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Soy profesor universitario. Trabajo por el desarrollo de Cabañas, un departamento de El Salvador, muy bello, pero también donde hay mucha pobreza, especialmente en lo educativo y cultural. Soy planificador educativo y trabajé por muchos años como director y coordinador de proyectos sociales. Me considero una persona con una visión amplia que trata de valorar lo positivo de cada quien.

martes, 28 de abril de 2009

TRANSICIÓN POLÍTICA SALVADOREÑA




LOS VERDES CONACASTES EN CABAÑAS




Conacaste en el cerro

(Con doble clik aumenta el tamaño)



Conacaste en el potrero



Conacaste en el guatal


Conacaste a la orilla de la carretera




LOS CONACASTES


En la época tan seca del verano, despuntan en nuestros campos los conacastes con sus enormes copas y sus nuevos follajes que nos llaman a la esperanza.

Esas torres verdes que no sé por qué me recuerdan los palacios imperiales chinos, invitan al caminante a descansar un rato bajo su sombra, para librarse de los inclementes rayos del sol subtropical.

Como gigantes elevados y fuertes penetran tan profundo con sus raíces que beben el agua más pura de la campiña.

En medio de los guatales pelados por la falta de lluvia, los conacastes son el mejor refugio para la siesta de los arrieros y del ganado.

Y cerca de los caseríos son con su sombra, el lugar preferido para que los perros aguateros tan faltos de alimento, ingieran las chicharras muertas y se revitalicen así con abundantes proteínas.

Y ya que hablo de chicharras, diríase que en el verano, no hay conacastes sin chicharras; pues son los árboles preferidos para que tales bichos pregonen a los cuatro vientos sus melancólicas melodías y rieguen con sus necesidades menores el suelo tan reseco.

Bajo un conacaste, que es como una mansión viviente, adivino que muchos amores campesinos habrán consumado sus ansias y develado sus más íntimos secretos.

¿Para qué construir en las ciudades monumentos tan gélidos a base de cemento, de granito o de cobre, cuando un solo conacaste valdría por muchos de aquellos?

Si se realizara un concurso para seleccionar entre los árboles los de más larga vida, los de mejor madera y los de mayor beneficio para el medio ambiente salvadoreño, yo creo que los conacastes estarían entre los primeros ganadores.

Por todas esas razones, propongo que en vez de celebrar nuestras reuniones o tertulias en casinos, salones de té o bares populares, lo hagamos bajo la hospitalaria sombra de un conacaste. Allí sobrarían ramas para colgar las piñatas a los niños, y hojas para ventilar el calor que en los encuentros de bolitos proporcionan las “cerchas” o esos licores fuertes made in El Salvador.

Además sugiero que más de alguna nueva lotificación en vez de identificarla con nombres extranjeros como Prusia, Versalles, Andalucía, etc, sea bautizada con el autóctono nombre de “Los Conacastes” o mejor de “Conacastetlan” como hacían nuestros ancestros.




TRANSICIONES DE GOBIERNO


El propósito al escribir esta breve memoria es poner de relieve lo que implica la transición para los funcionarios gubernamentales honestos, que siempre los hay, independientemente de los gobiernos que lleguen al poder.

No soy quien para darle consejos al nuevo Presidente que es un hombre sumamente inteligente. Pero dicen que más sabe el diablo por su edad que por diablo. En ese sentido, espero que mi reflexión contribuya en algo, para que el nuevo Gobierno lleve a cabo una administración de personal más equitativa.

En mi vida profesional me tocó vivir varias transiciones de gobierno. Algunas me pillaron (como dicen los españoles) en puestos técnicos como Jefe de Departamento y otras, en puestos directivos de relativa importancia, como los de Director Ejecutivo de Cooperación Internacional, en el Ministerio de Planificación y de Director Ejecutivo de Cooperación Internacional, en el Ministerio de Educación.

La primera experiencia la tuve siendo Jefe y fue inmediatamente después del Golpe del 79, durante la Primera Junta de Gobierno. Se trataba de un cambio revolucionario que trató de deponer a los funcionarios del PCN por gente de izquierda. Al Ministerio de Educación llegó como Ministro, el que después se convirtió en uno de los guerrilleros más famosos, el Pollo Samayoa.

Aquel Ministro comenzó a quitar cabezas a troche y moche. En los dos meses que duró la Junta, el machete afilado sólo logró quitar a los titulares y a los directores de primer nivel. Fue un tiempo de gran conmoción e incertidumbre para la burocracia en general.

