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Soy profesor universitario. Trabajo por el desarrollo de Cabañas, un departamento de El Salvador, muy bello, pero también donde hay mucha pobreza, especialmente en lo educativo y cultural. Soy planificador educativo y trabajé por muchos años como director y coordinador de proyectos sociales. Me considero una persona con una visión amplia que trata de valorar lo positivo de cada quien.

domingo, 16 de septiembre de 2007

DEL MUNDILLO POLÍTICO

UN CANDIDATO DE TÍA CONEJA
Nunca supe por qué nuestras abuelas, utilizaban el epíteto despectivo “de tía coneja”, para referirse a una persona no muy versada, un tanto improvisada en su oficio, o sin mayor éxito en un rol determinado. Por ejemplo, ellas decían: “Ese es un panadero de tía coneja” para alguien que no lograba hacer buen pan; o “Ese es un abogado de tía coneja”, para referirse a un abogado que nunca ganaba los casos, en los juzgados.

Pues aquel señor, convertido de pronto en político al que me refiero, hizo todo lo que estuvo a su alcance y no logró ganar suficientes votos para ser elegido diputado.

Las razones para no ser exitoso en su corta carrera política, pudieron ser varias. Pero la principal, es que seguramente aquel candidato, se metió a un campo que tal vez conocía poco; pues aún cuando a nivel teórico, se había preparado con un diplomado en ciencias políticas, desconocía lo que sucede de verdad en la realidad salvadoreña, donde se utiliza toda clase de trampas, y en la que no siempre los resultados son obtenidos en buena lid.

El, trató de utilizar las reglas de la buena fe y de la ética. En un ambiente en donde para ganar se utilizan gran cantidad de recursos económicos, y si es necesario con tal de ganar, hasta se debe vender el “alma al diablo”, como se dice frecuentemente.

Ese es el mundillo de la política partidaria que ha estado vigente en El Salvador desde siempre. Primero en épocas en las que se imponía de dedo a los funcionarios de elección popular, en elecciones casi monopartidistas; y más tarde, cuando las elecciones han sido multipartidistas. En ambos casos, parece que lo normal ha sido que para ganar se utilice toda clase de “marufias”, como se dice en buen salvadoreño.

Un ejemplo claro de tal situación, fueron las famosas elecciones de 1971 y 1972, sobre las que la Universidad José Simeón Cañas (UCA) publicó el importante libro “Año Político 1971- 1972”. Allí se detallan las maniobras del Partido de Conciliación Nacional (PCN) que ganó las elecciones con un fraude descarado, en detrimento de la Unión Nacional Opositora (UNO).

Además debo señalar, que el candidato “de tía coneja” se metió a ese berenjenal, en medio de las dificultades más adversas. Primero, con un partido muy nuevo llamado “Acción Popular (AP); segundo, en el departamento más conservador del país, Cabañas; tercero, sin más recursos económicos que sus pobres ahorros y el esfuerzo voluntario de sus familiares y amigos; y cuarto, bajo el ingenuo supuesto, de que le apoyarían con su voto, cientos de familiares y la gente de algunos cantones para los que había trabajado por su mejoramiento en forma gratuita y desinteresada, durante unos 15 años.

Aquel candidato, comenzó su labor, ocho meses antes de las elecciones. Asumió la responsabilidad de organizar el partido en todo el departamento. Su primera idea fue, desarrollar un programa de radio semanal que él mismo dirigía y financiaba, con la recta intención de contribuir a la educación ciudadana de la población de su departamento; pero a la vez, con el obvio propósito de ser más conocido por la gente. Su idea fuerza era: “ganar la mente y el corazón de la gente”.

Hubo una serie de actividades muy agotadoras que tuvo que desarrollar, como las visitas a comunidades urbanas y rurales, llevando su mensaje, y formando las directivas municipales. Estas tareas las realizó en los primeros meses, de viernes por la tarde a domingo por la noche.

Organizó un concurso que tuvo mucho éxito, promovido entre grupos musicales de la zona, aprovechando las fiestas patronales de su pueblo, con premios en efectivo, a los conjuntos que mejor interpretaran una canción dedicada a su Departamento, que él mismo había escrito varios meses antes, cuando ni siquiera pensaba en meterse en esas honduras.

