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Soy profesor universitario. Trabajo por el desarrollo de Cabañas, un departamento de El Salvador, muy bello, pero también donde hay mucha pobreza, especialmente en lo educativo y cultural. Soy planificador educativo y trabajé por muchos años como director y coordinador de proyectos sociales. Me considero una persona con una visión amplia que trata de valorar lo positivo de cada quien.

lunes, 6 de mayo de 2013

MES DE MAYO, PRESENTE Y PASADO






ARTEFACTOS DE LA GENERACIÓN DE AYER EN EL SALVADOR






















 






























Nuestro Mundillo Político


LAS CAMPAÑAS POLÍTICAS Y LOS CASTILLOS EN EL AIRE


En el ambiente salvadoreño, los partidos y algunos movimientos políticos, parece que entienden la política como el arte de estar en campaña continuamente y de ganar  puestos en la Administración Pública para ejercer el poder y otro tipo de influencias que redunden en beneficio personal y de grupo.

La máxima expresión de tal filosofía política, es la realización de las campañas adelantadas que a las dirigencias partidarias, les parece lo más normal del mundo.

Se sabe que los responsables de que siempre se esté en campaña electoral en El Salvador, son los mismos partidos políticos que son juez y parte en la Asamblea Legislativa, donde se hacen las leyes a la medida de sus intereses y en el Tribunal Supremo Electoral que es quien las ejecuta.

Recuérdese que todo el año 2011 fue de campaña para elegir a los gobiernos municipales y diputados;  del 2012 hasta principios del 2014, la población debe soportar la campaña presidencial, y del 2014 al 2015, de nuevo se llevará a cabo la campaña para Concejos Municipales y Diputados.

En este momento, los dos partidos tradicionales, ARENA y el FMLN y el relativamente nuevo Movimiento de Unidad, tratan de convencer a la población que cada uno de ellos es la alternativa que más conviene ser apoyada (votada) en las próximas elecciones.

Llama la atención el método de proponer soluciones a los problemas por parte de los políticos, especialmente en el caso de los candidatos a la Presidencia de la República. Ellos hablan de llevar a cabo proyectos costosos, sin que se hayan propuesto,  como establece la metodología de formulación de proyectos,  alternativas para atacar las causas que originan los problemas y sus efectos y establecer de donde saldrán los recursos necesarios para desarrollar tales intervenciones. Bien dicen, que por prometer nadie se queda pobre.

A uno de los candidatos a la Presidencia se le ocurrió de pronto decir, que eliminará el paquete escolar y la tregua entre pandillas  que desarrolla el gobierno actual y las iglesias; y unas semanas más tarde, rectifica diciendo que los llevará a cabo, pero mejorados.

El otro de los candidatos ha mencionado que elevará las pensiones de los desmovilizados y mantendrá y ampliará los programas sociales ejecutados por el actual gobierno. Cuando lo técnicamente recomendable sería hacer una evaluación a fondo de los mismos, para determinar su continuidad.

Y al tercero, se le ocurre decir, que ampliará el programa de Ciudad Mujer, sin considerar que tal proyecto sólo para cubrir unas cuantas sedes, se ha llevado a cabo con un préstamo millonario que debiera también ser sometido a evaluación y que una vez liquidado de seguir funcionando y ser extendido, demandará recursos del presupuesto de funcionamiento del gobierno o recursos externos adicionales a ser negociados. También ha dicho este último candidato, que mantendrá todos los subsidios, como los aplicados a la energía eléctrica, a la luz, al agua, al gas licuado, al transporte público, y que además, revivirá el Plan Veinte Veintiuno de educación.

Estas y otras promesas de campaña se propalan a los cuatro vientos, como si el erario nacional estuviera en los mejores tiempos, y como si los niveles de endeudamiento, que es el instrumento más fácil para obtener recursos financieros, no estuviese alcanzando índices realmente peligrosos. ¿Serán conscientes de esto los señores candidatos?

