en las nominaciones de candidatos y en las propuestas de gobierno en los años ochenta y nueve, noventa y cuatro, noventa y nueve y dos mil cuatro.

A partir del 2007, ARENA ha tenido que tragar de la propia medicina, que en el pasado le rindió muchos réditos.

¿Qué pasó entonces? Parece que el Partido, al haber concentrado todo el poder en la persona del Presidente y su equipo de confianza, perdió la capacidad de maniobra que antes tuvo. Como dicen algunos, ARENA parece haber caído presa de una especie de “buropartidismo” que ha concentrado muchas decisiones en función de un grupo enquistado en el Órgano Ejecutivo compuesto por los compadres y la “cherada” de los manda más.

Se sabe que la centralización del poder tiene sus ventajas, pero también sus desventajas.

Los planificadores recomiendan centralizar, cuando la toma de decisiones se ha dispersado en instancias periféricas de mando y se ve muy disminuido el rol del centro decisor. Y no creo que éste era el caso del partido en referencia.

Los asesores del Presidente fallaron por una visión inmediatista. Creyeron que el Presidente levantaría y sostendría al partido, dada la popularidad que sobre él mostraban las encuestas, en los primeros años de gestión. Se olvidaron de que la mejor garantía para que funcionen las entidades de utilidad pública como los partidos, es su institucionalidad.

Los resultados están a la vista y el mayor partido de oposición, que mostró muchas fallas desde que se incorporó a la “vida democrática”, aprendió muy bien la lección poniendo en práctica las mismas estrategias implementadas por el partido de gobierno, en cuanto a adelantarse en el proceso electoral, aplicando aquel adagio político de que “quien pega primero, pega dos veces”.

A estas alturas, el Frente lleva la delantera en todo: haber proclamado candidatos, iniciar el trabajo de consulta en las comunidades, hacer y presentar el programa de gobierno, realizar mítines y grandes concentraciones, etc., etc.

Estas maniobras de política muy inteligente por parte del Frente, pero sobre todo la figura de Mauricio Funes, no vinculada tradicionalmente al partido, les han colocado muy arriba en las encuestas.

Las mismas encuestas muestran los resultados reales de un candidato del partido gobiernista que es parte real del continuismo, y que no parece tener la capacidad de competir a la altura de su principal contrincante.

De paso al partido de gobierno le salpican en plena campaña (no oficializada por el TSE), las divisiones en las primarias en su mismo seno; las alzas incontroladas de precios en los combustibles y productos básicos; las actuaciones lamentables como la del exdirector de Policía, Rovira y otros, que tienen que ver con el desgaste de un gobierno de tantos años que ha cometido muchos errores en su gestión.

Ante ese panorama, la tendencia ganadora del Frente parece muy consolidada. Y a pesar de las maniobras del partido de gobierno y de sus adláteres, con la ya trillada “campaña sucia” la victoria de Mauricio y de su nuevo partido es inminente.

Por otra parte, en el entorno latinoamericano y centroamericano la demostración del pueblo en desaprobar el continuismo, pareciera que hacen vislumbrar todo a favor del Frente.

Ojalá que las aspiraciones del pueblo no se vean frustradas, por maniobras sucias en el “Día D”, y que se respeten los resultados que exprese la voluntad popular.


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UN DÍA DE AGOSTO

En aquel día de agosto

perdido en la penumbra

del pasado,

tocaste con tu mirada

la ingenua fibra de mi mente

y de mi alma juvenil.

Desde entonces quedó grabada

tu imagen y el aura

de tu encanto

en lo más profundo de mi ser.


Han pasado los años

y tu dulce silueta

sigue tan actual y tan viva,

irradiando como siempre

en mi camino;

aunque dejando a la vez,

el sinsabor y la nostalgia

de tu lejana ausencia.


Siempre me pregunto

qué te hiciste aquel día,

oculto entre meses y años

aún confusos de mi vida…

Y me entra la duda

si como a Elías,

te raptaría el cielo,

o si fuerzas extrañas

te llevarían

a lo profundo del océano.

Todo, para privarme

de tu presencia.


Sin embargo,

sé que no te he perdido

del todo;

pues te encuentro tan bella

y tan cercana

como entonces,

cada vez que te recuerdo.


José Ramiro Velasco

Agosto 2008


NOTA: Por favor, contesta la encuesta, al lado derecho del blog. Gracias

domingo, 10 de agosto de 2008

ESCRITOS DE AGOSTO
















Los maizales de agosto, en Cabañas























UNA PÁGINA PARA GERARDO VELASCO

(En ocasión de su partida de este mundo)


SEMBLANZA DE GERARDO

Gerardo Velasco Bonilla, era pequeño de estatura, pero con un cerebro y un corazón muy grandes.