Como era empleado de gobierno, pidió permiso sin goce de sueldo, en los últimos 2 meses previos al evento electoral, para dedicarse a tiempo completo a la tarea organizativa y a la campaña proselitista. Este hecho debe resaltarse, pues muchos empleados públicos (diputados y miembros de los Concejos Municipales) mantienen sus puestos aún en tiempos de campaña, y siguen devengando sus salarios.

Aquel candidato, hizo visitas casa por casa, a unas 100 familias de su departamento; y le motivaba el hecho de que todos, le prometían su apoyo seguro con el voto.

Los 3 días anteriores a las elecciones, el trabajo fue tan duro que comenzaba a las 5 de la mañana y terminaba muy entrada la noche. Había que completar listados de candidatos a concejos municipales, de participantes a las mesas electorales; seguir el formalismo de su inscripción y prever todos los detalles de la logística del “Día D”. Todo esto, dentro de las limitaciones de personal de apoyo.

Por otra parte, debía animar a los candidatos a ser miembros del Concejo Municipal y a sus poblaciones con mítines constantes, con énfasis en 3 municipios: Sensuntepeque, Guacotecti e Ilobasco.

En los días previos al evento electoral, aquel candidato había perdido más de 20 libras de peso; pero contó siempre con el apoyo incondicional de algunos de sus hermanos, familiares cercanos y por su puesto, de todos los miembros de su hogar.

Lamentablemente todo el esfuerzo fue en vano. En la cancha política real, las reglas eran otras. Algunos de los partidos contendientes estaban muy fuertes, pues contaban con abundantes recursos de sus patrocinadores y con el espacio casi total, en los medios escritos, televisivos y radiales, con propaganda hecha muchas veces con recursos del Estado o de fuentes de ingresos poco confiables. A muchos votantes se les había entregado su documento para votar, de manera fraudulenta, aún cuando no pertenecían a los municipios de Cabañas; y por supuesto, habían sido objeto de la tradicional entrega de regalitos (comidas, gorras, camisetas, llaveros, etc).

El propio día de las elecciones, la gente era llevada y traída desde sus comunidades en transporte gratis hasta muy cerca de las urnas, por parte de los partidos contendientes con mayor poder económico; y lo que es peor, hubo una descarada compra de votos a la gente humilde de los cantones.

Pero no todo fue negativo para el candidato, la noche anterior a las elecciones, recibió una emotiva carta de su hija mayor que para entonces tenía 24 años y estudiaba en la universidad. La carta decía así:

CARTA A UN CANDIDATO A DIPUTADO
15 de Marzo, 2003

En todas las culturas, en todas las épocas han existido héroes, algunos míticos, otros como personajes que han cobrado vida desde la imaginación de grandes escritores. También han existido prodigiosos hombres y mujeres excepcionales, científicos, filósofos, artistas, políticos, guías espirituales, etc. que a lo largo de la historia y en todas las áreas, han inspirado a miles de personas.

Se acercan las elecciones de diputados y alcaldes, en medio de la percepción en una gran porción de votantes, del engaño y ansia de poder por parte de los políticos; y de la percepción (o información) de pocos, sobre la existencia de un pequeño grupo de idealistas, profesionales que decidieron participar en política para dejar de ser simples espectadores de la difícil realidad salvadoreña y tomar un papel protagónico en los cambios y grandes decisiones que necesita el país.

Dentro de ese grupo, sobresale ante mis ojos, y los de muchos, un hombre inteligente, capaz, noble, altruista que nunca olvidó que es originario de un humilde cantón: San Marcos, Departamento de Cabañas; que a pesar de haber tenido que dejarlo, buscando oportunidades, recorriendo su destino… cuando fue posible volvió a él, y encontró siempre necesidad entre sus habitantes; sin quedarse de brazos cruzados y con el aliciente de recibir de Mons. Benjamín Barrera y Reyes Q.D.D.G, el báculo de la responsabilidad con el fin de ayudar a mejorar la calidad de vida de su gente, gestionó con la ayuda de familiares y amigos, la realización de muchas obras para dicho cantón y de otras comunidades vecinas.

El tiempo pasó y la visión creció. Ahora el destino de sus esfuerzos sería todo Cabañas, departamento con los mayores índices de analfabetismo, desempleo, atraso en salud, vivienda, etc. Eso, conjugado con el viejo sueño de participar en política (entendida en el mejor de sus conceptos) lo llevó a lanzarse en la búsqueda de ser elegido Diputado de Cabañas, por un nuevo partido no extremista, sino de centro, denominado Acción Popular.

