NUESTROS CLAVELES NARANJA
ELECCIONES Y UN NUEVO PRESIDENTE EN EL
SALVADOR
El resultado electoral del tres de febrero
en curso, fue de sorpresa para personas que como yo, pensábamos que las
encuestas no reflejaban lo que ocurriría el día de la elección presidencial.
Pero nos equivocamos de plano y el gane de Nayib Bukele fue contundente.
La población salvadoreña que fue a votar
le dio un apoyo tremendo al candidato de Nuevas Ideas, mostrando de esa manera
su repudio a los partidos tradicionales, ARENA
y FMLN.
Si buscamos las causas mediatas de la
derrota electoral se puede afirmar, sin temor a equivocarse, que el factor “corrupción”,
demostrado por la Fiscalía General de la República con dos presidentes
condenados y uno exiliado en Nicaragua sobre el que pesan cargos millonarios, fueron
el detonante para que los votantes castigaran en forma inmisericorde a los dos
partidos que gobernaron en los decenios pasados.
El gane de Nayib, cuyo vehículo para
participar en las elecciones fue el partido GANA, es algo inédito en la
historia de El Salvador. Y aunque ese partido era considerado como deficiente
por muchos, por sus prácticas corruptas; no fue obstáculo para que la gente le
diera su apoyo arrollador al candidato ganador.
Como lo he sostenido en otras ocasiones, el
pueblo salvadoreño tiene un olfato especial y actúa con sabiduría a la hora de
votar. Y aunque según el Tribunal Supremo Electoral, sólo votó el 51.88 % de la
población inscrita en el padrón electoral, el resultado final es inobjetable.
Los datos muestran que GANA obtuvo el 53.10
%; ARENA y sus aliados un 31.72%, FMLN el 14.41% y VAMOS 0.77%. En término de
votos, los resultados fueron: GANA:
1,434,856; COALICIÓN: 857,084; FMLN: 389,289; y VAMOS: 20,763.
Como lo pidió en repetidas ocasiones el
candidato Bukele, la victoria se obtuvo en una primera vuelta, evitando más
gastos para ir a una segunda ronda.
Sin embargo, la historia apenas comienza
para el nuevo gobierno. Dependerá del nuevo Presidente, que la situación ya bastante
crítica en el país, por la falta de confianza en la Administración Pública por
buena parte de la población, se agrave o encuentre visos de estabilidad.
Presiento que el estilo de gobernar de
Nayib, será muy parecido al del Presidente de Los Estados Unidos. Y me da la
impresión que ambos gobernantes tienen algunas cosas en común, guardando las debidas
distancias, como las siguientes: Ambos provienen de la élite económica en sus respectivos
países y pareciera que son muy dados a la confrontación; tienen a los partidos
tradicionales como férreos opositores y la mitad de la población les observa
con cautela; utilizan el Twitter como su principal aliado para expresarse y
tirar dardos al contrincante; son temperamentales y pueden tomar decisiones un tanto
audaces y poco consensuadas; tienen situaciones pendientes que pueden llegar hasta
los tribunales de justicia, pero que mientras gocen de fuero y tengan apoyo
popular, difícilmente prosperarán.
Contrario al Presidente de los Estados
Unidos, Nayib tiene un voto mayoritario y unos seguidores que parecen
incondicionales; lo que le da una gran ventaja y le puede transformar en un
Presidente que sin un partido fuerte, puede lograr la adhesión de la opinión
pública hasta que el pueblo se le rebele, si llega a cometer demasiados errores
en la conducción de la política desde el Órgano Ejecutivo.
En otras palabras, El Salvador vive el
efecto de un fenómeno político sobre el que hay más expectativas que muchas
esperanzas. Pero todo depende del cristal con el que se mire el futuro. Será
responsabilidad del nuevo Presidente, mantener o perder el gran apoyo que le ha
brindado la población votante.
Lo mejor para el país, es que al nuevo Presidente
electo le vaya bien en su gestión gubernamental.