Al mes siguiente (enero de 1980) arribó la Segunda Junta de Gobierno, presidida por Napoleón Duarte. Los directores que acababan de ser nombrados por la Primera Junta fueron cambiados de inmediato y el Ministerio de Educación como otros, se llenó de gente militante y afín a la Democracia Cristiana.

Para los nuevos funcionarios, muchos de los cuales sabían muy poco de educación, todo lo que se había hecho estaba mal y había que cambiar el rumbo en las políticas y modalidades de trabajo.

De aquella época, sólo para citar un ejemplo, fue la apertura de decenas de universidades privadas, la mayoría de garage. Se aplicaron medidas de desconcentración, como la creación de las regiones educativas, en el fondo tal vez hasta con la intención de mandar al interior del país a muchos técnicos residentes en la capital.

Una segunda experiencia la tuve en 1984, cuando Duarte ganó la Presidencia por medio de elecciones. Al Ministerio de Planificación llegó de titular el que había sido Ministro de Relaciones Exteriores y se consideraba que era el segundo hombre fuerte del Partido, después del Presidente. Yo era Director de Cooperación Internacional, área clave, pues tenía que ver con la negociación y coordinación de recursos externos (excepto los de la AID) tan importantes en un país en guerra y cuando el presupuesto nacional estaba deprimido.

El nuevo ministro constituyó su grupo de directores y asesores, la mayoría de éstos últimos, contratados en buenas plazas de consultores, creadas con fondos externos debido a la falta de liquidez en el presupuesto ordinario.

Después de un año de ver a mis colegas directores y directoras fuera del Ministerio, algunos por decisión propia y otros por decisión de las nuevas autoridades, yo también pude salir “huyendo”, contratado fuera del país por un organismo internacional.

En el corto período que colaboré con las nuevas autoridades, pude apreciar de nuevo, el desprecio por todo el trabajo técnico que se realizaba y la prepotencia de las personas con mayor poder, que para a decir verdad, llegaban a aprender sobre los temas y áreas de acción propios de aquel Ministerio.

La tercera experiencia, la viví en el Ministerio de Educación en 1994, cuando se dio un cambio a nivel de Vice Ministerio. El cambio era parte de la transición del Gobierno de Cristiani al de Calderón Sol.

De inmediato se me ofreció ser trasladado en el Ministerio, del puesto de Director de Cooperación Internacional que era decisivo para los manejos transparentes en el uso de los recursos externos, a Director de Planificación. Ese cambio probablemente fue una estrategia para favorecer a alguien o para crearme problemas.

El nuevo cargo, a pesar de ser el puesto honorífico más importante después de los titulares, estaba en la mira de ser borrado del mapa, probablemente por las nuevas líneas del Consenso de Washington en el que la planificación debiera ser eliminada en las administraciones públicas (pues sonaba a vestigio socializante) y a nivel global debía haber “menos estado y más mercado”.

En aquella oportunidad pude vivir lo que significa el trato más rastrero que se puede dar a un funcionario público que había fungido durante 5 años en un puesto de confianza y a la vez responsable, destacado y con más de veinte años de servicio profesional. Puedo asegurar que fui víctima de la manipulación de una funcionaria recién incorporada al partido político de gobierno y en la que privaba la búsqueda insaciable de poder.

Después de dar a conocer al personal bajo mi cargo el mal trato recibido y mostrar mi repudio a la actuación de aquella alta funcionaria, mi respuesta fue mi renuncia irrevocable al cargo, aún cuando me quedaba de inmediato en pleno desempleo. Por decencia y orgullo profesional, no acepté una nueva contrapropuesta para quedarme, pues sabía que de todas maneras me seguirían haciendo la vida imposible.

Narro, estos hechos para que el nuevo Gobierno tenga en cuenta:

*Que los cargos públicos no son patrimonio de un partido o de un nuevo gobierno, sino que responden a los contribuyentes y al pueblo que es el soberano de un estado.

*Que en nuestro país nunca se dio prioridad al establecimiento de la carrera administrativa en la Administración Pública, como se hace en los países desarrollados y en algunos subdesarrollados con mayor avance democrático.

Una correcta reforma administrativa implicaría que los empleados y funcionarios públicos mantuvieran su estabilidad y ascendieran de nivel, de acuerdo a su formación, experiencia, desempeño y capacidad, siguiendo un sistema escalafonario bien establecido.

*Que en nuestro país, deben evitarse los nombramientos y los ascensos como se dan en la mayoría de casos por el apadrinamiento, el compadrazgo o la militancia política, sin importar muchas veces la calificación y capacidad de las personas.