Él, JOSÉ RAMIRO VELASCO BARRERA, por su incalculable esfuerzo, su enorme creatividad de darse a conocer y trabajar con escasos recursos económicos y materiales, pero ilimitado ingenio, además de sus buenos propósitos, merecería desde ya y sin discusión, un lugar en el salón azul de la Asamblea Legislativa. “Cuando un Ser Humano desea con todo su ser realizar algo, y tiene el valor de seguir su sueño, el Universo Entero conspira para que lo logre “(Paulo Cohelo).

Sea cual sea el resultado de las elecciones, Don Ramiro ya triunfó; logró tocar la mente de muchos que ya no serán comprados y pensarán dos veces lo que conviene a su gente; demostró que “dar no sólo es dar del propio patrimonio (¿quién pudiera revisar las cuentas, los saldos rojos!!?). Cuando se da desde el interior del ser (conocimiento, esperanza, amor, fe, ayuda), es cuando realmente se da. Don Ramiro ha logrado inspirar a muchos que llevamos adormecidos nuestros sueños, para que caminemos hacia ellos, sólo así tendrá sentido la vida …

Para bien o para mal, no basta con querer ayudar a la gente, la gente debe estar dispuesta a dejarse ayudar. Don Ramiro cumplió con su parte, ahora es cuestión de los demás. Una cosa es segura, si no es de esta forma, será de otra, Roma no se construyó en un día. El salpicar del agua sobre la piedra, con paciencia, termina por dura que ésta parezca, transformándola.

Tal vez sea difícil rastrear el impacto de sus enseñanzas en la radio, o de sus discursos en los mítines, pero su liderazgo y su lucha siempre estarán en la mente, el corazón y sobre todo en el propio vivir, de quienes lo conocemos realmente y lo amamos tal cual es, sus amigos y su familia.

Vienen a mi mente de la mitología griega, el príncipe Teseo luchando contra el Minotauro (el sistema); de la pintura impresionista, Vincent Van Gogh, que nunca abandonó su necesidad y vocación de reflejar en su arte, las variaciones de luz y la intensidad del sol; de la Biblia, David contra Goliat (el sistema); y de la literatura de Cervantes Saavedra, el idealista Don Quijote.

Don Ramiro, Quijote de Cabañas, pase lo que pase, tiene nuestro apoyo, orgullo, nuestro cariño y nuestra más profunda admiración.
Sinceramente,
Su hija
Joanna Velasco Hurtado


Nota: Esta carta me la entregó mi hija, en sobre cerrado, la noche anterior a las elecciones de diputados del 2003. 

lunes, 3 de septiembre de 2007

A SENSUNTEPEQUE EN EL MES DE LA PATRIA
















Fotografías de Ramiro Velasco


SENSUNTEPEQUE DE AYER Y DE HOY


INTRODUCCIÓN
Del Sensuntepeque de los tiempos precolombinos, no tenemos muchos vestigios. Pues por mucho tiempo, nos hicieron creer que lo indígena era similar a atraso, a pobreza, a vicios y a haraganería. Actitud imperdonable y resabio del malinchismo que nos han inculcado desde la escuela y la familia y que tenemos que erradicar para siempre.
El vestigio más contundente de lo que fue Sensuntepeque antes de la conquista realizada por los españoles, es el Cerro Grande, donde es casi seguro vivió la primera comunidad indígena. (Ver primera fotografía).
Urgando entre libros y ahora en Internet, me he encontrado con un valioso trozo de historia sobre Sensuntepeque, que pongo a disposición de todos los amigos y amigas lectoras.
De lo descrito, me llama la atención el espíritu tan combativo de los sensuntepecanos en el pasado, que contrasta con la conformidad y el sometimiento en buena parte de la población actual, a pequeños grupos conservadores de poder y a extranjeros que buscan a toda costa llevarse lo nuestro.
Como se deduce del texto histórico, el Sensuntepeque de otros tiempos comprendía también los municipios de Dolores, Victoria, Guacotecti y San Isidro.
Sensuntepeque a pesar de todo, es para mi siempre bello y de él guardo los más gratos recuerdos de mi infancia.