Nos contaba que su Padre Fernando, le contrató por 2 meses al que hacía de maestro en el Cantón Chunte para instruirle en la casa, cuando él era un preadolescente. Durante ese corto tiempo Gerardo aprendió a leer, escribir y hacer las cuatro operaciones. La letra de Gerardo era del tipo palmer. Tan bonita era, que más tarde, cuando los padres pedían la mano de una muchacha para su hijo, allá por el Cantón San Marcos, él era escogido para hacer la carta. Tenía tal dominio de los números que cuando estudiábamos el sexto grado, nos ponía problemas de aritmética que nunca pudimos resolver.

A los 16 años aprendió a fumar para espantarse los mosquitos en los montes, mientras huía y se escondía con sus hermanos de la patrulla cantonal que les perseguía para llevarlos al cuartel y hacer la “platada”. Por supuesto que a ellos nunca los pudieron agarrar.

Cuando de pequeños le preguntábamos por qué fumaba o masticaba tabaco, nos decía que lo hacía para alejar los malos espíritus. Su respuesta no era para engañarnos, sino más bien para calmar nuestra curiosidad y cambiar de plática. Es más nos distraía señalando tal vez la rama de un árbol u otro objeto, mientras él se ponía un poquito de tabaco en la boca.

Si no tenía un chiste en una conversación, en el momento se lo inventaba, para hacer el ambiente lo más agradable posible.

Nunca aprendió a tocar un instrumento musical. Pero con un peine y una pequeña hoja sacaba cualquier melodía. Y en última instancia, usaba su nariz y su garganta para imitar los sonidos de la guitarra, de los platos, del trombón y del contrabajo. Este último parecía su instrumento preferido, pues si faltaba el bajo en un conjunto, para él estaba incompleto.

Estar con Gerardo, de niños era muy divertido, pues además de las historias que contaba, se sabía muchos trucos que hacía con una pita o un cordel, con granos de maíz o con un yeso, que nos dejaban medio perplejos. Con el cordel hacía la cama del diablo, la pata de gallina y otras simulaciones. Y deshacía con gran maestría, como por arte de magia, los nudos más complicados o enredados que el mismo hacía.

Él nunca despreció un trago de licor. Al contrario cuando salía lejos de casa, llevaba siempre su pachita llena de chaparro o de “guarón”. Recuerdo una vez que no había caballo disponible y tuvimos que hacer la caminata a pie, desde el Cantón San Marcos a Sensuntepeque en un recorrido de unos 24 kilómetros. Yo tenía unos 14 años. Salimos como a las 4 de la mañana con lo indispensable al hombro. A las 6 a.m., justo a la salida del sol, en uno de aquellos miradores impresionantes del camino, se paró, sacó su botecito y mi pidió que me tomara un trago, para tener más fortaleza. Bueno, me dijo, “ya sos un hombrecito, así que tenés que tomarte un trago”. Me destapó el bote y me pidió que me lo empinara. Al tocarme mi amor propio, no pude más que acceder; tomar unos tragos de aquel fuerte licor y terminar medio atragantado. Aquel fue mi bautizo y mi bienvenida a la preadolescencia.

Después de vivir en el campo, Gerardo se trasladó a la ciudad donde estudiaron sus hijos menores. El mientras tanto, se relacionaba con todo tipo de gente. Y aunque siempre disponía de un terreno para tener sus vacas y sembrar su milpa o frijolar, asistía a reuniones con gente distinguida del pueblo, sin ningún complejo.

Cuando mi madre decidió poner un comedor en el pueblo, él fue un apoyo importante en las tareas del negocio, lo mismo cuando decidieron poner su pequeña tienda.

Gerardo tenía un don de gentes incomparable. Los hijos e hijas, los nietos, nietas y demás familiares encontraban siempre en él a un padre y a alguien cercano a quien visitar y él los visitaba frecuentemente. Pero también las personas del campo recurrían a él para un favor o una consulta.

La gente que le conocía y le estimaba a la hora de su partida, se cuenta por cientos. A su velación llegó mucha gente campesina, pero también de la ciudad, cada uno con alguna versión de cuando compartió con él. Los niños vecinos de otros tiempos, que hoy son profesionales o personas jefes de hogar, le expresaron cada uno a su manera su cariño y su último adiós. Uno de ellos, llevó abundante pan y café a su velación y su vehículo fue el primero en fila al cementerio.