* Que se cometen muchas injusticias con el personal calificado, honesto y capaz en los cambios de gobierno, para colocar en los puestos a personas allegadas a los nuevos funcionarios, recomendadas por el partido o por personas influyentes.

* Que la Administración Pública dedica muchos recursos para formar o adiestrar técnicos y funcionarios que se pierden no sólo por la denominada “rotación de personal”, sino en este caso, por los despidos, muchas veces injustificados.

*Que todo cambio de gobierno es de ya traumático para la burocracia; pero lo es más, cuando el nuevo gobierno es de otro partido político. Por lo tanto, es de sana administración, basarse en la prudencia para analizar cada caso y no cometer injusticias.

*Que existen entidades públicas como Ministerios o instituciones autónomas, en las que la politización del personal es mayor o menor. Todo depende del manejo que hacen las autoridades del nivel superior. Por ejemplo, en la actualidad probablemente no es similar la participación partidaria del personal de una institución como la CEL, que la de un Ministerio de Gobernación.

*Que un partido político en el Gobierno no debe utilizar nunca a las instituciones públicas como su coto de caza, como la ha hecho el Partido actual en el Gobierno o como lo han venido haciendo otros partidos, por ejemplo, en la Corte de Cuentas de la República.

Ojalá que el cambio de gobierno sirva para avanzar en el marco de la honestidad, la justicia y el mayor beneficio para la población en general y no sólo para responder a los intereses de determinados sectores.





















domingo, 5 de abril de 2009

TIEMPO DE REFLEXIÓN


EL VERANO EN CABAÑAS, EL SALVADOR



Paraje rocoso de Ilobasco

Paraje rocoso de Ilobasco







ARENA MOVEDIZA


Después del 15 de marzo, día en que el pueblo salvadoreño se manifestó de manera contundente por el cambio, en la escena política salvadoreña han salido a relucir por un lado, verdades que el Gobierno actual y su partido mantuvo ocultas como parte de su táctica electoral; y por otro, acciones indecorosas que desdicen de un proceso de transición que debiera ser normal y no traumático en el marco de la alternancia en el poder y de la gobernabilidad democrática.

Datos sobre la economía

Entre lo que se mantuvo oculto por el Gobierno de ARENA, están los datos reales de la economía. Baste dar un ejemplo.

Hasta noviembre pasado, para el Presidente Saca y otros funcionarios del Gobierno la situación económica del país no era motivo de preocupación, a pesar de los saldos en rojo en la Administración Pública y de la recesión económica.

A principios del 2008, el Gobierno había hablado que el país crecería en un 5%. En noviembre del mismo año, la Presidenta del BCR declaró que el año 2008 cerraba con un 3.2 % del PIB. Sin embargo, 4 meses después, a fines de marzo de 2009, pasadas las elecciones, el mismo BCR declaró que el 2008 cerró con un crecimiento de 2.5%.

Y en cuanto al crecimiento del PIB para el 2009, el 27 de marzo pasado, la Presidenta del BCR declaró que se esperaba una tasa de crecimiento de 2.5%. Pero con ocasión de la Reunión Extraordinaria del SICA, el Presidente Saca no pudo menos que declarar que el crecimiento del PIB para el 2009 será de un 0.5% (Prensa Gráfica, 30 de marzo).

Los datos anteriores son apenas una muestra de la inconsistencia que el gobierno actual ha mantenido durante todo sus mandato, disfrazando las cifras reales de la economía y queriendo presentar una imagen que contradice lo que el pueblo constata en la realidad.

Subsidios

Hasta hace poco, el Gobierno juraba que se mantendrían los subsidios y toda la camándula de medidas anunciadas con bombo y platillo en noviembre de 2007, con la famosa “Alianza por la familia”.

En agosto de 2008, el Presidente Saca, afirmó que no serían necesarios más préstamos y mucho menos la eliminación de los subsidios, que representaban más de $600 millones de gasto por año. (LPG, 8/26, 2008).

Todas esas palabras bonitas, se vinieron al suelo a sólo unos días después de las elecciones del 15 de marzo, cuando el Gobierno actual anunció que se elimina el subsidio a la electricidad para quienes consumen más de 99 kilovatios/hora; cuando se está pagando tardíamente el subsidio al transporte; y cuando seguramente pronto, se eliminarán otros subsidios por insostenibles.

Esto comprueba que tales compensaciones subsidiarias y otras medidas de supuesto beneficio a la gente de menores ingresos fueron aplicadas demagógicamente, para congraciarse con los electores, a pesar de la insolvencia del erario público como lo expusimos en este blog en noviembre pasado.