HISTORIA DE SENSUNTEPEQUE

Según Santiago Barberena, el vocablo Sensuntepeque significa “Cerro Grande” ya que su más antigua ubicación fue la cima del Cerro Grande que está situado al noreste de la ciudad actual. (Primera fotografía).
En 1550 Sensuntepeque tenía una población de unos 1,100 habitantes, y a fines del siglo XVI fue entregado, como pueblo de doctrina o evangelización, a los frailes dominicos del convento de San Salvador, pues como tal figura en la nómina hecha por el cronista fray Antonio de Remesal en 1609. Dichos monjes pusieron la iglesia de este pueblo bajo la advocación de Santa Bárbara, patrona nominal de Sensuntepeque. En 1740, según el alcalde mayor de San Salvador don Manuel de Gálvez Corral, su población era de 31 familias indígenas, o sea alrededor de 155 habitantes.
Conforme a los "autos de visita" de monseñor Pedro Cortés y Larraz, arzobispo de Guatemala, en 1770 Sensuntepeque era un pueblo anejo del curato de Titihuapa, con 229 habitantes repartidos en 63 familias; pero el cura párroco presbítero Pablo José Sánchez de Guzmán, residía indistintamente en la Puebla de Titihuapa y en Sensuntepeque.
Escuetamente, monseñor Pedro Cortés y Larraz informa que en la Parroquia de Titihuapa "No hay más escuela que la de un indio de Sensuntepeque, el cual enseña doctrina cristiana", lo que revela el, estado de, ignorancia a que la Colonia sometió a los pueblos del actual territorio salvadoreño. Al crearse la Intendencia de San Salvador en 1786 y dividirse su territorio en partidos o distritos, Titihuapa fue designada cabecera del partido de Sensuntepeque, como cabecera que era de curato; pero el primer teniente subdelegado don José María Muñoz, nombrado con fecha 29 de noviembre de 1799, dispuso fijar su sede gubernamental no en la Puebla de Titihuapa, sino en el pueblo de Sensuntepeque. Siguiendo su ejemplo, el cura párroco presbítero José Miguel Vasconcelos fijó en Sensuntepeque la cabecera de la antigua parroquia de Titihuapa.
En 1807, según el corregidor intendente don Antonio Gutiérrez y Ulloa, en Sensuntepeque habitaban 50 españoles, 360 ladinos o mulatos y 390 indios, lo que arroja una población total de 800 habitantes. Agrega el señor intendente, que en la jurisdicción del Partido de Sensuntepeque "se hallan otros dos pueblos, 14 aldeas y 25 haciendas", siendo la población total del mismo de 270 españoles, 4,388 mulatos o ladinos y 533 indígenas. "Sus habitantes -apunta finalmente-, que son los únicos industriosos del partido, se dedican a la labranza de añiles, cultivo de maíces, semillas y raíces y oficios mecánicos".
En esta época, Sensuntepeque era ya "cabecera del curato que lleva el antiguo (nombre) de Titihuapa" y en todo el partido reinaba "un temperamento tan vario y desigual como su suelo, aunque predominante es cálido y seco en extremo, a excepción del pueblo de Sensuntepeque, cabecera actual en donde se goza de atmósfera más suave y fresca, en la mayor parte del año".

Proceso de la IndependenciaEn los fastos de esta población se reseña un hecho que merece especial mención: El 20 de diciembre de 1811, los hijos de Sensuntepeque secundaron briosamente el primer Grito de Independencia de los próceres sansalvadoreños. Los comisarios Juan Morales, Antonio Reyes e Isidro Cibrián y las señoras María Feliciana de los Angeles y Manuela Miranda, se levantaron en armas con gente que reunieron en la "Piedra Bruja", procedentes de las aldeas o caseríos de San Lorenzo, El Volcán, San Matías, La Bermuda y Santa María. Héroes y Heroínas asaltaron la población, se tomaron el cuartel o plaza de armas después de duro combate y depusieron a las autoridades españolas, que presidía el teniente subdelegado don José María Muñoz. A consecuencia de que los amotinados no recibieron los auxilios requeridos por los demás conjurados de Sensuntepeque y de Guacotecti, se vieron forzados a dispersase, Los rebeldes fueron perseguidos, capturados y procesados: los comisarios Morales, Reyes y Cibrián deportados a las ergástulas del Castillo de Omoa, en donde guardaron prisión hasta 1818, y las señoras de los Angeles y Miranda sufrieron la condena de 25 azotes en la picota pública y prisión en casa del cura vicario de San Vicente, presbítero doctor Manuel Antonio de Molina, a quien sirvieron durante el término de la condena.