OCURRENCIAS DEL MES
1. Ser salvadoreño hace muchos años, era tener
un palo de mango muy alto cerca de la casa y tirarle piedras a los frutos con
la mano o con la hondilla; pegarle al mango más madurito y de paso haciendo
cariola ver venir a otro listo para comer.
2. Un periodista le preguntó al
Presidente actual si iría a ver El Lago de los Cisnes (ante le próxima
presentación de la obra en el Teatro Presidente). El Presidente respondió con
aires de nacionalismo: -Yo prefiero ver Apulo, porque es lo nuestro.
3. Como resultado de las elecciones, a GANA,
dirigido por personas que se han hecho millonarios a costa de la política, le basta
la deuda política que suma más de siete millones y medio de dólares, según
declaraciones de sus dirigentes. Después ya vendrán otras oportunidades para
dar sus votos en la Asamblea Legislativa. ¿O nos equivocamos?
4. Algunos diputados del PCN ya
comenzaron a bailarle el agua al Presidente ganador. Ellos fueron expertos en
eso durante los mejores años en que gobernó ARENA.
5. El Partido Lets´go (Vamos) por el
número de votos alcanzado, parece que se irá para siempre.
6. ¿Y en la frase “devuelvan lo robado”
estará incluido “devuelvan lo malversado”? Si no, me parece que debiera
incluirse.
7. Una vez que el nuevo Presidente ha
ganado las elecciones, ¿será que los juicios pendientes en su contra se
realizarán con normalidad, o pronto se le declarará sobreseído? Parece que ya
un juez ha dicho que sigue siendo un ciudadano corriente hasta que tome
posesión, el primero de junio. Entonces, la solución más fácil tal vez sea que se
retrase el juicio.
8. El Presidente electo propuso que la
deuda política de los partidos debiera destinarse al Hospital Rosales. ¿Y esa
idea se concretizará con lo que obtuvo el partido de la golondrina en estas
elecciones? Si no, se estaba hablando de más.
9. Dicen que dejan un máximo de cuatro
meses después de electo el presidente y que tome posesión, para que los que no
votaron por él tengan tiempo de asimilar que será el presidente de todos los
salvadoreños.
10. En la nueva coyuntura política la Twittiada
será la forma más utilizada para gobernar. Así lo hace el Presidente del Norte
y le ha dado buenos resultados.
11. ¿Y qué decir de los partidos
perdedores? Pues que sus dirigentes deben de tirar la toalla, todos. Así es el
mundillo de la política. Si no, con seguridad les esperan nuevos reveses.
12. Revisando el edificio de la Asamblea,
un trabajador se asomó por el cielo falso en dirección del Salón Azul. Aquel
hombre, ignorando que había plenaria pidió a gritos una cuerda. Todas las
diputadas se vieron entre sí y señalaron a una señora ubicada entre el público.
13. Después de todo lo vivido. No sé si
Nayib llegará a ser el mejor presidente de los últimos treinta años; pero no
creo que llegue a ser el peor de todos.
14. Nayib sabe que la Asamblea es como un
panal. A la primera pedrada se alborota y hasta se vienen algunas avispas
encima. Eso sucedió con sus declaraciones sobre la construcción del nuevo
edificio para aquel Órgano de Estado.
15. Los ministros de Relaciones
Exteriores y de Economía han salido rociados por la denuncia anticipada al TLC
con Taiwán. ¿Qué tal si respondieran de
sus bolsillos a los afectados por tomar decisiones con el hígado y en forma muy
ideológica?. Vea un siguiente capítulo, en las próximas plenarias.
16. La ideología es un tipo de lentes
graduados por nuestro pensamiento que no nos permite ver más allá de los
límites que nosotros mismos hemos definido. Sin embargo, como en la vida
normal, de vez en cuando conviene hacerles un ajuste para ver e interpretar adecuadamente
la realidad.
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