Además, da la impresión que los candidatos, están pensando implementar más de lo mismo; lo que al menos en el terreno de la reactivación económica, se ha mostrado totalmente ineficaz.

No hay duda que tales ofertas no sólo son producto de la ligereza, sino de la irresponsabilidad con los contribuyentes que son al final de cuentas, los que en un momento dado, pagarán la factura de llegarse a concretizar promesas tan populistas.

Quisiera recordarles de nuevo a los candidatos, que la clase media que es el estrato poblacional que definirá las próximas elecciones y especialmente los dueños de vehículos, ya no soportan la carga impositiva aplicada a los precios de los combustibles y los pagos elevados de las licencias y tarjetas de circulación. No es justo que sólo a un sector se cargue la mano de los impuestos, habiendo otros sectores con grandes utilidades a las que pareciera darse un  tratamiento especial.

Pero los candidatos tienen un argumento para quienes puedan criticar sus soluciones sacadas de la manga de la camisa,  señalan que están recorriendo el país y se reúnen con la población para escuchar sus demandas. Lo que no dicen, es que tales reuniones son en la práctica, verdaderos mítines con grupos de militantes, para tratar de realzar la imagen del candidato y tratar de contagiar de entusiasmo a la población que está fuera de la palestra politiquera y que sabe que si no trabaja día a día, no come.

Se olvidan los candidatos, que antes de hablar de programas o proyectos específicos, es necesario que establezcan las apuestas estratégicas que demanda El Salvador de hoy y las propuestas viables de solución a los grandes problemas nacionales como la inseguridad, la delincuencia, el estancamiento de la economía, la falta de inversión y empleo, la baja recaudación fiscal, etc.

Otro aspecto impresionante de las extensas campañas presidenciales en El Salvador es el costo que implican, sin que se pueda saber quiénes las patrocinan, ya que nunca hubo una ley que obligara a los partidos políticos a demostrar los montos de financiamiento recibido y las fuentes de las que provienen; pues para colmo de males, la última ley aprobada en febrero pasado, a pesar de algunos avances, dejó de lado este y otros aspectos tan necesarios para el avance democrático.

Otra característica de las campañas en El Salvador, son los ataques a veces velados y otras veces directos de los contendientes entre sí. Esto sería más aceptable si los períodos que dura la campaña fueran relativamente cortos.

Menos mal que al menos por el momento, parecen haber disminuido las campañas negras de otros tiempos, llenas de insultos y de sacadas de trapos al sol; aunque sobre esto, es muy temprano aún para hacer un juicio de valor, pues falta que ver lo que sucederá en los días más cercanos a los comicios.

Que los candidatos dediquen tiempo a sus actividades proselitistas y llenen de ofertas los espacios en los medios de comunicación masiva, sería  al fin y al cabo algo aceptable, con tal que ello no signifique un aprovechamiento de los cargos públicos que desempeñan y de los recursos del estado, tanto de la administración presente como de la pasada.


















A  UNOS OJOS BONITOS


Ellos, son el reflejo

de los ancestros queridos.

pobladores de Cabañas,

pero también de la frontera

entre  Guatemala y Chalchuapa.



Su historia ya cuenta un siglo

y cuatro generaciones;

son la herencia de los Alfaro

de los Reyes, de los Velasco,

de los Bonilla y de los Hurtado.



Aquellos ojos de antaño

azules como las montañas lejanas

se  fundieron con el tiempo,

con el verde del limonero

y el amarillo del arrozal maduro.



Cuando el día está muy brillante

ellos se tornan más claros;

y cuando llega la tarde,

parecen recobrar el verde

tan alegre de nuestros campos.



Si se les mira pequeños,

es porque están escondidos.

Son como luceros vivaces

que irradian desde el nutrido bosque

de abundantes cejas y pestañas.



Así son los ojos bonitos

de  mis queridas Joanna y Carolina.

Son como un claro reflejo del sol

que se cuela por la arboleda,

para alegrar la mañana.