Título de Villa
Conforme a disposici6n de la Asamblea Nacional Constituyente, contenida en la Carta Magna de 12 de junio de 1824, el partido de Sensuntepeque quedó incorporado en el departamento de San Vicente. Su capital, el pueblo de igual nombre, se elevó a la categoría de villa en plena época federal y, aun cuando no ha llegado hasta nosotros el Decreto Legislativo correspondiente, en el Libro de Bautismo llevado en la Iglesia Parroquial de Sensuntepeque, el año de 1831, las partidas registradas dicen: "'En el pueblo de Sensuntepeque, yo el Cura...etc".; pero desde el día 31 de Julio de 1831, en adelante; se lee: "En la villa de Sensuntepeque, yo el Cura..., etc". y, en el margen, aparece la siguiente nota: "Seguiremos llamando villa a Sensuntepeque, puesto que así lo ha acordado la Superioridad". Por dichas referencias, y tomando en consideración que no es posible que el Decreto Legislativo correspondiente haya llegado a Sensuntepeque el mismo día 31 de julio, se colige que la fecha de titulación debe oscilar entre el 28 y el 30 de dichos mes y año. Ni el presbítero Isidro Menéndez, ni don Guillermo Dawson, ni el doctor Santiago Ignacio Barberena, ni ninguno de los autores anteriores, hacen la menor alusión a la fecha en que Sensuntepeque fue honrado con el rango de villa, suceso que ocurrió durante la administración del Jefe Supremo don José María Cornejo.

Sucesos posteriores
A fines del mes de febrero de 1839, en plena descomposición de la República Federal de Centro América, fuerzas de Honduras, a las órdenes de los generales Francisco Ferrera y Manuel Quijano, y de Nicaragua, a las órdenes del general Bernardo Méndez, apellidado "el OParvieon"t,e. por presumido, invadieron el territorio salvadoreño por el gobierno federal, a cargo del prócer don Diego Vijil, y el gobierno del Estado de El Salvador, presidido por el Vicejefe don Timoteo Menéndez, nombraron de común acuerdo al general Francisco Morazán para que repeliera aquella injusta invasión. Con 600 hombres salió de San Salvador el general Morazán y se situó en la hacienda San Francisco, cerca del río Lempa, en jurisdicción de Sensuntepeque, y el 27 de marzo siguiente, en el paraje denominado "El Jícaro", de la misma hacienda, el invasor general Quijano infligió una peligrosa derrota al coronel Narciso Benítez, segundo Jefe del ejército morazanista.
El 29 de marzo, mientras el gobierno del Estado se trasladaba de Cojutepeque a Opico, como consecuencia de aquella derrota, el general Morazán ocupaba la villa de Sensuntepeque, fusilaba a varios desertores y se hospedaba en casa de la familia Baudriz. La calle empedrada de Sensuntepeque, en forma de hamaca, por donde paso el Héroe, ha sido bautizada con el nombre de "Avenida Morazán". El general Quijano no se halló en valor de atacar al general Morazán, sino que avanzó hacia San Salvador; pero a la altura de las "lomas de Jiboa", el coronel Benítez vengó la derrota de El Jícaro.
El 5 de diciembre de 1844 se produjo en Sensuntepeque un movimiento revolucionario contra la administración del Vice-Presidente general don Joaquín Eufracio Guzmán; pero fue fácilmente sofocada por el gobierno.
Los vecinos de la villa de Sensuntepequeno fueron muy simpatizadores del gobierno liberal del capitán general Gerardo Barrios, pues en el año de 1863 desconocieron su autoridad en tres ocasiones:  l 17 de febrero, pronunciamiento que fue sofocado inmediatamente, encarcelándose y confiscándose los bienes a los insurrectos; el 27 de febrero, fecha en que su vecindario proclam6 como Presidente Provisorio al licenciado Francisco Dueñas, pero sin éxito alguno; y el 18 de julio, en que hicieron análoga proclamación.