Divisiones en ARENA

La unidad del Partido ARENA anunciada antes de las elecciones, no era más que un espejismo. Ese problema afloró en el proceso de la elección interna del candidato del partido oficial en el 2008, pero se trató de ocultar durante la campaña electoral.

Una vez perdidas las elecciones, el 15 de marzo, líderes importantes del Partido como los fundadores del partido y otros como Hugo Barrera, Mena Lagos, Enrique Hinds, etc. han hecho declaraciones bastante fuertes que muestran la real división del partido.

En la actualidad el COENA sufre gran ebullición interna y ha tenido que ser conducido por los ex presidentes, dejando fuera a los que se consideran los principales culpables del fracaso electoral, entre ellos el Presidente Saca con su grupo partidario de apoyo y el Candidato Ávila que no pudo salir a flote a pesar de todo tipo de recursos utilizados.

Este punto es importante, porque los areneros fueron implacables en la crítica, cuando en el pasado se dieron divisiones en otros partidos como el PDC y el FMLN.

Maniobras en la etapa de transición del Gobierno

Las últimas acciones del Partido de Gobierno además de desesperación, demuestran la cultura de la búsqueda del interés de grupos, practicada en los últimos 20 años.

Sólo en la pasada semana se han escuchado denuncias de gastos apresurados en el presupuesto nacional para probablemente realizar adquisiciones que favorecen a determinadas empresas y movimientos en los contratos de personal para dejar bien parados a los militantes partidarios. De esto no se puede dar fe, por la manera poco transparente en que se manejan los asuntos públicos que atañen a todos los salvadoreños.

El más claro movimiento de desesperación de ARENA y de quienes ocupan cargos públicos y de confianza, es la reciente creación de la Asociación Nacionalista de Empleados Públicos (ANEPYM) a la que mejor hubieran bautizado como ARENAPYM.

Este raro tipo de organización de empleados, reivindica la estabilidad laboral para todos los funcionarios y empleados del Gobierno actual, e incluso demanda que a los que han estado por contrato se les traslade al régimen de Ley de Salarios, para garantizarles plena estabilidad.

Para quienes vivimos diversas transiciones de gobierno, esto nos parece un absurdo, una doble moral y una ofensa para los contribuyentes.

ARENA desde sus inicios y en su 20 años de Gobierno, nunca apoyó una reforma administrativa y menos una reforma que garantizara la estabilidad laboral de los empleados y funcionarios públicos. Por el contrario, con el argumento de adelgazar al estado, emitió decretos lesivos contra la estabilidad laboral en el proceso denominado de “ajuste estructural”, comenzando por el famoso decreto 111 de 1991 y otros, mediante los cuales decenas de miles de empleados fueron extraídos de la función pública en el denominado retiro anticipado.

Y más tarde, para el año 2001 y 2002, la furia de ARENA contra la estabilidad laboral se ensañó contra los empleados públicos. Miles de empleados con muchos años de contratación y muchos nombrados por ley de salarios, fueron trasladados a un régimen de contratos por 3 meses para despedirles fácilmente. Esta estratagema fue impulsada por iniciativa del Presidente Flores, el Ministro de Hacienda Enrique Hinds y el apoyo de los diputados de derecha que modificaron la Ley de Servicio Civil mediante el Decreto con que se aprobaba el Presupuesto y la Ley de Salarios del 2002. (Ver informe completo de la Procuraduría de Derechos Humanos en el siguiente sitio): http://www.iidh.ed.cr/BibliotecaWeb/Varios/Documentos/BD_2061358847/Docs%20proteccion%20victimas/El%20Salv%204A%20SUPRESION%20PLAZAS.pdf

La política de despidos fue más notoria en instituciones como la Dirección de Correos y la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP), un grupo de empleados al negarse a aceptar la nueva modalidad de contratación, fueron despedidos automáticamente y aunque pelearon su derecho en los juzgados de lo civil y en la Corte Suprema de Justicia se quedaron para siempre sin sus empleos, dado los fallos negativos de estas instancias de justicia vendidos a los intereses de funcionarios corruptos y politiqueros. (Sería un buen gesto del próximo Gobierno dictaminar una justa compensación económica para dichos empleados de la ANSP).

Vale preguntarse ahora, qué solvencia tienen los señores de ARENA para reclamar permanencia en muchos puestos que han sido dados por compadrazgo y militancia política.

Entre los cambios más urgentes están la cantidad de amigos y familiares de funcionarios del Ejecutivo nombrados en el Servicio Exterior y a los que incluso la Ministra actual luchó por darles tratamiento de diplomáticos de carrera, sabiendo que eran diplomáticos a la carrera.