En una misa celebrada el día de su muerte, en un local de la casa, el celebrante principal Monseñor Clemente, le llamó “el compañero de mil batallas”, recordando su labor como mayordomo en la Iglesia del Cantón San Marcos y en obras de apoyo para aquella comunidad.

La misa de cuerpo presente, fue celebrada en una iglesia casi llena en un día lunes. La presidió Monseñor Clemente Barrera y en ella, participaron dos sacerdotes nietos: Rafael Orellana y Rogelio Velasco.

A Gerardo le faltaron sólo 2 meses para cumplir los 100 años de vida.

Su descendencia al día de hoy es de:

12 hijos,

55 nietos

103 bisnietos

7 tataranietos

Total: 177 personas

-

HASTA LUEGO, GERARDO

Tu partida parecía inminente

desde hacía un año,

cuando tu salud se vio de pronto

tan quebrantada.


Tu noble testimonio para aceptar

lo designios de lo alto,

sin la más mínima señal de inconformidad,

nos reafirmó una vez más tu entrega

sin límites, hasta dar la batalla final,

como lo expresara Pablo

a su discípulo Timoteo:

“Para mí ha llegado la hora del sacrificio

y se acerca el momento de mi partida.

He combatido el buen combate,

he terminado mi carrera,

siempre fiel a la fe.

Por lo demás, ya me está preparada

la corona de justicia

con que me premiará el Señor

Aquel día…”


Tu pérdida temporal,

ha significado para tantos que te amamos,

ganarte como nuestro intercesor en el cielo.

Tu historia centenaria ha quedado escrita

con letras imborrables,

no sólo en nuestras memorias,

sino sobre todo, en nuestros corazones.

Así lo pude constatar el día de tu deceso,

cuando desfilaron centenares de personas

para decirte el último adiós.

Allí estaban los familiares

radicados en las ciudades y pueblos,

pero también en el campo;

los vecinos que te vieron a diario

y te conocieron a fondo por tu gran corazón,

por tu responsabilidad

y gran sentido del humor;

los miembros de asociaciones religiosas

que te vieron asistir constante,

a las sesiones del cursillismo,

de los carismáticos…


Yo te decía “el hombre de los mil oficios”,

Y no era broma, pues fuiste en su momento,

a mucha honra:

jornalero, arriero, corralero, empedrador,

pescador, peluquero, panadero, albañil,

tejedor, agricultor en pequeño, ganadero,

tendero, predicador, escriba de los campesinos,

y tantas cosas más.


Tú sabes que como hijo, siempre me sentí

muy orgulloso de ti.

¿Recuerdas cuando en la radio,

te ponía de ejemplo, como el gran autodidacta?

¿Y en tus bodas de oro matrimoniales,

cuando te comparé con Abrahán, bendecido

por Dios con una descendencia tan numerosa

como las estrellas del cielo

y las arenas del mar?


Gerardo, aunque fuiste mi padre

eras también mi verdadero amigo.

Por eso cuando te hablaba no te decía papá

o padre, te decía a secas, Gerardo.

No te me miraba a diario por la distancia,

pero estuvimos siempre tan próximos,

que cuando pasaba algo, tu voz resonaba

al teléfono para darme buenas o no tan

buenas noticias.

Yo sé que ahora estaremos más cerca,

pues tu espíritu nos acompañará siempre,

hasta que nos encontremos en el más allá.


No te imaginas cómo me duele hablarte así.

Estoy con los ojos llenos de lágrimas…

Al escribirte.

he comenzado a sentir otra vez

ese nudo en la garganta;

y ese triste sentimiento que

se apodera de mi ser,

al recordarte.


Desde lo más profundo de mi corazón

te digo que te extraño,

y que me harás mucha falta.

Rezo una plegaria por ti.

Y tú, intercede por mí y por toda la familia.

Saludos a mi madre y a mi hermano.

Hasta luego, querido Gerardo.

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SINCEROS AGRADECIMIENTOS

MIL GRACIAS POR SUS CORREOS Y LLAMADAS DE CONDOLENCIA A:

Juan M., René, Francisco M., Víctor Manuel, Mario R., Víctor P., Juan Carlos, Mauricio L, Leonel, José Antonio, Edgar H., Mirna Patricia, Marisa, Antonio M., Armando, Samuel, Julio R., Berta P., Jorge M., Francisco M., Mario M., Carlos O.

Y NUESTRA ETERNA GRATITUD A TANTAS PERSONAS QUE NOS ACOMPAÑARON A LA VELACIÓN, AL FUNERAL E INHUMACIÓN DE NUESTRO QUERIDO GERARDO, Q.D.E.P.

Atentamente, Ramiro Velasco


















Los verdes maizales de Cabañas