Título de ciudad
Durante la administración conservadora del licenciado don Francisco Dueñas e indudablemente como una concesión graciosa del señor Presidente por los importantes servicios prestados a su causa por el vecindario de Sensuntepeque, se emitió la Ley de 27 de enero de 1865, en virtud de la cual se tituló ciudad la villa mencionada.
Desde el pueblo de Erandique y apoyados por el gobierno de Honduras invadieron el territorio salvadoreño, el 17 de marzo de 1871, a las ordenes del general Juan López, emigrados salvadoreños que no contemporizaban con la administración cachureca del licenciado Dueñas. Los revolucionarios proclamaron en Sensuntepeque Presidente Provisorio al mariscal de campo don Santiago González, quien tomó el mando del ejército liberal, secundado por una pléyade de ilustres soldados y por el mismo pueblo cansado de las violaciones a la Carta Magna y del despotismo del mandatario señor Dueñas.
Rotas las relaciones entre los gobiernos hondureño y salvadoreño, el mariscal González depositó el mando en el Vicepresidente licenciado don Manuel Méndez, en mayo de 1872, con el objeto de ponerse al frente del Ejército del Centro, destinado a atacar la plaza de Gracias a Dios, en donde se encontraba fortificado el Presidente de Honduras, general José María Medina. El mariscal González, en su tránsito hacia Gracias, pasó por la hacienda Copinolapa y almorzó en casa del señor Eugenio Velasco. De regreso, victorioso, pasó por el paraje denominado "Paso de Don Juan", en el río Guamulepa.

Cabecera Departamental
La Asamblea Nacional Constituyente de la República de El Salvador, con fecha 10 de febrero de 1873, queriendo honrar la memoria del Bayardo o Cid Campeador de Centroamérica, general José Trinidad Cabañas, decretó la erección del departamento de Cabañas, integrado por los distritos de Sensuntepeque e Ilobasco, fijando al mismo tiempo la cabecera departamental en la ciudad de Sensuntepeque. El distrito de Sensuntepeque quedó integrado por los municipios de Sensuntepeque, como cabecera, San Isidro, Guacotecti, Dolores y Victoria; y el distrito de Ilobasco por los municipios de Ilobasco, como cabecera, Jutiapa y Tejutepeque, más el de Cinquera, que por dicha Ley se segregó del distrito de Suchitoto.
Otros sucesos
En 1890 Sensuntepeque tenía una población de 9,450 habitantes y era una ciudad muy pintoresca, dividida en cuatro barrios, llamados El Calvario, San Antonio, Santa Bárbara y Remedios. "Tiene -dice don Guillermo Dawson- un amplio y elegante cabildo, dos iglesias, buenos edificios para escuelas, la cárcel más segura de la República, un bonito parque, deliciosos baños y magnífico clima".
En enero de 1890, la plaza de Sensuntepeque fue atacada y tomada a viva fuerza por el general José María Rivas, quien en Cojutepeque se había rebelado contra el gobierno constitucional del general Francisco Menéndez. El éxito inicial alcanzado por el militar revolucionarlo contra el doctor Eugenio Amaya, que defendió a Sensuntepeque en su doble concepto de Comandante y Gobernador Departamental, se trocó en una completa derrota el día siguiente, pues fue -atacado y vencido por tropas gobiernistas al mando del general Parrilla. El general Rivas huyó a Honduras perseguido por la caballería del general Horacio Villavicencio y dejó un cañón abandonado en la esquina formada por las actuales Calle Minerva y Avenida de El Porvenir. En el mismo año de 1890, a raíz de la felonía del general Carlos Ezeta y derrocamiento y muerte prematura del general Francisco Menéndez, el general Indalecio Miranda tomó la plaza de Sensuntepeque y proclamó Presidente Provisional de la República al Primer Designado, doctor Rafael Ayala, proclamación que secundaron el Gobernador Departamental don Obdulio Espínola y demás vecinos. Una columna de soldados ezetistas a las órdenes del general ecuatoriano Leonidas Plaza Gutiérrez, más tarde Presidente del Ecuador, desalojó de Sensuntepeque al general Miranda y correligionarios, quienes encontraron asilo en territorio hondureño. A causa de estos hechos, Sensuntepeque estuvo expuesto al saqueo y soportó durante cuatro años los onerosos impuestos decretados por la administración Ezeta.
En noviembre de 1898 se rompió de hecho el pacto de unión que constituía la República Mayor o Estados Unidos de Centro América, a raíz del movimiento revolucionario acaudillado en San Salvador por el general Tomás Regalado, que echó en tierra la administración del general Rafael Antonio Gutiérrez.
El 18 de dicho mes y año, en un intento por sostener la legalidad y el pacto federativo, los patriotas doctor Prudencio Alfaro y doctor y general Luis Alonso Barahona, ocuparon la plaza de Sensuntepeque. El día siguiente, como a las ocho de la mañana, las fuerzas regaladistas comandadas por el general Ladislao Salazar y coronel Ángel Castillo, atacaron a las fuerzas unionistas en la hacienda de San Francisco. Los unionistas se apoderaron del Cerro Moidán y el teniente coronel José E. Recinos, de orden superior, subió a la cúspide de esta eminencia e izó, en un árbol de laurel, la enseña de la República Mayor. El capitán regaladista Fabián M. Trigueros consiguió, no sin peligros, arriar la gloriosa bandera, y como a las cinco de la tarde de ese día, el ejército unionista, falto de provisiones de guerra, evacuó la ciudad de Sensuntepeque y marchó rumbo a Honduras.
En febrero de 1907, como a las dos de la mañana, penetró en Sensuntepeque el coronel hondureño don Gregorio Durón, con una pequeña escolta, trayendo prisioneros al doctor y general Luis Alonso Barahona, enemigo acérrimo del gobierno salvadoreño que presidía el general Fernando Figueroa, quien había sido derrotado en el paraje " denominado "Las Aradillas", de la jurisdicción de Villa Victoria. Como suceso luctuoso se recuerda el 8 de diciembre de 1918, fecha en que las fuerzas armadas del Regimiento de Sensuntepeque, por cuestiones eleccionarias, hicieron fuego contra el pueblo, de cuyo hecho resultaron varias personas muertas y heridas.