CONCLUSIÓN


A pesar de la actuación poco decorosa del partido en el Gobierno actual, el Presidente electo, Mauricio Funes y su partido el FMLN, han dado muestras desde el día 15 de marzo, que como el buen ganador deben ser magnánimos en la victoria. Esto significa que el nuevo Presidente debe actuar con ponderación tanto en la etapa de transición como durante toda su gestión.

De lo contrario, sería caer muy bajo, como lo hicieron otros gobiernos en el pasado, argumentando que el pueblo les dio la victoria y que podían hacer lo que les viniera en gana, utilizando la esfera gubernamental para su propio beneficio y el de su partido.

Por lo tanto, a pesar de tanto atropello en las administraciones públicas del pasado, termino haciendo un llamado a la cordura para no caer en la trampa de hacer lo que han hecho otros en forma poco ética e injusta.

Que Dios ilumine a Mauricio Funes, para hacer un buen gobierno.


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RECUERDOS DE INFANCIA


Enero, era muy corto. Pasadas las fiestas, los días corrían más rápido, pues estaban marcados por la inexorable fecha del regreso al pueblo y a la ciudad.

Febrero, era para comenzar la escuela, sentir el olor a lápiz nuevo y conocer nuevos compañeros.

Marzo era un mes de muchos mangos y jocotes. Los días viernes eran para comer pescado seco y para oír los cantos tristes de la cuaresma.

Abril, con sus chicharras, significaba un respiro para volver al campo. En sus tibias mañanas era agradable mirar los rayos de sol entre las tejas de aquella casa de adobe, amurallada por los cerros, y escuchar el gorjeo interminable de los chontes, de las chiltotas y de los Güises.

Mayo era de optimismo. Las primeras lluvias dejaban un olor a tierra mojada y los campos cubiertos de hierba. Cada día era para rezarle a la Virgen y cantarle el “venid y vamos todos con flores a porfía”.

Junio, era de cohetes, de interminables rezos y cantos al Corazón de Jesús, en la cercana Iglesia del pueblo.

Julio, era de angustia por los exámenes trimestrales. De campanas al aire en la catedral de Santa Ana por las fiestas patronales y de muchas ventas y ruido en las calles.

Agosto, era de descanso en sus primeros días, por las cortas vacaciones. Volver al pueblo, era de nuevo, comer tortilla caliente con sopa de frijoles nuevos y pellejas de tunco y saborear unas guacaladas de atol de elote.

Septiembre, era de mañanas marcadas por el ruido de tambores, al que hacíamos eco con los zapatos por debajo de los pupitres.

Octubre, era tan frío por las mañanas que daba pereza bañarse. Sus incesantes vientos aumentaban nuestro temor a los exámenes finales.

Noviembre, si que era un mes de verdad. Significaba entrar a vacaciones y volver de nuevo al campo; oír el ruido de los “bichos” mis hermanos, a dos cuadras de la casa, bañando en el pozo de la quebrada o en el “Chorro”; salir para “Gualquiquira” y junto al pescador caminar río arriba con la ropa a espaldas y bañar a gusto en el agua tibia de cada poza.

Diciembre, más que el mes de la navidad, era para convertirnos en pequeños labriegos. Era para escuchar el ruido lamentoso del trapiche en las orillas del Río Lempa. Era una temporada para trabajar como arrieros sin hora fija, en aquella improvisada plaza; para admirar el arrojo de mis hermanos mayores al moler la caña; y contemplar la catarata de jugo cayendo bajo la madre y los hijos. Era para sentir el olor de la miel hirviendo y de los atados de dulce recién sacados del molde. Y después de dos semanas, regresar a casa cansados, pero felices.

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REFLEXIONES


De la gente egoísta y tan sobrada de sí misma,

trato de esconderme;

De los que tienen que gritar por falta de argumentos,

trato de compadecerme;

De quienes engañan a los humildes para su provecho,

trato de alejarme;

De los que siempre alardean para sentirse ellos mismos,

trato de oponerme;

De aquellos que siempre enfilan en contra con envidia,

trato de resguardarme;

De los que se aprovechan de los demás para hacer dinero,

trato de apartarme;

De los que se golpean el pecho pero destruyen tanto al otro,

trato de condolerme;

De los que se muestran amigos pero actúan con doblez,

trato de protegerme;

De los que venden sus principios por un plato de lentejas,

trato de olvidarme.

Ramiro Velasco, marzo de 2009


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