Ramiro Velasco, mayo, 2013







LAS SECRETARIAS DE AYER Y DE HOY


El veintiséis de abril de cada año, se celebra en El Salvador, el día de la secretaria.

Como nos narran los entendidos, la palabra secretaria deriva de “secretum” y se remonta a la Europa medieval en la que se denominaba secretarium al hombre que guardaba información confidencial.

La etimología del término no puede ser mejor para referirse a aquellas personas, que asisten a un jefe o funcionario público  o de una empresa privada, en una oficina grande o pequeña, por las que pasa información muy importante y a veces dependiendo de la ética del jefe, hasta comprometedora.

En nuestra cultura, el rol de secretaria lo desempeña generalmente una mujer, pero en otras partes como ciertos países de África, tal rol lo desempeñan normalmente los hombres.

La secretaria moderna en nuestro ambiente, es una persona polifacética. Ella contesta o llama por  teléfono, recibe a los clientes o usuarios de toda índole; elabora documentos de toda naturaleza,  casi siempre de manera urgente;  hace fotocopias, envía faxes, toma notas en una reunión de ejecutivos, ejecuta las órdenes del jefe de manera inmediata; convoca a reuniones, etc. etc.

Muchas veces, la secretaria es la primera en llegar a la oficina y la última que se retira. Y en los negocios pequeños además de las tareas secretariales, ella se encarga hasta del aseo de la oficina, de recibir pagos, de hacer remesas y de llevar la contabilidad diaria.

Se dice que la secretaria y su manera de atender a los clientes es la primera carta de presentación de una oficina o empresa. De allí que los ejecutivos exijan secretarias competentes y de ser posible atractivas y con las mejores relaciones humanas.

La canción “Secretaria” interpretada por el Grupo Mocedades, es tal vez la que me mejor refleja el rol tradicional de la persona que asiste al jefe hombre en todo momento. Ella, estando a diario cerca de él, por tantas horas, llega a conocer no sólo de los aspectos propios del trabajo técnico del jefe, sino sus fortalezas y debilidades, su ámbito familiar, sus diversas amistades y hasta sus aventuras amorosas.

Tuve la dicha de conocer y de tener asignadas secretarias de diverso estilo, calidad y personalidad, pero también de particular belleza. De cada una guardo la mayor estimación y con todas, por suerte,  mantuve el respeto necesario y el trato amable. Puedo decir que a pesar de situaciones extremas en algunos casos, por la presión del trabajo y de las responsabilidades,  salimos adelante y cuando las circunstancias se dieron,  cambiamos de destino, pero cada una siguió siendo una amiga muy especial para mí.

Ahora después de tantos años,  y a riesgo de olvidar a alguna, recuerdo  con cariño y aprecio a: Arely, Nidia, Xiomara, Lorena, Lissette,  Estela, Mariela. Pero también recuerdo a muchas otras de tantas oficinas por las que pasé y en la que todavía me mantengo activo, y que aunque no me fueron asignadas a mí directamente, me brindaron y me brindan su apoyo técnico y su amistad.

Debo decir, que tuve la suerte de conocer excelentes secretarias en los tiempos más remotos, cuando no existía la computación  y que por lo tanto, trabajaban con máquinas  de escribir manuales, con contómetros y con mimeógrafos. Más tarde,  llegada la computación,  les vi utilizando diversos paquetes informáticos, fotocopiadoras modernas y además teléfonos fijos y  celulares de todo tipo.

Con el auge de la tecnología los colaboradores técnicos de las oficinas de hoy día, dependen menos de las secretarias para elaborar sus documentos, para hacer sus fotocopias y realizar sus llamadas telefónicas.

Y con el auge de las redes sociales y los avances de internet, es probable que las secres tengan menos acceso a las amistades y a los secretos de los jefes, pues éstos entran en contacto directo con sus amistades; pero no por  eso dejan de ser el brazo derecho de los ejecutivos y de todo el personal de oficina.

Aunque un poco tarde, les envío por este medio, un saludo especial a esas mujeres por las que siempre tuve y tengo especial admiración.











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