Hombres ilustres de antaño

Entre sus hombres famosos figuran el licenciado don Manuel Méndez, distinguido hombre público que gobernó como Vicepresidente de mayo a julio de 1872; doctor y general Luciano Hernández, poeta y orador de fama centroamericana; don Daniel Hernández, uno de los más grandes maestros salvadoreños a quien el pueblo de Santa Tecla ha erigido un monumento consagratorio en el parque que lleva su nombre.

(Bibliografía: Tomado de ttp://www.fisdl.gob.sv/index2.)


JUEGO DE BLOGUEROSMi amigo Carlos Abrego, me invita a seguir en este bonito juego, al que le invitó otro amigo.
Se trata, primero de publicar las reglas del juego, que consisten en decir ocho cosas que le conciernen a uno, e invitar a ocho nuevos participantes. (No es fácil encontrar muchos blogueros amigos)
Estas son las reglas:
1.Cada jugador(a) comienza con un listado de 8 cosas sobre sí mismo.
2. Tiene que escribir en su blog esas ocho cosas, junto con las reglas del juego.
3. Tiene que seleccionar a 8 personas más para invitar a jugar, y anotar sus blogs/nombres.
4. No olvidar dejarles un comentario en sus blogs respectivos de que han sido invitados a participar, haciendo referencia al envío del “El Juego” en tu blog.
Las ocho cosas que puedo decir de mi (Ramiro), son:
1. Soy de Cabañas, el Departamento más bonito de El Salvador;
2. Me gusta la docencia y por eso trabajo dando clases en la UES;
3. No me gusta la gente que miente, miente y miente;
4. Tomo lo suficiente... pero las cosas a pecho;
5. Antes jugaba varios deportes, ahora sólo juego capirucho.
6. Prefiero inventarme un chiste que repetir alguno ajeno.
7. Oigo música de tríos, porque me gusta cantarle al amor. (Aunque ahora salen caras las serenatas).
8. No me gusta ser aficionado de los equipos deportivos, pues me pueden decir que “soy del otro equipo”.
Las personas a las que voy a invitar a seguir este juego, son las siguientes: Carolina Velasco (Mi hija bloguera, con su blog http://elcantodelalma.blogspot.com/), Cilia Hernández (amiga macanuda de La Macana, http://blogextremo.com/lamacanasv/), Alex Rivas (del mero http://www.sensunte.com/, Fernando Velasco (el fraile) con su blog http://opinioncomentario.blogspot.com/), Ramón Cornejo (el proyectista, del que he olvidado el nombre de su blog), Víctor Portillo (el austríaco, que creo que tiene el blog en alemán), Efraín Jovel que creo lo tiene en hebreo; y devuelvo la pelota a mi amigo Carlos Abrego, con su blog http://cosastanpasajeras.blogspot.com/.